Bardock: no lo sé Gine... Pero si quieres puedo llevarte a casa... Es que... Ahora no se si sea momento...

Gine: entiendo... No te preocupes... Yo me iré por mi cuenta...

Fasha: oye... Te llamas Gine cierto?

Aquella chica asiente algo tímida

Fasha: bueno Gine... Solo quiero advertirte que no te vuelas a acercar a bardock me oíste. Gente como tu hace que los demás se distancian así que podrías dejar de que todos los que están al rededor de bardock los aullentes con tu personalidad tan... Rara.

Bardock: Fasha, puedes dejar de hacer eso!?

Fasha: bien! Entonces vámonos, no estés perdiendo el maldito tiempo!

Esta lo empieza a empujar por la espalda para que caminara dejando a Gine a su suerte.

Gine: bardock es un tonto! Mi madre tenía razón! Es un estúpido.... Yo... Creía en el...

Gine caminaba por aquel reino de regreso para su casa.

Gine: como detesto que tenga razón mi madre! A veses estoy empezando a creer que aquel príncipe por el que soñé nunca llegue...-

Una desagrabale sencaion sintió por su padte trasera la cual una mano estaba posada en su hombro.

Gine se quedó estática por un momento, si voltea estaría en peligro, pero de igual forma ya lo estaba ya que la había tomado.

-vaya eres muy hermosa...

Aquel hombre la voltea a ver y observa como su expresión era de miedo, una sonrisa se dibujo en su rostro inmediatamente.

-que pasa... Estas perdida?

Gine niga con la cabeza inmediatamente.

-si quieres yo te acompañó, ven vamos.

Este la tomó de la muñeca, Gine en ese momento todo su cuerpo estaba temblorosa y si vos estaba cerrada, no podía hablar por el profundo miedo que sentía.

- que pasa... No puedes caminar, deja te ayudo.

Este la carga entre sus brazos y la carga como un costal, poniéndola en uno de sus hombros.

En ese momento fue cuando Gine reaccionó y empezó a moverse de un lado a otro y a gritar para ver si alguien la escuchaba.

Gine: déjame en paz!

Gine no podía evitar ya que estaba asustada y no sabría lo que pasaría, aquel hom re resistía cada patada, manaso o golpe de aquella mujer.

- si no te portas bien te prometerte que te pondré un castigo, así que si no te tranquiliza te ira peor!

El llanto de Gine era fuerte y agudo. Por más que hacía esfuerzos era en vano.

Nozomi: Gine! Ya llegué mi niña...

Esta deja sus bolsas o observa tranquilamente lo que abia traído, y poco a poco empieza a sacar todo lo que trajo.

Nozomi: Gine ya llegue!...

Aquella mujer volvió a repetir sin encontrar ninguna respuesta. Ahí fue cuando la madre de gine empezó a alterarse.

Nozomi: Gine, donde estas!

Esta corrio hacia la cosina, su laboratorio, habitaciones y baño.

No estaba por ningún lado, así que salió de la casa y la busco por todos los lugares donde creía estar. Al llegar a su última opción que era el arroyo. Jamás la encontró.