Salimos de mi cuarto agarrados de la mano, estaba totalmente sonrojada nunca fui agarrada de aquella manera tan tierna; Jimin miró hacia nosotros y sus ojos mostró felicidad; llamó a Hoseok y entonces Yoongi se soltó de mi; observé de que está como yo, muy avergonzado.

Llegamos a la cocina y todos se sentaron para esperar la comida, Seokjin iba a cocinar y no podía dejar de que lo hiciera todo el solo, así que fue con el aunque este me decía que no pero yo iba a ayudar de todas maneras. Podía oír las risas de los demás, Yoongi quejándose de algo eso me hizo reír un poco.

Jin: Se ves que lo amas en verdad y el a ti

No me esperé de que el me dijese eso, yo le negué; no me gusta mostrar esta parte avergonzada de mí, oí como se rió. No me gusta admitir del todo mis sentimientos, sea tristes o alegres; después de preparar la comida, la llevamos a dónde están ellos: hice una comida muy típica de España, la paella.
Ellos se quedaron asombrados, Jungkook miró a Yoongi y le dijo de que hizo una buena elección: no sabía que se refería pero nos echamos a reír, en verdad es un bebé.

Al terminar de comer, lavamos los platos y dejamos la cocina como estaba antes; los demás no sabía a donde iría pero Yoongi me detuvo en mitad del camino; era la misma mirada de antes; una mirada seductora y llena de amor. El se acercó a mí y me empezó a besar, respondí ante aquel beso: él sabía como hacerme perder el control y dejar mi mente en blanco, nos abrazamos, él empezó a caminar mientras que nos besamos; me tenía acorralada en la pared; el beso empezó a aumentar, nuestras lenguas estaban jugando, me aferre a el; empezaba a sentir esa calor al igual que antes: por falta del aire nos separamos.

Nos miramos y el se acercó a mí oído, su aliento acariciaba mi oído y eso me hacía sentir escalofrío pero me gustaba.

Yoongi: Ya no puedo Laura, me tienes a tu pies

Aquel susurro tan seductor me hizo aún más sonrojar; él sabía cómo hacer sentirme en cada momento, era como si estuviera leyendo mi mente y siendo sincera, me asustaba.

Yoongi se separó de mí y me extendió su mano, con gusto la tomé; sabía muy bien de que está tarde estaría llena de amor.
Fuimos para el elevador, el no soltaba mi mano para nada, cuando se abrió no perdimos en ningún segundo en besarnos; llegamos a su habitación, fuimos directo; el me seguía mirando con esa mirada que me está volviendo loca.

Al entrar, el me tiró de manera suave a su cama; sin darme cuenta el estaba encima mía, me llenaba mi cuello de besos salvaje; se podía escuchar mis gemidos por toda la habitación, eso me hacía estar avergonzada.

No sé cómo llegue a estar desnuda, pero me estaba entregando completamente a él; por toda la habitación se oía nuestros gemidos.

Yoongi: No quiero que te vayas nunca.

Me quedé con aquella frase, pero ahora mismo ambos estamos disfrutando de un momento que nunca olvidaremos.
Estuvimos dos horas entregándonos mutuamente; estaba recostada en su pecho, escuchando su latir. El no dejaba de acariciar mi cabello, me tranquilizaba, me estaba enamorando aún más de el y no me siento para nada arrepentida de haberme entregado al amor de vida que era él, mi querido Yoongi.