Aclaración: este breve relato forma parte de la historia de mi novela "Nada más que un año", por lo tanto recomiendo que sea leído luego de la misma. Está contado desde la perspectiva de mensajes, lo cual complementa a la novela y tal vez guste a aquellos que la leyeron.

5 de julio, 2016. 05:14 pm.

Clara: La próxima vez que vuelvas a visitarnos, no dudes en que iremos a un Mac.

Clara: Me quedé con las ganas de un almuerzo en tu compañía. Prometo que algún día vamos a visitar uno de esos y comer hamburguesas como si no hubiera un mañana. :D

Anahí: Por supuesto que sí, guapa. Eso haremos. ;)

20 de agosto, 2016. 01:00 pm.

—Clari, ¿estás? Hace tiempo que no hablamos.

21 de agosto, 2016. 6:30 pm.

—No lo puedo creer, me niego a creerlo. Tía, respóndeme, por lo que más quieras, que me he enterado de algo horrible. Espero que estés bien, que no sean ciertos los rumores.

22 de agosto, 2016. 00:01 am.

—Entonces... es la pura verdad.

—Te extraño tanto, quiero hablarte. Todavía no puedo adaptarme al hecho de que ya no vaya a verte nunca más cuando vuelva a Mar del Plata.

—Ojalá pudiera cambiar las cosas, estar ahí en forma de algo omnipresente y salvarte la vida.

29 de agosto, 2016. 03:17 am.

—Querida amiga mía, lo único que hago es pensar en ti, en el tiempo que quedaba para volver a veros a ti y a los demás. Me haces mucha falta aunque no parezca.

—Cuando hablo con ellas, aunque me encuentre al otro lado del charco, puedo sentir tu ausencia en sus palabras, en las mías...

—Te necesitamos. Ojalá pudiera perdonarme por estar angustiada todas las noches.

21 de septiembre, 2016. 00:05 am.

—¡Feliz día de la primavera!

—¿Sabes? Llega esta fecha en que todo renace y me hace preguntarme si no será que tú también puedes renacer un día. Porque nunca te he podido ver de nuevo, guapa mía, para comprobar que realmente nos dejaste en ese maldito accidente de auto, en esa horrible coincidencia de la vida.

—Y porque te extraño profundamente, desde lo más recóndito de mi ser. Tan Clarita, tan llena de ganas de vivir y te arrebataron de nuestro lado.

—Querida amiga mía, es en estos momentos en donde más te necesito, te necesitamos. Os necesito a todos, todos juntos, y tú nos faltas.

—Las madrugadas como estas son insoportables, hace tiempo que no puedo hacer nada, como ya ves. Le escribo a un chat sin respuesta posible. Tal vez me esté volviendo loca.

—Pero no, es que no sé de qué otra manera buscarte. Y no comprendo cómo seguir, lo único que ahora mismo soy capaz de hacer es estar acostada en mi cama mientras miro el techo y pienso en todos. En cada persona viva, en cada persona que ya no está, en ti, en Luci, en Fer, en Matt, en Lara...

—Finalmente, cuando me digo que tengo que dejar de pensar e intento dormir, tampoco logro siquiera hacer eso hasta muchas horas después.

15 de noviembre, 2016. 01:39 am.

—He estado intentando empezar de nuevo, pero he caído una vez más en la necesidad de hablar contigo, con este chat vacío.

—Casi perdemos a alguien más, ¿lo puedes creer? Y ni siquiera iba a ser por un accidente.

—La distancia me impide acercarme a ellos y estoy que no puedo más. Ojalá en el comienzo del próximo año pueda volver. No me siento bien aquí sabiendo todo lo que sucede allí y no poder hacer más que enterarme de lo mal que lo están pasando nuestros amigos y apoyarlos desde el otro lado del charco.

—Me siento impotente, Clari. Una impotencia gigante que no consigo desprender de mí.

—Os juro que he dado lo mejor de mí y lo voy a seguir haciendo. Te lo prometo, amiga, por todo el aprecio que te tuve y te seguiré teniendo.

—Eres la ostia, tía, gracias por brindarme tu amistad y por permitir que conozca a una persona tan guapa en todo sentido antes de irte para siempre.

—Adiós, te veo en la próxima vida, donde espero que todos nos encontremos una vez más.