No podía dormir, era horrible todo este asunto, por más que lo intentaba no lograba conciliar el sueño, me movía de un lado a otro, intentando dormir, pero no podía. Cada vez que cerraba mis ojos, me encontraba con la escena a la que había presenciado, era horrible, solo recordaba la cara de desesperación que tenía Espio mientras yo me comía cada una de sus extremidades.

La noche seguía y seguía, las horas pasaban y yo no podía ni cerrar mis ojos, lo único que podía hacer es tenerlos abiertos, pero el miedo seguía ahí, estaba asustado, no puedo creer que haya matado a uno de nuestros amigos y mi mayor temor es el de matar a Cream y a Vanilla. Decidí ver la hora en mi reloj, eran las 4:25 a. m., demasiado temprano, esta noche parece que va a durar una eternidad, no me dejaba de mover en la cama, pero cada intento que hacía por dormir era en vano.

Pasaron varios minutos y en el momento que menos me lo esperaba, logré dormir, pero no sabría que una vez dormido, se vendría una horrible pesadilla. Una vez dormido, comencé a soñar que estaba en la casa de Amy, al parecer no había nadie, estaba afuera, lo único que podía escuchar era un pequeño pitido que molestaba mucho y que, si lo escuchabas más de un minuto, podría hacerte doler la cabeza.

Después comencé a voltear a ambos lados, no había nada raro, decidí voltear hacia arriba, el sol estaba resplandeciendo a una gran cantidad, luego decidí caminar hacia adelante, caminé por un rato y cuando llegué a la parte en la que me encontré la foto de Cream y Vanilla, me le quedé observando, no vi nada raro, mas que solo arbustos y flores, parecía que, aquel lugar que encontré aquella foto extraña, no habría que encontrarse algo así. Me acerqué, hasta pisar las flores, sabía que aquella foto era la causante de todo, sé que esa foto era un intento de brujería, no es casualidad después de tomarla me haya convertido en un monstruo que solo quiero comer, pero no cualquier cosa, sino, a personas. Lo que no sabía, era quién era el causante de esto, y por qué lo hizo, mientras seguía parado, el entorno comenzó a ponerse oscuro, el sol dejó de alumbrar todo el entorno y comencé a tener frío, un frío como si estuviera en un congelador. Después lentamente mi alrededor se volvía negro, no sabía que estaba pasando, escuché un ruido detrás de mí, volteé y era un espejo, me acerqué a él, lo que sea que esté pasando, necesito que ya termine, porque esto está siendo extremadamente confuso para mí.

Una vez que estaba delante del espejo, lo miré y era mi reflejo, pero ese reflejo no duró por mucho tiempo, pues se había transformado en una bestia. Una bestia que tenía mi figura, pero con la diferencia, de que tenía los dientes más afilados, era más grande, tenía garras y sus ojos eran totalmente negros. Aquella bestia estaba atacando al espejo del otro lado, sus intenciones no eran buenas, pues suponía que esa bestia era yo cuando asesiné a Espio, eso era lo más probable, estaba en shock por ver esa bestia y ver como atacaba el espejo, no sabía que hacer. Después de unos segundos, decidí alejarme de el espejo, necesitaba tranquilizarme y pensar en otra cosa. Mientras me alejaba, el suelo había desaparecido, el espejo cayó hacia abajo, sin quebrar el cristal, mientras yo caía se podía observar todo negro y una que otra nube de color vino. Caía y caía, hasta que caí en el espejo, solo que, en vez de chocar con él; entré en él.

Una vez adentro, di la vuelta en el aire, pues el cristal estaba en el suelo, me paré para poder observar todo el lugar, estaba todo oscuro, había pasto y la luna estaba alumbrando la noche, no era luna llena, pero podía ver bien que estaba ahí. Intenté explorar un poco todo mi alrededor, no había nada interesante, hasta que observé una luz, corrí hacia ella y vi un letrero con la leyenda "La casita de Amy Rose", al leerlo, supe que era la casa de Amy, decidí entrar. Al entrar, todo estaba oscuro, había unos cristales grandes que hacían ver a la luna en su máximo esplendor, caminé y caminé por la casa de madera, hasta que encontré una puerta, la cual se podía ver desde lejos que en la habitación del otro lado había luz, por ende, alguien estaba ahí. No estaba seguro si era buena idea abrirla, pero al final lo hice, después de abrirla, vi a Amy sentada en una cama al frente de un espejo, al verla, ella notó mi presencia, puso una cara de sorprendida mientras yo me quedé mirándola sin decir nada.

Amy seguía mirándome, di un paso hacia adelante, ella no había hablado en ningún momento, pero en ese momento que me acerqué a ella, comenzó a gritar, se veía asustada, se levantó de la cama y se fue hasta atrás de la habitación, gritaba de desesperación y tenía una cara de susto, yo solo me acerqué más, pues no sabía el porqué gritaba, hasta que me vi en un espejo, no era yo, era aquella bestia que había visto, vi mis manos y claramente eran en forma de aquella bestia. Me asusté, pero al intentar retroceder, ya era demasiado tarde, pues yo ya no tenía control de mí mismo, por más que intentara retroceder no lo podía hacer y ahí fue donde pasó lo peor, pues me acercaba más y más, Amy no dejaba de gritar y yo comencé a comerla, mientras la mordía, veía como perdía la vida, como en un momento dejó de gritar, pues ya la había matado, después de un tiempo, vi todo su cadáver ensangrentado y ahí fue donde de la nada, me desperté de aquella pesadilla, estaba respirando rápidamente, estaba demasiado agitado, volteé a la ventana de mi cuarto, el sol ya estaba iluminando el día, después miré mi espejo, era yo él del reflejo, esto solo se ponía cada vez peor, necesito encontrar una manera de arreglar esto...