La lluvia caía de manera torrencial, los vientos perdieron su silencio y sus ráfagas creaban un sonido capas de helar la sangre de hasta el más valiente. El joven hombre, de ojos dorados y cabello amarillento cuales rayos del sol, empujó con fuerza los grandes portones que guardaban la seguridad de aquella milenaria construcción.

Telarañas y polvo se desprendieron de las uniones las vigas, una cara de disgusto no tardó en aparecer en el rostro pulcro del rubio, la mugre no era en definitiva su mayor adoración. Aunque tampoco podía esperar nada más de un lugar como ese, abandonado, sucio y desgastado por el tiempo. Hasta le parecía sorprendente que después de tantos años los muros fueran lo bastante resistentes como para permanecer de pie.

De su modesto bolso saco un viejo libro, viajando por las páginas llegó a dar con la información que lo había llevado a dar con aquel misterioso lugar.

Salza: El Palacio del Varón Acrosiano-. Comenzó a leer en voz baja, dado sus primeros pasos en aquel misterioso lugar- Un templo oculto en las colinas del bosque helado, resguardado por una niebla capaz de retorcer a las brújulas y expulsar de sus domiños a los forasteros, con muros tan altos como árboles milenarios y tan gruesos como las murallas del oriente, un palacio lleno de riquesas perdidas en el olvido, una fortaleza que alberga una historia oscura, que con el paso del tiempo no se supo si se trataba de una realidad tenebrosa o de un mito pagano-. Todo lo que habia en la planta principal era un recibidor con múltiples puertas y escaleras desplazadas por su alrededor, no dudaba que en el pasado había sido un lugar hermoso pero ahora entre los daños de las paredes, su falta de muebles y decoraciones era difícil catalogado como tal. Continuó subiendo por una de las escaleras principales decidido a explotar hasta el rincón más inhóspito de aquel lugar continuando con su lectura. - Como lo indica su nombre le perteneció a un varón de la gran burocracia acrosiana, pero se desconoce su nombre, su edad, Y hasta su relación con la demás monarquía de aquellos años, sin embargo hay mitos en torno a su destino que llevaron a este sitio a convertirse en leyenda. Algunos teóricos piensan que fue condenado por los propios ciudadanos por algún descontento, otros que pereció por causas naturales, y otros que fue atentado por la Iglesia por rumores respecto a su relación con las artes oscuras, maleficios y conjuros que solo llevaron a su alma a un castigo eterno. Haciéndolo necesitar de sangre externa sólo para poder permanecer de pie -. Sin ver por donde iba, no pudo evitar chocar con un conjunto de puertas dobles, tan masivas cual roble. Su sentido común le dijo que se alejara, no sabía cuál estable sería está estructura si seguía alterandola pero su sentido de la curiosidad le obligó a entrar.

Era otro cuarto malgastado, con tapices caídos y otros desgastados colgando de las paredes, arriba de lo que parecía ser la chimenea central se encontraba un cuadro cubierto de polvo y deteriorado por el tiempo, en el que se conseguía observar una figura, la figura de un hombre, de cabellera hasta los hombros y facciones masculinas, apuesto era la mejor palabra con la que lo podía describir. Quizás ese era el rostro del hombre que habia reinado en ese lugar. Miraba con asombro cada rincón sin siquiera pensar en que alquien más lo estaba observando a el.

El sonido de un objeto cayendose casi le hace dar un salto, al darse vuelta pudo asegurar ver a algo moviéndose en las sombras ocultas de ese cuarto. Su pulso comenzó a acelerarse, e instintivamente saco la navaja que siempre llevaba consigo de su estuche para apuntar a lo que fuera que estuviera con el.

Salza: ¿Quién eres tú? Responde!!-. Gritó tratando que su miedo no sonará tan evidente, un escalofrío corrió por su columna al momento que una sombra oscura se levantó en frente de el. Era un hombre o al menos tenía la apariencia de uno, alto, intimidante, y aterrador, con una piel oscura en tonos violetas como si de un muerto viviente se tratara, no tardó en reconocer su rostro, era el mismo que el de aquella pintura sólo que con algunas particulares diferencias, unas orejas más puntiagudas y ojos rojos como rubis apagados.

....: ¿Entras a un palacio de alquien del cual ni conoces el nombre? Que vergüenza-. No podía hablar, ni moverse, en shock era como estaba, la lógica y la realidad no tenían explicación para esa aparición - Pero como veo que posees algo que yo necesito con urgencia te ayudare con tu ignorancia, soy el varón que reina sobre estos dominios, desde antes de que el sol siquiera calentara la tierra, tu puedes llamarme Lord Cooler si es que eso es suficiente para calmar a tus dudas mi pequeño-. Un ligero tono coqueto acentuó sus últimas palabras, pero eso no despejó al rubio de su confusión y pánico.

Salza: U-Usted no debería estar vivo, usted vivió hace más de ochocientos años aquí!-.

Cooler: Tienes razón en algo, no estoy ni vivo ni muero, soy el limbo entre ambos puntos, y hay algo en particular, algo que tu tienes, que me permite seguir estando en este plano sin desfallecer-. El ente oscuro dio pasos certeros en su dirección obligándole a retroceder.

Salza: ¿Q-Qué se supone que es eso?-. Un pequeño chillido escapó de su garganta cuando fue acorralado en contra de la pared tapizada. Los ojos de la criatura brillaron en la oscuridad del cuarto mostrando los mortíferos colmillos manifestándose en la boca del más alto. Con su voz ronca e intimidante, finalmente pronunció:

Cooler: ...Vuestra sangre-. Antes de que pudiera lanzarse en contra de el, el de ojos dorados clavó en respuesta la daga de plata que tenía en el costado del vampiro haciéndole gemir del dolor antes de empujarle con fuerza para sacarlo de encima antes de comenzar a correr-. Con que esas tenemos, supongo que un poco de caseria hace cualquier platillo más confortante-. Dijo recomponiendose en si mismo sacando con brusquedad la daga de su costado que no tardó en regenerarse y quedar como nuevo.

El rubio corrió por las escaleras tratando de llegar a la puerta principal pero antes de que pudiera llegar a ella ambos paredes se cerraron casi por arte de magia, intento jalar de ellos pero no pudo abrirlos, esto debía ser obra de aquella criatura diabólica. Se escabullo por otro de los corredores tratando de perderle de vista pero chillo de terror al encontrar su figura en el final del pasillo, cambio de dirección como pudo y se metió en otro de los cuartos que en lugar de resultar en una salida sólo lo llevo a perderse más en aquella mansión.

Así transcurrieron los minutos, su adrenalina se iba acabando y sus piernas no lograban resistir el paso. Llevaba corriendo hace más de media hora, y a cada lugar que iba siempre terminaba encontrándose con aquel vampiro de ojos rojos de frente, sabía que solo se estaba diverdiendo con el, jugaba con su desesperación cambiando con sus poderes las cerraduras, poniéndole trabas o incluso moviendo objetos con su mente para hacerle caer, no sabía cuando más iba a soportar. Al llegar a cierto corredor, dejó de correr no podía continuar. Entonces noto que una ligera luz se asomaba por las cortinas del Palacio, estaba saliendo el sol, como un bombillo una idea apareció en su cabeza y las plegarias no dejaron de llegar a los dioses para que estuvieran de su lado y logrará su cometido.

Salza: Esta bien tu ganas!!-. Grito a los muros queriendo llamar la atención del ente- Llevó corriendo bastante tiempo ya, y nisiquiera he podido salir de aquí... estoy cansado, no puedo luchar en contra de ti, no puedo escapar de ti... sólo ven y toma lo que quieres y acabemos con esto-. Minutos después de su llamado la criatura se manifestó ante el desde uno de los pasillos. Camino sin apuros teniendo a su comida servida en bandeja de plata, sólo le quedaba disfrutar del momento.

Cooler: Debo reconocerlo has durado bastante, pero creo que ya es hora de terminar nuestro juego-. Alzando el mentón de su presa con sus dedos logró verle a los ojos, un color dorado bastante bello y prolijo, hasta parecía venir a juego con sus cabellos. Decidió a llevar su plan a cabo el más pequeño extendió sus brazos a su cazador mostrándose entregado a lo que quiciera tomar de el.

Salza: Viendo como han sido las reglas... Creo que has ganado... quizás sea momento de reclamar tu premio-. Con sus orbes iluminadas de energía, el vampiro cogió al humano de un brazo y le arrastró por el pasillo hasta un lugar cómodo en donde terminar su trabajo.

Lo hizo sentar sobre el borde expuesto de una de las columnas, con el ubicado entre sus piernas el más pequeño no tenía chance de escapar. Devoró su boca con impaciencia, un beso tan profundo que se robó todo el aire de los pulmones del pobre joven. El humano sintió como las manos heladas del demonio comenzaban a recorer su cuerpo, desprendiendo el moño de su corbatin y desplazando con fuerza la parte superior de su atuendo dejando todo su cuello, clavícula y pecho a su disposición.

El joven de ojos dorados extendio sus brazos hacia arriba dándole un completo acceso a su ser al maligno ser, o al menos eso era lo que quería hacerle creer, mientras su mente batallaba por no desconcentrarse por todos los nuevos estímulos que estaba recibiendo, sus manos luchaban por tratar de alcanzar la soga que le permitiría abrir las cortinas, que dejarían pasar la luz del sol para quemar al maligno ser que se disponía a recordarle. Sin embargo cuando finalmente abrió los ojos se dio cuenta que la soga ya no estaba en su alcance, sino que estaba levitando gracias a los poderes telequineticos que parecía portar el diablo.

Cooler: ¿De verdad creiste que no me daría cuenta de lo que trataba de hacer?-. Su corazón se detuvo en ese mismo instante, todo su plan no había servido para nada. Quizo luchar pero fue demasiado tarde cuando el vampiro inco sus dientes de imprevisto en la clavícula del rubio comenzando a succionar su sangre, no importó si quizo pelear pues cada segundo que pasaba comenzaba a sentirse más y más débil hasta que finalmente sus párpados no fueron lo suficiemente fuertes como mantenerse abiertos y finalmente cayó inconciente.

Cooler: Buenas noches... -.

Horas más tarde abrió los ojos, aunque tardo en acostumbrarse a la imagen que estaba a su alrededor, estaba en una cama de porte antiguo, semejante a los demás muebles que habia en esa mansión entonces recordó en donde se encontraba, y tirando las sábanas a un lado se puso de pie. Cosa que no duraría mucho pues el dolor de cabeza lo hizo bajar rápidamente, al querer arrastrarse noto un peso en su tobillo era... Un grillete, asustado tiro de la cadena que se conectaba con este queriendo liberarse pero fue imposible.

Cooler: Finalmente has despertado-. Dijo la misma voz ronca proveniente de la criatura que contemplaba la escena desde el sillón de la pared - Tendrás que disculparme, he pasado más de un siglo sin probar algo de sangre humana, puede que me haya excedido un poco se la raya-. Un tono entre arrepentimiento y diversión pintaba sus palabras - Pero no te preocupes mis próximas extracciones serán mucho más controladas-.

Salza: No... no puede ser...-. Dijo aún incrédulo -Los vampiros son sólo un mito, son una invención del hombre, de su imaginación para explicar lo que no entiende...-.

Cooler: ¿Cómo puedo ser imaginario, sin ningun volumen en el espacio físico ni peso en el plano material y sin embargo ser capaz de tocarte?-.

Salza: E-Esto tiene que ser un sueño... Esto no puede ser real!-.

Cooler: Esta es la realidad-. Acercándose por su espalda tomo la barbilla del joven y apoyo su rostro entre su hombro, que aún poseía las marcas de mordida del villano y su clavícula libre, inhalo su aroma con placer. La esencia de aquel hombre le había producido tal fascinación que no se sentía capaz de hacer que se desvanezca por una simple comida rutinaria. Su sangre también le había maravillado, tenía un sabor que no había probado en centeños, quizás por eso, quizás por su soledad, quizas por curiosidad decidió conservar a su misterioso intruso-Y es una que vas a compartir conmigo por el resto de la eternidad...-.