Hoy ha sido un día triste, lluvioso, sin sol. Ideas extrañas me atormentan, confusos problemas agitan aún mi pensamiento y no me siento ni con fuerzas o ganas de resolverlos.
Hoy no nos veremos. Cuando nos separamos ayer, las nubes ya cubrían el cielo y se levantaba la niebla. Le dije que hoy haría mal tiempo.
-Si llueve, no nos veremos-me había dicho-Me quedaré en casa.
Pero yo había esperado que él, desdeñando la lluvia, vendría.
Nuestra tercera entrevista se celebró ayer, nuestra tercera noche blanca.
Había ayer, en las palabras de Kyungsoo, tanta ternura, tanta amabilidad para mi en su corazón, incluso había algo de coquetería. Y yo...yo por un momento creí que...
¡Dios! ¿Cómo podía pensar esas cosas? ¿Cómo podía estar tan ciego? Era evidente que nada de eso era por mi, nada me pertenecía y todo era para el otro. Su ternura, sus atenciones, su amor, todo eso no era más que la alegría próxima a su entrevista con él, el deseo de compartir conmigo su felicidad.
Ese día acudí a la cita con el corazón rebosante, impaciente por encontrarnos. No podía prever lo que experimentaría ni tampoco como acabaría aquello. Kyungsoo resplandecía de dicha, ansioso por saber la contestación de aquel al que amaba, e incluso llego una hora antes que yo.
Cuando me vio llegar me saludó y me dijo repentinamente
-¿Sabes por qué me siento tan feliz de verte? ¿Por qué te aprecio tanto?
-¿Por qué?- le pregunte yo con el corazón trémulo
-Porque no te has enamorado de mi, otro, en tu lugar no me dejaría en paz...pero tu eres tan bueno.
Tomó mi mano y la apretó tan fuerte que solté un quejido. Kyungsoo se echó a reír.
-En verdad eres un gran amigo-prosiguió en tono más serio instantes después- ¿Qué habría sido de mi si no te tuviese ahora? Eres tan desinteresado, tienes una pureza de sentimientos... Cuando me case, continuaremos siendo amigos, más que hermanos. Te querré casi tanto como a él...
Al oír estas palabras, me sentí preso de una inmensa tristeza y sin embargo, una risa interior conmovió todo mi ser.
-Ahora, dime si ha contestado- Me preguntó con la esperanza reflejada en sus ojos.
No Kyungsoo, no ha contestado- Pude ver en su mirada lo que mi respuesta le hizo a su corazón, y el mío dolió al ver su sufrimiento.
-Estás triste-le dije- Crees que él no volverá...Pero no te desanimes, puede ser que no haya visto el mensaje, que haya tenido algún contratiempo, tal vez venga esta misma noche...
-Si, tienes razón, tal vez sea eso...tal vez venga hoy...
En ese momento oímos pasos y en la oscuridad divisamos a un hombre que venía hacia nosotros. Temblamos al unísono. Yo abandonando su mano, intenté marcharme. Pero nos habíamos equivocado, no era él.
-¿Por qué has soltado mi mano?-me dijo ofreciéndomela de nuevo- No me molesta que vea que somos amigos.
-Amigos- exclamé por lo bajo.
Ah Kyungsoo, Kyungsoo...¡Qué ciego estás! ¡Qué insoportables son las personas dichosas!-pensé para mis adentros, aunque a pesar de todo no puedo enfadarme con él.
Finalmente, mi corazón se desbordó.
-Escúchame Kyungsoo, necesito decirte sobre estos raros sentimientos-comencé con una voz quejumbrosa, en la que se disimulaba una lejana esperanza.
-Basta, no me digas nada- Me dijo él, como si supiese lo que iba a confesar.
Y de pronto comenzó a reír y me tomó del brazo con coquetería, yo comencé a enfadarme un poco.
-¿Sabes que en el fondo me decepciona un poco que no te hayas enamorado de mi? Sé que son tonterías pero se me pasó por la cabeza.
-Son las doce- dije yo repentinamente.
Kyungsoo se quedó callado por unos segundos.
-Si, son las doce- dijo al fin con voz quebrada e indecisa.
Lamenté inmediatamente haberle dicho eso. Me maldije por haber sido tan cruel. Sentí compasión por él así que traté de tranquilizarlo tratando de explicar la ausencia de aquel al que aguardaba utilizando toda clase de conclusiones y razonamientos.
-Es obvio que él no ha podido venir, debe haber tenido algún problema, pero probablemente hubiera querido estar aquí, contigo, si las circunstancias no se lo hubieran impedido...todo puede ser posible
-Si, si-contestó Kyungsoo, aunque sin mucha convicción- Todo es posible.
Parecía que sus pensamientos estaban lejanos. Se calló y volvió la cabeza. Eché un vistazo a sus ojos...y efectivamente, estaba llorando.
-No Kyungsoo, no llores por favor, te lo ruego.
Procuró sonreír pero su barbilla temblaba y su pecho subía y bajaba por los sollozos.
-Eres tan bueno...¿Sabes en lo qué estoy pensando? Acabo de compararlos a los dos en mi pensamiento ¿Por qué él y no tú? ¿Por qué no puede ser como tú? Tú eres mucho mejor que él...
No contesté, parecía aguardar mi respuesta pero simplemente no pude...
-Tú no te pareces a los demás, no sé como decirte esto pero siento que incluso ahora te sacrificas por mi- agregó tímidamente, dirigiéndome disimuladamente una mirada-Perdóname que te lo diga pero en realidad estoy tan agradecido contigo, por todo lo que haces por mi. Deseo de corazón que encuentres la felicidad. Si algún día te enamoras pido a dios que seas dichoso. A esa persona no le deseo nada porque sé perfectamente que será feliz contigo. ¿Quién no lo sería?
Se calló y apretó mi mano fuertemente. Yo estaba tan emocionado que no pude articular palabra. ¡Oh Kyungsoo, si supieras...si solo supieras!
Pasaron algunos instantes.
-Hoy ya no vendrá- dijo levantando la cabeza- Es ya muy tarde.
-Mañana vendrá- asegure yo con voz firme
-Si- dijo él alegremente- estoy convencido. Hasta mañana, Si llueve tal vez no venga, pero pasado mañana pase lo que pasé vendré. Ven tú también y te contare todo.
Cuando nos despedimos me tendió la mano y murmuró mirándome directamente a los ojos:
-A partir de ahora estaremos siempre juntos ¿Verdad?
-Si Kyungsoo, siempre...-Contesté yo con el corazón encogido.
Eso, como he mencionado antes, fue ayer. Hoy, al dar las nueve no pude evitar salir, pese al mal tiempo. Fui a sentarme en nuestra banca y él no estaba ahí. Estuve a punto de ir a caminar por su calle pero me dio vergüenza y retrocedí sin mirar atrás. Una tristeza como nunca había sentido me invadió al volver a casa. La noche era oscura y lúgubre...tal como mi estado de ánimo.
¡Hasta mañana! ¡Hasta mañana! ¡Mañana me lo contará todo! No ha llegado ningún mensaje pero tal vez esto debía ocurrir así. Quizás ya están juntos...
*
Espero que les esté gustando la historia, nos vemos en la cuarta noche...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro