El piloto se despertó y se estiró en el sillón quedando con los pies afuera del apoya brazo, bostezó y se sentó para ponerse el pantalón.

―Buen día, ¿café? ―preguntó y él la miró asintiendo con la cabeza.

Se lo dejó sobre la mesa de salón y volvió a la cocina, él la observó a la distancia.

―Buenos días y gracias.

―Vas a tener que viajar a Estados Unidos.

Él se sorprendió y no le respondió. Sabía que aún continuaba enojada y a pesar de todo, le había entregado una taza de café para desayunar.

―Me iré ―dijo calzándose y poniéndose la camiseta.

―Antes te darás una ducha y te lavas los dientes, el alcohol de anoche te dejó todo apestado y ni hablar de la boca ―expresó gesticulando con la mano abanicándose de manera fingida―. Tienes un aliento a perro podrido que da asco ―hizo un mohín de asquerosidad―. Ve al baño y luego te daré una toalla y el cepillo de dientes.

―¿Por qué no te duchas conmigo? ―le preguntó de manera sugestiva sin darle importancia a lo último que ella le dijo.

―Cuando el machito este solo en su departamento, puede llamar a su exnoviecita para que se duche como quiera con ella ―contestó con sequedad.

―¿Crees que soy tan idiota en volver a caer en lo mismo? ¿Acaso piensas que soy un hombre que caería de nuevo en el mismo error? ―cuestionó con énfasis y algo molesto por la actitud que estaba tomando ella―. No cariño, con esa mujer no volvería jamás, ni si fuera la única mujer en el mundo ―acotó sin vueltas―. Por eso mismo es que anoche te pedí de rodillas perdón aunque tú no me lo aceptarás, estaba muy ebrio pero me acuerdo de las cosas que te dije y me dijiste también ―confesó con seriedad y se dio vuelta para encaminarse al baño sin esperar que ella le respondiera algo.

Mientras él estaba ya dentro del sanitario que se encontraba dentro del cuarto de Fiorella, la joven fue al dormitorio a buscar dentro del cajón de la mesa de noche, el cepillo de dientes nuevo y una toalla de ella dentro del clóset. Apenas los tuvo consigo, golpeó la puerta del baño y abriéndola un poco, le pasó la toalla y luego el cepillo de dientes. Ella armó la cama y preparó todo para el retrato que le habían encargado, se sentó y pocos minutos después comenzó a dibujar. Cassiragghi salió un rato más tarde con la misma ropa.

―Antes de irte, deja el juego de llaves que te di una vez sobre la mesada ―respondió girándose para mirarlo y se levantó de la silla para acercarse de nuevo al cajón―, acá tienes tu juego de llaves que me diste antes.

Abrió la mano del hombre y le depositó el juego.

―¿No has creído nada de lo que te dije anoche y hace un rato atrás? ―preguntó bajando las cejas con tristeza.

―Me parece que no soy lo que esperas y tenemos vidas completamente diferentes, lo siento pero lo prefiero así ―manifestó con un dejo de tristeza en cada palabra que le emitía.

El piloto quedó de piedra cuando ella volvió a cortar con él. Apretó en un puño las llaves y salió de allí sin dirigirle la palabra, estaba molesto y furioso, tenía un revoltijo de sentimientos dentro de su cuerpo, se sentía decepcionado y triste. Fiorella era la única mujer a la cual amaba de verdad y fue la única que le aterrizó los pies en la tierra, dejando que jamás su ego se elevara demasiado, era la clase de hombre que quería ser en verdad cuando estaba con ella, solo ella sabía cómo era realmente, la joven conocía todo de él y su verdadera personalidad, y carácter. Y haría lo imposible para que le creyera y volviera con él porque sabía con certeza que Fiorella lo amaba aún.

La argentina se sentó en el diván que tenía a los pies de la cama y rompió en llanto. Ahora ya ni sabía el porqué había terminado con él, solo quiso creer lo que posiblemente vio o bien no quiso creer en las palabras que Luka le había confesado durante su ebriedad y cuando estaba sobrio. Y bien se lo había dicho Lorenza, y su padre en el momento en que este último supo la ruptura, que si no aclaraban las cosas, el piloto podría salir perjudicado en el rendimiento de las carreras y parecía que a ella ni siquiera le había importado.

Aquel mismo día, cuando el sol casi cayó, la única red social que el piloto administraba, estalló de corazoncitos en dos fotos que él mismo había publicado. En la primera solo se leían unas simples palabras Fiorella Tassone ti amo y en la segunda foto, ellos juntos y sonrientes, estando ella a caballito de él mientras lo abrazaba por el cuello en la casa de La Toscana.

El móvil de la muchacha sonó con constancia, avisándole que le habían llegado varios mensajes de texto de su amiga.

Mira la página oficial de Luka, hay una foto de ustedes divina, salen preciosos juntos y muy felices ―redactó con una carita sonriente.

Que haya publicado eso no quiere decir nada, me lo está haciendo a propósito ―escribió con un emoji sacando humo de la nariz.

Creo que si sigues estirando más esto, te vas a lamentar de verdad Fiorella. Ya te lo ha dicho muchas veces que jamás volvería con ella y está más que claro nunca la amó, de ser otro hombre habría insistido, y no lo está haciendo con ella, sino contigo, está insistiendo contigo porque sabe bien que vales la pena. Eres la chica con la que él quiere pasar y vivir ―texteó Lorenza.

Eres terrible, me estás haciendo dudar de todo ya, lo amo, me enojó su actitud, pero lo sigo amando como no tienes idea ―su emoji fue de llanto.

Él nunca te ha engañado, eso tendrías que saberlo bien, por más que tu mente piense lo contrario, sabes bien que lo que sientes en verdad, te dice lo contrario.

Nos expuso con esa foto.

Salen perfectos juntos, me encanta que todos lo sepan, me encanta que haya publicado que te ama, voy a shippear con ustedes dos ―mandó caritas riéndose.

Sé lo fanática que eres de Luka.

Se te vería genial una chaqueta de la escudería con la frase en la espalda La Chica de Cassiragghi.

Estoy bien segura que serías capaz de hacerlo, pero debo aclararte que no estoy con él.

Pero siempre puedes cambiar de parecer, y perdonarlo. ¿Vas a hablar con él? Por favor Fiore, ese hombre te ama un montón, no lo desperdicies ―escribió con un emoji con los ojos brillosos de lágrimas.

Veré lo que haré con él.

No puedes hacer mucho, la foto la está viendo miles de personas que son fanáticos de él y estoy más que segura que de ustedes dos juntos también. Así que lo único que te queda por hacer es intentar hablar con él.

Ese día fue el paseo en el museo.

Se ven muy bien, ¿leíste lo que escribió?

No, me quedé mirando la foto.

Pues léelo, creo que más de un fanático se quedó de piedra cuando leyó eso, yo quedé estupefacta y ni sabía que Luka tenía esa clase de sentimientos ―texteó y luego agregó una carita con los ojos como platos y las mejillas sonrosadas.

¿Es para tanto? ―preguntó junto con un emoji de ojos apretados saltándole las lágrimas de la risa.

Pues sí, es para tanto y será mejor que lo leas con tus propios ojos, ese hombre está enamorado de ti desde hace mucho tiempo, se derrite por ti —le redactó y puso un corazón y una carita sonriente, y tiernita.

Bueno, ahora mismo leeré lo que escribió, nos estamos hablando. Un beso grande —le envió un emoji tirando un corazoncito y guiñando un ojo.

Fiorella le dio a Seguire y él hizo lo mismo cuando le llegó la notificación. FlorcitaTassone y LukaCassiragghi se estaban siguiendo mutuamente y eso era inesperado, y un gran avance para ambos.

Se sorprendió demasiado cuando comenzó a leer palabras en español y mucho más abajo estaba el mismo escrito en italiano. Tragó saliva con dificultad cuando leyó las primeras palabras.

¿Recuerdas esa foto? Nos la sacamos la noche en que regresamos del paseo en La Galería Uffizi. Y aunque desde hacía tiempo te había dicho que te amaba, esa noche te lo repetí, te amaba, estaba enamorado de ti. Eres la única mujer que permití que en la primera vez que nos conocimos me dijera con esa vocecita entre amable y arrebatada "Tienes bien merecido el cuarto puesto porque eres un patán, arrogante y engreído", y luego soltaste entre los presentes mientras pasabas por mi lado "Al piloto le explotó la testosterona de lo furioso que se encuentra" y tenías toda la razón del mundo, era un engreído y soberbio en aquel tiempo, no aceptaba autógrafos, ni tampoco fotografías y sin embargo, después de un año nos reencontramos en tu primera exposición de bocetos en Buenos Aires, ¿y qué hice? Fui y compré la colección completa, porque quería verte, porque lo último que me habías dicho aquí en Italia me quedó grabado a fuego en mi memoria. Eres la única mujer que con tu sencillez haces que tenga los pies sobre la tierra y la única que deja que sea un mejor hombre sin que el ego me ciegue. Eres la brisa cálida que necesitaba en mi vida. Eres bondad hecha mujer. Eres amor hecho mujer. Eres tú, Florcita, solo tú. Y te pido perdón si crees que he hecho algo indebido, porque sé bien que no querías que te expusiera.

No soy de hablar de mi vida personal en esta única cuenta social y más siendo que subo solo fotos relacionadas a las carreras pero sinceramente lo creí necesario. Pido disculpas si he ofendido a alguien con lo que acabo de escribir, pero solo quise dejarles saber que gracias a la joven que ven en la foto, soy lo que soy hoy. Para todo el que siempre me siguió desde mis comienzos hasta ahora, sabe bien cómo era antes y si por lo menos han notado un cambio en mí, se lo deben agradecer a la hija de mi jefe ingeniero de carreras. A ella le debo todo, incluso mi vida entera. Gracias a todos por leerme. Nos vemos en la próxima carrera. Forza Scuderia Mercurio.

Fiorella no se atrevió a cliquear el corazón y mucho menos dejarle un comentario, más exposición de la que ya tenía no iba a provocar. Cerró la ventana y luego apagó la portátil, solo quería recostarse porque su mente iba a mil kilómetros por hora y necesitaba descansar, haber leído la extensa dedicatoria y visto la foto fue un balde de agua helada, algo inesperado pero que a la vez era reconfortante y muy tierno de su parte. Ni tampoco ella sabía que Luka tenía ese lado para expresar con palabras lo que sentía dentro frente a su público y sus fanáticos, lo conocía como el hombre solamente, como el hombre que se llamaba Luka y estaba encantada de ese hombre porque con ella era muy cariñoso y amable, era un buen hombre y detallista con ella. El llanto la embargó y se abrazó a la almohada, de aquella manera se quedó dormida.

Por la noche, la joven se despertó y salió del cuarto con rumbo a la cocina, estaba sedienta y decidió que lo mejor era hablar con él y tratar de enmendar el error aunque posiblemente Luka ya no quisiera saber más nada con ella pero esperaría un poco más.

Tocaron el timbre y sintió un nudo en el estómago. Fue a mirar por el panel digital de quien se trataba. Frunció el ceño porque no lo conocía.

―¿Quién es?

―Señorita, soy el chico de la florería, tengo un regalo para usted ―dijo mostrándole una caja.

Fiorella le abrió y firmó la entrega. El chico le dio la caja y se retiró. Quedó sorprendida con lo que veía, la caja estaba completamente cubierta de rosas rojas y rosas blancas, y sobre estas había una nota.

"Una vez más te pido perdón. Si necesitas un tiempo, me hago a un lado para que estés tranquila."

El remordimiento la embargó y no pudo evitar llorar. Se acercó hasta su departamento para golpear la puerta pero nadie le abrió. Volvió a su lugar de residencia, y a pesar de que tenía que continuar durmiendo, aprovechó en realizar un encargo que le habían pedido por correo electrónico y que debía realizarlo para un cumpleaños número dieciocho para ser entregado al chico los primeros días de noviembre. Debía poner todo su esmero y ganas porque quería quedar bien y porque cumplir dieciocho en Italia era tener la mayoría de edad, tanto para hombres como para mujeres.