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2da Parte


—Hola, hola, mis queridos diamantes. Ya llegó el día más esperado por todos ustedes —mientras saludaba, la cantidad de vistas fue mayor a cualquiera de las anteriores. Todos sus suscriptores estaban a la espera de la escena de sexo y puede que tal vez muchos de ellos creyeran que era este, así que decidió aclarar que no lo era—. Bueno, tal vez no sea la más esperada —se carcajeó—, pero sí es importante. Como dice el encabezado, he de aclarar cómo será mi próximo video —notificaciones pidiendo que explicara de una vez, fueron llegando a la bandeja de su monitor. Así que regalándoles una sonrisa coqueta comenzó—. Ya me he contactado con la contraparte de esta historia y este sábado tenemos provisto ultimar los últimos detalles. Si todo sale según lo planeado, lo más probable es que ese mismo día realice el live, porque sí chicos, tengo planeado hacerlo en vivo para el disfrute de ustedes.

En Silver se podían realizar lives o simplemente podías subir los videos ya pregrabados. Muchos lo hacían porque era más seguro que hacerlos en directo, donde pudieran llegar a cometer algún error.

Después de una larga explicación y de interactuar un poco con sus fans, Jungkook terminó con el live e inmediatamente contactó con la otra persona. Primeramente, envió un punto como referencia para saber si la otra persona estaba conectada o no, a sabiendas de que la última vez este le contestó al otro día. Una vez esta se coloreó con el morado respectivo de la aplicación, Jungkook supo que este se había revisado.

[¿Estás ahí?] 21:25 P.M.

Jungkook aún quería estar seguro de que estaba conectado.

[Sí, ¿Qué sucede?] 21:27 P.M.

[Nada importante, solamente quería concretar la hora en la que nos encontraremos mañana. ¿Qué hora te viene bien?] 21:27 P.M.

Taehyung trabajaba en la librería los martes y jueves por las tardes, además del sábado por las mañanas. Dicha librería se encontraba algo lejos de Jangseng, por lo que demoraría al menos una hora de trayecto.

[El sábado trabajo hasta las doce, así que podíamos encontrarnos a eso de las dos. ¿Te parece bien?] 21:28 P.M.

[A las dos será.] 21:28 P.M.

Taehyung quedó varios minutos esperando a que el cam boy dijera algo más, pero este, luego de enviar el último mensaje, no expresó una palabra más.

[Buenas noches.] 21:32 P.M.

El castaño decidió despedirse del azabache, para luego pasar a dormir o más bien intentarlo. Los nervios y las ansias de que llegara ya la hora de encontrarse, no lo dejaban descansar para nada. Por más que lo intentó, sus ojos permanecían con el ímpetu de mantenerse abiertos durante toda la noche, tanto que al final no pudo dormir nada de nada, decidiendo levantarse, cuando al girar su mirada, logro concretar en el reloj, que las cinco de la mañana eran una buena hora para despedirse de la cama.

Deambulando como un zombi, logró llegar a la cocina, donde se preparó un rápido desayuno, extrañado porque su madre no se hubiera aparecido por la puerta, gracias a los fuertes ruidos que estaba haciendo. Luego de lavar la losa, bañarse y vestirse, se apresuró a salir de casa, rumbo a la librería, donde por primera vez, en todo el tiempo que llevaba trabajando, llegó más temprano que nunca. Pero tampoco era tonto, puesto que ese día había llegado más temprano, pidió por qué también se le fuera liberado como tal antes de tiempo.

Todo el día dentro de la librería transcurrió de manera ordinaria, no sucediendo nada fuera de lo normal, por lo que el viejo anciano, que era dueño de la misma, le concedió esas horas adelantadas, por lo que decidió enviarle un mensaje a su Bj, asegurándole que estaría un poco antes de lo planeado.

[Estaré ahí dentro de una hora] 11:15 A.M.

Fue lo que llegó a su teléfono minutos después de haber enviado el suyo.

Media hora después, Taehyung ya se encontraba sentado en una de las bancas del parque, mientras se dedicaba a ver las personas pasar de un lado a otro, esperando a que el cam boy apareciera por fin.

Taehyung aún no sabía qué rayos se encontraba haciendo en ese parque, a escondidas de sus padres, mientras esperaba por un chico que vendía su cuerpo por dinero, con la intención de usar esos servicios para él, completamente gratis. Contando también con que su sexualidad en ningún momento se viera afectada. Él era un chico completamente hetero, antes y después de lo que tenía pensado hacer. Esa noche, Taehyung por primera vez experimentaría con su sexualidad y al fin le pondría un nombre a ello. Sabría de una vez si el hecho de gustarle ver cómo otros hombres se masturbaban era algo que lo volvía gay o simplemente era un gusto personal que él tenía. Tal vez para nosotros estaba más que claro, pero para una mente joven como la suya, arraigada al pensamiento de que solo existe el hombre y la mujer como pareja, era algo un poco confuso.

El streamer de negros cabellos llegó otra media hora después. Taehyung lo supo, cuando un auto completamente negro, con cristales polarizados, se detuvo en frente de él. La ventanilla del mismo se abrió dejando ver la silueta de un joven, que efectivamente poseía el pelo de color negro, que también permanecía cubierto por una gorra, tapabocas y un par de gafas oscuras que no dejaban a la vista rastro de sus rasgos faciales.

El joven, completamente encubierto, dirigió su atención hacia donde él estaba sentado, mientras lo escudriñaba con la mirada, una que parecía juzgarlo de pies a cabeza. La atención de joven sobre sí, hizo a Taehyung pensar en que también debió haberse cubierto un poco. Había llegado a ese lugar completamente confiado a encontrarse con una persona a la que en su vida había visto, sin saber de las intenciones de esta. Cayendo en cuenta, al menos debió haberse colocado, aunque fuera unas gafas.

El chico frente a él, al final pareció dejar de estudiarlo y decidió hablar de una vez.

—¿Tú eres Vante?

Definitivamente, era Nochu, esa voz, por mucho que esta pudiera estar distorsionada durante sus transmisiones, gracias a que nunca la había escuchado en persona, Taehyung lograría reconocerla donde quiera, siendo esta partícipe de todos sus sueños húmedos. El castaño estaba seguro de que, si estuvieran rodeados por diversas voces, él sería capaz de distinguirla por encima de las demás.

—S-sí, soy yo —Un leve sonrojo apareció sobre sus mejillas al caer en cuenta del tartamudeo que había escapado de entre sus labios. Tratando de recomponerse, carraspeo para colocarse de pie mientras caminaba hasta estar junto al auto del cam boy—. ¿Tú eres Nochu, no es verdad?

—El mismo —respondió sin muchas ganas, mientras acomodaba sus gafas, para después pasar a desbloquear la puerta, dándole paso al castaño—. ¿Vas a subir o no?

—¿Eh? S-sí.

Taehyung pidió permiso antes de subirse al auto de copiloto. Una vez su culo toco el asiento, el chico a su lado emprendió la marcha del mismo sin darle tiempo a colocarse el cinturón. Y cuando logro colocárselo yo se encontraban muy lejos del parque donde se suponía se encontrarían. Justo ahora Taehyung no estaba muy seguro de hacia donde se dirigían, por lo que se animó a preguntar.

—¿Hacia dónde vamos?

El silencio por parte de su contrario se mantuvo durante un tiempo, Taehyung estaba comenzando a creer que la persona a su lado quería secuestrarlo y vender sus órganos en alguna parte. Justo cuando ya estaba mentalmente preparado para en cualquier momento saltar del vehículo, la respuesta a su pregunta llego en el momento en que se detuvieron frente a un semáforo.

—Mi departamento —hablo fríamente mientras comenzaba nuevamente con la marcha. En ningún momento se giró a verle la cara, Taehyung se sentía un poco ignorado, como si no le interesara en lo más mínimo que estuviera a su lado y cuando se iba a quejar por ello, este continuó—. Te aclaro desde ahora que no quiero que veas o toques nada más allá de lo que te permita hacerlo, no te quiero fisgoneando por mi casa, ¿entendido? A la primera te largas.

—Ok.

—Bien, así me gusta —De entre sus bolsillos, Jungkook saco un pañuelo el cual le extendió con el único propósito de vendar sus ojos—. Póntelo, no pienso arriesgarme a que sepas la dirección de mi casa y después tenga a una multitud frente a mi puerta.

Taehyung, un poco molesto por la acusación que, aunque podía ser verdad, él nunca haría, terminó agarrando la fina tela para después anudarla por detrás de su cabeza, mientras se mantenía en silencio. Respirando despacio, trataba de reconocer un poco su entorno, ya que no podía ver, trataba de reconocer algún olor que le indicaran el lugar donde se encontraba. Gracias a eso pudo distinguir el delicioso perfume de su acompañante, que se asemejaba a los cítricos y algo de té verde: Calvin Klein One si no mal recordaba olía exactamente a eso. Y aunque por el auto y las prendas ya lo había deducido, este chico realmente tenía dinero. Seguramente no sabía lo que era tener que trabajar por centavos. 







El viaje a través de las calles de Seúl fue acogedor, a pesar de que el silencio reinó todo el viaje que demoró llegar hasta a su destino. Taehyung, después de vendar sus ojos, aún se mantenía muy al pendiente de que no fuera un secuestro, como pensó en un comienzo, aunque realmente los pensamientos del azabache estaban muy lejos de eso. Este, aunque no lo aprontaba fiscalmente, por dentro sentía la necesidad de comerse las uñas. Desde joven este gesto siempre se manifestaba cunado, la situación le sobrepasaba de sobremanera o cuando no podía controlarla, causándole un estrés agudo. Justo como ahora, en esos momentos Jungkook estaba arriesgando mucho por un simple video.

Llevar a una persona desconocida a su casa, dejándola entrar en su zona segura, el lugar en donde duerme, donde come, un sitio tan personal, arriesgándose a que el mundo descubra su segunda identidad. Cualquier fallo en su actuar podría acabar con su vida y su futuro, por eso mantenía la distancia con el castaño a su lado, el cual se mantenía con los ojos vendados.

Cuando el auto por fin se detuvo, Taehyung podía decir que casi se había dormido en el asiento. Incluso algo de baba se había deslizado por la comisura de sus labios, que, aunque no estaba dormido del todo, realmente se había embelesado al punto de perder la noción del tiempo. Justo después de apagar el motor, escucho cómo la puerta del piloto se habría y volvía a cerrar durante unos segundos que le tomó a Jungkook rodear el auto para abrir la del copiloto.

—Vamos —le ordenó mientras lo ayudaba a bajar del automóvil.

—¿Dónde estamos?

Mientras Taehyung se aferraba a los brazos del cam boy, Jungkook dirigía su mirada hacia la entrada de la cochera. Buscaba posibles intrusos a los cuales le pareciera raro que metiera en su casa a un chico con los ojos vendados. Cuando estuvo seguro de que no había nadie a su alrededor, los dirigió a ambos hasta el elevador, presionando el número de su piso.

—Creo que ya te lo había dicho, estamos en mi casa.

Luego de su respuesta, Taehyung no volvió a hablar, se mantuvo en silencio todo el trayecto hasta el piso del azabache, pero cuando entraron al departamento, exigió que le quitara la venda de los ojos.

—Considero que ya puedo quitarla. —Y sin esperar respuesta, así lo hizo. Cuando sus ojos al fin volvieron a ver la luz, se encontró con una sala lo suficientemente amplia como para que cupieran dos cuartos como el suyo. Obviamente, el azabache tenía dinero—. Bonito lugar, es... acogedor.

—Recuerda no tocar nada —el dueño del lugar pasó por su lado después de cerrar la puerta, hasta centrarse en el sillón individual de la sala, mientras le indicaba que imitara su actuar—. Siéntate, por favor, quiero hacerte varias preguntas.

Taehyung, algo renuente por el entorno desconocido, lentamente obedeció colocándose a una distancia moderada del cam boy.

—Bueno... ¿Qué quieres saber?

La persona frente a él parecía dudar cómo comenzar. Taehyung no sabía si se encontraba nervioso, asustado o irritado, pues permanecía completamente cubierto desde que se habían encontrado.

—¿Desde cuándo me sigues? —comenzó por lo más fácil.

—Mmm —debía pensarlo detenidamente, sus cálculos con las fechas no eran muy buenos, pero podía responder—. No recuerdo exactamente cuándo ocurrió, pero sí fue casi a tus inicios. Me uní a Silver como en noviembre del veinte.

Esas fechas eran aproximadamente un mes después de que él también ingresó a la plataforma. Ósea, que el individuo de en frente llevaba viendo su programa desde el comienzo.

—Ok... eso es mucho tiempo.

—Bueno, por algo gané la encuesta de los diamantes.

Touché.

—Tal vez, otra pregunta. ¿Eres consciente de lo que va a pasar dentro de unas horas si aceptas mi propuesta?

Jungkook debía asegurarse, de antemano, que cuando la hora llegara no decidiera echarse atrás. Sí, iba a hacerlo bien, y si no, ahí estaba la puerta.

—Soy consciente. Si estoy aquí es porque ya lo decidí.

—Perfecto entonces —platico mientras se colocaba de pie, para luego extender su brazo mientras apuntaba hacia una de las puertas que se apreciaba al final del corredor—. Detrás de aquella puerta dejé sobre la cama el outfit que usarás esta noche. La puerta marrón es el baño, toma una ducha y prepárate. Yo haré lo mismo, ¿de acuerdo? Recuerda no tocar nada.

Taehyung esperó hasta el final para realizar las orientaciones que el azabache le había otorgado, mientras era observado por él mismo. Cuando cruzó la puerta hacia la habitación, se desplomó contra la misma mientras sostenía su cara, la cual estaba completamente roja después de imaginar lo que pasaría a continuación. Nochu le había indicado que se preparara... preparar... esa palabra solo significaba una cosa a la hora del sexo y para Taehyung esta sería su primera vez. La primera vez que se tocaría a sí mismo en un lugar completamente prohibido de su cuerpo.

Hasta que el castaño cruzó la puerta, no fue que Jungkook dejó de analizarlo, buscando cualquier indicio de problemas. Cuando esto ocurrió, decidió hacer lo mismo de ir a su habitación a prepararse para el show.

—Vamos, Jungkook, relájate. Todo saldrá bien.

Eso era lo que más deseaba.






—Hoy es el día, mis queridos diamantes. Dentro de unos minutos cumpliré con todas sus fantasías —Decir que la cantidad de notificaciones y diamantes que cayeron en su bandeja, a los tres segundos en que comenzó con el live, eran inmensas, fueron pocas, al lado de las que pudieras imaginar. Todos sus fans estaban a la espera de que él cliqueará el botón de video para conectarse a él—. Como pueden ver, he debido de realizar algunos cambios en mi lugar de grabación. He tenido incluso que arrastrar hasta aquí una cama, la cual se ve ahí detrás. Tuve que mover mi estante para que cupiera —cuando una sombra se movió en la parte trasera, Jungkook agrego—. Detrás de mí se encuentra nuestro querido Vante quien será mi acompañante esta noche.

Mientras Jungkook se giraba hacia un lado para que sus espectadores pudieran apreciar la figura a sus espaldas, Taehyung se encontraba completamente perturbado, mientras se perdía en sus pensamientos. Ni siquiera estaba escuchando las palabras de Nochu, porque, aunque su cuerpo se encontraba ahí, su mente todavía se encontraba dentro del baño, repitiendo una y otra vez la misma escena, como si se encontrara en un bucle temporal. Experimentando repetidas veces la sensación de tener los dedos dentro de su culo mientras se limpiaba para tener sexo con el streamer.

Luego de hacer dicho acto, dentro del baño, todo se volvió movimientos robotizados por su parte. Ni siquiera le prestó atención a la ropa que traía puesta, siendo un conjunto de mayas, con un outfit de camarera, además de un cintillo con orejas de conejo, que le hacían verse muy sexy, pero que nunca se hubiera puesto de estar en sus cinco sentidos.

Después de estar minutos dentro de la habitación, los cuales le parecieron hora, el azabache llego a buscarlo para llevarlo hasta el estudio, donde le entregó una fina mascara, muy sencilla, que tenía como propósito resguardar su identidad. Este le indicó que aguardara arrodillado sobre la cama con la cabeza gacha, hasta que le diera permiso de cambiar a otra. A pesar de que Jungkook no tenía muchos conocimientos sobre el tema, al menos le proporciono un poco de información acerca de todo eso de amo y sumiso, además de las reglas y otras cosas, las cuales Taehyung no escucho por estar perdido en su cabeza.

Volviendo al comienzo desde la perspectiva de los espectadores y de Jungkook, Taehyung estaba haciendo un excelente trabajo, gracias a que su postura era de completa sumisión, aunque en la realidad este ni siquiera estuviera allí, al menos no espiritualmente.

—Vante, saluda a todas esas personas que te están viendo —le concedió al castaño, más el joven seguía perdido. Como resultado, Jungkook tuvo que acercarse hasta la cama, sentándose a un lado mientras lo llamaba disimuladamente—. Hey chico, despierta y saluda a la cámara —le susurró al oído tratando de disimular una escena erótica, a la vez que mordía la puta de su oreja—. Todos quieren conocerte, ¿no es así? —pregunto esta vez a la cámara. La lluvia de mensajes fue épica—. Ves, todos quieren hablar contigo.

El catalizador para Taehyung despertar fue el sentir la cálida respiración del streamer en su cuello, seguido de la mordida que le hizo enrojecer.

—Ho-hola.

Desde que se habían encontrado el tartamudeo por parte del castaño era algo constante en sus conversaciones. Taehyung no podía evitar el ponerse nervioso al sentir a Nochu cerca de él, era una reacción completamente inconsciente por su parte.

—Es algo tímido —continuo el streamer mientras volvía a su posición inicial frente a la cámara—. Voy a colocar una bandita frente a la cámara para terminar de prepararme y así poder empezar de una vez —dicho artefacto fue mostrado a la cámara, leyendo los comentarios, agregó—. No se desconecten, que dentro de nada comenzamos.

Terminando con sus palabras, colocó el objeto, obstruyendo la visión de sus espectadores, mientras se giraba hasta donde estaba el otro chico que seguía sin hablar. Taehyung continuaba en la misma posición desde que había empezado a grabar y aunque al comienzo creyó que estaba realizando un buen trabajo, ahora se daba cuenta de que había un problema.

—¿Qué sucede? —tuvo que hablar más fuerte para que le escuchara—. Oye Vante, ¿me estás escuchando?

—¿Eh? Sí, que... No te oí, ¿qué decías?

—¿Qué mierda te sucede?

El castaño ya se encontraba cansado y con las piernas adoloridas por estar en la misma posición por tanto tiempo, así que decidió acomodarse en la cama mientras respondía a su pregunta.

—Estoy bien. ¿Por qué lo dices?

¡Que estaba bien, debía ser una broma! Desde el momento uno, el castaño no había demostrado nada más que incertidumbre. La inseguridad estaba comenzando a crecer dentro de Jungkook, aunque este chico decía cualquier cosa, algo en su interior le decía que esto no saldría nada bien.

—¿Estás seguro? —fue recompensado por un asentimiento—. Entonces comencemos.






Taehyung, desde el comienzo, había estado de acuerdo en hacerlo, pero ahora que estaba sucediendo de verdad, su cuerpo había comenzado a temblar como una maraca, respondiendo a todos esos pensamientos que circulaban por su cabeza.

Llevaban una media hora desde que Nochu había expresado que comenzarían. Y aunque era un poco pausado, el streamer estaba tratando de ser lo más cauteloso e ir lo más lento posible para no asustarlo o crearle alguna incomodidad. El azabache había comenzado con juegos previos mientras besaba cada parte de su cuerpo, exceptuando los labios; esto era como si estuvieran vetados. Ni una sola vez había intentado besarle, ni tan siquiera rozarlos.

—Mmm —era inevitable parar de escuchar los jadeos entrecortados del joven.

Los besos húmedos del cam boy habían comenzado a calentar de una forma muy apresurada todas las partes de su cuerpo. Taehyung estaba tan perdido entre las caricias que Jungkook le proporcionaba que ni siquiera se percató de que su ropa interior estaba siendo retirada poco a poco, permaneciendo con la parte superior de ella, en donde sus erectos pezones sobresalían por sobre la ropa. Su mente nublada no le dejaba ver lo que sucedía a su alrededor y cuando se quiso dar cuenta, ya se encontraba completamente desnudo en la cama, de su ropa, solo quedando la medias.

—¿Te gusta, no es cierto? —le susurró seductoramente al oído. Taehyung no era consciente de cómo se veía a los ojos del azabache. Su cara, al igual que su cuerpo, se encontraban completamente sonrojados, dándole un toque más seductor y excitante a la vista, que hacía que a Jungkook se le apretaran los pantalones. Este, luego de ver su tierna reacción, se giró hacia sus espectadores—. Es el momento de pasar a la acción.

Jungkook se retiró de la cama para ir en busca de los utensilios que usaría esa noche. Estos se encontraban dentro de una caja junto a la estantería. Estos habían sido regalos de muchos de sus espectadores a lo largo del tiempo y otros fueron comprados por él, el día anterior. Cuando tuvo todo consigo, regresó a la cama nuevamente, dejando todas las cosas a un lado.

—¿Vante estás listo?

Taehyung hizo un desastre, ni siquiera pudo contestar con palabras, simplemente le dedicó un asentimiento de cabeza mientras se mordía el labio. Jungkook, por su parte, tomó la cinta adhesiva que se encontraba a su lado y se giró hacia el rubio para dar su primera orden.

—Quiero que pongas tus manos en la cabecera de la cama y no las muevas. —Taehyung, un poco recurrente, terminó por obedecerlo y, mientras las subía, lograba sentir cómo su cuerpo se estremecía debido a los nervios. A Jungkook le estaba comenzando a gustar un poco esto del BDSM, las reacciones que estaba consiguiendo causar en el rubio, le estaban demostrando lo mucho que le gustaba eso de ejercer su dominio sobre otros—. Bien... Ahora quiero que abras bien las piernas. Quiero poder verte completo —y esta petición fue un poco más contradictoria para el rubio. La vergüenza no lo dejaba ni siquiera intentar moverse, y nadie podía culparlo. Era la primera vez que alguien vería esa parte tan íntima de sí. Para el azabache fue algo un poco molesto el que no acatara, la orden que le había dado, así que agregó:—, Si no lo hace tendré que castigarte.

—¿Cas-castigarme? —tragó en seco.

El rubio mentiría si no se estremeció por la voz ronca de Nochu, cuando le decía que le iba a castigar. Fue como si un subidón de adrenalina le recorriera por todo el cuerpo, logrando que su excitación aumentara. Y el brillo en la mirada del azabache le decía que hablaba muy en serio, que si no acataba la orden algo muy malo podría pasarle, y ese algo el rubio lo quería experimentar. Pero su conciencia no lo dejó, así que terminó por poco a poco abrir las piernas.

—Buen chico —lo felicitó mientras rozaba su pulgar entre sus piernas, quien se estremeció al contacto.

Aun así, Jungkook creía que el rubio se estaba demorando mucho en responder a sus órdenes. Se estaba comportando como un completo virgen sin experiencia. Y al caer en cuenta de lo que dijo, se abalanzó hacia delante con la intención de interrogar al rubio.

—¿Qué pasa? —le susurró al oído, mientras subía su mando lentamente sobre la pierna del rubio, sintiendo cómo se estremecía—. ¿Por qué estás tan nervioso?

—Y-yo... no lo estoy.

Jungkook cada vez más creía menos en lo que el otro le decía. Y es que, como no hacerlo, si lo que salía de su boca era todo lo contrario a lo que su cuerpo le demostraba.

—A quién quieres engañar, si tiemblas como un sonajero.

—Yo...

Taehyung no sabía qué responderle. Pero el azabache se mantenía reacio a que continuara guardando silencio.

—Dímelo.

Al ver la cara del cam boy Taehyung supo que no iba a ganar nada manteniéndose callado. Mirando al otro a los ojos, se apoyó en sus brazos y se acercó a su oído para susurrarle.

—Soy virgen.




Buenas, buenas por aquí...

Segunda parte publicada y no tengo nada que decir.

😁

Espero que hayan disfrutado.

('▽'ʃ♡ƪ)


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