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6


Luego de lo que fue una lucha de miradas por parte de YoonGi y un hacerse el tonto de HoSeok, el Min dejó su cámara en una de las mesas que estaban dispuestas, para luego darse la vuelta, marchándose de la sala en un absoluto y lúgubre silencio.

Park, quien se había mantenido al margen de todo el asunto, hizo el ademán de acompañar los pasos del pelinegro, cuando fue detenido por el Jung.

—Ah-ah, —Negó— ¿A dónde crees que vas, JiMin-ah? —Se interpuso en su camino. —Nuestra YoonJi es una artista a la que no le gusta ser molestada, — Hobi se acercó lo suficiente como para susurrarle en su oído. —A ella no le gusta la gente.

¿Qué no le gustaba la gente?

El rubio rodó sus ojos en señal de hastío. ¿Qué sí su chica era un poco antisocial?

¡Eso la hacía aún más perfecta!

JiMin también era una persona de pocas pulgas, de nada le molestaba que su casi esposa fuera cortada con la misma cuchilla. Pero algo no dejaba de hacerle ruido, y eso era por qué el pelinegro había ido en la búsqueda de la mayor.

¿Qué tipo de relación tenían?

¿Sería el lindo muchacho de hebras negras su enemigo en el amor?

JiMin estaba completamente decidido a hacer que el mundo ardiera para poder ganarse el amor de la muchacha, lucharía hasta con su propia sombra para ser digno de su compañía pero su pecho dolía al pensar que tendría que terminar peleando contra él.

—Entonces, ¿Por qu-

—Tan solo deja que YoonGi se le acerque porque es su primo, —Explicó rápidamente. — De igual forma, no te preocupes. — Se encogió de hombros. — Ella es completamente profesional cuando se trata de trabajo, así que no habrá ningún problema... —Se rascó la barbilla. — Simplemente no le hables, ni esperes que te devuelva la palabra. —Se cruzó de brazos, asintiendo a sus dichos. —Ahora, ¡Volvamos al trabajo, que mis cuentas no se pagaran solas! —HoSeok se posó a sus espaldas y comenzó a darle ligeros empujones sobre sus hombros.

Park dejó de darle vueltas al asunto por el momento, enfocándose en que en poco tiempo por fin respiraría el mismo aire que su adorada YoonJi.

Nuevamente, HoSeok volvió a su labor de fotografiarle, mientras que el rubio seguía sus indicaciones, tratando de no demostrar su ansiedad al estar a punto de conocer a la modelo de sus sueños.

Instantes luego, las puertas volvieron a abrirse, y con ello, el paraíso se hizo presente.

La mujer de su vida comenzó a adentrarse a paso ligero, portando una bata de seda roja, que hizo que el aire dejara su cuerpo.

Tanto Park como el otro fotógrafo, se quedaron en silencio mientras miraban el felino andar de la recién llegada. Luego, para su sorpresa, YoonJi posó sus orbes cafés sobre los suyos, haciendo que su sangre comenzara a correr.

Se dice que la primera impresión es la que cuenta, ¿Qué pensaría su amada luego de descubrir que su primer encuentro había sido con él vistiendo como mujer? ¿Estaría en contra de algo así?

HoSeok silbó, interrumpiendo el mágico momento en que sus almas estaban reconociéndose la una a la otra. —¡Vaya! —Habló. —Esta vez sí que te luciste, Min. — Jung se tapó ligeramente la boca para evitar que se notara su sonrisa al percibir la mortífera mirada que provenía de la castaña. -Bien, no perdamos más tiempo.

YoonJi no pronunció ninguna palabra, limitándose a acercarse hacía donde la rubia se encontraba, evitando volver a mirar hacía su lugar.

JiMin sentía que su corazón estaba a punto de abandonar su cuerpo, sus manos sudaban y rezó porque ninguna expresión del caos de su interior se viera reflejada ante los contrarios.

¡Por fin había llegado la tan ansiada oportunidad, y no dejaría que nada lo arruinara!

A pesar de encontrarse entre los ligeros flashes de las cámaras, Park trató de acercarse a la contraria. ¡Al demonio HoSeok y sus advertencias sobre la muchacha!

Si YoonJi no quería nada con él, lo descubriría por sus propios medios, pero no se rendiría antes de intentarlo.

—Magnificas. — Señaló el fotógrafo, mientras se movida de un lado hacia el otro, buscando los mejores perfiles de cada una. —Preciosas, — Volvió a murmurar, mientras la castaña mantenía su mirada fija en un inexistente punto en la habitación. — Pueden moverse sí quieren, chicas...

Eso fue suficiente como para que JiMin tomara la iniciativa y se acercara más hacía la castaña.

YoonJi continuaba sin posar sus orbes sobre ella, pero Park pudo notar como sus manos se cerraban en un puño a los costados de su ropa.

— Hola...— Esbozo en un susurro mientras trataba de controlar sus ansias.
La joven tan sólo asintió, sin voltear hacia sí. — Mi nombre es JiMin... — Volvió a intentar, sin obtener ningún tipo de respuesta significativa, más allá de un intento de sonrisa por parte de la mayor.

El actual rubio quiso tirar por la borda su papel, quitarse esas ropas que ocultaban su hombría y demostrarle que era un espécimen digno de su atención...

Pero nuevamente, tenía que ir despacio sí realmente quería que ella deseara su contacto, anhelara el tenerle cerca...

—Yoonie, quítate la bata. — Pidió el Jung. Park estuvo a punto de quejarse al respecto, cuando recordó que así era como había conocido a la mayor, salvo que esta vez no se la veía cómoda con el asunto, sin embargo, YoonJi se quitó la prenda, dejándole admirar el exquisito conjunto de encaje color bordo con suave satén negro a los costados del sostén, siendo acompañado por un tul casi imperceptible, que dejaba entrever una fina tanga negra, con unas sugestivas tiras que se ataban en su cintura.

El menor tragó grueso, incapaz de poder procesar que esta vez no se encontraba en el interior de su habitación, sino que tenía la oportunidad de tenerla a escasos centímetros de su persona.

Su pene dio un brinco, haciendo que automáticamente cerrara sus piernas para evitar que se notara su creciente erección.

— JiMin-ah. — Le llamó Hobi, haciendo que se asustara al creerse descubierto. — Coloca tus manos alrededor de la cintura de YoonJi, por favor. — La castaña abrió y cerró su boca para discutir, pero luego negó internamente.

— ¿Puedo? — Preguntó Park, completamente nervioso de su cercanía, pero a pesar de cualquier cosa, antes que sus deseos carnales, estaba la decisión de la mayor.

Sí YoonJi decía que no, o no se sentía cómoda, JiMin se retiraría por la misma puerta que había ingresado.

—S-Sí. — YoonJi se mordió los labios al haber cometido el error de haber hablado, reprochándose internamente el haber sido tan tonta.

JiMin se movió lo suficiente como para quedar ligeramente sobre la mayor.

YoonJi se encontraba apenas recostada sobre el sillón, con su bata entreabierta y sus muslos ligeramente separados, mientras que Park se mantenía sobre uno de sus brazos, mientras que su otra mano se cernía sobre la pequeña cintura de la castaña.

El rubio se resbaló y casi cae sobre la castaña, pero por suerte pudo mantener su peso estable sobre su brazo, — Lo siento...— Murmuró al instante de quedar a centímetros de la mayor.

—N-no te preocupes...— la muchacha bajó la mirada para evitar contacto visual con la rubia.

JiMin notó esa actitud evasiva, estuvo a punto de sentirse ofendido cuando notó las pequeñas pecas que adornaban su rostro, haciéndole recordar a alguien más, especialmente ahora que estaban ligeramente sonrojadas.

"—¡Que tonto soy! — se reprochó internamente —¿Cómo no van a parecerse sí son primos?"

YoonJi le parecía demasiado hermosa para este mundo, pero algo en su interior le hacía sentir mayor atracción hacía el pelinegro...

—Eso es. —Exclamó HoSeok, feliz del ángulo que había logrado capturar. —No se muevan, chicas. —Pidió.

Sin embargo, JiMin no cumplió ese pedido, y lentamente llevó su mano hacía uno de los cabellos que caían de manera descuidada sobre el rostro de la contraria.

—YoonJi... — Murmuró Park, mientras notaba como los labios de la contraria se le hacían cada vez más tentadores, salvando por el hecho de que la sonrisa de otra persona volvía a plantársele en mente, causándole una gran confusión. —Yo...

Si había venido por Min YoonJi, ¿Por qué no podía quitarse del pensamiento a su primo?

No pudo continuar con el hilo de sus pensamientos cuando notó que esta vez era la castaña la que se estaba acercando lentamente hacía sí.

Sin poder evitarlo, sus labios estaban a milímetros de rozarse y sus respiraciones se entremezclaron lo suficiente como para-

—¡JUNG HOSEOK! —El grito de una mujer que interrumpió el magnífico momento, seguido de una puerta estrellándose, fue el causante de romper la mágica burbuja en la que se encontraban inmersos.

Ambas miraron hacia un costado, percatándose de la recién llegada que parecía traer una furia de los mil demonios.

—N-NaYeon, linda...— Habló con voz temblorosa el Jung, buscando la forma de poder escapar de esa situación sin perder ninguna extremidad de su cuerpo.

—Ah, ah. —Negó. — Nada de linda, ni todas esas cursilerías que les dices a todas.

—¡¿Yo?! — Se excusó. —Sería incapaz de tal atrocidad.

Im NaYeon se cruzó de brazos mientras observaba al hermoso joven que tenia en frente.

Jung HoSeok era un ejemplar masculino demasiado irresistible para cualquier persona.

Desde su altura, sus brazos, sus hombros, su sonrisa tan encantadora, y sí a todo eso le sumaba su personalidad tan atrayente, ¡Era demasiado para cualquier ser!

Por eso, se había sentido completamente bendecida cuando sus caminos habían coincidido, y el mayor le había invitado a salir luego de una de sus producciones fotográficas.

Con lo que no había contado era de haberse enamorado tan profundamente del Jung en tan poco tiempo...

Ni tampoco había tenido en cuenta lo peligroso que sería para su corazón, ya que HoSeok no sólo tenía un ejercito como club de fans, sino que también trabajaba con personas demasiado hermosas, cómo el par que estaba a pocos metros.

Sus miedos e inseguridades se multiplicaron de forma que nunca le había sucedido.

¡Todo era culpa del Jung y sus malditos ojos almendrados!

Eso, sin contar de su excepcional performance en la cama, conformando la total receta para el desastre amoroso.

—¡Tú! — Le señaló. — Malnacido, mentiroso.— Acusó.

—¡¿O-oye, no crees que te estás pasando un poco?! —Respondió nervioso, mirando hacía todos lados, buscando una salvación.

—¡Hace días que no respondes mis mensajes, Jung! —Increpó. —Dime, ¿Acaso ya tienes otra?

—¿Y-yo? — HoSeok dio un paso hacia atrás— ¿Qué te hace pensar eso?

—¡Tú! — Tocó su pecho con su dedo índice. —¡Tú y tu poca responsabilidad afectiva! — Señaló.

—¿Pero qué dices?

—Sí no querías nada serio conmigo, tendrías que habérmelo dicho como una persona adulta que se supone que eres.

—¡No sé qué te hace pensar que no iba en serio contigo! —HoSeok de verdad que estaba intentando llegar a buen puerto con la joven, pero se le hacía demasiado difícil armonizar su trabajo con una relación, y había esperado que NaYeon pudiera entenderle.

—¡Tuve que venir hasta tu trabajo para siquiera poder verte, tan sólo con que respondieras un mensaje indicándome que estabas bien, no habría hecho falta esto! — Explicó con pesar. —Además, vengo y, ¿Qué encuentro? —Señaló hacia YoonJi y la rubia se encontraban. —¿De qué clase de película porno lésbica se trata? —Tomó aire— Y ni hablar del hecho de que siempre te encuentro con esa.

En ese momento, JiMin notó como el rostro de la castaña pasaba de un extremo sonrojo a una mueca de hastío producto de toda la escena que estaban montando, en la que indiscutiblemente se le estaba señalando como la tercera en discordia

—Es trabajo, NaYeon. —Indicó con hastío, Hobi. —Y no voy a permitirte que le faltes al respeto a YoonJi.— Aclaró. —Además, te dije claramente que esta semana estaría demasiado ocupado y que te lo compensaría. — Exclamó cansado y dolido por las actitudes de la joven.

—¿Siempre serán así las cosas contigo, Jung? — Se quejó, a punto de las lágrimas. —¿Siempre la pondrás por encima mío? — Interrogó, haciendo caso omiso de las explicaciones del mayor.

JiMin que estaba escuchando atentamente el problema, para intervenir en pos de la castaña cuando hiciera falta, cuando notó que la mayor tocaba su brazo.

YoonJi le hizo señas para que se quitara de encima suyo y le siguiera mientras esos dos resolvían sus problemas.

Al parecer, no era la primera vez que montaban una escena así y no parecía que fueran a terminar pronto.

Park imitó el silencioso andar de la contraria, mientras dejaban el salón de producciones.

Una vez fuera, YoonJi habló. —L-lamento lo que viste...—Tragó. — A-ambos tienen mucho para hablar y aprender todavía, sí quieren continuar juntos...

—Descuida. —Se encogió de hombros. —Además no fue tu culpa...

Las dos continuaron su camino hasta que llegaron al camerino de la mayor. —Adelante. —le invitó. —La sesión se terminó por hoy, —Explicó — Y no creo que quieras andar así por la calle. —Sonrió ligeramente.

Toda su ropa había quedado en el coche de SeokJin y no se imaginaba que luego de prácticamente ser señalado como acosador, con el riesgo de ir preso, se hubiera quedado esperándole.

—Yo... — Park no quería andar así como así por la calle, pero tampoco le quedaba de otra. —Me dejé mi ropa en el coche de mi amigo, y no creo que pueda venir a buscarme.

— Oh... —Esbozó. — Creo que tengo algo de ropa de más de mi primo por aquí. —Comenzó a dar vueltas por el lugar, buscando algo de ropa extra. —Te quedará algo grande, ya que le gusta usar prendas dos o tres talles más grandes, pero definitivamente será mejor que andar en esas fachas afuera, ya que comenzará a refrescar. —YoonJi tomó las telas, para luego entregárselas con cierto nerviosismo. —Puedes cambiarte por allí, —Le señaló un pequeño biombo que dividía el espacio, dándole la privacidad necesaria.

JiMin las aceptó de buena gana, llevándoselas hacía su rostro para oler el exquisito aroma a su perfume, que estos desprendían.

—Gracias...—Murmuró, a lo que la mayor respondió con un asentimiento. —Por cierto, ¿Dónde se encuentra YoonGi-ssi? —Park no pudo evitar que su emoción ante la mención del joven se filtrara por su voz.

—Eehh. — El nerviosismo de la castaña aumentó. — Tuvo que irse. — Tosió para aclarar su garganta.

—¿YoonGi-ssi también tiene novia?— Su tono sonó más duro de lo que esperaba, mientras que el corazón de la Min comenzará a latir con mayor rapidez.

—N-no... —Murmuró. — YoonGi no tiene novia.

—Entonces... ¿Tal vez un novio? —JiMin se mordió los labios al sentir que las palabras se habían escapado de su boca. ¿Qué le importaba a él, sí el primo de quién sería su esposa, tenía a alguien en su corazón?

—Desde hace mucho nadie ocupa su corazón... Mi mam-Digo, — Se corrigió. —Mi tía, le llamó así que tuvo que ir a verla, sí, eso.—La explicación de la joven, le tranquilizó de sobremanera.

—Oh. — Respondió convencido. —Dile que lamento no haberme podido despedir.

YoonJi asintió mientras buscaba ropas para ella cambiarse.

—No te preocupes...— Nuevamente, el silencio se hizo presente, mientras Park comenzaba a intentar cambiarse, sin embargo, el apretado corsé que tenía puesto no ayudaba a su misión.

—Unnie... — La voz de la rubia volvió a hacerse presente.

— ¿Sí?

— A YoonGi... — Escuchó unos ligeros  quejidos del lugar. — ¿Qué...-auch— la castaña estuvo a punto de acercarse a ver, cuando cayó en cuenta que eso no sería correcto, así que se quedó en su lugar. — A YoonGi, ¿Qué le gusta?

—¿A qué te refieres?

—Pues... — Volvió a escuchar algo parecido a un golpe— Eso... ¿Prefiere chicas o chicos?

YoonJi tragó grueso, pensando la respuesta — A-actualmente te diría que a YoonGi le gustan las personas.

Lo cual no era mentira, el Min había creído que era gay no hasta hace mucho tiempo atrás, hasta que conoció a una linda rubia que le hizo dudar de demasiadas cosas.

—Entonces, ¿Crees que podría salir con un chico? — La pregunta le tomó por sorpresa. ¿Qué cosa era peor que tú crush quisiera organizarte una cita con alguien más?

—S-supongo que sí... —Respondió no muy segura.— Creo que tendrías que preguntárselo a él.

— Unnie, ¿Qué crees que haga falta para  conquistar su corazón?

La pregunta hizo que su pecho latiera. Nunca nadie le había interrogado sobre eso, por lo que la respuesta se demoró en llegar, haciendo que la rubia pensara que no le había escuchado.

— Sinceridad, — Tomó aire — YoonGi valora que sean completamente honestos sobre sus sentimientos, — Se mordió la cara interna de sus mejillas— Quiere a alguien que esté orgulloso de llevarle de la mano, alguien que le ame por sobre todas las cosas, lo valore y proteja.

— YoonGi-ssi es una persona hermosa en todo sentido, y no debería de conformarse con menos.

—Supongo que sí, — Asintió. — Pero no siempre podemos aceptar que nos merecemos mucho más.

Nuevamente, ambas se quedaron en silencio, pensando en las palabras de una a la otra, hasta que Park volvió a hablar.

—YoonJi... —Le llamó.

—¿S-sí?

—¿Puedes ayudarme, por favor? —Pidió.

—¡Cl-claro!

YoonJi tomó aire antes de acercarse hasta el lugar, tratando de que su nerviosismo ante la cercanía con la contraria no se notara.

—Siento que voy a morir culpa de la asfixia. —Se quejó. —No sé como las mujeres pueden ponerse esto. —Antes de que pudiera retractarse de su error, escuchó la suave risa de la contraria.

—Te entiendo... —Respondió. —Lo que sucede es que tienes unas tiras entrecruzadas que no te dejaban quitarlo, —Explicó. — Date la vuelta. —Pidió.

En ese instante, ambas quedaron de frente, mientras la castaña trataba de retirar los lazos que estaban amarrados al cuerpo de la rubia, intentando evitar pensar en que estaban ocupando un mismo espacio cerrado, y que momentos antes de la interrupción de la novia de HoSeok, había estado a punto de besarla. ¡¿Cómo pudo hacer algo así?!

Dejarse llevar por un impulso no era para nada profesional, y JiMin podría tacharlo de acoso claramente.

Y estaba otro punto también...

—YoonJi— La voz de la menor le trajo a la realidad. —¿Puedo decirte algo? — La castaña asintió varias veces, mientras continuaba su labor. —Desde hace un tiempo, soñaba con conocerte. —Admitió con algo de vergüenza. Su confesión hizo que las manos de YoonJi se detuvieran en ese instante.

—¡¿Cómo?! —La única manera en la que le conociera era a través de sus anuncios publicitarios, los cuales no eran aptos para todo el mundo. Así que definitivamente se sentía cohibida de la idea que JiMin tenía sobre su persona.

—Lamento sí esto suena demasiado para ti, pero, — Tragó grueso. —Todo en lo que pensaba era en este día... —Sus ojos brillaban ante la emoción. —Siempre estabas en mi mente, tu piel, tu sonrisa, — continuó. —Nada se equipara con verte en persona y saber que estamos respirando el mismo aire... Creí estar bajo tu profundo hechizo, —JiMin tomó sus manos. —Pero eso fue hasta que conocí a YoonGi-ssi.

—¿Eeh? — Fue lo único que respondió la contraria, incapaz de procesar toda la información.

¿Quién era esta muchacha que tenía en frente y por qué en vez de estar llamando a la policía para pedir una perimetral o a un neuro psiquiátrico, estaba pensando en lo linda que se veía confesándose?

—Lamento decirte esto, Noona. — ¡¿Noona?! ¡¿No debería de decirle "Unnie"?! En ese instante, "la rubia" se quitó la peluca y el apretado corsé, revelando a un apuesto joven de cabellos castaños y pecho completamente plano, centrando su mirada en los trabajados abdominales. —Pero me siento demasiado atraído hacía tu primo, Min YoonGi. —Explicó decidido. —¿Podrías presentármelo, por favor?

Esas palabras hicieron un extraño click en su mente, haciendo que diera pequeños brincos internamente.

Sin esperar más tiempo, YoonJi se abalanzó sobre los brazos del contrario, comprendiendo ahora el porqué de que su fisonomía no se pareciera a una "chica" tradicional.

El joven apenas y pudo sostener ambos cuerpos ante la sorpresa, ¡¿Qué acababa de suceder?!

Su querida y adorada YoonJi se le había entregado en bandeja de plata, y a pesar de sentir el cielo mismo entre sus brazos, esto no estaba correcto sí deseaba cortejar al Min.

JiMin hizo todo lo posible para liberarse de su agarre, sin lastimarla de ninguna forma. ¿Quién demonios habría imaginado que él mismo sería quién rechazara a la mujer por la que tanto había tenido que luchar para conocer?

YoonJi reía, con un tierno sonrojo en su rostro, sin embargo, el castaño no lograba comprender que era tan gracioso en toda esta situación.

—¡No puedo creerlo! — Murmuró YoonJi incapaz de dejar de reír de su propia incredulidad. ¿Cómo no había podido darse cuenta antes?

—L-lo siento, no quiero ser grosero pero, ¿Podrías quitarte de encima? — Pidió con un leve sonrojo en su rostro. — Juro que soñé muchas veces con algo así, pero... No puedo pretender a Gigi sí antes me acuesto con su prima. —Explicó convencido.

—Eres un tonto, Park JiMin. —Murmuró "la chica" antes de estampar sus labios contra los contrarios.

—¡¿Y-Yoon-Gi?! — Preguntó con asombro, recibiendo otro beso como respuesta.


Hobi te amo, yo sí te entendía que tenés que trabajar, es más, hasta voy y te ayudo ah 🙈 HOSEOKISTAS, SU HOMBRE ME ESTA COQUETEANDO, YO LES AVISO.

Amo a esta pareja tan "inocente"
Me parecen demasiado tiernos.

Ya nos encontramos en la recta final, nos vemos en el próximo capítulo bebés!
Espero que hayan disfrutado conmigo esto que en un principio iba a ser un ONE SHOT, OSEA, MATENME... DE UN CAPITULO NOS FUIMOS A TAN LARGO 😭

Les amo y nos vemos durante la semana con el final final

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