El sonido de la compuerta metálica siendo desplazada retumbo en el silencio del cuarto. A través de ella el soldado se ojos dorados se manifestó, camino en línea recta, tanto como sus piernas agotadas se lo permitieran, hasta llegar al borde del trono en donde cierto demonio permanecía.

Salza: Monseiur Cooler, hemos regresado de nuestra misión-. Habló en un tono monótono e inexpresivo mientras dejaba caer todo su peso sobre una de sus rodillas, consiguiendo estabilidad apoyando su brazo contrario en el suelo, postrandose en una reverencia ante su amo.

Cooler: Es bueno escuchar tu voz Salza-. Jugueteo con la copa de vino en su mano, observando como el líquido danzaba en la prisión de vidrio, antes de dejarla reposar en el brazo de su asiento para prestarle su completa atención a su capitán.-En falta de tanta comunicación, fue inminente para mi asumir lo peor-. El oji-naranja pudo haber sido un genio, pero tampoco era necesario serlo para saber que todo ese monólogo no era más que un regaño ¿El por qué? No haberlo tenido al pendiente de todo lo que ocurría en el planeta en el que habían luchado horas antes. Sabía que esto le molestaba a su jefe, pero no fue como si tuvieran otra opción.

Salza: Lamento mucho si lo hemos preocupado mi señor, me temo que en la situación en la que estábamos, establecer un contacto con la nave podría haber revelado nuestra ubicación a los kromanos, ademas de compromer aún más nuestro operativo poniendo en riesgo la integridad de su barco y usted mismo señor-. Quiso justificarse pero sin importar lo válido de sus explicaciones eso no iba a cambiar la mirada a severa que el mayor le estaba dedicando con sus orbes rubis, capaces de atravesar la carne y dejar expuesta el alma.

Cooler: Esta misión tomo mucho más de lo esperado, mucho más allá de los límites esperables. ¿Puedes decirme el por que?-. A pesar de mantener la cabeza baja podía escuchar los continuos golpes de la cola de su amo contra el metal, su buen humor casual no había hecho acto de presencia este día.

Salza: Hubo muchas más complicaciones de las que esperamos señor, aparentemente los seres de este planeta fueron capaces de ocultar su poder real mediante sus escondites recubiertos con poliamida, estas placas pudieron retener la radiación del poder del enemigo hasta el grado en los que nuestras mediciones previas eran insignificantes a comparación de su poder real-. Sabría que su jefe entendería, pero eso no evitaría que hiciera todo lo posible para cambiar su amargura por todo lo ocurrido- De cualquier manera logramos conseguir nuestro objetivo, conseguimos el planeta para usted mi señor, con unos cuantos arreglos, podrá ponerlo a la venta en unas pocas semanas-. Se apresuró a decir queriendo levantar los ánimos de su señor, quizás después de tanta incertidumbre un futuro más claro podría aliviar las cosas.

Cooler: Es encantador saber lo mucho que se dedican a pelear por nuestra causa-. Dijo ya un poco más calmado, complacido parcialmente por la moción que le habían dado. Aún quedaba trabajo por hacer.

Salza: Todo lo que sea por usted mi señor, servirle es la razón de nuestras vidas, siempre a sido asi-. La mirada del demonio cambio dejando su seriedad de lado para cambiar a una mucho más serena. Su cola ya habían dejado de golpear el suelo hace tiempo, ahora se desplazaba de lado a lado en un ritmo calmo, no importaba no ilegible que pudieran ser las emociones de su rostro, su cola siempre era quien dejaba sus sentimientos al descubierto, ya sea que lo quiciera o no.

Cooler: ¿A pesar de todo lo que conlleva ser siervos de un conquistador?-. Interrogó con un aire juguetón, más profundo de lo que uno podría suponer. La lealtad lo era todo para el, como podría evitar que su corazón diera un vuelco cada vez que estas charlas surgían entre ellos.

Salza: Por supuesto que si-. Afirmó con seguridad sin mostrar ningún rastro de duda. El Lord hizo un movimiento, un pequeño gesto, extendió su mano hacia el frente captando la atención del más pequeño que comprendió de inmediato el significado de aquella acción. Tomó la mano de su amo entre su palma y procedió a depositar un beso sobre el borde de sus nudillos. Un gesto de confianza, de unión entre entre la nobleza y sus servidores, devoción y eterna admiración, un lazo que ni el tiempo mismo podría ser capas de quebrantar.
Es nuestro solemne deber, no creo querer cambiarlo por nada-. Una pequeña sonrisa se pinto en la comisura de los labios del morado.

Cooler: ¿Cómo se encuentran los demás?-. El rubio esbozo un suspiró, eso no fue una buena señal.

Salza: Dore está en reposo, Neiz sigue en la cámara de recuperación, por suerte no son heridas realmente profundas-. Ninguno de los tres se encontraba del todo bien. Sus propios músculos estaban adoloridos, y más de un vendaje improvisado se ocultaba por debajo de la tela de su uniforme. Habiendo puesto en prioridad la salud de sus colegas más afectados, sólo le quedaba esperar por su turbo para recibir la atención médica necesaria.

Cooler: Comprendo-. Habló acompañado de un asentimiento con la cabeza. Probablemente sus soldados necesitarían de unos cuantos días libres para recuperarse de la barbarie a la que se habían sometido. No tenía problemas con dárselos, no era como su hermano después de todo, no expondrá a sus hombres a una explotación física de ese calibre sin recibir suficiente tiempo de descanzo para recuperarlo. Observó la mirada agotada de su capitán, lucía como si mantener los ojos abiertos fuera una tarea desgastante-¿Y qué pasa contigo Salza? ¿Te encuentras bien?-.

Salza: Sólo estoy agotado, eso es todo-. Cerró sus párpados por un instante, tratando de brindarle una falsa sensación de descanzo a su cansado cuerpo y mente. Al ver sólo oscuridad no pudo ver elevándose la mano de su amo que rápidamente acuno su celeste rostro en su palma.

Cooler: A sido una larga batalla no es así?-. Preguntó suavemente, dando caricias suaves a través de la mejilla del brench, ofreciéndole un consuelo a su cansancio.

Salza: Si señor, lo fue-. No pudo evitar sonreír, cosas tan mínimas como esas podrían reconfortar su espíritu en un instante, quizás ambos se conocían demasiado bien entre si. O al menos lo suficiente para poder hacerse sonreír.

Cooler: Me parece que necesitas de un descanso-.

Salza: Creo que tiene razón-.

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