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The insecurity of a soldier

Inseguridad emocional: Sensación de nerviosismo o temeridad asociado a multitud de contextos, que puede ser desencadenada por la percepción de que uno mismo es vulnerable, o una sensación de vulnerabilidad e inestabilidad que amenaza la propia autoimagen o el yo.
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Por tercera vez en la noche Jeice se miro al espejo decidido a no perder de vista ningún detalle, piel sin manchas, uñas cortadas, con su melena blanca y esponjosa como si de un cordero recién bañado se tratara, hasta se había puesto desodorante (Algo milagroso considerando lo descuidado que podía ser en algunos aspectos de su higiene estando acostumbrado a sólo vivir con sus compañeros hombres) esta emocionado, hoy no era un día como cualquier otro. Sin notar cualquier imperfección sería, sonrió con orgullo, de lo que su madre había hecho.

Jeice: Estas guapísimo-. Dándole un guiño a su propio reflejo, se desplazó por su cuarto para buscar su móvil. -Muy bien ahora sólo me falta mi chaqueta y...-Sus ojos se abrieron como platos al ver la hora que se marcaba en la pantalla de su teléfono.


[8:07pm]


Maldición.

Sin siquiera tomar su chaqueta se apresuró a largarse de su cuarto pasando por la sala principal. Lanzando un saludo general a sus demás compañeros, corrió a pasos agigantados hacia la salida. Una vez en el exterior voló a toda velocidad hacia el punto de encuentro en el que habían quedado en verse.

Entonces la vio, parada en a la puerta del centro de atención, se encontraba ella, no pudo hacer más que sonreír al verle. Cuando sus pies finalmente tocaron el suelo, se abalanzó para abrazarle, se sentía agradecido por que le diera esa oportunidad.

Light: ¿Nos vamos?-. Con un asentimiento entusiasma de respuesta, ambos caminaron hasta la salida de las instalaciones militares. Más allá de todas esas torres de avistamiento, puertos de aterrizaje, y centros de control, se encontraban los hogares de muchos de los soldados de esa base, comercios, centros recreativos, bares, todo lo necesario para llevar una vida lo más "normal" posible entre tanta masacre y pérdida. Llegaron a un bar, tomaron asiento y pidieron sus cartas, estableciendo una entretenida charla esperando que sus platillos llegarán.

Light: Vale, vale, me dices que le ganaste a dos tipos de las de dos metros cada uno en la cantina. ¿Que debo suponer de eso exactamente? ¿Eliges de oponentes a quienes cumplan una relación proporcionalmente inversa entre altura y musculatura siendo sólo un par de esqueletos falsos comprados por Internet mal postrados o sólo con propiciar un golpe recto para impactar en sus partes bajas basta para llevarlos a tu mismo nivel?-.

Jeice: No necesito un pedido de reembolso en la tienda de Halloween para callar a esos bobalicones. Todo lo que necesito son estas armas-.

Light: Fabuloso arsenal señor, casi que ni se nota el sobre uso de esteroides recetados en su producción-.

Jeice: Oh no! ¿Me dice que hay materiales de cuarta colados en mi maravilloso armamento? Creo que necesitare una prueba de calidad, ¿O no doctora?-.

Light: Muy bien señor Popeye, veamos que tienes para ofrecer-. Sin previo aviso la mujer tomo por sobre la mesa el brazo de su acompañante, llevando sus manos de la muñeca hacia el final del músculo deltoides el pelo blanco, esto era con el propósito de tener una referencia general de tamaño, sabiendo las propias medias de su mano no le costaría mucho hacer una aproximación más exacta y de paso poder cerrarle la boca al señor red velvet. Por otro lado el brench estaba en estado de euforia interna copalsante, sus músculos se habían tensado, su cara estaba roja incluso más que como lo estaba regularmente pues un sonrojo se había hecho presente para comunicar su vergüenza interior, lo había agarrado con la guadia baja sin siquiera intentarlo, lo que el decía no era más que charla pretenciosa, un triste intento coqueteo básico y superficial del cual jamás espero tener algún resultado semejante a ese. Todo lo que podía hacer ahora esa someterse a la voluntad de la médica y escuchar a lo que tuviera que decir. - Tu perímetro branquial es de 47 centímetros aproximados. La masa muscular de los biceps y tríceps es bastante buena y los deltoides anterior, medio e inferior llega a una medida promedio pero sigue estando bien. Asumó que para mantener la masa de los primeros debes de tomar alguna clase se suplemento proteico y considerando la herencia mamífera de la raza brench, las más probable que los tomes en su forma hidrolizada de suero de leche. Es una preferencia común entre los de tu especie, además les facilita bastante cumplir con ella, generalmente los individuos se sienten más cómodos cumpliendo con rutinas que no resultan extrañas con su origen biológico. A eso hay que agregarle los factores de ķīģžæķî§ åýüš wœø țbůřhț ęťşqõ§...-.

Jeice:...¿Qué?-. Creyó haber escuchado mal.

Light: Ya sabes īģžæķî§ ßģňđāýüš ūųşđwœø-. Ni siquiera sonaban como cosas coherentes, frases articuladas o de gramática secuencial y lógica que el pudiera entender. Comenzó a ponerse nervioso, la confianza con la que hablaba su compañera lo hacía ver como si lo que dijera fuera algo sencillo, casi obvio, algo que el no debería tener duda y fuera capaz de brindar respuesta.

Jeice: E-Eh creo que no estoy entendiendo muy bien-. Se vio obligado a contestar, tratando se disimular su nerviosismo con una lijera risilla y una mano pasando por su cuello. Era como si le estuviera hablando en otra lengua.

Así era como se sentía cada vez que estaba con alquien más "calificado" que el. No era que fuera retardado, no al nivel de Recoome por lejos, sólo que al enfrentarse con personas mucho más informadas que el en distintos ámbitos no podía hacer más que guardar silencio.

Había completado los estudios básicos primaria y secundaria antes de unirse al ejército, por lo que sus conocimientos eran lo que se esperaba que cualquier adulto ya supiera. Ni más ni menos que cualquiera persona que se encontrará en la calle.

No faltaron los sabelotodo que se mofaron de su "ignorancia", pero hubo uno en especial que se había ganado su desprecio absoluto, jamás perdió la oportunidad de reírse de el, fue el mismo que lo catalogó como: "Tristemente promedio", al principio no entendió de que se trataba el insulto. ¿Tenía algo de malo ser promedio? Es decir sabía todo lo necesario para sobrevivir y prevalecer como un buen trabajador en el imperio, así que estaba bien, pero luego se dio cuenta que eso no era suficiente, los otros podían resaltar, tenían algo que aportar, el sólo podía escuchar y asentir con la cabeza incluso a lo que no podía entender en su totalidad.

Siempre creyó que esos aportes no eran más de declaraciones pretenciosas, de come libros presumidos y capullos con los que nadie quería estar. Es decir ¿Quién quiciera a un cerebrito a su lado? Lord Cooler quizo uno, capaz de planear tácticas brillantes y soluciones eficaces, alquien capaz de contrastar con la fuerza bruta y salvaje de sus otros hombres y de manejarla para transformar la estampida de barbareria en un meteoro con una trayectoria delimitada pero capaz de destruirlo todo. Siempre presumió sobre la capacidad mental prodigiosa de su mano derecha, en especial ante su hermano, haciéndole retrocerse de la rabia, cual niño mimado incapaz de conseguir lo que deseaba.

No pudo evitar sentirse mal por eso, siendo un ejemplo más de la muchedumbre de "bárbaros ignorantes" que a pesar de combinar todos sus cerebros seguirían sin poder hacerle frente a un prodigio como lo era su némesis, Salza.

Light: Oye, no te sientas mal, está bien que no sepas todas las terminologías, ni yo las he conocido alguna vez -. Se sintió humillado, no porque le hubieran dicho algo malo. Era como si se tratara de un niño en lugar de un hombre, que necesitará de la censura de palabras complejas para poder entender una frase, era una acción compasiva, sin mala intención en su origen, pero eso no significaba que le gustara sentir que dependía de esa compasión para no hacer el ridículo.

Incluso para ser miembro de las fuerzas especiales se consideraba bastante patético, cada vez que buscaba ser franco con sigo mismo sólo llegaba a la conclusión de que realmente no era tan impresionante como lo retrataban las historias que contaban los novatos ingenuos por las bases. Hasta lo hacía cuestionarse que era realmente lo que lo diferenciaba de los otros, no era ni el más listo, ni el más preparado o el más veloz, hasta su "especialidad" era algo tan normal que ya ni creía que fuera del todo especial, ¿Manejo avanzado de ki? ¿Eso era todo? Sus compañeros si eran especiales, uno con velocidad sónica y otro con poderes mentales, otro con una fuerza mutante y su líder con la capacidad de cambiar de cuerpos. Ellos eran especiales se verdad. Entonces se preguntó: ¿Que tenía de especial para ella? ¿Acaso le podía ofrecer algo nuevo?

Día a día veía a hombres impresionantes ir y venir por su consultorio, con historias de valentía y fuerza, pero con pruebas gráficas para probarlas. ¿Con qué la impresionaria? ¿Acaso podía hacerlo? Quizás sólo debería rendirse.

Era mucho más fácil enrollarse con las mujeres menos "listas", eran fáciles de impresionar, una semejante de guerrero espacial era la imagen que portaba a desembarcar en cualquier planeta, ante cualquier ojo superficial que lo viera como un tipo fuerte, y confiado, alquien que no dudara de cada paso que da, se le tirarían encima sin siquiera pensarlo.

Pero que podía hacer en frente de unos ojos tan observadores, no había lugar donde esconderse, sólo podía ser el y no creía que con eso fuera suficiente para agradarle. Comenzó a sentir un ardor en algunos puntos de su brazo libre, no entendió de que se trataba en un inicio, ¿Músculos dañados? No había tenido una misión desde hace una semana ¿Picaduras? Siempre llevaba sus guantes y camisas de mangas largas, no sería lógico que lo atacaran en su carne cubierta teniendo sus piernas predispuestas para el ataque.

Cuando su otro brazo fue puesto en libertad no pudo evitar llevarlo hacia la manga del brazo del que el dolor provenía. Al retirarla pudo divisar con horror manchas violeta oscuro extendiéndose por su ante brazo, no tenía idea de donde habían venido ni como las había conseguido, volvió a elevar la vista hacia el frente para ver a los ojos a su acompañante pero en vez de encontrarse con la imagen de la peli-turquesa en aquel bar que habían elegido para su velada. Estaba en una salón negro, con varios escalones repletos de asientos en diferentes filas, todo esto siendo  iluminado por una gran pantalla en la parte más baja del teatro. Era realmente confuso.

Xxx: Siéntate amigo, todos pagamos la entrada para ver esta cosa-. Le dijo una voz masculina, sus ojos viajaron por todo el salón descubriendo que las demás butacas estaban ocupadas por... siluetas, eso era todo lo que podía reconocer en la oscuridad de la sala, siluetas de personas de las que no podía reconocer su rostro.

Jeice: ¿¿Quiénes son ustedes?? ¿¿E-En donde??-. Sintió una mano tomandole de la muñeca, se giró alterado dispuesto a enfrentar a quien fuera lo que lo estuviera reteniendo.

Light: Jeice calmate, vas a hacer que nos saquen-.

Jeice: Light ¿Qué está pasando? Y-Yo no-. Trató de gesticular palabras como pudo pero todo lo que recibió fueron quejas de las demás siluetas que los acompañaban en la sala.

Light: Es sólo una película, nada es real, no debes preocuparte-. . Estaba tan calmada que ni siquiera parecía estar consciente de las entidades oscuras que los rodeaban, entonces comenzó a durar ¿Eran esas figuras reales sólo el producto de su visión trastornada de alguna manera? Light no había reaccionado a gran escala ni había hecho un escándalo, y aquellas cosas no le habían hecho nada, quizás el debería hacer lo mismo. Con cautela tomo asiento decidido a "disfrutar" de la maldita película que estaban rodando en frente, sólo debía lucir confiado, calmo, sereno y todo saldría bien he incluso podría dejar una mejor impresión se si mismo a la mujer que lo acompañaba.

Así permaneció sentado durante la siguiente media hora, no le estaba prestando atención al rodaje siquiera, estaba demasiado ocupado tratando de no mirar de frente a esas criaturas como para poder disfrutar del filme.

Entonces lo siento, un peso recargandose en su hombro que casi lo hace saltar. Al voltear su cabeza con lentitud pudo ver de que se trataba, era Light apoyando su cabeza con completa calma sobre su hombro. Eso lo hizo sentirse mejor, incluso disminuyendo la presión que lo aplastaba por no perder la cabeza, era casi como si su tranquilidad pudiera contagiarle.

Quiso hacer un movimiento, de manera nada disimulada lanzó un bostezo al aire, elevando sus brazos por el aire para poder rodearla con uno de ellos para estar más cerca. Así era como quería mostrarse valiente y...

Jeice: AAAAAAAAAHHH!!!-. Gritó aterrado al ver como la criatura bañada en sangre y vísceras parecía avecinarse hasta el desde la pantalla. Lo había tomado completamente desprevenido. Dio un saltó que lo hizo salir de su asiento, ojos blancos se trataron en los rostros de aquellas siluetas, luminosos, juzgantes, críticos. Sus miradas eran como cuchillas perforando sus tejidos, el ardor de sus brazos se incrementó, le dolía, le quemaba y el juzagmiento de esos ojos sólo lo empeoraban. Odiaba ser juzgado, se sentía tan repudiado, tan despreciable.

Cobarde... patético... miedoso... blando

Eran los murmullos que esas sombras escupian de su boca al verle. No eran palabras desconocidas para el, muchas de esas eran de las que el mismo se decía cada vez que recordaba como había actuado antes de su ejecución en Namek, temeroso del poder de sus enemigos eligió escapar para esconderse bajo el ala protectora de su capitán, dejando a sus amigos a su suerte.

Los murmullos aumentaron de intensidad así como el ardor en sus brazos haciendolo gemir del dolor.
Quería escapar de aquellas miradas, quería callar esas voces ocultarse bajo la tierra para no ser juzgado por ellas.

Corrió escaleras arriba fuera de la sala del cine haciendo caso omiso a los gritos de la oji-verde. Miro hacia todos lados finalmente encontrando una guarida en donde esconderse. Metiéndose al baño de hombres Jeice trabó la puerta impidiendo el acceso de cualquiera.

Se miró al espejo con desespero, era un desastre, estaba sudado, alterado, con los ojos temblorosos, y el cabello despeinado, las manchas oscuras seguían propagandose por su carne, le estaban ardiendo como el infierno. Trato de lavarlas, restresandose furiosamente el jabón del que disponía, pero no se iban, lo agitó con las fuerza sólo para terminar arañandose con sus uñas en el proceso.

El ardor lo hizo agonizar, al notar adentro de su carne pudo ver algo que lo perturbo absolutamente, las manchas no eran superficiales, su carne estaba corrompida desde adentro. No necesito de un título para saber que eso era malo, algo muy muy malo, se empezó a hiperventilar, ¿Qué le estaba pasando? ¿Qué eran esas manchas? ¿Por qué le estaban apareciendo? ¿Por qué a el? ¿¿Por qué ahora?? Necesitaba ayuda urgentemente. Entonces pensó, en la única persona capaz de ayudarlo en este momento.

Antes de tomar el perillo de la puerta se cuestionó, ¿Qué pasaría cuando diera la cara tras la escena que había montado allí afuera? Las quemaduras propagandose hasta sus hombros de lo hicieron saber. Era algo demasiado urgente como para pensar en lo que se iba a decir de el. Llenándose de valor destravo la puerta.

Jeice: ¿Light?¿¿Light?? Necesito tu ayuda!!...-. Nada, no había absolutamente nada, era el vacío, negro y oscuro vacío. No importaba que no fuera capaz de ver nada desde allí tenía que encontrar ayuda. Se aproximó a la oscuridad, tenía que encontrarle por algún lado, cada vez que se daba un paso más lejos de ese baño la luz que existente que salía de el se veía cada vez menos clara dejándole desamparado a merced de la oscuridad -¿¿Nena en donde estas??-. Pregunto sin obtener respuesta, siguió caminando sin rumbo sintiendo como las quemaduras subían cada vez más alto en sus brazos, todo lo que esperaba es que no se propagaran a las piernas, con ellas fuera no sería capaz de seguir avanzando, no sería capaz de encontrarle. Desde su vista periférica pudo ver una luz, un foco blanco, proveniente de quien sabe donde. Sus ojos esmeralda se entrecerraron para lograr descifrar de quien era esa figura, por suerte era alquien necesitaba ver en este momento más que nadie-. ¡LIGHT!-. Corrió lo más rápido que pudo en su dirección, finalmente podría tener ayuda, podría salvarse de lo que sea que estuviera quemando sus tejidos desde el interior.

Pero hubo algo, algo que lo obligó a detenerse en seco, incapaz de seguir avanzando, se trataba de otra persona quien compartía el amparo de la luz con la mujer.

Light: Me alegra que vinieras Salza-. Dijo con un tono meloso mientras recostaba su cabeza en el hombro del rubio. Se congeló.

Jeice: ...¿Que hace el aquí?-. Escupió en un bramido lleno de odio.

Salza: No podía dejarte sola con ese bobalicón-. Le respondió separándose un poco para estar cara a cara -Sigo sin entender como accedieste a esto-.

Light: Yo tampoco-. Ambos rieron al unísono, los puños de Jeice se cerraron, la ira lo estaba carcomiendo, quería ir hasta allí y partirle la cara a ese bastardo a base de golpes pero... no pudo hacerlo, sus pies no se despegaron del suelo, no podía moverse, no podía actuar -Después de todo...-. Sus oídos se alarmaron prestando completa atención a la dama. La cabeza de ella se giró en su dirección. Ya no tenía la misma mirada de antes, está era diferente, había oscuridad en ellos, una que lo hacía estremecer hasta el centro de sus entrañas. -¿Quién podría querer estar con alguien así?-.

Sus brazos lo remataron, las marchas ardientes cual fuego lo estaban consumiendo por completo. El ardor no permaneció en sus brazos o en su carne, fue mucho más allá. Quemando su garganta desde adentro, quizo gritar, romper sus cuerdas vocales con tal de manifestar su grotesco dolor, pero todo lo que se escuchó fue un chillido agonizante saliendo de su boca antes de ser opacado por un flujo mayor de aquel líquido espeso siendo arrojado de lo más profundo de su ser. Vómito lo que pudo, mientras que el resto del material lo ahogaba en su miseria, comenzó a llorar, lágrimas del mismo material brotaron de sus ojos dejándolo casi ciego.

Jeice: L-LIGHT!!-. Rogó con últimas fuerzas pero nadie le escucho, abrazados por la cintura el rubio y la peli-turquesa se alejaron caminando, perdiendose en la oscuridad, dejando al otro brench agonizante pereciendo. La luz que antes alumbraba la escena comenzó a disiparse. Si eso pasaba ya no habría chance para el, iba a morir- N-No por favor, no ARGH AH!-.

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Jeice: AAAAAAAAAAAAHHH-. Se despertó de golpe en su cama, su respiración estaba agitada, el sudor bañaba su piel, le tardo unos minutos volver a respirar con calma, sólo había sido un sueño, un horrible sueño más bien. Sintió pavor por aquel líquido, aquellas manchas, como podría dormir pensando que algo podría quemarle desde adentro con esa fuerza y provocar tanto dolor sin que nadie más se diera cuenta, pero la verdad era es que si había un algo que era capaz de generar ese mismo efecto en su persona, su inseguridad ella jamás lo abandonaba y a diferencia de los sueños tampoco tenía un descanso de ella, no había forma de escapar.

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