Había pasado ya bastante años desde que BTS se había separado por mi culpa, el día que me marché y el día que di a luz a mi pequeña Aitana.

Mi pequeña nació el día 12 de Marzo, era muy llorona como su madre, todas las noches iba a visitar pero mi hermano también iba, la cogía en sus brazos y le cantaba aquella canción que nos cantaba nuestro padre al ser niños.
Era al instante de que ella se quedará dormida, se parece tanto a mí pero tiene el mismo color de ojos que su padre.
La vi crecer, decir su primera palabra, como empezó a caminar pero me dolía de no poder abrazarla, de besarla y contar cosas sobre mi pasado, pero nunca la abandonaré.

Pero ahí estaba mi madre y mi hermano de que la cuidan por mí y le da mucho amor.
Me imagino de que os estaréis preguntando de porque no puedo estar a su lado, es muy sencillo: mi corazón no aguanto demasiado el día que di luz, en otras palabras; morí el día del nacimiento de mi hija.

Ya han pasado seis años, era el primer día que entraría a clase de primaria; se veía hermosa. Había crecido tanto, es una niña saludable como los demás niños.

Aquel uniforme que llevaba puesto le quedaba muy bien, me imaginaba de que en un futuro sería modelo o llegaría ser como su padre; una ídolo.
Mi hermano la llevo a clases y ella le dijo con una sonrisa que tuviera un día hermoso: estoy muy orgullosa de como ha crecido.

Siempre miró y la cuido desde aquí, no me sentía sola al principio ya que estaba con mi padre; no perdí ni un segundo en contar todo que había pasado pero el me dijo que siempre me estaba observando.

Me dolía de no estar con mi pequeña, con mi hermano y mi madre, está vida te da muchas sorpresas pero nunca hay que odiarla. Se que me fui, pero yo les cuido desde aquí.

Observé de que mi hermano se acercó a una floristería, me quedé impresionada; así que lo seguí, en verdad soy un fantasma.
Le seguí y al ver donde iba, se dibujó una leve sonrisa en mí: fui hasta el y lo abracé; aunque el no me noté pero no podía dejarlo así.
El no llevaba bien mi muerte, se culpaba de no haberme salvado pero no es así, lo ha echo.
Salvo a mi pequeña de una soledad horrible.
Todo pasa y tenemos que aceptar tal y como viene, a mi me duele estar así pero soy feliz porque veo como están.

Vi una señal desde el cielo, era mi tiempo de irme; sabía que un día lo tenía que hacer pero pensé que no pronto; mi padre se fue cuando yo me volví a encontrarme con el y dije de me había pasado durante cuando estaba viva.

Antes de irme le susurré a mi hermano. " No te culpes, has criado muy bien a Aitana, te lo agradezco mi grandullón" al decir eso, empecé a ir hasta el cielo, este sería mi última vez en la tierra pero me iba tranquila ya que mi pequeña estaba en buenas mano; se que un día ella conocerá a su padre: el destino es muy juguetón.
Le tenía que dar las gracias a Min Yoongi por haberme amado y que siempre estaba ahí para mi; al subir al cielo, dije "Adiós"