Era la hora del almuerzo cuando me había ido luego de lo que pasó con Hawks, aún no comprendía mucho la situación pero decidí no darle vueltas al asunto.

Pasé frente a la cafetería viendo a los chicos aún almorzando, pero yo solo seguí de largo y me fui, los pasillos estaban casi vacíos pero cuando doblé por una esquina, en las escaleras no había nadie así que sonreí y me acosté en un escalón apoyándome un poco en la pared y cerrando los ojos, hasta que en ese momento escucho pasos.

- Oe, extra - Abrí los ojos al ver a Katsuki, él se acercaba con las manos en los bolsillos - No has comido aún ¿Cierto? -

Yo lo miré pero luego aparté la mirada, no entendía el porqué no podía mentirle, sabía que si asentía al menos terminaría mostrando mis dudas y sabría que mentía, lo escuché chasquear la lengua.

- Ora, vamos - Me agarra del brazo y me jala - Y no me importa que me patees, golpees o cualquier mierda, vas a comer algo y punto, no seas terca -

Hice una mueca mientras intentaba alejarme pero él me arrastraba hasta que llegamos a la cafetería donde las miradas se posaron en nosotros, yo bufé y gruñí un poco resignada y apenada, Katsuki no me suelta y agarra una bandeja y la llena de comida, me hace sentarme en una mesa y pone la bandeja en frente.

- Vamos, come o no nos iremos de aquí - Lo fulminé con la mirada pero resoplé y agarré los cubiertos comenzando a comer.

¿Desde cuándo dejo que el pomeranian me de órdenes? Hm, ni siquiera quiero comer...

Aparté la bandeja luego de tres bocados pequeños, miré a Katsuki y le hice entender que ya no podía.

- No me jodas, extra, no has comido nada no puede ser que no quieras comer. Ahora, vuelve agarrar eso y trágatelo o haré que te lo tragues - Lo fulminé de nuevo y apreté los puños antes de gruñir otra vez y resoplar para calmarme, agarré de nuevo la bandeja y comí.

Maldito pomeranian, después si me siento con el estómago pesado será su culpa.

Hice una mueca al terminar de comer y volví a empujar la bandeja y miré a Katsuki como preguntando con la mirada si ya nos podíamos ir, él suspira y se levanta, yo también lo hice y regresamos al salón.

- La próxima vez que no comas haré lo mismo hasta asegurarme que lo hagas - Dice antes de entrar, yo suspiré profundamente e iba a entrar igual pero vi algo por el rabillo de mi ojo y al girar, veo una pluma roja en la ventana pero se fue.

Hawks...

Fue lo primero que pensé, le resté importancia y entré, Aizawa me mira al igual que los demás pero yo me puse mi capucha para intentar ocultarme y pasé a sentarme.

***

***

Resoplé al estar más calmada luego de todo, aunque no completamente pero ya podía sobrellevar mi actitud y mis emociones. Miré a Katsuki, veía su espalda algo tensa y lo primero que pensé fue que era por mi culpa, porque lo había tratado mal y él se... ¿preocupaba? Por mi... supongo...

Suspiré levemente e hice lo mismo que él en la clase pasada, agarré un papel y escribí "Lo siento, pomeranian"

Para disimular me acosté sobre la mesa y estiré mi brazo con el papel, toqué levemente su costado haciéndolo sobresaltarse un poco pero me mira de reojo, lo vi y él miró el papel, lo agarra y lo lee, a los segundos ya tenía una respuesta.

"Solo olvídalo, extra, no pasó nada"

Suspiré ya que eso no me calmaba, aún me sentía mal por como había actuado, pero dejé de insistir porque parecería pesada y miré a la clase.

Noté la mirada de algunas chicas que me preguntaban si estaba bien con solo su expresión, les sentí levemente y con algo de culpa, asentí y expresé mi disculpa en silencio, ellas me sonríen y niegan aceptándolas.

Que yo estuviera de mal humor no era razón para tratar mal a los otros y hacer que su día empeore... tengo que recordar eso.