Caminaba cansado hasta mi departamento. Hoy no tuve clase en la tarde ya que un profesor faltó, así que puedo volver a casa temprano.

Mire la hora en mi celular, "4:25 p.m." realmente era muy temprano de lo que acostumbraba.

Corría una pequeña brisa que chocaba en mi rostro, no me molestaba para nada, lo que me molestaba era el frio que había. En este pequeña ciudad acostumbra a estar siempre helado, en el verano no pasa los 20º Celsius. Ya que hace bastante frio, llevo un abrigo y una bufanda para poder mantener el calor en mi cuerpo.

Podía presentir que pronto comenzaría a nevar, así que apresuré el paso.

Mi nombre es Shimizu Hikari, tengo 23 años y estoy en cuarto año de la universidad estudiando medicina. Mis ojos son color verde oscuro y mi cabello color castaño.

Se preguntarán por mis padres....bueno, ellos murieron hace unos años y no tengo más familia así que me quede completamente solo. Me salve gracias a Hayato, él es un buen amigo, me acogió en su casa hasta que pudiera encontrar trabajo y quedarme estable en algún lugar.

Mi personalidad.....la verdad ni yo sé cómo me comporto, algunas veces creo que ni siquiera me conozco. A veces pienso que soy un libro abierto, todos conocen cosas de mí que ni yo me había dado cuenta.

Me di cuenta que ya me faltaba una cuadra para llegar a mi departamento cuando alguien me llama.

Abrí mi celular y sin mirar el nombre, conteste.

– ¿Si?

– Oye Hikari, ¿por qué no vamos por unos tragos? Ya que nos soltaron temprano, la noche es joven – se le escuchaba entusiasmado.

– Hayato.......sabes, mañana tenemos clases a primera hora así que no te quedes por tanto tiempo, yo prefiero descansar en casa.

Desde hace mucho que no terminaban las clases temprano, es mi momento de aprovecharlas durmiendo.

– Bien, como quieras, pero si te arrepientes, puedes venir al bar Chelsea, estaremos ahí – rió para después colgar.

Cerré mi celular y lo guarde en mi cartera del pantalón.

Ese tipo no cambia, estamos en mitad de año y solamente se preocupa en salir a tomar, no entiendo como siempre se saca buenas notas.

Su nombre completo es Yoshida Hayato es mi único amigo desde que éramos muy pequeños. Él está estudiando medicina igual que yo y estamos en la misma clase, bastante suerte tuvimos para quedar en la misma clase.

Su personalidad.......realmente es muy hiperactivo y flojo al mismo tiempo, a veces un poco irritante y molesto, la verdad siempre es así pero me he podido acostumbrar.

Venía mirando hacia al frente pero mi mente andaba en la nubes, de repente volví en mí, por así decirlo, y me di cuenta que ya había llegado.

Mi departamento está en el piso 3, no tiene una gran vista pero es el más barato que encontré así que solamente me puedo conformar con eso.

Realmente gracias a mis padres puedo estudiar esta carrera, vengo de una familia "clase media" así que cuando salí del liceo, pensé que iba a comenzar a trabajar de inmediato pero mis padres insistieron en que siguiera estuadiando y que yo no me preocupara de nada, ellos me iban a pagar gratis......cuando murieron en un accidente de tránsito, me dejaron en mi cuenta bancaria más de 2 millones de dólares que habían ahorrado desde que yo nací para cuando lo necesitara....realmente fueron unos buenos padres.

Pensaran que si tengo bastante dinero, me podría comprar un lujoso departamento y esas cosas pero no me gustan los lujos y en el departamento que estoy viviendo ahora es suficiente.

Ya había llegado al piso 3 y ya estaba al frente de mi departamento; iba a abrir la puerta cuando escucho mi nombre.

– ¡Hikari!

Me di la media vuelta y me encuentro con 3 vecinas, ya pasadas de los cincuenta, se acercaron a mí, ya casi corriendo.

– Hola – sonreí levemente – ¿Pasa algo?

– Hola, bueno....no.....la verdad...si....

– Yo le digo – le interrumpió una de ellas – hoy se mudó un nuevo inquilino.

– ¿Mh? ¿Quién es?

– Nadie sabe, llego y se encerró, pero dicen que es más o menos de tu edad.

– Oh....bien por él, después le daré la bienvenida – me di la media vuelta e iba a abrir la puerta, pero una de ellas me detiene agarrándome del brazo.

– Es que.....queremos que nos hagas un favor...

Suspiré.

Realmente estoy cansado para estar haciendo estupideces.....pero....no puedo decirles que no.

– ¿Qué es lo que necesitan? – me di la media vuelta y las mire sonriente.

– Queremos que le des este queque de parte de nosotras – extendió sus manos, en las cuales tenía el queque, y esperaba a que yo lo tomara.

– ¿Ahora? – pregunte cansado.

– Si – dijeron al unísono.

Ella tres eran bastantes tímidas, así que siempre cuando se va alguien o se muda alguien, me mandan a mí para recibirlos o despedirlos.

Me saque la mochila y la deje a los pies de la puerta, para después tomar el queque.

– ¿Cuál es su departamento?

– Es aquel – me dijo apuntando un departamento que estaba al lado mío.

Somos vecinos, espero que nos llevemos bien.

Me acerqué al departamento y toque la puerta 3 veces.

No había respuesta.

Nuevamente toqué la puerta y esperé unos minutos pero nada.

– ¿Realmente está aquí? – giré mi cabeza y las miré, ya que estaban detrás mío.

– Si, no lo vemos salir desde que llegó.

Miré nuevamente hacia el frente y acerqué lentamente mi oreja a la puerta, para intentar escuchar algo.

Podía escuchar pasos y arrastramientos de cajas, eso significaba que estaba en el departamento, entonces ¿por qué no abre?

Volví a tocar, esta vez, lo comencé a llamar.

– ¡Hey! Sé que estas adentro, abre.

De repente, abre la puerta, dejando ver quién era el inquilino, bueno la verdad, dejando ver parte de él, ya que llevaba la gorra de su sudadera puesta, formando sombra y solamente su boca era lo único que la sombra de la gorra no tapaba.

Era un poco más alto que yo. Llevaba una sudadera negra y unos jeans azulados.

– ¿Qué quieres? – pregunto frío y cortante.

– Quería darte la bienvenida y quiero que recibas este queque de parte de ellas – sonreí y extendí las manos para que él tomara el queque.

Miró detrás de mí, para ver de quien yo estaba hablando y después volvió a su postura.

– No necesito nada de ustedes, además odio las cosas dulces – dijo frio.

– Aún así, me gustaría que lo aceptaras de todas-

De un momento a otro, el queque pasó de estar en mis manos a estar en el piso. Él lo había tirado de mis manos.

Abrí los ojos como plato al ver su reacción, nunca pensé que actuaría así.

– No vuelvan acercarse a mí, ¿les queda claro? – se le podía escuchar en su voz que estaba irritado.

Aún me encontraba atónito por lo que había sucedido, pero después de unos segundos, fruncí el ceño.

– ¡¿Cómo te atreves a?! –

No alcancé a decirle todo lo que pensaba ya que cerró fuertemente la puerta en mi cara.

Después de otros segundos, me calmé y suspiré. Me di la media vuelta y pude notar que las tres estaban bastante sorprendidas por lo que había sucedido.

- Hostil, no se acerquen – me limité a decir.

Caminé hacia la puerta de mi departamento y tomé mi mochila, para después entrar a mi departamento.

¿Y ese quien se cree? Que malagradecido.

Me dirigí hacia mi habitación, ya que solo quería dormir. Cuando llegué, dejé mi mochila en el suelo, me acerqué a la ventana y la abrí un poco para después dejarme caer en la cama, mirando hacia el techo.

¿Qué le pasa? Solamente queríamos darle la bienvenida y él nos trata de esa manera.

Una agradable brisa movía mi cabello. Aunque hacía frio se sentía tan bien.

Lentamente comencé a cerrar los ojos, quedándome completamente dormido.

*

Abrí rápidamente los ojos, ya que mi cuerpo estaba temblando completamente. Me levanté de golpe de la cama y cerré la ventana. Suspiré y al hacerlo, pude ver claramente el vapor que salía de mi boca.

Me estiré y caminé hacia el comedor.

Encendí las luces, ya que estaba bastante obscuro, y cerré las cortinas, para después encender el aire acondicionado ya que hacia bastante frio en el departamento.

Mire la hora en el reloj de la pared, "10:45 p.m."

- Que flojeeeeraa cocinar a esta hooraaa – me quejé casi gritando.

Me dirigí a un pequeño mueble que estaba en la cocina y saqué un ramen instantáneo. Herví un poco de agua y se lo eche al ramen.

Me fui a sentar al sofá y encendí la televisión.

Mientras comía el ramen, miraba la película "El Cienpies Humano"

- La película bizarra – alce una ceja.

Nota de la autora: Quienes la hayan visto, lo entenderán y me entenderán QwQ

Cuando terminé de comerme el ramen, apagué la televisión porque no estaban dando nada interesante.

Me dieron ganas de tomar café así que me preparé un café bien cargado. Cuando ya estaba listo, fui a mi balcón, aunque hiciera frio.

El cielo estaba completamente despejado, sin ninguna nube y había luna creciente, era hermosa.

Mire el balcón de mi vecino, como estaban bastante apegados podía ver fácilmente hacia dentro. Estaba completamente obscuro asi que no podía ver nada.

¿Estará en casa? Me parece que no.

Seguí mirando el cielo y las estrellas, hasta que se me acabó el café, asi que me decidí ir a dormir. Cuando estaba a punto de cerrar la puerta de la ventana, escuché abrir la ventana del balcón de mi vecino, asi que me detuve de golpe.

Tenía muchas ganas de decirle todo lo que me había callado antes.

Abrí un poco más la ventana y miré escondido hacia el balcón.

Ahí estaba él parado mirando hacia arriba con el gorro de su sudadera puesta.

Cuando volví a salir para decirle todo lo que tenía en la garganta, se acercó a la baranda del balcón y se dejó caer hacia abajo.

– ¡CUIDADO! – grité corriendo rápidamente hacia el barandal.

Eran 3 pisos, igual era bastante, para una persona normal sería grave, pero cuando lo vi estaba completamente bien, no le había pasado nada.

Por el grito se dio cuenta que estaba mirándolo así qué giró su cabeza y me miró.

Entre la sombra que provocaba su gorro en su rostro, podía ver dos grandes ojos color rojo que sobresalían en aquella obscuridad.

Quedé atónito por lo que estaba viendo.

¿Aún estoy dormido?.....no....esta es la vida real....

Dejó de mirarme y desapareció sin dejar rastro.

¿.....Pero qué demonios......?

Holaaa:3 bueno, tuve unos contratiempos pero al fin pude publicar el capi <3 ojala que les haya gustado y nos leemos en el próximo ;3

Adiós y cuídense ^w^

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¡Saludos!

Imagen de Hikari.