Punbukin- entonces es la primera ves que fumas? Te dieron permiso?

Bardock- no...

Tora- no lo sé bardock creo que mejor deberíamos esperarnos...

Bardock- pues no lo hagas...

Este toma entre sus dedos aquel objeto. Este lo lleva a su boca.

Al principio tocio un par de veces pero después de eso se acostumbro, y no solo fumo uno si no barios. Después de eso quiso intentar beber algo de alcohol. Pero este último casi no le gusto. Así que no tomo mucho.

Todo el día se la paso haciendo tonterías y el mismo lo reconocía, pero de igual manera las siguió asiendo.

Llegó asta en un punto en que ya estaba arto de estar rodeado de gente. Así que después de que el sol se ocultara se le ocurrió la maravillosa idea de no ir a su casa y tal ves ir a despejarse. Así que fue a un arroyo el cual ya avía ido antes cuando era pequeño.

Gine- te ayudo con los trastes?

Nozomi- por favor cariño, Muchas gracias. Iré a recostarme, estoy algo cansada.

Gine- si no te preocupes, duérmete y yo lavo esto...

Nozomi- te amos...- está le dedica una sonrisa para luego irse hacia su habitacion-

Gine- pobre hoy estubo comprar las demás cosas que nos hicieron falta en el mercado la otra ves que nos corrieron del pueblo... Pero bueno, está es la única manera en la que le puedo ayudar...-

No eran bastantes platos así que terminó rápido y subió con su madre, cuando entro a su cuarto observó que ya estaba dormida. Vaya que había sido muy pesado para ella este día.

Gine la tapo con una sábana ya que últimamente estaba haciendo algo de calor pero en la noche todo era fresco así que tampoco quería que se muriera de calor, luego de esto apagó la luz y salió de su cuarto.

Gine bajo los escalones silenciosamente y salió directo de ahí hacia el arroyo haci que camino por aquel bosque el cual caminar por ahí a la luz de la luna, era hermosa.

Al llegar está escala a un árbol y sube asta lo más alto. Era tan lindo ver las cosas desde arriba ya que la hacía parecer como si volará.

Esta arrancó un fruto de ese mismo árbol donde estaba y mordio de aquella fruta. Le gustaba quedarse observando aquel río mientras comía. El escuchar los ruidos que producían aquel río la relajaban así que era muy bueno para ella estar a esas horas ya que el fresco que le traía la noche le gustaba pero al estar en el día era un calor algo soportable.

Estaba tranquila comiendo de ese fruto asta que unos sonidos se empezaron a acercar. Gine se enderezó y trato de esconderse detrás de ese árbol a la distancia pero mayor sorpresa fue lo que vieron sus ojos.

Era un hombre! Un macho como diría su madre. Pero que hacia aquí a estas horas de la noche. Acaso estaba perdido?

Gine lo observa silenciosamente, aquel joven solo se sentó en la orilla de aquel río mientras miraba tranquilamente las aguas de aquel lugar.