Seguíamos en ese abrazo, sin apartar la mirada, era si el tiempo no existiera; estaba perdida, ya no sabía que sentir pero si sabía una cosa con seguridad; quería que Yoongi fuera mío, me estaba enamorando de verdad.
Jimin me empezó a mirar con aquella seductora mirada, me estaba atrapando; noté de que era la presa. Tenía que pensar algo para que está situación se cambiara entonces se me vino una pregunta.

Laura: ¿Por qué has venido?
Jimin: Me preocupe por ti, y decimos de tomar un descanso hasta las tres.

Poco a poco el se acerca a mis labios sabía que eso estaba mal; no quería esto pero me deje llevar; al darme cuenta nuestro labios estaban unidos, me aferre al abrazo con fuerza, me estaba dejando llevar por aquel beso. Sabía que está realmente mal, más ya que importa. Sin darme cuenta el ascensor empezó a funcionar pero no dejamos de besar; el subió una mano empezando a acariciar mi pierna de una manera que me llevaría al cielo. El beso empezó a ser intenso, su lengua quería entrar en mi boca para jugar con la mía, abrí los ojos y vi la imagen de Yoongi: lo eche para atrás rompiendo aquel beso; me sentí realmente mal casi caigo en esta tentación; Jimin me miró confuso, no entendía esto.
La puerta del elevador se abrió y al abrir yo salí de allí le dije de que realmente lo sentía; me di cuenta de que estaba donde ellos se quedaban, no podía volver atrás, decidí de ir por las escaleras, mientras que bajaba no me podía quitar aquel beso; en verdad besa muy bien. Seguía sin entender el destino pero de una cosa si; que es cruel.

Al llegar, entre en mi habitación y me eché a la cama; abrace a la almohada y cerré los ojos; quería tranquilizarme pero no podía; no dejaba de recordar aquella escena de ese beso, quería pensar que era un sueño pero no lo es.
Pero esta duda empezó a salir y era de porque el me empezó a besar, no podía hallar ninguna respuesta, pero cuando llegue la hora del concierto no podía verlo ni a el ni a Yoongi.

Las horas paso, comí, llame y hable con mi gente; me empecé a arreglar ya que la hora del concierto se acercaba: me puse un vaquero oscuro junto con una camisa azul, de color cielo; tome mis cosas y la puse dentro del bolso.

Iba con miedo por qué si algunos de los dos me mira, no sabría que reacción tener. Más no me dejaría con esa duda de por aquel beso; salí del hotel y llamé una vez más un taxi, no tardé en llegar al recinto, había más gente que ayer.

Bajé del auto y empecé a caminar, esperé como los demás y al igual que ayer, los guardas tomaron nuestra entrada para verificar, dentro ya nos indicaba nuestro asiento. En verdad iba con miedo, no sabía qué hacer.
Y de la nada empezó la canción, anunciaba de que están al llegar.