02: Sus ojos.
Esos ojos.....tan rojos como la sangre pura, me miraban atentamente; podía sentir como me penetraban completamente, como si una lanza me estuviera atravesando; como un torbellino de emociones se apoderaban de mí, miedo, confusión, angustia, turbación y muchas más; como muchas preguntas bombardeaban mi mente en ese momento pero la más importante......¿Esto es real?
Desperté agitado y sudado completamente; no podía controlar mi respiración así que tomaba bocanadas de aire de vez en cuando.
Me enderecé y vi mí alrededor; me encontraba en mi cama y estaba bastante obscuro.
¿Solo.....solo fue un sueño?
Podía sentir las gotas de sudor frías recorrer todo mi cuerpo, en especial mi espalda y mi frente.
Poco a poco mi respiración comenzó a volver a la normalidad. Me sequé con la manga de mi polera las gordas gotas de sudor de mi cara e intenté dormir de nuevo.
Por más que me moviera de un lado a otro, no podía conciliar el sueño.
Miré la hora en el pequeño reloj que tenía en mi velador.
- Las 6 de la mañana, ¿eh? - dije cansado, con un suspiro.
Como no podía dormir por más que quisiese, me levanté y me preparé para ir a la universidad, aunque faltaban 2 horas para aquello.
Al levantarme, una corriente fría chocó contra mi cuerpo y antes de congelarme completamente, sentí un escalofrío en mi espina dorsal.
Caminé rápidamente hacia la ducha, para dejar de sentir aquel frío que me congelaba completamente y al llegar, me metí inmediatamente a la ducha, con agua bastante calentita.
Después de varios minutos, ya estaba en la última etapa de ducharme y afirmé mis dos manos en la pared que está delante de mí y agaché la cabeza, estando algunos minutos más en esa postura, pensando.
¿Realmente fue un sueño? Pero....se sintió tan real.....a ver, supongamos que eso fue real, ¿qué sucedió después de ver sus ojos y marcharse? No recuerdo nada después de eso, no sé cómo llegué a mi cama hasta con mi piyama puesto, quizás entré a un trance y fui acostarme maquinalmente y es por eso que no recuerdo nada.....pero no estoy tan seguro....lo único seguro que sé, es que el dueño de aquellos ojos y aquella mirada tan penetrante, pertenecen a mi nuevo vecino, que ni si quiera conozco su nombre.
Después de unos segundos, miré mis manos y me di cuenta que las yemas de los dedos estaban totalmente arrugadas, así que decidí salir de la ducha.
Al momento de salir, me coloqué una toalla en la cintura y otra en la cabeza para poder secarme el pelo. Fui hacia la configuración del aire acondicionado y lo configuré para que tirara aire caliente para temperar el ambiente, que estaba bastante helado.
Me vestí tranquilamente, ya que tenía bastante tiempo para entrar aún, así que me lo tomaba con calma.
Me dirigí hacia el comedor y me di cuenta de que ya no hacía tanto frío, lo que me agradó bastante, para después dirigirme a mi pequeña cocina, la cual está junta con el living y lo único que lo separan es una barra. Al llegar, tomé el hervidor y le eché agua hasta la mitad, para después colocarla a hervir.
De ahí me dirigí hacia la televisión y la encendí, la cual estaba en el canal Space, en el cual estaba viendo la película anoche, no estaban transmitiendo nada interesante o de mi agrado en ese canal así que lo cambie a canales nacionales, los cuales estaban transmitiendo las noticias. Lo dejé ahí ya que era lo más interesante que están transmitiendo a esta hora; de repente escuché el sonido del hervidor que me avisa de que el agua está lista así que me dirigí hacia allá y tomé una taza y me preparé un café y un rico desayuno con huevos revueltos y tostadas con palta.
Mientras comía, comencé a pensar nuevamente en el tema de anoche, pensando en otra posibilidad de lo que realmente sucedió.
Quizás me quedé dormido viendo la película y soñé todo lo que sucedió después, y cuando desperté, estaba medio dormido así que me acosté maquinalmente y por eso no lo recuerdo.....suena bastante lógico, debería dejar de pensar en tonterías.
Cuando terminé de comer, me di cuenta que aún me quedaba café así que tomé mi taza y caminé hasta llegar al sofá, en el cual me senté y comencé a ver televisión.
Mientras veía las noticias, mi celular comenzó a sonar y pude escuchar aquel sonido bastante débil ya que lo tenía en mi pieza. Dejé mi taza en una mesita y caminé hasta mi dormitorio.
Al acercarme pude escuchar más claramente el sonido y al escucharlo, me di cuenta inmediatamente de quien me llamaba, ya que le tenía un tono específico.
Llegué al dormitorio y me di cuenta que lo tenía en mi velador, así que lo tomé y contesté.
- ¿Y tú? - le pregunté - ¿Desde cuándo tan temprano? - dije en tono burlón.
- Siempre despierto a esta hora, lo que me sorprende es que tú estás despierto tan temprano - rió, desde el otro lado de la línea.
- Solo no podía dormir - dije algo molesto - ¿Pero tú anoche fuiste a una fiesta?
- Sep, llegué a las 3 a la casa - dijo feliz.
- ¡¿A las 3 de la mañana?! - le pregunté sorprendido.
Miré de reojo la hora en mi pequeño reloj de mi velador, el cual me indicaba que eran las 7:05 de la mañana.
- ¡Solamente dormiste 5 horas! ¿Te encuentras bien?
- ¡De maravilla! Estoy acostumbrado a dormir poco, pero no te llamo para charlar que se está acabando el tiempo, ¿no hay ningún examen o interrogación para hoy?
- No nada, mañana hay interrogación.
- ¿Enserio? Genial, me quitaste un peso de encima - se le escuchaba aliviado.
- Espera, si hubiéramos tenido examen a primera hora, ¿habrías estudiado ahora?
- ¡Claro! Siempre lo hago - dijo feliz.
¿Enserio? ¡Y siempre tiene buenas notas! Realmente envidio su memoria.
- Bueno, bueno, ¿algo más?
- No, solo era eso, nos vemos en la U y me dices por qué no podías dormir, que es muy extraño porqué eres muy dormilón, adiós - dijo bastante animado.
- Adiós....
Corté y guardé mi celular en mis bolsillos.
Caminé hacia mi mesita y tomé la taza con café y me lo tomé en un dos por tres, ya que estaba algo frío.
Lavé todo lo que había utilizado y cuando terminé, me dirigí hacia el sofá y tomé el control, para después apagar la tele. Miré de reojo el balcón y me di la media vuelta, caminando unos cuantos pasos a mi habitación, para prepararme para la U. Pero después de caminar unos cuantos pasos, paré en seco. Algo me decía que fuera al balcón, así que le hice caso.
Cuando abrí la ventana, la corrí hacia un lado, un viento helado rozó mi rostro, congelándolo completamente, salí y me agarré de la baranda, para después mirar hacia abajo y clavar mi mirada en dónde estaba aquel chico, recordando de nuevo su penetrante mirada.
Después de unos segundos miré hacia el lado y asomé mi cabeza hacia su balcón, mirando hacia su ventana. No pude ver nada ya que estaban las cortinas puestas y solo eso podía observar.
Cuando ya sentí que me estaba congelando hasta los huesos, decidí entrar de nuevo a mi departamento.
Me dirigí a mi habitación y me alisté para ir a la U.
Cuando ya estaba listo, eran las 7:30 a.m., así que no me apresuré para llegar.
Apagué el aire acondicionado y tomé mi bolso, para después salir de mi departamento, colocándole llave.
Guardé mis llaves en mi bolsillo y me dirigí a las escaleras, que estaban al medio y los departamentos alrededor, y comencé a bajar; no me daba problema ya que sólo eran 3 pisos, realmente nada.
Cuando llegué abajo, o sea, al primer piso, estaba desatando el nudo que mis audífonos habían formado por sí solos, así que estaba con la cabeza gacha, lo que hizo que chocara con alguien.
- Lo siento - dije de inmediato, levantando mi cabeza.
Este olor.....
No me respondió, pero al verlo me di cuenta de que era.....¡mi vecino!
Siguió su camino como si nada hubiera pasado. Si lo de anoche realmente sucedió, entonces solo ahora viene llegando a su departamento, ¿qué habrá hecho toda la noche?
Lo había reconocido por su sudadera, también porque traía puesto el gorro y le tapaba sus ojos y porque también había reconocido su olor.....no sé por qué pero así fue.....solamente al oler ese olor, su imagen apareció de golpe en mi cabeza.
Era un olor bastante suave y placentero....muy agradable.
Mientras miraba hacia las escaleras, logré desatar al fin mis audífonos y al darme cuenta de esto, salí de aquel pequeño "trance" en el que había caído y seguí caminando, colocándome mis audífonos y el gorro que tenía mi sudadera, para después colocar música.
*
Después de algunos minutos caminando, llegué a la universidad y seguí caminando hasta llegar a mi salón.
Al llegar, no tuve la necesidad de abrir la puerta ya que siempre está abierta, así que entré y escuche una voz a lo lejos, para después lanzarse encima de mí.
Giré mi cabeza para ver quién era y me di cuenta que era Hayato así que me saqué los audífonos.
- ¿Desde cuándo tan cariñoso? - le pregunté, caminando hasta mi pupitre y como él aún no me soltaba, lo llevé colgando de mi cuello, arrastrándolo.
- ¿No puedo ser cariñoso de vez en cuando? -preguntó con un puchero.
- No, solo es extraño - al llegar a mi pupitre intenté sentarme pero como aún estaba colgado de mi cuello no podía - suéltame - le dije, empujándolo con mi dedo índice en su frente.
- Eso duele - dijo en tono infantil y me soltó al fin, sentándose al lado mío.
Yo igual me senté.
- Hikari, ¿qué pa? -
Hayato fue interrumpido inmediatamente por el timbre y el profesor entró de inmediato, comenzando la clase.
Intuí rápidamente que me iba a preguntar por qué me había despertado tan temprano, pero desde que llegó el profesor no insistió y prestó atención al profesor.
*
Ya a mitad de clases, más o menos, no había podido concentrarme en toda la clase. No podía evitar pensar en lo de ayer, era algo ilógico pero se sintió tan real.....difícilmente podía ser un sueño.
- ¡Hey Hikari! - me llamó por lo bajo Hayato, para que el profesor no escuchara.
- ¿Eh? - exclamé, dándome cuenta que me llamaba - ¿sí? - lo miro.
- Hace bastante rato que te estaba llamando, andas en la luna, ¿pasó algo? - se le escuchaba algo preocupado.
- No.....nada - desvié mi mirada hacia el pizarrón y comencé a escribir lo que había terminado de escribir el profesor.
No le puedo decir, no me va a creer o me dirá que solo fue un sueño y que no le preste atención.....aunque es lo que cualquiera me diría después de todo y es lo que yo también diría pero su hubiera visto o sentido aquella mirada se daría cuenta que no fue un simple sueño....
Suspiré profundamente y continué escribiendo, intentando sacarme el tema de mí cabeza.
*
- ¡Hikari! - me habló una voz aguda, claramente era una mujer.
Dejé de mirar a la nada y clavé mi mirada en la que me llamaba.
- ¿Si? - le pregunté.
- ¿Te gustó o no? - me preguntó impaciente.
- ¿Qué.....Qué cosa? - le pregunté, confundido, no entendía para nada a lo que se refería.
- ¡El libro! ¡El que te pasé hace unos días! - me dijo, en un tono irritado.
Miré a mí alrededor y me di cuenta de que estábamos en el comedor, sorprendiéndome por unos segundos. No recordaba de cómo había llegado aquí y cuando.
- Desde que salimos del salón me di cuenta que andas en tu propio mundo y no has hablado nada en todo el rato, ¿te sucedió algo? - me preguntó, preocupada.
Ella es Akari Kaneko, me hice amiga de ella gracias a Hayato.
Es muy callada, calmada y observadora, pero cuando tiene que hablar o manifestar una inquietud, lo hace, no se queda callada, sino, habla sin vergüenza. Lo que más le gusta es leer, no muchas veces he ido a su casa y su habitación estaba llena de libros por todos lados, además ella no vive sola, vive con sus padres.
Tiene el pelo largo pero siempre lo trae recogido, con una coleta de lado y lo demás de pelo suelto, color rosado bastante claro; sus ojos son rosados claro, del mismo color de su pelo; tiene 22 años pero es bastante pequeña para su edad, mide 1,65; es bastante pálida; siempre usa grandes sudaderas, si son más grandes que ella, mejor aún.
Todos los demás asintieron con la cabeza y me miraron atentamente, esperando una respuesta.
Sentí un leve sonrojo y comencé a colocarme nervioso.
Me conocían desde hace 4 años, la mayoría, soy un muy mal mentiroso así que se darían cuenta de inmediato y al final les tendría que decir lo que me sucede, lo que hará que la mayoría se ría de mí.
El único que me podía sacar de esta situación, era Hayato, así que lo miré de reojo, para que nadie se diera cuenta y le dice un gesto con los ojos, el cual entendió de inmediato y me ayudó.
- Jodieron chicos, no me ha dicho nada a mí desde esta mañana - dijo Hayato, para después comer un pedazo de su almuerzo.
- ¿Enserio? - preguntó otra chica del grupo - entonces a nosotros menos nos dirá - dijo desanimada.
- Realmente, no me pasa nada - les dije, fingiendo una sonrisa.
- ¡Mentira! - me dijo la misma chica, levantándose de su asiento y acercándose a mí, por detrás, agarrándome del cuello y me restregó su puño en mi cabeza.
- ¡Está muy claro que mientes! - dijo caprichosa.
Ella es Hana Nagai, ella es la primera amiga que tuve en la universidad.
Es lo contrario a Akari, con eso, lo digo realmente todo. Es muy gruñona pero también muy amistosa y amigable. La verdad en este grupo la mayoría son todos diferentes entre sí, las personalidades y los gustos pero quizás es por eso mismo que todos nos llevamos muy bien.
Tiene el pelo largo pero la mayoría de veces igual lo traía recogido, con dos coletas a los lados pero bajar, color negro obscuro; sus ojos eran del mismo color de su pelo, negros como la noche; tiene 25 años y mide 1,69; es trigueña, es decir, su piel no es blanca ni tampoco morena, está por ahí al medio de los dos.
- ¡Hey! Eso duele -me quejé.
Estuvo unos segundos así hasta que tocó el timbre, el cual indicaba que teníamos que volver a clases.
- ¡Esta vez la campana te salvó! - me soltó y antes de alejarse de mí, me dio un pequeño golpe en la cabeza, para después irse.
Todos en la mesa que estábamos nosotros, y en las demás mesas, comenzaron a levantarse para asistir a clases.
Yo igual me levanté y tomé mi bolso.
- No comiste nada - me dijo Hayato, cuando ya todos en nuestra mesa se habían ido.
- Si....es que me duele el estómago - mentí, intentando que sonara creíble, pero al ver su expresión, me di cuenta que no se lo había creído.
- No te obligaré a decírmelo, pero cuando quieras desahogarte, llámame - dijo serio.
Asentí con la cabeza y él al ver esto, tomó su mochila y salió del comedor.
Yo me coloqué mi bolso y fui hacia mi última clase.
*
Ya había tocado timbre para salir, así que tomé mis cosas y salí de la U.
Los días jueves siempre salgo temprano, a las 2 de la tarde exactamente, así que tenía toda la tarde libre.
Hayato aún no terminaba las clases ya que tenemos horarios diferentes, él sale mañana a esta hora y yo salgo más tarde, ya que tomamos algunos ramos diferentes.
Hoy Hayato no pudo preguntarme nada, en clases evité a toda costa que pudiera y en recreo siempre había alguien con nosotros así que le fue imposible hacerlo, pero tarde o temprano me lo preguntará y no podré huir....
Antes de colocarme los audífonos, desvié mi dirección y decidí ir a la biblioteca a estudiar ya que en mi departamento me aburriría demasiado. Además no tengo internet así que mis dudas las puedo hacer en los pc de la biblioteca ya que a veces me da flojera buscar los libros.
Aún quedaba bastante camino para llegar así que me coloque los audífonos y comencé a escuchar música, colocando Kuusou Forest de ShounenT, la cual es mi favorita. A mí me encanta la música tranquila, la cual hacía que me desconectara completamente de mí alrededor, lo cual me encanta.
Nota de la autora: si les interesa saber cuál es la canción, se las dejo arribita :3
Mientras caminaba, algo cayó encima de mi nariz, se sentía helado, no era una gota, era algo blanco. Saqué la mano derecha del bolsillo de mi chaqueta y tomé lo que tenía, volviéndose agua en mi mano.
Al verlo, inmediatamente una palabra se me cruzó en la mente, así que miré hacia el cielo y comprobé mis sospechas.
- Nieve..... - dije en un leve murmullo.
Podía ver como pequeños puntos blancos caían del cielo. Se veía realmente hermoso pero no me sorprendía, ya que siempre nevaba en este lugar.
Me coloqué el gorro de la chaqueta para no llenar mi pelo con nieve y nuevamente guardé mis manos en los bolsillos, siguiendo mi camino.
UNAS HORAS DESPUÉS.
Ya estaba caminando en dirección a mi departamento, estaba bastante obscuro ya que era tarde, las 7:30 p.m. más o menos.
Estaba escuchando música, entonces de repente mi celular comenzó a vibrar, avisándome de que alguien me llamaba, contesté.
- ¡Bastante te demoraste! - me retó, desde el otro lado de la línea.
- ¿Me habías llamado antes? - pregunté sorprendido, reconociendo inmediatamente la voz de la persona que me llamaba.
- ¡Muchas veces! - dijo enojado.
- Lo siento, lo tenía en silencio - reí levemente - ¿qué sucede?
- Te quería invitar a una fiesta ya que hoy en la U no te veía muy animado....¡pero no contestabas nunca!
- Hayato, sabes que odio las fiestas, además ya estoy bien, estar en la biblioteca me distrae bastante, ah y gracias por la salvada de hoy.
- ¡Eso no es divertido! - chilló - de nada, me debes una grande - dijo alegre.
- Sí, sí, haré lo que quieras, espera, ¿aún estas en la fiesta? No se escucha música ni nada.
- Lo que quiera eh.....tengo que pensarlo muy bien - dijo con una voz siniestra - ah sí, es que estoy en el baño.
- Creo que no debí haberlo dicho - susurré - no me digas que estas....
- Sip - me dijo, ignorando lo primero que había dicho, parece que no escuchó - estaba meando y pensé en llamarte - dijo en tono feliz.
- ¡¿Aún estás meando?!
- Ah, sí, pero ya estoy por-
- ¡LLAMAME EN CUANTO TERMINES! - le grité enojado para después cortarle.
¡Siempre hace lo mismo! ¡Pero qué asqueroso!
Después de cortar, la música comenzó a sonar nuevamente y seguí mi camino, con algo de asco, imaginándome a Hayato meando.
UNOS MINUTOS DESPUÉS.
Ya estaba fuera de mi departamento. En los demás departamentos no se escuchaba ruido alguno, todo era tan tranquilo, por eso me encanta vivir aquí, ya que todos son ya mayores de edad y tranquilos.
Saqué las llaves del bolsillo de mi chaqueta y abrí mi puerta, para después entrar.
Estaba bastante obscuro, así que después de cerrar la puerta, caminé hasta mi habitación y al llegar, tiré mi bolso a mi cama.
Estoy muriendo de hambre así que antes de cambiarme, decidí hacerme algo de comida primero así que me dirigí a la cocina.
Cuando llegué, escuché un leve ruido en mi balcón, dirigiendo mi mirada rápidamente hacia allá.
Las cortinas estaban abiertas, dejando que la luz de la luna penetrara los visillos que tengo. Al mirar atentamente, me di cuenta que los visillos se movían ligeramente abajo, así que me dirigí hacia allá y me di cuenta que la ventana estaba entreabierta.
- Que extraño.....juré que la había cerrado en la mañana - susurré, cerrándola y colocándole pestillo.
Pero antes de poder cerrar las cortinas y poder encender la luz al fin, alguien me agarra por detrás y me tapa la boca con su mano derecha, para que yo no pudiera gritar y agarró mis dos muñecas con su mano libre, colocándomelas en la espalda.
Intenté rápidamente zafarme de su agarre pero era imposible, era mucho más fuerte que yo, y en la lucha, pude sentir que era bastante más alto que yo y que era un hombre, lo cual lo deduje por su altura y musculatura de su cuerpo.
Me comencé asustar y alterar.
¡¿Es un ladrón?! ¡¿Qué quiere de mí?! ¡¿Voy a morir?!
Muchas preguntas me bombardearon mi cabeza en ese momento y ninguna tenía respuesta, que era lo peor.
Lo único que me quedaba era gritar pero por más que gritaba lo más fuerte que podía, apenas se podía escuchar.
De repente, una idea pasó fugaz por mi mente y me iluminó, era mi última esperanza, si no logro esto......estoy más que jodido. Intenté zafarme de su agarre nuevamente, para distraerlo, y mientras hacía eso, levanté mi pierna hacia atrás para poder pegarle en la entrepierna pero él rápidamente, como si estaba esperando a que hiciera eso, detuvo mi golpe seco con su pierna izquierda, dejando la mía en la misma posición de antes.
- Tranquilo - me susurró al oído.
Su voz era fría y seca, tan solo escucharla hizo que sintiera un escalofrío recorrer por todo mi cuerpo.
Yo no me podía calmar......¡¿CÓMO LO VOY HACER SI QUIZÁS PUEDO MORIR?!
Comencé a respirar rápido, ya que tengo mucho miedo, así que él me empujó hacia atrás, para luego empujarme fuertemente hacia la pared, sin soltar mis muñecas, esta vez afirmándolas encima de mi cabeza, y sin dejar de taparme la boca.
En ese momento juntamos miradas.
Al verlo a los ojos, abrí los míos como plato y pude sentir como se me ponía la piel de gallina.
Eran esos ojos.....tan rojos como la sangre que me observaban detenidamente y podía sentir como veían dentro de mí, mis emociones y pensamientos, como si fueran tan claros como el agua.
Tragué saliva.
- Si te calmas, te dejaré hablar - pronunció seco.
Ignoré por unos segundos lo que me había dicho, ya que seguía viendo sus ojos, muy sorprendido.
A veces, cuando uno ve a las personas a los ojos por algunos segundos puede llegar a sentir o intuir lo que ellos sienten en ese momento, me ha pasado varias veces con Hayato y siempre he acertado pero con él......es diferente, sus ojos....no transmiten nada, ni enojo, ni sufrimiento....nada, están vacíos. La expresión de su rostro me decía que estaba bastante calmado y sereno pero sus ojos, son un laberinto muy enredado para mí.
Luego de hacer esta observación, lo que duró solo segundos, intenté calmarme para solamente hacerle una pregunta, que reinaba en mi cabeza. Comencé a respirar más lento que antes, casi llegando a lo normal, pero aún podía sentir como mi cuerpo temblaba levemente y podía sentir caer las gotas de sudor frío por mi frente.
Poco a poco, él comenzó a sacar su mano de mi boca, hasta que ya no había ningún contacto entre los dos.
En ese momento tomé una bocanada de aire y la exhalé lentamente; haciendo todo lo dicho anteriormente sin despegar mi mirada de él y él de la mía.
Tenía muchas preguntas que hacerle pero, como había dicho antes, la que más reinaba en mi pequeño cerebro, era la más simple.
- ¿Q-Que....? - tartamudee y apenas pude pronunciar por el miedo - ¿Q-Que......Que es lo que......eres?
Wooola!>:D lo siento la tardanza TuT pero al fin pude terminar este capítulo que ojala sea de su agrado ^-^ el próximo estará en 3 semanas más :3
Adiós y cuídense ^w^
¡Gracias por leer, votar y comentar!
¡Saludos!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro