11.- 🔞 El padre de mi mejor amigo - Yoonjin
Hace 7 años que conozco a mi mejor amigo, somos inseparables, casi como si fuésemos la misma entidad, almas gemelas o algún tipo de esas frases que se dicen, cuando uno conoce a una persona que realmente encaja contigo, nos gustan las mismas cosas, la misma música, tenemos un humor parecido, e ideologías similares.
Nos conocimos por casualidad, cuando yo iba corriendo al colegio para no llegar tarde, no hubo caso, cuando llegué, ya habían cerrado la puerta y no logré entrar. El chico que estaba dentro, me miraba por las rendijas de la reja con preocupación, era un chico casi de mi porte, largo y con cara tímida. Cuando el portero se entró, me dijo que caminara para el patio trasero, que él me ayudaría a entrar por ahí, ya que tiene menos vigilancia.
Confié en un desconocido, pero era la mejor alternativa que tenía, justo ese día tenía un examen muy importante. Así que corrí al otro lado del colegio y esperé que él me diera alguna pista que se encontraba ahí.
-Hola- escuché de alguna parte, una voz amable. El chico se asomaba por encima de la pandereta, ¿cómo lo hizo?, no lo sé. ¡Tiene casi 2 metros y medio de alto! Quizás es un alfa, es la única explicación que se me ocurre, se dice que ellos tienen una fuerza y habilidades físicas muy por encima que los betas o los omegas.
Yo aun no sé qué designación tengo, debería presentarme pronto, se supone que cada persona a sus 15 años se presenta, a excepción de los betas, claramente. Mi padre y mi madre son betas, por lo que quizás también lo sea y no me he presentado por esa misma razón.
-Hola- respondí – ¿podrías ayudarme? -
-Claro – dijo, cayendo desde esa altura. Me impresionaba, realmente me impresionaba, sin duda ese chico es o será alfa. Sonrió animado. -Súbete a mi espalda, aunque no lo creas, soy muy fuerte- Claro que lo creo, pensé.
Comenzó a trepar la pared, como si fuese una araña, les juro que no supe como lo hizo, pero llegamos arriba bastante rápido, se sentó en la pandereta y saltó tal cual lo hizo la primera vez, estaba impactado, jamás conocí a una persona como él, le agradecí con ojos de admiración, yo también quería ser así de fuerte. Y le pedí que me entrenara, él se avergonzó, no obstante, me prometió que lo haría la próxima vez que nos veamos.
Pasaron muchas cosas mientras nos conocíamos, descubrí que era un año menor que yo, que provenía de padres Alfa, aunque actualmente estaban separados por que no lograron compatibilizar. Suele vivir con su madre y la nueva pareja de esta, pero que a menudo se queda con su padre Alfa. Me contó que sus padres eran muy jóvenes, que posiblemente él había sido producto de un embarazo adolescente.
Solía ir a visitarlo a su casa, cualquiera de las dos, éramos como dice el dicho, uña y mugre. Casi como hermanos. Salíamos a andar en bicicleta los fines de semana, nos juntábamos a comer después del colegio, en mi casa o en la suya, sus padres me conocían, y mis padres lo conocían.
Mis padres solían molestarme con que terminaría casándome con él, aunque en esa época no podía estar más en desacuerdo, él era como el hermano que siempre quise tener, no lo veía más allá, a veces hasta lo trataba como mi hijo, sobreprotegiéndolo a pesar de ser más débil.
Medio año después de conocernos, pasó un hecho que cambió por completo mi vida. Me presenté. Jamás esperé ser algo más allá de un beta. Pero ese día me demostró, que la naturaleza y la genética es rara. De una familia de linajes antiguos de betas, donde absolutamente todos eran betas, nació un omega.
Lo malo de la situación, fue el lugar en que me presenté, fue el peor posible. Esa tarde quedé de ir a la casa de mi amigo, para ver alguna serie con él, después del colegio. Llegué a su casa, a la de su padre Alfa, para ser específicos. El señor es realmente joven, tiene 30 años, se parece a su hijo, pero su carácter es bastante tranquilo.
-Mi hijo aun no llega, puedes esperarlo en el living si gustas, yo estaré en mi estudio mientras, puedes sacar lo que gustes del refrigerador, excepto las cervezas- dijo con un tono de voz tranquilo y ronco. No sabía por qué me parecía tan atractivo, sin embargo, hice como que ese pensamiento no pasó por mi cabeza.
-Gracias – Le sonreí. Había ido pocas veces a la casa del padre de mi amigo, y no conocía muy bien al señor. Parecía agradable, había algo en él que me hacía estar calmado y a la vez alterado, no sabía bien que era.
La casa parecía tranquila, el aroma era agradable, o quizás más que agradable, se sentía fascinante el olor, como si me acariciara suavemente, miré mi celular y ya había pasado una hora, decidí escribirle a mi amigo por chat, al parecer su mamá lo fue a buscar al colegio y lo llevó al doctor porque se esguinzó el brazo, se disculpaba por no poder llegar.
Suspiré pesado, había venido aquí por nada, de todas maneras, agradecía que mi amigo estuviese bien y no fuese de mayor gravedad el accidente. Me levanté del sillón para avisarle al padre de mi amigo que me iría, no obstante, necesitaba tomar agua primero, me sentía algo mareado y sediento, como si mi boca estuviese seca.
Pasé a la cocina, y no sé por qué mi respiración estaba agitada, ¿estaba traspirando? Mi corazón se agitaba cada vez más, el mundo daba vueltas y pareciera que mis sentidos se agudizaban, los colores, los sonidos y el aroma de la casa, todo se sentía más nítido ahora, se sentía reconfortante, agradable, delicioso, sobre todo el aroma, era exquisito, como si quisiera consumirlo por toda mi vida.
Me sentía tan sediento y a la vez, tan... tan... ¿mojado? ¿Por qué? No lo sabía, agua estaba saliendo de una parte que no debería, ¿me habría orinado en los pantalones sin darme cuenta? La verdad es que no sabía que estaba pasando con mi cuerpo. Lo que, si sabía, es que había dos grandes manos tocándome, una voz gruesa hablándome y un aroma delicioso inundando todas mis fosas nasales, no quería que esto parara, oh por dios, era lo mejor del mundo.
Cerré mis ojos intentando concentrarme en ese aroma, no sé cuánto tiempo había pasado, pero cuando pude reaccionar, estaba a horcajadas sobre el señor, inhalando el aroma embriagante de su cuello, sus manos estaban en mi espalda y yo... yo me sentía tan bien, y a la vez tan mal por disfrutar estar en esa postura con el padre de mi mejor amigo.
Yo... No lo podía creer, no quería asimilarlo, pero estar en sus brazos era todo lo que estaba bien en esta vida. Lo supe desde la primera mirada que nos dimos cuando pude reaccionar a lo que estaba viviendo. Este era mi celo, mi primer celo como un omega. OMEGA, Yo... Yo soy un omega.
El hombre inhalaba mi aroma e intentaba contenerse, después de todo era un adulto, él podría sobrellevar esto, es más, agradecí tanto que lo hiciera, yo no estaba en buen juicio en aquel momento, ni siquiera puedo contar lo desesperado que estaba por que me tocara. Él no lo hizo.
Mi familia no tardó en llegar, ¿cómo se enteraron de la situación? No lo sé, quizás el padre de mi amigo les avisó antes de ayudarme.
Yo era un desastre, deseaba tanto ese aroma, quería consumirlo de por vida, quería ser invadido por él, quería... Quería tantas cosas. Era mi primer celo, era de esperarse que actuara así... O eso pensé en esa ocasión o en siguientes.
Desperté más tranquilo horas después en mi cuarto, no sé cuántas horas exactamente y como llegué, solo recuerdo que me separaron de esa fuente de aroma delicioso y lloré como un niño de 5 años, haciendo una pataleta. Después todo fue borroso.
Mis padres dijeron que un doctor me examinó y me recetó supresores, para cuando llegara mi siguiente celo, como no habían precedentes de omegas en mi familia, era extraño saber qué tipo de ciclo de celo seguiría por lo que debía ser precavido y andar con ellos siempre.
Mi vida cambio en ese momento, ya no me veía ni olía como un cachorro, mi cuerpo empezó a cambiar drásticamente de un día para otro, mi aroma se endulzó, mis labios se pusieron más rojos y carnosos, era como si mi cuerpo se adaptara rápidamente a los cambios hormonales que había sufrido tras el celo y pasara de la pubertad a la adultez.
No solo mi mejor amigo lo notó, sino que todo el colegio se enteró que era un omega, fue horrible, chicos alfas de cursos mayores comenzaron a hostigarme, chicos y chicas omegas, me miraban con desdén. No iba a mentir, siempre fui un chico agraciado, pero tras el celo, cambié tanto en tan poco tiempo, que no podía creer que realmente yo, pudiese a llegar a ser el chico que veía en el espejo, no suelo ser fanfarrón, pero soy más guapo que el promedio, mucho más.
Mi mejor amigo me defendía y trataba de alejarme de todos los que me acechaban, fue un alivio para mi saber que al menos no tenía que lidiar con este peso solo. Ya con el tiempo, dejaron de molestarme con tanta frecuencia, le temían a mi amigo y además, se conformaban con solo mirarme pasar.
Todos estos cambios físicos, cambios sensoriales y cambios sociales eran pesados, sin embargo, nada de eso afecto a mi vida, como lo que ocurrió aquel día. Había pasado exactamente medio año desde mi primer celo, no había vuelto a ir a la casa del padre de mi amigo hasta ese día, él me dijo que nos juntáramos ahí a las 5 de la tarde, que ese fin de semana le tocaba quedarse con su padre.
Sentía muchos nervios de volver a ver al señor alfa, quien había lidiado con mi primer celo de forma tan respetuosa. Verifiqué la fecha de mi siguiente calor, para no caer en lo mismo y molestar más de lo que había hecho la última vez, aunque estaba seguir que aún faltaba bastantes días para este. Efectivamente faltaban dos semanas para que mi celo llegara, así que aliviado, toqué la puerta.
-Hola señor – iba a hablar más, pero no pude, al ver sus ojos negros y penetrantes mirándome de pie a cabeza, quedé helado, como si al mirarlo, pudiese entrar dentro de estos y crear nuestro propio universo, lleno de diversas historias alternas, como si miles de vidas pasadas se conectaran en ese momento como una película. Mi corazón se agitó, las manos me temblaban y mi respiración se hizo más frecuente. ¿Por qué lo conocía? ¿Por qué se me hacía tan familiar? ¿Por qué recién ahora? Estaba alucinando con un hombre que doblaba mi edad.
Noté como no era el único quien estaba nervioso, él... Él también estaba respirando agitado y no lo pude creer, ¿estaba viendo lo mismo que yo? ¿Sintiendo lo mismo que yo? - Pasa- respondió con un tono seco.
Caminé frente a él y nuestros aromas se juntaron de forma preciosa, como si hubiesen sido creados para estar juntos. Vi sus ojos cambiar de color y su garganta moverse de arriba abajo en un trago seco.
Entonces nos volvimos a mirar y nuestros lobos se reconocieron. ¿Era esto... Era esto lo que llamaban seres destinados? Salí corriendo tras ese encuentro, me negué a aceptarlo. Él era el padre de mi mejor amigo, él tenía el doble de mi edad. Era imposible.
Desde entonces me rehusé a ir a la casa del padre de mi amigo. Cada vez que él me invitaba colocaba una excusa. Quise mantenerme firme en mi decisión, fue difícil inventar excusas cada vez que mi amigo preguntaba. Me mantuve firme y de esto pasó un año.
Efectivamente mi amigo se presentó como un alfa y su cuerpo creció de una forma tan firme que nadie se atrevía a molestarme o siquiera mirarme con desprecio como antes. Agradecí de todo corazón ocurrieran así los hechos. Incluso llegué a pensar que quizás las palabras de mis padres podrían llegar a ser ciertas. Quizás él y yo, podríamos llegar a ser pareja en algún futuro y así me olvidaría de lo ocurrido en la casa de su padre. Definitivamente eso sería el mejor camino posible a elegir.
Años después, todo es diferente, sigo siendo amigo de mi mejor amigo, solo que ya no estudiamos en el colegio, cada uno entró a diferente universidad. Estoy bastante nervioso, por todo lo que está pasando en mi vida y todo lo que he ocultado de ella.
Tengo 22 años y ya no puedo más con todo el peso que cargo dentro de mi corazón, ese día estaba dispuesto a confesarle todo lo que debo a Jungkook, si, ese es el nombre de mi mejor amigo. Debía buscar un momento adecuado para hacerlo. No sabía si existía un momento adecuado para contarle, todo.
Casi me morí cuando el día que por fin pudimos encontrar un tiempo para vernos, me invitó a una plaza donde solemos juntarnos para conversar en los tiempos libres. Eran exactamente las 4 de la tarde de ese día domingo y... él se me declaró. Les juro que quedé en shock cuando se puso frente a mí, se arrodilló y desde atrás de su espalda sacó un hermoso ramo de flores, mis flores favoritas para ser exactos. Entonces sentí mi cara caer hasta el inframundo.
Supongo que sintió el rechazo, porque preguntó de inmediato, él porqué lo estaba rechazando. Y debo ser coherente con mis sentimientos, lo intenté, juro que intenté verlo con otros ojos, puse todo de mí, pero no pude, no podía, Jungkook siempre fue como un hermanito menor para mí, casi lo veía como un hijo a veces. La vida es irónica en muchos sentidos y mas cuando les digo lo último.
No sabía que decir, no quería ser hiriente con él, aunque, prefería contárselo de una vez antes que se enterara de la peor forma – Kook... Yo... Yo no puedo corresponder tus sentimientos, lo siento-
-¿¡Pero por qué!? ¿¡Pensé que sentíamos lo mismo!? Hemos estado tantos años en sincronía y ... ahora somos adultos, yo... -
-Jungkook, es que yo-
-No importa si tienes a alguien más, te juro que yo puedo ser mucho mejor, si quieres a alguien fuerte, puedo seguir haciendo musculación por ti, si mi aroma es el que no te gusta, yo... Yo no sé cómo, pero te juro que lo cambio por ti, Jin, yo... Yo realmente ... - No lo digas por favor, no lo digas, no puedes amarme, no puedes Jungkook, no puedes. Mi corazón saltaba como loco, no sabía cómo decirle que era imposible, este chico no se rendía con nada, él lucharía hasta conseguirme, entonces yo... Yo debía ser honesto y aunque sea fuerte y shockeante para él, yo debía ser honesto por primera vez en tantos años.
-Estoy embarazado Jungkook-
-¿Qué?-
-Eso... Estoy embarazado... Yo no puedo estar contigo... Ya tengo un alfa-
-Espera... ¿qué? ¿¡Que!? – gritó furioso - ¿¡Cómo lo conociste!? ¿¡Quién es!? ¿¡Cuál es su nombre!? ¿¡Por qué no me lo contaste!? Pensé que éramos mejores amigos – su mirada de traición, me dolía en el alma.
-Lo siento Kook, yo, debí ser honesto contigo desde antes, pero era un secreto... No sabía cómo lo ibas a tomar y-
-No me importa –
- ¿Qué? - Debo decir que esa respuesta me desestabilizó.
-Que no me importa, déjalo, puedo cuidar al hijo de otro alfa, solo porque también es tuyo, solo... quédate conmigo, por favor...-
-Kook-
-Jin... Yo, te juro que –
-No, no hables más por favor... Al menos déjame contarte todos los detalles – Jungkook parecía que iba a llorar en cualquier momento, me dolía tener que derrumbar sus esperanzas, en mi defensa, no creí que él llegaría a enamorarse de mí de esa manera, me siento como un imbécil, actúe de una forma tan inmadura, ocultando toda la verdad de él. Saqué el pañuelo que acostumbro llevar desde hace algunos años, la verdad es que mentí, le dije a mi mejor amigo que me gustaba el estilo que daba el llevar ese pañuelo, sin embargo, yo solo oculté algo muy preciado, de él y de todos. Desenvolví mi cuello para que viera mi marca, si, era un omega marcado, felizmente marcado – Lo vez, es imposible Kook, yo estoy marcado-
Pude ver como su cara se deformó y sus puños se apretaron – ¿Quién es?... ¡dime quien es! -
-¿Para qué?-
-Es el profesor Kim Namjoon ¿verdad? Noté como el profesor practicante te miraba en el colegio... ¿O es ese tal Jung Hoseok que iba un grado más arriba que tú? Ese desgraciado no paraba de rondar cerca de ti. No... ya sé, es Kim Taehyung, ese bastardo... Le dije que se alejara de ti mil veces –
-¿¡Qué!? ¿¡Es por eso que dejo de ser mi amigo!?-
-Claramente, alejé a cuanto alfa veía cerca de ti desde que nos conocemos, tú eras mío, el destino nos unió por alguna razón, te juro que no sé quién puede ser, ya que hice hasta lo imposible por que no interactuaras con ningún alfa más que yo, ahora dime de una vez quien es ese bastardo –
-¿Para qué quieres saberlo? El hecho que lo golpees no cambiará que tengo una marca y espero un hijo de él –
-¡Lo mataré!-
-¿¡Que!?- mi cara se deformó, sentía miedo, jamás había visto a Jungkook furioso.
-Que lo mataré, es la única manera que dejes de tener esa horrible y detestable marca, y que dejes de apestar a otro alfa- En ese momento mi corazón se rompió ¿así que estos eran los verdaderos colores de mi mejor amigo? ¿Él sería capaz de matar a alguien para conseguir sus objetivos? ¿Yo... realmente apesto? Él jamás había dicho algo como esto. Lagrimas corrieron por mi rostro y solo quise huir de ahí, ¿era miedo lo que sentía en este momento o decepción?
Al parecer se dio cuenta, porque cuando me vio llorar su postura se redujo considerablemente – lo siento... Yo... No es lo que quise decir, creo que... Estoy demasiado afectado. Jin, yo realmente haría cualquier cosa por ti, por favor, elígeme – Sus ojos oscuros, se veían brillantes, casi a punto de llorar.
-Jungkook... Lo siento, pero yo... Lo amo-
-¿¡Cómo sabes que lo amas!? –
-Somos... Somos destinados – En ese momento pude sentir como se rompió algo dentro de mi mejor amigo, sus ojos se apagaron y su cara se derrumbó, lagrimas corrían por sus mejillas.
-¿Hace cuanto lo conoces?-
-7 años –
-¿¡7 años!? Pero, nos conocemos hace 7 años, ¿cómo... cómo pudiste!? ¿Veías a alguien más a parte de mí? ¿tenías otro mejor amigo? -
-Koo-
-Pensé que éramos mejores amigos... -
-Kook –
-Pero siempre fue alguien más, siempre creí que teníamos una relación especial de amistad –
-Y la tenemos-
-¡Entonces porque nunca me presentaste a ese alfa!-
-Porque tú me lo presentaste, él... él es tu papá-
-...-
-...- Ese minuto fue el minuto más interminable de mi vida, podía sentir el latir de mi corazón en la garganta y la cabeza abombándose por la presión del evento. Pero ya estaba todo dicho, por fin pude decírselo, por fin pude soltar mi mayor secreto.
- ¿Es... es quién? - parecía aturdido.
-Es Min Yoongi, tu papá Kook... -
-Mi... Mi papá... Mi-
-Si-
-Y estas... Estas embarazado de él-
-Si... Y marcado- Lo vi pestañar un par de veces, mientras el color de su rostro se iba y se desplomaba en la banca de la plaza, parecía en shock, como si lo hubiesen desconectado de la tierra y estuviese volando por el universo, sin prisa ni objetivo, solo volando.
-Ok- dijo tras un minuto, luego se puso de pie y se fue sin decir siquiera una sola palabra, intenté detenerlo, mas, la verdad no quise, era mejor así. Después de todo, él tenía que asimilar la noticia y necesitaba tiempo a solas. Lo que si me preocupaba era que se fuese a la casa de Yoongi y lo golpeara.
Cinco años atrás, fue cuando volví a ver al padre de mi mejor amigo. Tenía 17 años en ese entonces, legalmente era un adulto, después de todo, en este mundo se llega a la adultez una vez el celo comienza, al menos para los omegas es así.
No estaba en mis planes volver a encontrarme con Yoongi. Éramos destinados, nuestros corazones lo notaron hace un año, por lo que el destino y la madre Luna haría su trabajo para unirnos, eso pensé a los 16, era muy joven para estar con alguien 15 años mayor que yo.
Ese día acompañé a mi prima a comprar alimentos para la cena, y me lo encontré cuando elegia algunas mandarinas para el postre - ¿Kim? Ha pasado un tiempo- saludó. El sentir su gruesa voz alteró mi sistema por completo, desde la punta de mis pies hasta el último cabello de mi cabeza.
No entendía por qué estaba lubricando con solo escucharlo, y mi piel se puso roja. Me voltee a verlo. Se veía igual que siempre, el parecido con su único hijo era insólito, aunque él no era tan macizo como Jungkook, era más, suave, de contextura promedio para un hombre alfa. Su tez blanca, también era diferente a la de mi amigo, y contrastaba perfectamente con su oscuro y lacio cabello, sus venas trasluciéndose por su lechosa piel, sus labios rojizos, y su pequeña nariz. Había tanto que me alteraba de ese hombre. La diferencia de edad ya no se veía como un problema para mí. Él me atraía.
-Buenas tardes, señor Min- respondí cortes y tiritando en mi puesto, como el adolescente que era, mirando a su amor platónico a solo un paso de mí. Su aroma era delicioso, tanto como recordaba. Su barba apenas creciendo, como un rastrojo en su perfilada mandíbula, lo hacía parecer más maduro de lo que en verdad era.
Tragué saliva y bajé la mirada, rogando a la madre Luna que dejara de lubricar por ese alfa, que esto no era correcto. Que era el padre de mi mejor amigo y esto estaba prohibido.
Él parece que tenía la misma controversia en su mente, porque me miraba de una forma que no se le miraría al mejor amigo de tu hijo, y a la vez, recriminándose por tal hecho.
-¿Tienes un día en el cual podamos hablar? – se forzó a decir.
-Puede decirme todo lo que tenga que decirme, ahora mismo, señor – no sé de dónde saqué fuerzas para decir aquello, creía que me iba a desmayar en cualquier momento.
- ¿Estás seguro que quieres hablar aquí? –
-No sé a qué se refiere –
-Vamos Seokjin, sabes muy bien de que estamos hablando, no te comportes como un niño-
-Para su información señor, soy un niño, así que déjeme en paz- Noté como su rostro calló, su mirada se desvió y apretó los puños. Nunca supe por qué su rostro de frustración, me gustó tanto, sus pequeños ojos negros eran como un tipo de adicción para mí, cada vez que me los encontraba mirándome. Mi parte omega era la que más a gusto estaba, es decir, se sentía coqueto, y dichoso que un alfa tan... No sabía cómo describirlo realmente, pero era un alfa adulto, maduro, con experiencia, buen padre, me estuviese ¿cortejando? Mi lado hormonal casi no se podía controlar, ¿era esto lo que se conoce como primer amor? ¿O era solo un cumulo de hormonas adolescentes intentando liberarse?
-Maldita sea, sé que eres un niño ¿Acaso crees que no lo sé? ¿Qué no me doy cuenta de lo mal que está esto? – me sujetó del brazo con su grande y blanquecina mano, no supe por qué eso me excitó tanto. Casi podía sentir mi celo llegar de improvisto. Sus labios rosando los míos, fue lo que detonó todo, quería, quería besarlo, abrazar su cuello, oler su aroma e impregnarlo en mi cuerpo, yo... Yo quería ser suyo, y eso estaba tan mal, pero no podía evitarlo, cada célula de mi cuerpo lo pedía, lo exigía. Yo...
-¿Qué... qué está pasando aquí?- Esa no era la voz de mi prima... Esa... Esa era voz de mi madre... ¡Mi Madre! Maldición, esto era lo peor que podía ocurrir. Quedé petrificado. Y él, él me escondió tras de su espalda, defendiéndome ante la amenaza.
Esa noche, fue la más dura de mi vida, mis padres hablando con el señor Min, hablando es un eufemismo, porque los gritos se escuchaban hasta la otra esquina, yo solo escuchaba todo desde mi habitación, me sentía una princesa recluida en la torre más alta de un castillo, esperando ser liberada. Quizás pasen años para que eso suceda.
El señor Min se fue ese día, lo ví irse desde la ventana de mi cuarto en el segundo piso, él miró hacia arriba y solo cruzamos miradas, mirada que dijeron todo. Efectivamente, la conexión era mutua, no se podía evitar, yo... Yo no estaba enamorado de él, pero, esa necesidad imperativa de estar a su lado picaba por mis venas, no quería separarme de él.
Mis padres entraron para hablar conmigo, entendieron que un alfa y omega destinados era una relación imposible de separar, que, si la edad era un inconveniente, ellos no podían evitar que la madre Luna nos siguiera uniendo, ya que por algo ella lo planeó de esta manera. Para ser honesto, jamás esperé que fuesen tan comprensivos.
Me pusieron una sola exigencia, y fue que debía esperar hasta los 20 años para salir con él. Antes no debía siquiera acercarme o intentar contactarlo. Yo suspiré pesado, si tan solo supieran que estuve todo un año sin contactarlo y fue el peor año de mi vida, 3 años sería una locura. Claramente no les reclamé ni nada por el estilo, yo solo acepté sus términos para que me dejaran vivir en paz.
Un mes después, solo un mes después, estaba rompiendo mi promesa. Solo caminaba después del colegio y llegué a la casa del padre de Jungkook, juro que no fue mi intención, solo pasó y ya. Cuando me di cuenta ya estaba enfrente de la casa. Mi corazón se agitó descontroladamente, intenté huir, intenté moverme. Mis pies pareciera que no respondían a mis pensamientos, se sentían pesados, casi como si estuviesen pegados al cemento.
Noté como el señor Min abrió rápidamente la puerta de su casa y quedó mirándome con cara de confusión y a la vez agradecimiento, no entendí como él supo que yo estaba en aquel lugar. Solo supe que nunca me había movido tan rápido en la vida. Me encontraba dentro de su casa, abrazándolo y respirando su aroma.
Ese día solo fue eso, respirar su esencia me hizo inmensamente feliz, quería quedarme ahí, escapar de casa y vivir por siempre con él, oliendo, sintiendo su cálida piel cerca mío. Y siguió pasando.
En un comienzo, iba cada semana, solo respirar su aroma me hacía inmensamente feliz, poco a poco comenzamos a hablar de lo que realmente significaba lo que estábamos haciendo, ambos estábamos de acuerdo que era incorrecto hablar sobre la situación con Jungkook, aun, pero que definitivamente lo que teníamos, era más que una atracción de feromonas, era una conexión de cuerpo, alma y espíritu, predestinada por la madre Luna.
Comenzamos a conocernos, a charlar durante horas antes de tener que volver a casa. Como mis padres son betas, jamás pudieron sentir el aroma totalmente impregnado en mi ropa, del alfa al que frecuentaba.
Comenzamos a besarnos 5 meses después, él quería esperar a que cumpliera más edad, pero yo no podía aguantar tenerlo tan cerca y no poder besarlo. Ya cuando cumplí los 18 años y entré a la universidad, todo cambió, y nuestros encuentros eran netamente pasionales. Hasta que hicimos el amor por primera vez. Fue uno de los momentos más intensos de mi vida, él era tan experimentado y yo, yo solo era un chico enamorado conociendo este lado de la vida por primera vez. Él fue muy delicado y gentil, me cuidó como el tesoro más grande y se lo agradecí.
La primera vez no fue como yo esperaba, mi cuerpo se sintió adolorido a pesar de lo gentil y respetuoso que fue, no obstante, las siguientes veces fue mejorando, hasta llegar a un punto en que no podía pasar un día sin ser de él.
Prácticamente estaba viviendo en su casa, me sentía como un imbécil por mentirle a mi familia y a mi mejor amigo, así que hice una pausa a todo este amor desenfrenado y dedicarme un poco a mi vida social común. No les miento, fueron días infernales sin tenerlo cerca. Era como si tuviese abstinencia a la droga que me mantenía vivo.
El día que volví a verlo, no soportó más y me marcó, ese momento fue inolvidable, sentir sus manos recorriendo mi piel, su aliento caliente sobre mí, sus besos y caricias, su miembro duro llenándome hasta lo más recóndito de mi ser, sus gemidos profundos en mi oreja, mis piernas rodeando su cintura, su sudor perlando su lechosa piel, su pelo pegado a su cara por el esfuerzo, su profunda voz susurrando mi nombre, sus colmillos rompiendo mi piel y sus caderas perdiendo el control en embriagante orgasmo conjunto, su nudo llenándome, evitando que nuestros cuerpos olvidaran que éramos uno en esencia.
Para ese entonces, yo tenía 19 años, y me quedé a dormir en su casa, fue el día más especial de mi vida, estaba tan enamorado, tan dichoso, casi viviendo una luna de miel, nos bañamos juntos, tomamos desayuno juntos y cuando íbamos a ver una película, sentimos que alguien llegaba. Era Jungkook, casi se nos salió el corazón por la boca a ambos. Nos sentimos tan culpables. La casa era un lio de feromonas, era imposible que mi mejor amigo no se diera cuenta de nuestra relación, menos con la marca en mi cuello fresca e hinchada.
Yoongi tomo un pañuelo que solía usar y lo anudó en mi cuello justo antes que su hijo entrara a la sala – ¿Papá estás viendo una película? ¿Oh? ¿Seokjin? ¿Qué estás haciendo aquí? - Dijo sin notar nada, agradecía lo despistado que podía ser mi amigo a veces.
-Bueno yo... Yo te estaba esperando para salir un rato a caminar- No se me ocurrió nada mejor que decir, nos miramos a los ojos por un microsegundo con Yoongi y luego ambos miramos hasta su hijo.
-¿¡En serio!? Vamos entonces, ¿a dónde quieres ir? -
-Donde quieras, tengo un par de horas libres para ti – sonreí hasta mi alfa, si mi alfa, era la mejor sensación del mundo decir que ese hombre que se despedía de ambos, era mi alfa, me sentía lleno, me sentía el ser más completo de la galaxia.
Actualmente, después de confesar esta verdad a Jungkook, me siento libre, como si antes hubiese estado viviendo una aventura maltrecha, ahora ambos somos libres, mi familia ya lo aceptó.
Si, discutimos cuando se dieron cuenta que tenía una marca, un año antes de lo establecido, pero lo aceptaron con el tiempo y aceptaron a Yoongi como mi pareja. Prácticamente estábamos casados con esa marca en mi cuello, así que mucho no podían hacer por separarnos.
Llegué donde mi alfa, este esperaba por mí, me recibió con un gran abrazo y un beso tierno en los labios, no sabía cómo contarle la situación que ameritaba, aunque cuando noté bien, el aroma de Jungkook se percibía en la casa, al parecer mi mejor amigo había ido a hablar con su padre directamente, como lo pensé. revisé a Yoongi para constatar que no estuviese herido.
-Ya hablé con Jungkook – dijo – Le costará asimilarlo, pero créeme, él lo hará en algún momento de la vida-
-Yo, lo siento mucho por él, nunca quise que él... Sintiera algo más allá que amistad –
-Lo sé amor, por cierto, cuando llegó, lo primero que preguntó fue "¿Como pudiste dejar embarazado y marcar a mi mejor amigo?", no sabía cómo responder, pero... Dime, ¿es cierto que... que estamos embarazados? - Juro que no puedo con este alfa, es el mejor que pudo otorgarme la madre Luna, lo amo demasiado, por sobre todas las cosas. Asentí y su sonrisa y ojos destellantes me hicieron inmensamente feliz.
Años después, Jungkook se acostumbró a mi relación con su padre, es más, solía molestarme llamándome padre o papi Jin a veces, era un fastidio, aunque no me quedaba atrás, y comencé a llamarlo hijo. Seguimos siendo los mejores amigos del mundo, tan compatibles que llega a ser extraño. Además, Jungkook estaba encantado con su medio hermano. Eran como bebés, ambos querían ser consentidos y luchaban para obtener la atención.
Por otra parte, encontró un omega que logró sanar su corazón, debería sentirme orgulloso, porque yo fui quien se lo presentó. Estoy seguro que Park, será un buen omega para él. Mientras tanto, yo soy inmensamente feliz con su padre.
-------
Comentario: Hace casi 10 años que no escribia en primera persona xD Debo decir que ayer estaba muy emocionada escribiendo esto. Hoy cuando revisaba la ortografia, me dije, oh, se veia mejor cuando lo escribia xD asldhajsñdljasld
De todas maneras espero que les guste.
Se les quiere.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro