3
— Así que... — habló una voz detrás de la línea. — Nos necesitas. — señaló con burla.
El castaño estuvo a punto de soltar una sarta de improperios contra el universo y la serie de desgracias en las que se veía envuelto, pero debía mantenerse sereno para evitar caer en la locura.
— Así es. — confirmó por tercera vez en lo que iba de la llamada.
— Ah... — respondió la otra persona, haciendo que sus ansiedades aumentaran proporcionalmente a la vena que se estaba formando en su cuello. — ¿Para cuándo decías que era?
Definitivamente estaban tentando a su suerte. ¡Por todo lo humano! Sí no fuera que realmente los necesitara para su magnífico plan, ya los habría mandado a que les den por dónde no les llegaba la luz del sol.
— ¡PARA HOY, JIN! — miró nuevamente el reloj en su muñeca. ¡¿Por qué en la repartija de amigos, justamente él, se había quedado con los más pendejos?!
—Mmm… —murmuró — Veré que puedo hacer. — fue toda la respuesta que recibió JiMin antes de escuchar los sonidos propios de que la conversación se había terminado.
Definitivamente la providencia divina estaba en su contra.
Cualquier persona común y corriente se daría por vencido al ver al gorila que permanecía estoico en su lugar, y sin contar la gran ayuda que recibía de quienes en teoría eran sus mejores amigos, pero no un Park.
Así como Mario Bros cruzó un sinfín de mundos para llegar a su adorada princesa, ¡Él no sería menos!
Luego cuando fuera anciano, les contaría a sus nietos toda la contienda que había atravesado para poder llegar a conocer a su adorada abuela. ¡Su historia quedaría por siempre en la dinastía de su familia!
Minutos después, pudo escuchar el chillido de las ruedas de un auto demasiado cercano a su persona, tanto que tuvo que dar un salto para alejarse del lugar.
— ¡¿Pero qué demonios?! — una oleada de polvo se levantó a causa del coche que acaba de estacionarse, provocando que tuviera un pequeño ataque de tos.
La puerta del móvil se abrió, mostrando a un apuesto joven que había estado de conductor.
— ¡Hey! — le saludó el Kim.
— ¡JODIDA MIERDA, TAEHYUNG!
El menor levanto una ceja en sorpresa ante la reacción del Park. — ¿Así es cómo tratas a tus buenos amigos que vienen a ayudarte?
— ¡Casi me atropellas, bastardo! — el contrario hizo un ademán de encogerse de hombros.
— Detalles, Park, detalles...— le restó importancia— Además, ¿No era que ibas a hacer cualquier cosa por conocer a tu adorable chica con tres pezones?
JiMin se lanzó directo hacia el menor, con la intención de darle sus buenos golpes cuando fue detenido por alguien más.
— ¿No te cansas de hacer tanto escándalo? — preguntó fingiendo cansancio.
— ¡Sueltame, Jin! — trató de zafarse de su agarre sin éxito alguno.
— Ains. — Se quejó el mayor — Ya que tanto entusiasmo tienes, mejor úsalo para lo que tengo en mente...
El castaño se calmó al ver lo que el Kim tenía en mano. Se trataba de una percha con prendas que no lograba distinguir del todo por estar dentro de un estuche.
— ¿Qué se supone que hay allí? — cuestionó, temiendo las ocurrencias de su amigo.
Un brillo malicioso se posó en la mirada de SeokJin, además de una carcajada por parte de TaeHyung, haciendo que las sospechas de JiMin incrementaran.
— Dime JiMin... ¿Cuán seguro estás de tu hombría y de tus capacidades para conquistar a tu mujer?
— ¡Ja! — rio con ironía. — ¡Completamente seguro! — así tuviera una bolsa de papas como vestimenta, Park JiMin estaba indiscutiblemente seguro de sus grandes habilidades y capacidades, alias pene grande cof, para poder atrapar a su querida YoonJi.
— Ya veo... — respondió de forma oscura — Eso quería escuchar...
— ¡De ninguna maldita manera! — se negó el castaño, actualmente rubio con la peluca que SeokJin le había acomodado cómo parte de su disfraz.
— ¿No era que no había ninguna cosa en el universo que no harías para encontrar a “tu mujer”?— mencionó de forma burlona SeokJin a lo que Park se cruzó de brazos con molestia.
— Jin... — habló TaeHyung quien había permanecido callado todo el tiempo. — Que el subnormal este vestido con ropa de dudosa profesión, lo entiendo... De hecho vine principalmente para eso— asintió a sus dichos. — ¡¿Pero yo que carajos tengo que ver?! — se negó el actual pelirrojo, tratando de comprender por qué se había dejado arrastrar a esto.
—Si te gustó el durazno, te aguantas la pelusa Kim. — JiMin que se encontraba a espaldas le enseñó su dedo medio en respuesta mientras TaeHyung continuaba bufando. —Además, no sé de qué se quejan sí ambas están preciosas. — Jin les dio una nalgada a ambos, reafirmando el buen trabajo que había hecho al haber confeccionado esos trajes de Maid para su próxima colección de verano.
¡Realmente se había pasado con el diseño, montaje y producción!
Las largas horas que había pasado frente a las máquinas habían válido toda el esfuerzo haciendo que todos los modelos que había diseñado se hubieran vendido como pan caliente.
¡Estos desagradecidos tendrían que alabarlo por permitirle usar sus prendas y no estar quejándose!
— ¡Cerdo! — pronunciaron a coro los menores a lo que SeokJin se encogió de hombros. — Ahora bien, ¿Están listos para la próxima fase?
—Realmente tengo miedo de preguntar… — JiMin se aferró a su corta falda, tratando de que este minúsculo trapo se hiciera más largo.
¡Dios santo!
Sentía la brisa correr por su entrepierna.
¡Rogaba a todos los santos de que su miembro se mantuviera lo suficientemente amarrado como para que no sobresaliera de la diminuta prenda o de lo contrario, toda su farsa sería descubierta antes de encontrar a su amada.
—Aguafiestas… — “la rubia” le sacó la lengua de forma burlona. — TaeHyung, ¿Qué novedades tiene tu contacto? — preguntó el mayor.
—Bueno… — el actual pelirrojo carraspeo suavemente para tratar de aclarar su garganta mientras que sus mejillas se tornaban de un color carmín.
— ¡Ay no! — el Park se llevó una mano a su rostro, rogando que sus suposiciones no fueran ciertas. — Dime que no lo volviste a hacer…
— ¿TaeHyung? — indagó el Kim mayor tratando de mantener una leve esperanza en él.
—¿Tal vez..? — respondió por fin.
—Irás preso, Kim. — sentenció el ahora rubio mientras se cruzaba de brazos.
— ¡PERO! — se quejó el pelirrojo.
— ¡PRESO, DIJE! — agregó. — Pero no te preocupes, sí me ayudas a encontrarme con mi mujer, te llevaré cigarrillos a tu celda.
— ¡PERO SÍ YO NO FUMO! — expresó indignado.
— ¡PERO SÍ TE SERVIRÁN PARA CAMBIARLOS POR FAVORES! — exclamó divertido — De nada por cierto…
TaeHyung hizo una mueca de disgusto al escuchar las palabras de su amigo y buscó consuelo en el mayor del grupo.
—A mí ni me mires, pensé que te había quedado claro que tu pequeño fetiche voyerista estaba bien sí te juntabas en uno de esos clubes raros que frecuentas o si consumes porno, pero seguir a alguien por todas sus redes sociales—
— ¡PERO— volvió a quejarse sin embargo el mayor continuó.
— Y comenzar a tener “choques casuales” en cada vuelta de la esquina, — comenzó a enumerar — Meterte a su casa y encima robarle los calzones, se considera acoso y del que te mete en problemas.
—Lisa noona me dijo que sí llevaba su ropa interior, el amarre sería aún más fuerte. — se excusó.
— ¡¿Y tú realmente le crees a la chiflada esa?! — preguntó Jin al borde de un ataque de risa.
— ¡Por supuesto que sí! — reafirmó de forma enérgica— ¡Desde que me dio este amuleto anti vampiros energéticos, — el joven mostró con orgullo un collar que en el medio tenía un pequeño dije con varias plantas disecadas — ¡Ya no tengo malas juntas!
—Más bien ni juntas tienes, con el olor a ajo que llevas. — señaló JiMin tapándose la nariz ante el hedor que producía el dichoso objeto.
—Retiro lo dicho— habló el mayor, imitando al Park— Puede que esté chiflada, pero es inteligente para haberte engañado así.
— Tampoco que es un gran logro engañarlo, — señaló el rubio, acto seguido fingió indiferencia ante las miradas de odio del pelirrojo— Seguro comenzó a hablarle de los signos y toda la babosada esa y TaeHyung cayó redondito.
— ¡No metas a la astrología en esto, Park! — Se quejó— Además, con mi compra y por ser un cliente preferencial, Lisa Noona me dijo que el amor de mi vida estaría a la vuelta de la esquina.
— ¿Le dijiste que eras gay? — cuestionó Jin.
— ¿Acaso importaba? — preguntó preocupado el menor, pensando en contactar a la linda castaña de la tienda de magia para decirle ese dato tan importante de su vida. ¿Qué sí el destino le tenía preparado una mujer?
¡Por amor a Lady Gaga!
Le había costado tanto salir del clóset para ahora tener que volver a "cruzarlo" para volver a ser... ¡¿Hetero?!
¡Iug, no!
— Yo creo que sí pudo leer tu futuro en la borra de té, —continuó de forma burlona JiMin —Seguramente se dio cuenta que no comes maíz pero te encanta la mazorca.
En este momento, SeokJin agradecía la rapidez de sus reflejos para tomar entre sus brazos al menor de los tres presentes, mientras el rubio le sacaba la lengua de forma burlona.
— ¡Suéltame, hyung! — demandó Tae.
— ¡Si, suéltalo! — le animó Park. — Chucky y yo tenemos asuntos pendientes que arreglar. — se tronó sus dedos.
—No sé cómo demonios es que ustedes dos terminaron siendo mejores amigos, pero realmente que no me pagan lo suficiente para esto. — se lamentó. — ¡Ya! ¡Parecen unos críos! ¿Podemos continuar con el plan? — les pidió.
Ambos jóvenes se calmaron y volvieron a centrarse en la idea.
— ¡Bien! — aceptaron.
—Ahora Tae, dime… ¿Quién es el nuevo foco de tu obsesión? — llevó una de sus manos hacia su rostro, tratando de pensar qué había hecho en su vida para tener amigos tan fuera de la normalidad.
Las mejillas del menor se tornaron de un lindo color rosado mientras sus ojos brillaban ligeramente. TaeHyung carraspeó suavemente para desviar la atención de sí mismo, lo que fue inútil ante personas que le conocían tanto.
—Su nombre es JungKook, tiene 24 años, es de virgo…— comenzó a señalar todas las cualidades de su próxima víct- posible conquista.
— ¿Y qué de todo eso nos ayudará a encontrar a mi mujer? — preguntó ligeramente ansioso.
—Uno de los detalles que logré encontrar en su instagram es el lugar donde trabaja como guardia de seguridad. — el joven rápidamente sacó su móvil de lugares recónditos en su reducida vestimenta y les mostró la imagen. — No se detengan en admirar a mi hombre.
— ¡Por los clavos de cristo! — murmuró Jin al ver porqué estos dos eran tan amigos, casi que parecía que la vida los había juntado a ambos para obsesionarse con amores imposibles.
—Como decía, — continuó TaeHyung. — Ese cartel que está ahí a la derecha, ¿No se les hace conocido?
—Insisto en preguntar, ¿En qué puede ayudarnos que tu Romeo trabaje aquí. ¿Acaso se hablan o algo así? — tenía que estar bien seguro porque JiMin no tendría problemas de pelear con quién fuera por el corazón de su querida Min.
— No... Pero podemos matar dos pájaros de un tiro... — señaló— Gracias a las publicaciones de Koo, pude descubrir que tu adorada estará trabajando en unas sesiones de fotos en este mismo lugar.— los mayores asintieron a sus dichos— Piénsalo así, en unos pocos minutos, el gorila de la puerta se irá por el cambio de turno y mi marido entrará por esa puerta listo para reemplazarlo, sólo necesito que me ayuden a que nos crucemos y caerá rendido a mis pies, ¿Qué dicen?
—No sé si aplaudirte o mudarme de país… — indicó fingiendo temor de la mente maligna del Kim, mientras que el pelirrojo se encogió de hombros.
—No eres mi tipo tampoco, hyung…—sentenció el menor.
—Por lo que veo te gustan los colágenos y es respetable, ¡Oye! ¿Esos tatuajes hasta donde continúan? —SeokJin levantó sus cejas de manera sugestiva, después de todo el "niño" estaba como quería, además esos tatuajes que delineaban su cintura y al parecer seguían por su entrepierna le llamaban demasiado la atención.
El Kim menor le arrebató su móvil — Ch, ¡Quita tus manos de mi esposo, gata rompe hogares!
— ¿Qué no te sabes esa frase que dice “Michi sin correa, es de quien lo vea”? — ahora fue el turno del Park de sostener al pelirrojo para que no se tirara encima de SeokJin con toda su furia.
— ¡Verás que pronto sus calzones estarán colgados en mi soga, Kim!
— ¡Pero que te los robes no cuenta para reclamarlo! — continuó con sus provocaciones mientras el menor no salía de su asombro.
JiMin suspiró de cansancio pensando en lo difícil que era que los tres se quedaran enfocados en una sola idea por el tiempo suficiente como para que lograran poner en marcha su precario plan.
— ¡Miren! — les llamó la atención— Ahí está el gorila y se está yendo...— señaló.
— ¡Es nuestra oportunidad! — señaló TaeHyung, a lo que Park asintió.
— ¡Es ahora o nunca!
Ahora sólo quedaba rezar internamente e interpretar su papel lo mejor posible.
Por fin pude terminar el capítulo, ya pronto se viene lo chido!
Bebé Lulú, te amito! Espero que te diviertas con el capítulo
Y por último, pero no menos importante...
¡Feliz día a toda mi hermosa comunidad!
Recuerden que al final del día, lo más importante es el amor, el amor a un otr@ y el amor propio ❤️ ¡Mucho amor!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro