¿Quería irme?
Pues no.
Pero aquella mañana al despertar y ver tú mensaje, me di cuenta que yo no era lo que querías y tú no eras lo que yo esperaba.
Pero por supuesto tampoco eras lo que necesitaba.
Así que...
Con la mano en el corazón es el momento de decir "Adiós"
—Wil
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