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10.- 🔞Cuarenta y tres - Yoonjin


Se levanto esa mañana con un dolor en el vientre, tenía un revoltijo de sensaciones que se alojaban entre su garganta y su estómago. Se levanto, caminó hacia el baño y se miró al espejo, notando lo viejo que se había puesto, no es que se viera mal, pero su rostro tomaba una apariencia más madura, después de todo, los años no pasan en vano y ya casi se acercaba a la cuarta década.

Respiró profundo, tocando su vientre y sintiendo como su garganta se apretaba y sus ojos se ponían acuosos, ya no podía soportarlo más, dolía, y no solo a él, a su lobo también, ambos se estaban haciendo tanto daño, pensando en cómo el tiempo pasaba y ningún cachorro alojaba su vientre aún.

Caminó hasta la cocina de su departamento y se preparó un té, esto le ayudaba a calmarse un poco, su lobo estaba muriendo de tristeza, casi acababan sus años fértiles, no había nada más doloroso en la vida para un omega, que no ser capaz de encontrar un alfa que lo marque y no haber concebido cachorros para ese alfa.

Su corazón escocia dentro de su pecho, su nuca ardía por la sensación de vacío ante la falta de una marca, su vientre se sentía seco y sus ojos sin vida. Se estaba apagando, ya casi no tenía esperanzas de encontrar un alfa adecuado para él, a esta altura de su vida.

No quería tener cachorros con cualquier alfa tampoco, y una inseminación artificial, no era lo óptimo, ya que eso requería de mucho dinero y de mucho esfuerzo de su parte, ya que la única forma de asegurar el embarazo, es que él esté en celo cuando se realice la inseminación. Claramente, no se expondría en esas condiciones a un lugar lleno de desconocidos.

Después de arreglarse como todos los días, salió a su trabajo, caminaba por las calles mirando a todas esas familias felices, padres yendo a dejar a sus cachorros al colegio, gente con bebés en brazos, parejas de recién casados o ancianos caminando por la zona junto a su pareja. Todo era tan cruel a su vista, que sus ojitos se volvían a sentir húmedos.

Miró su celular, dentro de dos años se acabaría su periodo fértil, ya tenía 38 años y no lograba encontrar un alfa que lo llenara por completo, que lo hiciera sentir cómodo, como si estuviese en su hogar, alguien con quien pasar el resto de sus días, criar cachorros en conjunto y por, sobre todo, que su omega lo aceptara como su alfa. Lo económico o la apariencia, ya no le importaban mucho, el solo quería que su alfa lo amara como lo más preciado en su mundo y que sea un buen padre para sus cachorros.

Tomó el metro, el cual lo dejó cerca de su trabajo, se sentó en el puesto de siempre, prendió su computador y lágrimas comenzaron a caer. No sabía si era de frustración, tristeza o de rabia, quizás las tres en conjunto.

La madre luna era tan injusta, él siempre había querido tener cachorros, desde que tiene memoria que su madre le inculcó el hecho de ser un buen padre omega para sus futuros cachorros, le compraban muñecos de bebés, para que los criara y el adoraba andar con ellos para todas partes, también era el padre omega de sus amiguitos en el kínder, cuando jugaban a la casita. Y, aun así, Jimin, uno de sus amigos, que odiaba la idea de tener cachorros, ya tenía 3 hijos con su esposo Namjoon, la vida era tan injusta.

Al menos su mejor amigo de toda la vida, también estaba soltero, aunque él como alfa no estaba preocupado por el hecho de la edad, los alfas eran fértiles la mayor parte de su vida. Además, siempre estipuló casarse sobre los 40 años, con un omega menor, quien le diera un cachorro y ya. Sentía envidia, sin embargo, aquel hecho, ayudaba a que no se sintiera solo en su camino.

No es que no hubiese tenido pareja en estos 38 años, al contrario, tuvo una gran cantidad de novios, pero ningún noviazgo duró mucho, Seokjin no se explicaba el porqué, siempre se esforzó por ser un buen omega para ellos, él era muy apuesto según la gente a su alrededor, cocinaba bien, se mantenía con buena higiene, tenía feromonas dulces y agradables, su personalidad era genial según él, divertida y simpática, no entendía entonces porqué siempre lo abandonaban. La única escusa que había recibido de sus novios era, "Eres demasiado perfecto para mí, preferiría estar con alguien más normal, o alguien que se parezca más a mí".

Esa escusa le parecía tan ridícula, él era solo un chico normal, como todos los demás, quería las mismas cosas que los demás omegas, quería un alfa a su lado, que le diera seguridad, estabilidad y cachorros, que lo amara y crearan su familia juntos.

No pedía mucho, él se encargaría de que nunca faltaran las risas, el amor y la comida en casa, incluso, tenía un buen pasar económico, si su alfa prefería no trabajar, hasta lo podría mantener, no era un omega indefenso, al contrario. A veces pensaba que ese era el tema, la mayoría de los alfas preferían un omega demasiado sumiso y el no lo era para nada.

Una alarma sonó en su celular, robándole la concentración que tenía en pensamientos mortificantes. Respiró profundo y revisó su celular, al parecer su celo comenzaría en 4 días. Mierda, no se acordaba de esto, se sentía patético.

Realizó los cálculos de cuantos celos le quedaban, su celo llegaba cada 4 meses, era principios de marzo, aun había esperanza para él, tenía unos cuantos celos, antes que su periodo fértil acabara, sin embargo, encontrar a un buen alfa llevaba tiempo y no lo había conseguido en 38 años, hacerlo en un par de meses era imposible.

Se enfocaría en lo que más quería por ahora, tener un cachorro, ese era su principal objetivo de vida, ser padre, por lo que su cerebro se empezó a sulfurar a pensamientos y solo una salida llegó a su mente. Existía solo una posibilidad. Debería estar loco para pensar en ello, pero, era lo único que se le podía ocurrir, tras horas y horas de análisis profundo.

Tres días después, se juntó con sus mejores amigos de toda la vida, en un café muy cercano a su casa, tuvo que simular que no le dolió que Jimin llevara a su cachorro menor, quien se aferraba a él con fuerza, era un bebé lozano y rechoncho, con una hermosa sonrisa cuadrada y ojos grandes, era adorable, había sacado el color de piel canela, de su padre alfa.

-Que lindo está tu cachorro- sonrió Jin, con sus ojitos brillosos, tomándolo en brazos, esa sensación de tener un cachorro entre sus brazos, se sentía tan correcta en él, había nacido para tener un bebé, cuidarlo, para darle amor, y criarlo apropiadamente. Casi pudo sentir su omega retorcerse en su interior, al olisquear el aroma a leche del pequeño niño.

Miles de pensamientos surcaban su mente, ¿y si raptaba a ese bebé? Su amigo jamás se lo perdonaría, es más, hasta podría irse a la cárcel, pero se sentía tan bien tenerlo en brazos, quería quedárselo, quería adoptarlo como suyo, ya su mente se desconectaba de su lado racional, su omega estaba sufriendo tanto por esta situación.

-¿Papá?- preguntó el pequeño con su dulce voz, tocando sus mejillas.

-No, mi vida, él es tu tío Jinnie, papá está en casa, cuidando a tus dos hermanos mayores-

-¿Hobi?-

-Hobi está con papá en casa- el bebé pareció sentirse triste, e hizo un puchero adorable. Jin sacó a relucir su instinto sobreprotector y no dudó en lanzar un poco de sus feromonas maternales, para calmar al cachorro. Solo que no pudo controlar la cantidad de estas, su omega estaba desesperado por su instinto fraternal sin saciar.

Yoongi, el mejor amigo de Jin desde la infancia, no pudo evitar notarlo, conocía demasiado bien a Jin, para no darse cuenta que algo extraño andaba con él, que esa cantidad de feromonas era inusual, el apego por el bebé tampoco era común. Su lado alfa, parecía estar mas que atento al omega.

Para ser respetuoso en sus asuntos, decidió no preguntar frente a Jimin, y hacerlo una vez este se fuera, después de todo, preguntar por las feromonas a un omega, no era para nada cortés.

Pasaron un rato agradable entre conversación, bromas, chistes y comida. Fue una tarde muy entretenida, pero debía terminar. Jimin debía volver a casa temprano con su cachorro, por lo que llamó a su alfa. -Lo siento chicos, debo realizar una llamada para que Nam venga por mi- les guiñó un ojo en modo travieso y sacó su celular. Yoongi rodó los ojos por ese acto.

-Claro, no te preocupes por nosotros – Los ojos de Jin parecían brillar mientras jugaba con el pequeño Taehyung en sus brazos, era un bebé tan adorable y rechoncho. Yoongi miraba a su amigo con total concentración, se veía precioso, radiante, con una sonrisa única.

No había nada más bello a sus ojos, que un omega tan hermoso como su amigo, con un cachorro, quizás su amigo algún día logre cumplir su sueño de tener su propia familia, entonces entendió por qué Jin se comportaba tan extraño ese día.

-Namie~ Hola papi, si~~ - hacía pucheritos al hablar con su alfa, el menor de los amigos – ven a buscarnos, Tae y Jiminie quieren ver a su papi- su voz adorable, sonaba tan desagradable para sus amigos, aunque de cierta forma, lo entendían. -Jajajaja, sí, me están escuchando, ¿quieres hablarles? -Jimin se rió aún más fuerte, no sentía vergüenza de demostrar el amor que le tenía a su alfa- te esperaré en la plaza de siempre, ¿dejaste a los niños con mi suegra? Oh... ¿Tenemos casa sola entonces? Jajajaja, te espero, te amo-

-Iuug, no me interesaba saber qué harás con tu esposo en la noche, Park-

-Soy Kim, mi nombre es Kim Jimin, ¿recuerdas? Estoy casado- le mostró el anillo en su dedo.

-Si, como sea, para mí siempre serás Park-

-Bueno chicos, me voy, espero verlos pronto, no desaparezcan, cuando gusten pueden ir a visitarnos, me es difícil salir con tanto cachorro en casa, están en una edad difícil, así que espero que podamos vernos pronto- Estiró los brazos para que Jin le pasara a su bebé.

A Jin le estaba costando procesar el hecho, que lo separarían del cachorro. Tragó saliva y casi sintió que su corazón se paraba. Quería conservarlo, quería cuidarlo como suyo, aunque dentro supiese que no era su hijo, sus ojitos se cristalizaron y sus feromonas se agriaron por la idea.

Con desdicha y congoja, el omega le entregó a su amigo, el pequeño cachorro y solo tragó, desviando la mirada. Se despidió con pocas ganas de su amigo y luego, una vez el esposo de Jimin, lo pasó a buscar y se fueron felices como una familia, Jin se desplomó en su silla.

- ¿Puedes decirme que te pasa? Has estado todo el día tenso- Jin bajó la mirada y sus ojos se pusieron acuosos, ya no sabía cuántas veces había llorado estos últimos días o meses, desde que cumplió los 38 años.

-Es solo que... - hizo una pausa, respiró profundo, le costaba decirlo, sin embargo, era Yoongi, su mejor amigo, se conocían desde los 3 años prácticamente, desde que el señor Min, se mudó a dos casas de la suya y les tocó ir al mismo jardín infantil y la misma primaria. -Es un tema complicado para mi –

-¿Es por Jimin?-

-No es solo por Jimin, es solo que, ¿! por qué debía traer a su cachorro a nuestra reunión!? Se supone que era una junta de amigos –

-Los cachorros no suelen despegarse por mucho tiempo de su papá omega, ya sabes, la lactancia, el apego con la madre y el estabilizar sus feromonas-

-No... ¡No lo sé! - gritó y lloró de rabia y frustración – no lo sé, maldita sea, no lo sé- reventó. La gente de su alrededor los quedó mirando y cuchichearon entre ellos. Jin no podía parar de llorar y el mesero se acercó a preguntar si todo estaba bien.

-No se preocupe, está todo bien, lo llevaré a casa- se acercó a Jin y se agachó a su lado para sobarle la espalda – Oye, sé que quizás te afecte el tema, pero... - fue interrumpido.

-¿¡Quizás!? ¡Ja! – se limpió las lágrimas – Me está matando, Yoongi, ya no sé qué hacer, yo... yo también quiero un cachorro – bajó su mirada, y entre lágrimas, tomó un sorbo del café helado que quedaba sobre la mesa – he estado pensando seriamente en todo esto, hace años – Yoongi estaba congelado en su posición, sabía que los omegas siempre querían tener cachorros, era parte de su naturaleza, pero jamás había visto a un omega sufrir por ello y menos a alguien cercano. Su alfa estaba en alerta.

-Lamento que estes pasando por esto, ya verás que pronto encontraras a un buen alfa que te marque y te de cachorros- Las palabras salían un poco amargas de su boca, a su lobo le desagradaba la idea.

-No-

-¿No?-

-Ya me cansé de esperar, quiero tener un cachorro ya, no importa si no tengo un alfa a mi lado para criarlo, yo... yo necesito, Yoongi, realmente necesito, me queman las entrañas, saber que ninguna vida nace de mí, no sabes cómo duele – se aferraba con fuerza a la mesa, sus palabras poseían tanto sentimiento, sus ojos parecían destellar. El alfa suspiró pesado y volvió a su asiento frente al omega.

-Entiendo, quizás, la forma tradicional ya no es opción, dime ¿qué se supone que harás? ¿Te meterás con un alfa X, lo llevaras a tu casa en tu celo y luego, si te visto no me acuerdo? ¿O contrataras a un profesional? –

-Yo... -

-Lo sé, no eres capaz de estar con un alfa a quien no conoces o no tengas sentimientos cercanos a este, por eso te pregunto, ¿cómo lo harás? -

-Yo... He estado pensando por días enteros, hora tras hora, minuto tras minuto, una y otra vez, mi cerebro se sulfuró de tanto analizar la situación, dando vueltas y vueltas, intenté trazar un futuro alternativo con las opciones que me dijiste, y busqué otras alternativas, pero tras pensarlo tanto... yo solo llegué a un método y ni siquiera estoy seguro si será posible realizarlo – lo miró con ojitos tristes, pero decididos.

-¿Y cuál es ese método?- Preguntó preocupado.

-Yoongi... Ayúdame a tener un cachorro- le tomó de las manos y sus ojitos sacaron lágrimas. Su agarre era fuerte y nervioso a la vez.

-¿¡Qué!?... - le tomó completamente por sorpresa, casi se cae de su silla- Espera- el alfa quedó completamente descolocado y aturdido- ¿te refieres a que yo?... ¿a que tú?... ¿a qué tú y yo? – Soltó las manos de Jin y se las llevó a la cabeza, le había dado migraña con las miles de situaciones indecorosas que pasaron por su mente, su cara estaba roja. Su alfa agitaba la cola en su interior.

-Por favor, eres el único que me puede ayudar, estoy desesperado, nos conocemos hace décadas, eres un alfa responsable, atractivo y de confianza –

-Pero... Somos casi como hermanos- El alfa de Yoongi se sintió feliz por los halagos y movió la cola aún más, aun podía seducir a un omega bellísimo como su amigo.

-¿Me vez como tu hermano?- preguntó serio.

-Bueno... Así como tal, no, somos demasiado distintos y... - su lobo meneaba cada vez más rápido la cola, su corazón se aceleraba, un omega bellísimo lo estaba cortejando, lo estaba alagando.

-Entonces no hay problema –

-Seokjin, esto es serio, no es algo que podamos decidir de un día para otro, estamos hablando de un cachorro, que también sería mi hijo, un hijo entre ambos, un niño que llegará a este mundo, ¿entiendes? – Su lobo saltaba con la idea y sus orejas se teñían de rojo.

-Claro que lo entiendo, pero yo sé que tu buscarás a un omega menor en alguna ocasión y tendrás tu propia familia... Yo... No tengo problema en hacerme cargo de un cachorro solo – su mirada se entristeció – no te cargaré con esa responsabilidad si no quieres, aunque si también quieres ser su padre, está bien de todas maneras, no te obligaré a nada–

-No lo sé, suena algo complicado y-

-Por favor, Yoonie, por favor, te lo ruego, ayúdame- Le tomó las manos entre las suyas y lo miró con sus ojos lloroso. Yoongi no podía resistir esa carita llena de tristeza en su mejor amigo, podía oler las feromonas de congoja y tristeza que liberaba, como si esta fuese su última oportunidad, su última alternativa, no obstante, un hijo era algo que necesitaba meditación profunda.

-Ok... No sé qué irá a salir de esto, pero te ayudaré, quizás estoy actuando de una manera precipitada e irresponsable, pero lo haré, por ti, porque eres muy importante para mí y sé que esta situación es difícil ¿Dónde tengo que ir? -dijo resignado- ¿En qué banco de esperma debería dejar?...- Jin lo miraba con una sonrisa nerviosa y sus ojos bien grandes observándolo con calma. Entonces Yoongi se dio cuenta -No hay banco de esperma ¿verdad? ¿Sabes lo que eso significa? - Jin asintió – ¿Estás seguro que tú quieres... ya sabes... conmigo? – Su cara no podía estar mas roja.

- ¿Crees que me desagradaría pasar un celo contigo? Te lo he dicho toda la vida, Yoon, eres un alfa guapo... Tienes muchas características buenas... Es más... Por eso te elegí a ti y no fui a un banco de esperma... Además, solo puedo quedar preñado en mis celos, sería bastante incomodo ir a un doctor en ese estado... Se han dado caso que se aprovechan del omega en celo y yo... no quiero que eso me suceda, me da miedo-

Yoongi tenía la piel rojo furia, ¿estaba Seokjin diciéndole que lo encontraba atractivo y apto para tener cachorros con él de la manera tradicional? Eso era más que un buen halago, su alfa interior quería sacar los colmillos y morder a este omega que le estaba ofreciendo formar una familia con él, sus instintos protectores a flor de piel, quemaban. Su corazón latía descontrolado y sus pupilas se dilataban.

El alfa respiró profundo antes de hablar de forma coherente– Mira, lo pensaré y te prometo que te tendré una respuesta antes de tu celo, sé que es muy importante para ti, tener un cachorro, pero yo necesito pensarlo detenidamente, no es fácil asimilar que... Bueno... Follaré con mi mejor amigo, ¿me entiendes? - ¿no es fácil? A quien engañaba, él siempre había querido follar con su amigo, era el omega mas hermoso de la faz de la tierra, no podía mentir de una forma tan descarada, era una burla a sus sentimientos, sin embargo, lo hizo.

-Lo sé... También se me hace raro, sin embargo, prefiero eso, a sentirme vacío por dentro, a este paso creo que mi omega interior podría morir de tristeza – ¿Raro? Pensó, estaba completamente emocionado, extasiado sería la palabra correcta, por solo imaginar pasar su celo con semejante alfa, Yoongi siempre fue su tipo ideal, solo que no quería perder su amistad con él, ese lazo tan único que solo los amigos tienen, esa complicidad, no quería mandarla al carajo, si sus sentimientos románticos hacia su mejor amigo no fuesen correspondidos, así que, por cobardía, prefirió esconder y desviar toda su vida, quizás ese era el motivo real por las que sus relaciones fallaban, su amigo Yoongi siempre fue su prioridad por sobre sus parejas, se sentía un imbécil, ¿por qué simplemente no se confesaba?

-¿Y cuándo es tu siguiente celo?-

-Es... Es mañana-

-¿¡Mañana!? – gritó sorprendido. No se esperaba esa respuesta. El omega asintió y se rasco la cabeza en forma nerviosa. La gente los volvió a ver, y Yoongi se disculpó por alarmarlos a todos - ¿¡Cómo que mañana, Seokjin!? – reclamó en susurros. Jin solo levantó los hombros, como queriendo decir que no podía hacer nada.

-Sabes la contraseña de mi departamento, puedes ir a las 8 de la tarde, te estaré esperando, si al final decides ir, pero antes, procura tomar un supresor, mi celo está muy fuerte y posiblemente te afecte más de lo debido, creo que mi lado omega está desesperado por un cachorro y está liberando muchas más feromonas que lo común -bajó la mirada -cada vez mis celos están más fuertes y más frecuentes, el doctor dijo que era normal en mi caso, ya que no tengo marca, ni cachorros, y es casi insoportable pasarlos solo.- Un puchero se formó en sus labios, el alfa no pudo evitar notar lo tierno que era el omega para expresar su tristeza- Por otro lado, si decides no ir, lo entenderé y buscaré otra alternativa. Es algo cínico de mi parte pedirte que no te sientas presionado, después de todo el escándalo que formé, sin embargo, no debes sentirte presionado, juro que lo entenderé – sus manos temblaban, y estaban frías, Yoongi podía oler las feromonas de ansiedad por parte del omega.

-¿Estarás bien, si decido no ir?- Su lobo aulló dentro de él.

-Supongo que dolerá esperar otros 4 meses por el siguiente celo, tengo el tiempo en contra. Aun así, como te digo, no te obligaré a nada que no quieras- Se puso de pie y tomó su bolso – creo que es mejor volver a casa, lamento haberme comportado de forma tan inmadura hace un rato – le sonrió sincero por primera vez en toda la tarde, Yoongi conocía a Seokjin, el tema de la edad y no haber tenido cachorros lo estaba matando por dentro, seguramente el pedirle ayuda, fue su último recurso, no había más planes en la mente de Jin, prácticamente esta era su última oportunidad para realizar su sueño.

-Nos vemos, Jinnie, te llamaré para darte mi respuesta-

-No... No lo hagas, no quiero averiguarlo antes que comience mi celo... Solo... Solo no vengas, si así no lo deseas... Yo... Creo que me excedí con esta petición. Lo siento, mejor solo... yo... me marcharé primero, ¿sí? -

-Jinnie-

-No dejaré de quererte, si no me ayudas, está bien- se le quebró la voz al final y solo decidió retirarse rápido, tomando un taxi que justamente pasaba por la zona, huyendo cobardemente.

--

El alfa caminaba de regreso a su departamento, no podía dejar de pensar en la situación que ameritaba. Desde pequeño, jamás le pudo decir que no a ninguna petición que Jin le hiciera, ese chico era como su debilidad andante.

"Un pequeño niño corría por el patio, donde todos se encontraban jugando. Seokjin, un pequeño rechoncho, de ojos y labios grandes, cargaba a otro niño con él, sentándolo sobre una manta.

-Amor, traje a Jiminie al comedor, ¿podrías cuidarlo mientras hago la cena? -

-Claro, cariño – dijo un pequeño niño de ojos caídos y cara tierna como un gatito -Jiminie, papá vino a cuidarte, mientras papá Jinnie hace la cena- Jimin sonreía y movía los bracitos, simulando ser el hijo de la pareja de infantes que jugaban. De repente, Yoongi salió corriendo, y se interpuso entre un Jin que no se había percatado de nada, y un niño que corría hacia él y no lo había notado.

Yoongi frenó el impacto, pero el niño chocó de llenó con él, logrando que se lastimara.

-¡Yoonie! ¡Yoonie! ¿¡Estas bien!?-

-No te preocupes, estoy bien- Yoon era un niño bastante serio para su edad.

-Pero tu pierna – señaló una pequeña herida que se había hecho el alfa en su rodilla, además de los raspones en las manos.

-Estoy bien, soy tu alfa, estoy aquí para protegerte Jinnie, yo siempre te protegeré y cuidaré de ti- El pequeño cachorro omega, sintió su cuerpo estremecerse, como si en el núcleo de su cuerpo algo se hubiese encendido.

-¿Siempre? -

-Siempre, siempre- dicho esto, se acercó al pequeño omeguita y besó tiernamente sus labios"

Yoongi se quería morir, ¿por qué tuvo que llegar ese recuerdo precisamente ahora? Ni siquiera recordaba que su primer beso fuese con Seokjin, se quería morir, eran amigos hace tantos años, 34 años para ser exactos, no podía defraudarlo.

No es como que Yoongi no encuentre a su mejor amigo, atractivo, es más, fue su primer amor, recuerda aun que estuvo enamorado de Jin hasta los 15 años aproximadamente, aunque su corazón se rompió cuando Jin empezó a salir con un alfa, un estúpido chico con cara de bobo, lo odiaba, entonces se prometió a sí mismo, no volver a ver a su mejor amigo de aquella manera, solo amistad y nada más.

El resultado fue, nunca pudo estar con un omega masculino, siempre tuvo novias en su mayoría betas, quizás lo hizo por orgullo, por un enamoramiento sin sentido, o quizás, jamás encontró un omega que superara la hermosura de Seokjin, es que eso era imposible, incluso ni las omegas femeninas se comparaban a él, Seokjin era la cúspide de sus deseos más escondidos dentro de su corazón.

Actualmente, le era difícil tan solo imaginarse a él, y su amigo, intentando tener un bebé, no sabía cómo estar en un acto íntimo con un omega masculino, y no se atrevía a experimentar con Jin. La situación era incomoda y el futuro incierto.

Llegó a su casa con una horrible jaqueca, por sobre pensar tanto, no tenía tiempo que perder, debía poner todos los pros y los contras de esta petición y tomar una decisión sabia y sensata.

Por una parte, ayudaría a su mejor amigo a cumplir sus sueños, tendría un hijo, sus padres dejarían de molestarlo con que les dé nietos, su amigo sería feliz y... y por fin podría besar al omega de sus sueños, podría tenerlo, podría... Movió la cabeza para refrescar sus pensamientos. Ese no era el punto que necesitaba su concentración, ahora.

Por contraparte, tendría un hijo, eso significaba gastos, posiblemente su amistad con Jin se vea afectada, encontrar a su omega para formar una familia sería bastante complicado, si ya tenía un hijo con otro omega, tendría que dividir su tiempo libre para cuidar a su hijo...

Colocando los pros y los contras, él veía más contras que beneficios, sin embargo, si no lo hiciera, su relación con Seokjin se vería distanciada, Jin posiblemente no le vuelva a dirigir la palabra por vergüenza, él estaría triste, no cumpliría su sueño, podría afectar su salud mental y él como el alfa sobre protector que era, no podía permitir ni concebir el hecho, que el omega que siempre protegió sufra. Se sentía como si lo tuviesen acorralado con espadas contra la pared.

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Al otro día, su cabeza daba vueltas, ya casi eran las 7 de la tarde, miró su reloj sintiéndose culpable por no asistir al celo de Seokjin, aun no tomaba la decisión. Por más que lo pensaba de manera racional y lógica, no encontraba la respuesta correcta. Por lo que hizo lo más estúpido y poco racional que le pasó por la mente, y fuese la respuesta que saliera, él lo haría.

Lanzó una moneda al aire y eligió cara como un "Si, ayudar a Seokjin" y sello como un "No ayudar a Seokjin". Al abrir su mano, asumiría el camino que la madre Luna y el azar eligiera para él.

Respiró profundo antes de ver la respuesta -Por favor, madre Luna, dame la respuesta correcta, muéstrame el camino que debo seguir – dicho esto, rebeló la moneda y esta mostraba cara. Su cuerpo sudó frio y su piel se puso pálida, tomó un vaso de agua y sin pensarlo más, tomó un bolso con algunas pertenencias y emprendió el viaje a casa de Seokjin.

En el pasillo, fuera del departamento del omega, su cuerpo tiritaba, podía sentir el olor del celo recién empezando, en el aire, y la adrenalina subir por su cuerpo. Digitó la clave y entró, el olor dulce inundó sus sentidos en un solo segundo, era delicioso mucho más fuerte que nunca, su alfa creía que estaba en el paraíso.

Todo parecía en completo silencio, no se veía movimiento en ninguna habitación, hasta que unos pasos se escucharon y se vio asomar a un Jin, solo ocupando una camisa larga, desaliñado, con las mejillas muy rojas, respirando agitado, con una notoria excitación y sus ojos amarillos. -Alfa~- lo escuchó llamar con voz aguda y jadeante, claramente necesitado.

Yoongi tragó saliva, se sentía tan culpable por aprovechar esta oportunidad, debería haberse negado a esta propuesta de Seokjin, no obstante, ese sentimiento almacenado hace tantos años en lo más profundo de su corazón, renacía como una esperanza de un niño de 15 años enamorado de su mejor amigo.

-Alfa, ¿vienes para darme cachorros? - dijo el pequeño y hermoso omega, que se asomaba tierna y coquetamente por la puerta de la habitación. Yoongi aún estaba a tiempo de negarse a esta acción solo guiada por instintos y azar.

Tragó saliva, dejándose engatusar por ese delicioso aroma dulzón que emitía el omega para seducirlo. Con labia asintió, logrando que Seokjin liberara aún más feromonas. Su alfa tiritó de emoción y liberó feromonas espesas para cubrir el área y que ningún otro alfa se le ocurra entrar a su territorio, o respirar siquiera el delicioso aroma de Seokjin, ese omega era suyo, le pertenecía, solo a él, nadie más que él.

El omega avanzó por el pasillo, aceptando su cortejo, se acercó al alfa y tomo su grande y varonil mano entre las suaves y pequeñas suyas, para guiarlo a la habitación.

-Te he estado esperando tanto tiempo, estoy listo para darte cachorros, todos los que quieras – sonrió feliz, Yoongi podía sentir al omega batir su cola en el interior de Jin, tan feliz, tan dichoso, tan vivo, casi no podía controlarse, olía tan delicioso, su alfa quería salir a tomar el control de esta situación.

Fue cuando se acordó que Jin le había dicho que se tomara un supresor antes de ir, ya que su celo estaba mucho más fuerte que de costumbre, por su omega desesperado por tener cachorros y por ende sus feromonas estaban desbordadas.

Yoongi vio al omega soltarlo y este comenzó a desnudarse frente a la cama, desabotonando lentamente su camisa, estaba perdiendo la batalla en contener la compostura, la vista era tan perfecta, las piernas turgentes y suaves del omega, lo estaban volviendo loco, su piel tan suave, lisa y curvilínea, pintada con tonos rojizos en las zonas correctas, más el aroma a lubricante natural cayendo entre sus piernas, el sudor perlando esa piel deliciosa, sus labios rojos e hinchados, sus ojos tan bellos y amarillos, ese omega estaba listo para él, tan mojado, tan dispuesto y dilatado.

Ya no pudo más, se acercó a él, recostándolo delicadamente en la cama y posicionándose encima, cubriéndolo con su gran cuerpo, dejando salir su varonil aroma a alfa dominante. Jin jadeó, su cara se tornó roja - Alfa~ - era lo único que podía decir por la excitación de su celo.

-Si, aquí tienes a tu alfa- respondió excitado, colocando una de sus amplias manos en el lozano y regordete muslo del omega, apartándolo, haciendo espacio para ubicarse en aquel lugar – ¿Quieres a alfa verdad? –

-Si~ -

-¿Quieres que deje mis cachorros dentro de ti?- Jin asentía, hipnotizado y tan excitado por el alfa que estaba tocándolo, prometiéndole cachorros, se sentía pleno, en todo su estado omega. Entonces gimió y lágrimas se acumularon en sus ojos, quería a ese alfa ya dentro de él, estaba tan mojado y tan caliente, ya no podía soportar más.

-Por...Por favor~ - se quejó – Esperé tanto por ti~ por favor~ - lloriqueó, soltando cada vez más lubricante, Yoongi sintió a su lobo salir, sus ojos se tornaron amarillos por un instante y un gruñido salió desde su garganta. Hizo todo lo posible por no perder la razón, debía cuidar de Jinnie.

-Bien, Jinnie, eres un buen omega, por esperar tanto por tu alfa – le acarició el cabello y se sacó el suéter que estaba usando, su amigo lo miraba con admiración y deseo, no podía negarlo, tenía un buen cuerpo, se había esforzado en mantenerlo marcado y en forma.

Jin se relamió los labios, al ver al alfa desnudarse encima de él y no pudo evitar ayudar a liberar su miembro de su escondite, era grande, grueso y venudo. Se sentía en la gloria. Ese nudo pronto lo llenaría hasta dejarlo preñado, llenándolo tan bien.

Las manos del alfa atraparon las del omega por sobre arriba de su cabeza, y se dedicó a admirar la belleza de este – No puedo creer que realmente esperé tantos años para tenerte, mis sueños húmedos no se comparan en nada a tenerte así de verdad, Seokjin – le besó el cuello, detrás de la oreja, bajó por su largo cuello, para morder sus clavículas y dejar marcas rojizas en la zona, volver a subir y ya de una vez, besar los regordetes labios del mayor, hasta dejarlo sin aliento. Beso tras beso, mordida, succión, no podía dejar de invadir esos labios. Tan deliciosos, tan suyos. Jin olía como suyo, se sentía como suyo.

El mayor, solo tomaba lo que le daban, estaba perdido en cada rose, en cada beso, en cada mordida, sus sentidos atentos al limite de lo que humanamente podía, quería más, no podía obtener suficiente de este alfa, si no lo anudaba pronto, no sabría qué haría.

Posicionó sus manos a cada costado del cuerpo del omega, mientras lo besaba, y de esta forma se recostó sobre este, para empujar sus caderas contra el más pequeño de los dos. Cuerpo contra cuerpo se rosaban. Jin gemía entre besos, ya no aguantaba más, así que lloriqueó pidiendo lo que necesitaba – Por favor~~ Alfa~~ - su cuerpo estaba ardiendo, sus muslos desbordados en lubricante, sus caderas abiertas esperando por que se hundan en ellas, tan profundo, para llenar su seno y preñarlo.

Yoongi tragó duro, soñó tantas veces esta misma escena, su lobo estaba eufórico, "es tuyo, tómalo ya", exigía. "Es mío, es mío, es completamente mío", pensaba por otro lado.

Apretó fuerte con sus grandes manos, levantando al mayor como si no pesara nada, dejando el grado de inclinación perfecto para que su miembro entrara en su húmedo agujero.

Jin gritó cuando fue penetrado, todos sus sentidos estaban esperando este momento, que no pudo aguantar, se corrió profundamente, retorciéndose en el falo del menor -Alfa~~ Tan... Tan grande~~ Tan bueno~~ Por favor~ Lléname de tus cachorros-

El alfa pelinegro, tragó pensaba que se iba a correr con la imagen tan erótica del omega de sus sueño, retorciéndose en su falo, era casi una escena sacada de un porno barato. Se relamió los labios, y comenzó a empujar sin piedad contra el omega, empalándolo contra la cama. Esta rechinaba, pareciera que en cualquier momento se quebraría de tan fuerte que estaba empujando.

El omega gritaba, se sentía tan bien, tan correcto, como si sus cuerpos calzaran de forma perfecta, sus aromas se mezclaban de forma única, sus caderas chocando al vaivén del otro cuerpo, manos recorriéndose, conociendo por primera vez, labios lamiendo, mordiendo, succionando.

-¡Aghh!- gritaba de forma desesperada, a veces acallaba sus gritos mordiendo al menor, rasguñándolo, sujetándose como pudiese y donde pudiese, del cuerpo mas grande, quería abrirse más, quería al alfa mas profundo, que pudiese vivir dentro de él prácticamente, lo quería y lo necesitaba, lagrimas caían por sus mejillas, su omega desesperado, liberaba cada vez mas feromonas dulces. Atrayendo al alfa.

"Eres mío, mío, mío, soy tuyo, muérdeme, anúdame, préñame", es lo que recibía Yoongi, del aroma que inundaba la habitación, la mirada de Seokjin pareciera dijera lo mismo, cada vez que lo miraba a los ojos, con una extraña y penetrante mirada, como si su lobo estuviese tratando de inyectar ese pensamiento en el alfa, con gran desesperación - Por favor~~- gimió Seokjin. Y Yoongi ya no pudo aguantar más. Sus colmillos aparecieron en todo su esplendor, mientras su nudo comenzaba a hincharse dentro de Seokjin.

No supo cuanto tiempo pasó, ni que había ocurrido en ese lapsus, solo supo que despertó de este encandilamiento, por un sollozo bajo de él. Entonces notó que mordía a Seokjin en su glándula de feromonas, y su nudo ya se había desinflado. ¿Cuánto tiempo pasó? ¿Segundos, minutos, horas? No lo sabía.

Soltó a Seokjin, y lamió la marca instintivamente, abrazando al omega, acariciándolo con cariño, su alfa recién se percataba que este era su omega, desde hoy, para siempre, Seokjin era suyo, suyo y solo suyo. Sentía como su lobo movía la cola y aullaba de felicidad.

Pronto bajó de su nube de encandilamiento y salió también del cuerpo del mayor, Jin parecía ido, como si su cuerpo estuviese ahí, pero su alma estuviese en un transe profundo, tan drogado por feromonas de alfa llenando su cuerpo para formar la marca de unión.

-Mierda...- Yoongi notó recién que se había dejado llevar enormemente por el celo de su mejor amigo, lo había marcado y ya no había nada que pudiese hacer para remediarlo, se llevó las manos a la cabeza, revoloteando su cabello, "Jin me dijo que tomara un supresor, soy un idiota... Aunque", pensaba mientras miraba al omega mas bello de la tierra. Su corazón latió rápido y una sonrisa grande se formó en su rostro. La sonrisa mas feliz que había hecho en su vida.

Su marca decoraba la lechosa piel de Seokjin, se veía perfecta en él, como si hubiese nacido para recibirla. Se acercó y la lengüeteó, su alfa se lo exigía, debía curar esa herida para que cicatrizara de forma bonita para su omega. Su omega, sonaba tan correcto, Seokjin era suyo, solo suyo, no lo volvería a compartir con otros alfas, jamás podrían separarlo de él ahora.

Jin aterrizó de su largo viaje, se sentía tan relajado, tan bien jodido y tan pleno, como nunca se había sentido en la vida, era como si fuese el mejor día de la vida, miró hacia todas partes y notó a Yoongi durmiendo a su lado.

Sus ojos se abrieron y se sentó rápido ¿Cuándo Yoongi había llegado? Entonces, aquel sueño en que Yoongi lo copulaba, no había sido un sueño creado por sus feromonas extremas en estos celos descontrolados, Yoongi era real.

Toco la piel del alfa, se acercó, lo olfateo para constatar que realmente era un ser real y no una ilusión, su aroma a alfa era delicioso. Lo que mas le gustaba, es que olía como suyo. Fue entonces que se dio cuenta de algo. Llevo su mano a su cuello y notó la marca. Entonces no pudo parar de llorar.

Era un omega marcado, Yoongi lo había marcado, lo había elegido para ser su alfa, para protegerlo y amarlo, ¿formarían una familia juntos? Probablemente ya estaba indudablemente preñado, su celo había pasado satisfactoriamente, ya no dolía, ya no ardía su vientre, todo se sentía perfecto, mejor que antes. Estaba mas que preparado para desde ahora ser feliz con el alfa que toda su vida amó.

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Cuatro meses pasaron desde aquel día, y hoy se iban a juntar nuevamente con su amigo Jimin. Este fue con su esposo a la junta, dejó a sus cachorros en casa de sus padres mientras escapaban un rato de la paternidad. -¿¡Cómo que estas embarazado!? Seokjin, ¿sabes lo riesgoso que es tener un hijo a tu edad? – Dijo Jimin, apenas lo vió, hace meses no se encontraban, y verlo tan embarazado fue un choque para el omega menor.

-Lo dices porque tú tienes 3 cachorros, pero yo también quería realizar mi sueño de tener mis propios cachorros -sus ojos se llenaron de lágrimas. – Que egoísta eres -

-Lo sé, lo siento, no quise sonar agresivo, solo me preocupo por ti, sabes que lo hago... Felicidades – Intentó animarlo - espero el embarazo vaya bien, ya quiero ver lo bonito que te pondrás en unos meses, tan embarazado... ¿Sabes? lo que más quiero ver es la cara de Yoongi cuando sepa esta noticia –

-Yo también quiero ver a Yoongi, él... él como que siempre ha estado enamorado de ti - Dijo sin pensar, Namjoon. Recibiendo un codazo de Jimin

-Cállate, se supone que era un secreto –

-Ooh... Lo siento, haz como que no dije nada, por favor... por cierto, ¿quién es el padre? -

-Obviamente es mi esposo – Dijo con las mejillas coloradas y desviando la mirada.

-¿¡Te casaste!? ¿Ni siquiera nos invitaste? ¡Que mal amigo eres! – Jimin refunfuñó. Y Jin se rió.

-Lo siento chicos, pero no le contamos a nadie... queríamos que fuese algo especial entre los dos... apenas nazca este cachorro, celebraremos el matrimonio, así que ahí sí haremos una celebración más conmemorativa –

-Todavía espero que me digas quien es tu esposo-

-No tarda en llegar, él también vendrá-

-¿¡En serio!?- Jimin estaba ansioso, no podía esperar más. De repente a lo lejos divisó a Yoongi caminando y los nervios le bajaron – Espero Yoon no se ponga triste, quizás no lo sepas, pero él te quiere desde que éramos casi unos cachorros, aunque siempre me dijo que debía cuidarle el secreto...Lamento decírtelo ahora, pero... ¡Ahí viene! – el embarazado, sonrió a su pareja de amigos, notó a Yoon y lo miró a los ojos.

-Yoongi que bueno verte – Namjoon le estrechó la mano y miraba cómplice a su omega.

-¿Qué tal Nam? Mucho tiempo que no nos veíamos, ¿cómo estas Jiminnie? ¿Cómo están los cachorros? –

-Bien, bien, en casa con los abuelos ... - Nam y Jimin seguían mirándose, querían ver la expresión del alfa recién llegado, al ver a Jin tan embarazado y tan deslumbrante. Sin embargo, ellos fueron los sorprendidos, cuando Min se acercó a Jin, colocando su grande y blanquecina mano sobre el vientre del omega y depositaba un largo beso en sus labios, terminando en una sonrisa enamorada.

A Jimin casi se le desencajó la mandíbula y se puso rojo por el coraje que sus amigos no lo hayan incluido en este acontecimiento histórico – Ustedes... ustedes dos... ¡los odio! ¿¡Por qué me ocultaron algo tan importante como esto!? ¡Estoy sumamente molesto! ¡Los odio!- alegó Jimin, a la vez que sonrió – ¡quiero todos los detalles! Mas bien lo exijo, me lo deben-

La pareja solo se rió, Yoongi se sentó al lado de su esposo y le tomó de la mano – pasaron muchos eventos como para contarlos todos. El mas importante, es que tendremos un cachorrito –

-Aburrido, yo quería más detalles, Min –

-Lo siento Park, no los tendrás –

-Es Kim, su apellido es Kim, ¿recuerdas? Está casado conmigo –

-Cállate Kim, no hace falta que seas tan territorial, sé que es tu omega – Namjoon se puso rojo.

-¿Saben que será el cachorro?-

-Es un cachorro alfa, se llamará Jungkook – dijo con orgullo el alfa de piel clara, acariciando la mano de su esposo con su pulgar, Jin se veía radiante, estaba dichoso, no había ninguna otra palabra tan correcta de como se sentía. Estaba cumpliendo su sueño, tendría a su cachorro en unos meses, tenía a su alfa consigo. Ya no sentía ese vacío que lo carcomía por dentro día y noche, si bien no pudo cumplir su sueño de tener una familia numerosa, darle muchos cachorros a su alfa y cuidar de su familia. Se sentía satisfecho, ya no le quedaban muchos celos post parto, a lo mas le quedaban dos.

Lo que no sabía Jin, es que un año y meses después, ya a sus cuarenta años, estaría cuidando de tres cachorros. Apenas si había parido a su primer bebé, cuando ya se encontraba esperando mellizos. Su vida dio un giro que jamás se lo esperó. No obstante, lo agradecía. Era tan feliz junto a su marido que lo amaba y protegía como nadie en el mundo y con sus lindos cachorros, Jungkook, Soobin y Sunoo.

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Comentario:

Holas, dejo otra historia.

Para ser verdad esta historia resultó de un acontecimiento que me pasó y que fue bastante extraño para mi. Debo confesar que sentí envidia, nunca antes había sentido envidia de algo me sorprendí de mi misma, la verdad. así que plasmé ese sentimiento en este escrito, por que la situación es relativamente similar.

Bueno eso. No sean toxicos, plasmen sus sentimientos en arte uWu alhkasjñldjahljsdkjskldhaslkdhaskj xDDDDD  

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