12 | Control Zeta
Llegaron casi al mismo tiempo. Jimin lo había citado en un café literario que a él le gusta mucho y que frecuenta cada vez que puede. Es un bonito espacio lleno de estantes con libros que uno puede llevar a la mesa y leer mientras toma un delicioso café.
Ese entorno refleja la parte tranquila de Jimin por eso lo citó allí. Para sentirse como en su casa.
—Hola Jungkook, gracias por venir.
—Hola, Jimin.
El silencio era incómodo, y Jimin no podía dejar sus manos quietas.
—Estoy nervioso…
—Ya lo noté.
La camarera interrumpió el momento tenso para tomar el pedido.
—Un café doble, por favor.
—Un capuchino de vainilla para mí.
Regresaron a su dificultoso diálogo.
—Jungkook, quiero pedirte perdón. Quería que habláramos porque me siento mal y no quiero quedarme con cosas sin decir.
Jungkook lo miraba serio tratando de descifrar, cuál Jimin de todos los que conoce, era este.
—No me mires así. ¿Me estás odiando en este momento?
—No, Jimin, no te odio.
—Bueno, es que aún no reconozco algunas de tus miradas.
El silencio incómodo nuevamente.
—Me da mucha angustia que hayamos llegado a esto, Jungkook. Yo… yo, eh, eh, estoy tartamudo la puta madre, perdón.
JK vio sus manos temblar y sintió ternura.
—Continúa, Jimin, ¿qué es lo que querías decirme?
—No tuve sexo con tu hermano en ese baño. Pregúntale a él si no me crees. Lo encerré y lo obligué a besarme porque me moría de celos de verte besar a tu novia.
—Vamos de nuevo con lo mismo, no es mi novia.
—Bueno, pero no lo sabía. Y-y yo no pude manejar la ira. Y me desquité con Yoongi. Él besó mi cuello y más de eso no pasó. Te juro. Eso no me exime de ser un imbécil pero necesito que sepas que no tuve sexo con él.
—¿El enojo de Yoongi al salir del baño fue porque no quisiste estar con él?
—No, se fue así porque yo… pronuncié tu nombre mientras me besaba.
—Esa parte no fue mentira…
—¿Qué parte?
—La parte en que me nombraste. Esa noche me dijiste "jadeé tu nombre mientras me cogía…
—Shh no, no lo repitas, me da vergüenza.
—Coger no es vergüenza.
—Pero mentir sí. Y yo quise que te sintieras mal como me estaba sintiendo yo porque tú le habías dado un beso a otra que no era yo. Y lo involucré a tu hermano y no me perdono…
Los cafés se enfriaban en la mesa y Jungkook aún mantenía una postura a la defensiva con sus brazos cruzados sobre su pecho.
—Mira, Kook, te cité porque necesito decirte tres cosas —Cuando él enumera con sus pequeños dedos, Jungkook siente que va derretirse— Primero, perdón por mentir y hacerte creer que había tenido sexo con tu hermano en ese baño de mierda.
Segundo, perdón por besar a tu hermano.
Tercero, perdón por —formó un puchero con su boca— arruinar la noche en que pensaba decirte que me importas mucho, que los besos a escondidas ya no me bastan, y que si existiera el Control Zeta en la vida me iría hacia atrás, atrás, atrás, hasta el día que nos conocimos.
—¿Ctrl Z? —Jungkook quería mantener la seriedad y mordió su boca para evitar sonreír ante la ocurrencia del rubio.
—Sí, ya sabes, como en la laptop... Ctrl Z, Ctrl Z, Ctrl Z, hasta aquel momento —Sobre la mesa, Jimin hizo el gesto con sus dedos como si escribiera sobre un teclado imaginario— Ese día diría toda la verdad desde el inicio. Te hubiera dicho que salía con alguien y que si estabas dispuesto a esperarme, lo hicieras porque correría a decirle a Yoongi que cortaba toda relación con él porque acababa de conocer a quien tal vez llegue a ser el amor de mi vida —Alcanzó a decir esto último, sonrió triste y lo miró a los ojos— Perdón Jeon Jungkook. Lo siento.
Miró hacia abajo sonrojado y triste. Se limpió las lágrimas que surcaban sus mejillas con el puño de su suéter a rayas y no levantó su mirada hasta que Jungkook habló.
—¿Amor de tu vida?
Los expresivos ojos de Jungkook no cabían en su cara. Pasaba de la total seriedad a una tierna sonrisa, una y otra vez.
—Sí, sé que es apresurado. Pero siento que eres más importante en mi vida de lo que imaginé.
Se quedaron en silencio. Un silencio que ya no era incómodo. Se decían cosas con la mirada que con palabras no podían.
—Se enfría tu capuchino, Jimin, bébelo.
—Tu café también.
Ambos bebieron. Jimin arrugó su nariz de botón y le agregó más azúcar a su ya dulcísimo capuchino.
—Jimin, yo también me disculpo por juzgarte, desde que te conocí. Me involucré contigo pero sospechaba de ti. Y hasta llegué a pensar que llevabas una vida de promiscuidad que no era aceptable para mí.
—Nunca fui promiscuo. Mantuve la relación con tu hermano en secreto porque creí que estaba bien. Pero fue mi primera y única vez en jugar a dos puntas. Pero te juro que jamás salté de cama en cama como un loquito…
—Ahora lo sé, pero en aquellos momentos, imaginaba muchas cosas feas y aún así seguía, embobado, encandilado por ti y metido entre tus sábanas sin capacidad de salir de esa situación.
Descruzó sus brazos y relajó su rostro.
—Yo también haría CtrlZ —Y esta vez no sé privó de sonreír— nunca había escuchado eso, lo voy a empezar a usar. Bueno, haría CtrlZ hasta la noche de la fiesta y te perseguiría hasta explicarte que nunca, nunca besé a Iu. Ella me besó. Tú viste justo ese momento de mierda. Pero yo no devolví su beso. Te lo juro Jimin, por lo más sagrado que tengo, no le devolví el beso.
Cerró sus ojos y una lágrima cayó con fuerza sin siquiera tocar su mejilla
—Jimin, no la besé ¿Me crees?
Jimin hipaba cada cinco segundos
—Te creo. Gracias por decírmelo.
—Debí ser más fuerte, correr más rápido separarte de Yoongi antes de que lo besaras. Impedir que entraran al baño y por supuesto, no agredirte después con palabras tan horribles. Lo siento tanto…
—Arruinamos nuestra noche.
—Es porque en el fondo desconfiamos el uno del otro.
—¿Crees que no hay vuelta atrás?
—¿En qué sentido?
—¿Crees que podríamos empezar de nuevo?
—¿Ctrl Zeta hasta donde? Jaja
—Jaja, hasta mi infancia. Jaja. No, no, el CtrlZ borraría lo que vivimos y yo quiero tener presente los errores para no volver a cometerlos.
—Sí. Puede ser.
—Jungkook, ¿me darías la oportunidad de conocerte? Quiero saber todo de ti. Quiero saber qué comidas te gustan. Saber si prefieres el verano o el invierno
—El otoño.
Jimin sonrió y sus ojos se hicieron medialunas.
—Te gusta el otoño, ese ya es un dato que hará que yo ame el color amarillo y me lleve a ti directamente cuando vea las hojas caer. Quiero saber que cosas te hacen feliz y si te gustan más los perros que los gatos. Quiero preparar tu comida preferida y darte un baño cuando llegues cansado. Quiero quedarme a tu lado cuando sientas que la vida se cae a pedazos...
—Dios, Jimin…
—Necesito que me conozcas. Quiero que sepas de mí más que yo mismo. Que sepas que a veces soy muy caprichoso, que me gusta dormir mucho y que lo hago con tres almohadas.
—Tres almohadas...
—Sí, tres. —Sonrió— Le hablo a mis plantas para que crezcan lindas y formo frases con mi sopa de letra. Me gustaría que entraras a mi vida de lleno, sabiendo todo de mí y no solo porque te atraigo físicamente. Quiero que conozcas mis demonios y mis zonas oscuras, Jungkook y que aún así elijas quedarte a mi lado.
—Oh, mi Dios. Jimin, quieres que llore.
—Quiero todo de ti. ¿Me darás esa oportunidad? ¿Empezar de nuevo?
—Sí, mil veces sí.
—Ok. Mucho gusto, soy Park Jimin, cantante y bailarín ¿Tú eres?
—Soy Jeon Jungkook, músico. Mucho gusto.
Cositas que aclaro cuando aclaro cositas:
Control Zeta: Ctrl Zeta es la combinación de teclas que deshace el último cambio hecho en un documento digital y lo vuelve a un estado anterior.
Con mi pareja solemos decirnos "Ctrl Z" cuando hicimos algo mal y me gusta tanto que quise regalárselo al JiKook de este libro, porque los amo.
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