—Juro que si no tengo algo como ellos, no quiero nada—suspiró una chica de cabellos castaños y lentes negros mientras miraba a la parejita. Le dio un sorbo a su capuchino al lado de su mejor amiga sin apartar la vista de esos dos—Hacen que mi café sepa más dulce que amargo —

—Quizá porque lo pediste con demasiada azúcar —

—Oh silencio—golpeó su hombro con una mini sonrisa, finalmente separando sus ojos cafés del par de enamorados —Pero, en verdad, si yo no tengo un novio como meliodas demon. Prefiero estar soltera—decretó, como una princesa, con una sonrisa cristalina, mientras su amiga hundía más su vista en el libro en sus manos.

—Estoy de acuerdo, es el chico perfecto —finalizó.

—Cómo sea, será mejor que nos vayamos. Esos dos parecen irse a la casa de ellie y se vería raro si los seguimos—rió, mirando como la pareja con mano sostenida salía del lugar entre una conversación que era trivial para ellos, y dejaban su amor manchando cada lugar que pisaban

Pero, ¿de quienes hablaban?. Eran populares ante los ojos y bocas de todos los que estaban en último semestre. Joder, verlos solo aumentaba el amor en el aire, hacían enojar a aquellos que eran unos anti-amor que les gritaban de cosas como: "No dudarán" "Él es un perro machista como todos los hombres" "Ella te será infiel con cualquiera que le de pene" entre más cosas, algunas más obscenas y otras más que sólo eran insultas. Pero, así como los que los envidiaba y se ardían a su alrededor, tambien había quienes  suspiraban con amor al verlos pasar y soñaban con tener una relación así, les decían cosas lindas e incluso llegaban a voltearse con respeto cuando los encontraban besándose con amor.

Polos opuestos pero que tenían los ojos puestos en la pareja.

Meliodas y elizabeth eran famosos por eso. Parecían de esos amores de hace muchos años, un amorío de cuento de hadas donde un caballero va a rescatar a la princesa de la Torre. Eran de lo más tierno, besos en las narices, caricias en la espalda, besos dulces en los labios y abrazos que parecían eternos.

El blondo le llevaba rosas blancas que olían como la primavera en su apogeo, le daba de los chocolates más dulces que la hacían chillar de la emoción al verlos, la alzaba en sus brazos cuando ella estaba tan desgastada con los estudios que no podía ni caminar o aveces dormían bajo el árbol que devoraba el campus con una sonrisa en sus rostros. Aveces eran objetos de broma, aveces eran objeto de súplicas o consejos para que las relaciones fueran como la suya.

" Aunque bueno, nada está seguro en el pequeño pueblo de camelot, rodeado de un inmenso y denso bosque verde que se veía aterrador en la noche, un lugar en el que con bicicleta o a pie podías llegar hasta la frontera donde se extiende la carretera para llegar a la ciudad.

Nada especial, solo cosas pequeñas que eran suficientes para tener un pueblo armonioso, poca delincuencia pese a los días en los que estamos viviendo. Lugares a los cuales tomarse fotos disfrutando de la vegetación que los rodeaba 

Aún así, en pueblos como esos nada está seguro, cosas místicas que se consideran en el olvido pueden estar asechando en la oscuridad, esperando para atacar y devorar a sus presas, desapareciendo bellas señoritas que son comidas y su sangre se derrama sobre la blanca nieve terminando con su vida"

—¡Kyaaaaaa! —

—Nishishi—la albina se tapó con la almohada que tenía para su misma y la abrazo con fuerza hundiendo su rostro—Te asuste —

—¡No es gracioso meliodas!—le aventó el peluche de lobo que él mismo le había regalado cuando cumplieron el año de relación y bajó sus ojos azules—¿E-Es cierto eso? ¿E-En verdad existen bestias que se llevan a las mujeres y las comen? —

—Solos los violadores y abusadores—

—¡M-Meliodas! —aún entre risas, el blondo se sentó en la cama de su novia, alzando su mano para acariciar su mejilla pálida de el susto que su relato le dio—Habló en serio mel. ¿Eso fue real? —

—Nishishi obvio no linda, esas cosas no son reales—beso su frente sonrojado sus pálidas mejillas

—Pero guilthunder a dicho que han aparecido cadáveres en el bosque estos días. Dice que es como si una cosa los hubiera comido—

—Elizabeth son sólo leyendas—el de ojos verdes se puso levemente serio y abrió sus brazos para indicarle que lo abrazara. Claramente la dama no lo dudo y se agachó hasta reposar la cabeza en su pecho, escuchando su suave palpitar—No te asustes mi amor, solo lo dije para asustarte

—Pero...—

—Descuida, sobre lo otro—este se relamio los labios para buscar las palabras adecuadas—Seguro solo es un lobo que intentaron atacar y se defendió, o algún asesino que será atrapado pronto. Nuestro pueblo es pequeño, nada se escapa de la justicia —

—Hmm tienes razón—

—Además, esas cosas no son reales. Lo único que es real es que tu estas segura, que yo te amo y que eres hermosa —un sonrojo se apoderó de las mejillas de la platinada, que solo hundió un poco sus manos en la camisa de su novio causándole un escalofrío y luego lo beso en la mejilla—Eso se sintió demasiado bien... —alzó la comisura de sus labios, apresado algo más fuerte el cuerpo femenino, hundiendo su cara en medio de su cuello para besarla en la mejilla. Su corazón agradeció el gesto y latió completamente emocionado

—¡M-Mel! —se separó en un chillido nervioso jugando nerviosa con sus dedos por aquel movimiento

—Nishishi ay ya, solo dije que se sintió bien—

—Eso se puede interpretar de otra forma—se quejó con un puchero adorable y el ceño fruncido, contrario a lo que quería lograr, lo único que consiguió fue que su pareja la tomará del mentón y acercara sus caras con una sonrisa pícara. Aveces le daban ganas de darle una bofetada para que quitara esa cara de idiota

—Creí que eras más santa ellie—

—¡Meliodas! —

—¡Ayyy! —se quejo cuando elizabeth le lanzó una almohada contra su cara y lo alejo de ella. La de ojos azules se cruzó de brazos, haciendo pequeños berrinches que se veían mal para su edad, intentando aguantar la risa al ver a su novio sobarse la cara—¡Me dejaste ciego de un ojo! —

—¡E-Eso te pasa por pervertido! —

—Tú fuiste quien pensó algo pervertido, yo solo lo dije—se excuso inútilmente. La femenina le lanzó una mirada fulminante que lo paralizó en su lugar y luego lentamente se acercó hasta el de menor estatura para acariciar su rostro, sin detener esa mirada atemorizante pero acariciando la parte "lastimada", ese simple tacto fue suficiente para que meliodas se derritiera entre sus manos y ese carácter pervertido se esfumara—Lo lamento, se que te incomoda cuando digo esas cosas —mordió levemente su labio inferior y se acercó más como cachorro que pedí caricias de su dueña

—No me incomoda, solo me avergüenza un poco—

—Aunque si te soy sincero no entiendo porque—rodó un poco los ojos divertido y besó la palma de su mano—Tampoco es como si fuéramos unos vírgenes de preparatoria, ambos hemos tenido sex...—calló de inmediato cuando la mirada fulminante de su pareja le hizo morderse la lengua y bajar la mirada—E-El punto es que... —

—Entiendo lo que tratas de decir—suspiró en respuesta y beso la frente de su novio con cariño—Si es que quieres que nos acostemos, de esa forma, solo debes de pedirlo. No me molestaria que tu y yo—

—No te tocaré hasta que estés lista—

—Pero tu...—

—Vamos linda— se burló ligeramente con una sonrisa de orgullo masculino —Puede que sea hombre, pero este hombre sabe mantener el pene dentro de los pantalones, las hormonas tranquilas y las manos quietas—

—¡P-Pero no lo digas como si fuera algo tan simple! —en toda respuesta meliodas solo pudo soltarse a reír a carcajadas abrazando la cintura de la sonrojada chica y le permitió que se recostaran en la cama entre un ambiente cálido y tierno. Amaba hacerla sonrojar y disfrutar de ese sonrojo que la hacía ver como la pared rosa de su cuarto, risas que no se detenían, pequeños golpes de la femenina en su pecho intentando hacer que dejara de burlarse y cuando fue evidente que iban a despertar a los padres de elizabeth con tanto ruido, fue que meliodas finalmente pudo dejar de reír para mostrarse más empático

—Es algo muy simple, mi amor —

—Pero es pudoroso—

—Bien, bien pero no prometo nada —se quedaron en silencio tras esas palabras, el bostezo por parte de la mujer fue suficiente para que meliodas sonriera dulcemente y comenzara a acariciar su espalda cubierta por su camisón. Al ver cómo sus hermosos ojos azules empezaba a cerrarse, endulzo su mirada y acercó su boca hasta repartir besos en su frente y mejillas calmando a elizabeth—¿Ya tienes sueño, mi amor? —en toda respuesta, elizabeth asintió con la cabeza y se aferro al pequeño cuerpo de meliodas —Debo irme—apenas dijo esto, las campanas de la iglesia que estaba a unas cuantas calles empezaron a sonar llamando la atención del blondo, la media noche traía consigo al día de halloween y con él, un frío viento que le heló los huesos y le hizo sentir un pánico que no sentía desde que era un pequeño niño

—Por favor quedate conmigo—rogó su novia, era una oferta tentadora de dormir al lado de ella y besarla hasta el amanecer...el cual no estaba lejos ya. Sin embargo, haciéndole caso omiso se levantó de la cama y le beso la coronilla—Meliodas por favor, es peligroso y...tengo miedo—admitió con los ojos cristalinos llenos de sueño

—Descuida nena, estoy demasiado flaco como para que alguna bestia me devore Nishishi —y no era mentira, se podría decir que estaba en los puros huesos. Era un chico flacucho que podía esconderse atrás de un árbol y no sería notado—Además, sería un desperdicio que esté galán muera—

—Mel por favor, no es momento de bromas. Es tarde y puede ser peligroso —

—Tranquila —se acercó hasta ella para acariciar el puente de su nariz y luego besar la punta de la misma—Te veré mañana, ¿si? —con eso elizabeth supo que no lo haría cambiar de opinión y el destino quedó a manos de la luna llena que se burlaba de ellos a través de la ventana

—Bien —se despidieron con un último beso que deseaban que fuera eterno, separaron sus manos dejándoles un frío repentino que golpeó sus pechos y cuando él de ojos verdes apago la luz para dejarla dormir y cerró la puerta con una sonrisa, el aullido de un lobo le puso la piel de gallina a elizabeth y se recostó. Ahora, sentía como si no pudiera dormir

*

Se mantenía con la vista fija al frente y las manos bien sujetadas al manubrio, su bicicleta hacia pequeños sonidos al pasar por la calle pero el silencio absoluto le secaba la boca por completo. Empezaba a desear regresarse a la casa de su novia, total, era una adulto, su madre comprendería que había decidido quedarse en casa de ellie y no tendría porque molestarse, ¿cierto? Además, su padre le había contado que ellos dos también se escapaban de vez en cuando al bosque y no regresaban hasta cuando quisieran...o les diera hambre

Pensar en eso le causó una risa que no pudo evitar llenar el vacío con ese hermoso sonido, dobló en la esquina, permitiendo que las sombras de los árboles y la poca iluminación lo abrazaran y antes de poder escucharlo. Una rama crujio, un dolor lo consumió, su bicicleta hizo un sonido realmente horrible y la sensación de un golpe seco sobre su espalda lo hizo gritar

—Agh—se quejo, un hilo de sangre carmín salía de su cabeza y tal vez tenía rita una costilla por el fuerte impacto. Era extraño, era como si un cuerpo más pesado que el suyo lo hubiera chocado—... ¡AHHH! ¡AHHHHH! —Eso no fue comparado con el dolor que sintió a continuación. Todo dentro de él ardió, sintió unos colmillos afilados clavarse en piel mientras sentía cada tendón, ligamento y musculo siendo cortado, como esa cosa gruñía saboreando lo delicioso de su sangre roja, pero cuando parecía que iba a arrancar esa parte de su cuerpo, se detuvo. Sintió como otros dientes se enterraban en su pierna y le daban las ganas de vomitar y desmayarse. La pérdida masiva de sangre manchando su ropa y sosteniendo su brazo lastimado—¡M-Mierda! —gruño, debió hacerle caso a elizabeth. Debió de quedarse, no era momento de lamentarse aunque el rostro de su amada era lo que aparecía en su mente como destellos. La cabeza le daba vueltas, el sabor de la sangre llegaba hasta su paladar como si se ahogara, una oscuridad volvía su vista borrosa y relaja a sus párpados. Le pesaban, como si el sueño se estuviera apoderando de él, quizá, era mejor cerrar un poco los ojos y dejar que el dolor pasara hasta adormecerlo

No pudo ver cuando un enorme lobo se alejaba de ahí chillando, con el hocico lleno de sangre y le gruñía a aquel que se le había unido a devorar a ale blondo que se de sangraba

Ahora las consecuencias iban a ser peores que una simple mordida o incluso la muerte. La diosa de la Luna lo había maldecido cuando el olor a la sangre le había excitado y una suave risa lo había alertado. Ahora la transformación estaba ocurriendo justo frente a sus ojos preocupados y sus orejas agachada. Pesé a la inconsciencia que tenía, el dolor que el cuerpo del joven estaba teniendo era indescriptible y se quedaría tatuado a fuego del purgatorio en su mente.

Sus huesos se rompían y armaban otra vez en un infierno interminable, generandole gruñidos y gritos de dolor que parecían desgarrar hasta el más fuerte, su cabello amarillento se extendía hasta  cubrir todo su cuerpo en un pelaje brillante y hermoso que dejaría encantado a cualquiera, lastima que no fuera algo bueno, sus pupilas se dilataron, sus ojos verdes aumentaron el brillo, luego se encogieron hasta convertirse en una fina línea que estremeció al lobo albino que observaba y finalizó con sus uñas antes perfectamente cortadas y cuidadas hasta ser una garras grises tan peligrosas como para temerle y alejarse.

El recién convertido lobo chillo como un cachorro, soltó un aullido de súplica que nadie escuchó, se dejó caer en el suelo completamente moribundo y permitió que la madre naturales entrará por completo en su mente para volverlo loco. Al ver cómo algunas casas empezaban a prender sus luces, el lobo de ojos rojos y pelaje blanco se hecho a correr hacia el bosque seguido del otro.

Si es que aquel chico sobrevivía, esperaba que los problemas que causará no fueran tantos, en especial porque conocía lo que pasaba después. No sólo el olor de la sangre, los nuevos sentidos y la necesidad de proteger. Sino un rugido feroz desde la tierra que le pedía ser territorial con los suyos, que podría destrozar a cualquiera que se atreviera a mirarlo y algo más que aún le avergonzada. Un instinto y hambre sexual, tal vez incluso más grande que el de la cacería

Solo esperaba en verdad, que quien fuera su compañera prometida, no tuviera problemas ni sufriera el mismo destino fatal que jericho

*

* le da un trago a su té* ta potente U_U🍵

En fin, capitulo 1 algo corto, perdón por eso, pero estoy segura que estuvo bueno. Se introdujeron las cosas y se dio el inicio a la trama

Chiquito pero nos da la introducción de cómo se darán las cosas UwU

ACLARO: La parte del texto que está entre comillas, es parte de la historia que meliodas le estaba contando a elizabeth. Por eso está separado de la demás historia y puesto entre comillas ;3

Como dije, será algo cliché pero espero llegue a gustarles, y no desesperen, dije que la historia tendría lemon y si lo tendrá pero tengan algo de paciencia. Además, tengo una que otra idea así que espero no perder la inspiración QwQ

En fin, si les gustó díganlo por favor, saben que me encanta leer sus comentarios y su opinión sobre la historia

¿Qué les pareció? ¿Les gustó? ¿Lo narre bien? Aún estoy intentando mejorar en situaciones que tengan que ver con ataques o sangre ^^ ¿saben quienes son esos lobos que mordieron a meliodas? Bueno, uno es el alfa pero aún así. Creo que la respuesta es obvia ewe

Sin más que decir nos veremos después