Parte única
Los días son de todos, como el aire, como la Luna; no hay excepción. Ciertamente, a la vida no le importa si eres el hijo de la alcaldesa, como lo es Kim Namjoon, cuya forma retorcida de hablar y su uso de palabras soeces supera incluso al más instruido en dicha ciencia. No le importa si eres un miserable panadero (porque es así como se siente: miserable) al igual que Kim Seokjin, quien bebe para olvidar y olvida para beber. Tampoco se preocupa de personas insustanciales como el barman Kim Taehyung, cuya presencia atrae e intimida, como las bebidas que prepara. Las cosas nunca son sencillas en esta ciudad, Sef.
Sin embargo, quizá a la vida sí le importe alguien, alguien con el cabello del color del Sol y mejillas dulces, alguien como Park Jimin. De sus amigos ya mencionados es quien tiene más suerte. Entre ellos hablan de eso, divagan un poco debido a las bebidas y en pleno atardecer porque, claro, el día es de todos.
"¡Se va directo a Hollywood el cabrón!" Grita Namjoon, alzando el vaso que sostiene, medio vacío y medio lleno, que Taehyung se encarga de atender con una sonrisa casi completa, como su bebida.
"Oye, ¡Kim!" Grita alguien, entrando a trompicones al establecimiento. Los tres voltean, aunque no necesitan hacerlo; ya saben de quién se trata.
"¿Siempre vas a hacer lo mismo cada vez que nos veamos?" Pregunta Seokjin, con una mueca entre cansada y divertida.
"Cada jodido día, Jin. No cambia el desgraciado" Responde Namjoon antes que el de cabello rubio y ojos cafés tenga oportunidad de hacerlo.
Cuando Namjoon observa al panadero, nota que este tiene una que otra migaja de pan alrededor de sus labios que, seguramente, su buena mujer le ha obligado a comer. No le hace gracia, pero al menos se alegra de que haya quien se preocupe por su guapo amigo.
"Hombre, tienes pan" Dice, como quejándose. El de mechas platinadas comienza a sonrojarse y Namjoon conoce el proceso, pero se permite disfrutarlo mientras dure. No es mucho, Seokjin no es de los que se avergüenzan. Muy pronto ya tiene una respuesta mordaz.
"Quítamelo, entonces" Le bromea y el otro Kim, el que ha iniciado todo, piensa bien antes de hablar. Se acerca, entonces, dejando el vaso sobre la barra y pone su mano derecha sobre el muslo de su amigo.
"¿Es eso lo que quieres?" Está arriesgando mucho, y lo sabe. Taehyung entra en su rescate. Jimin solo observa.
"Ya, déjalo ser. Otra ronda, va por la casa" Anuncia el pelinegro, y los dos Kim y Jimin le sonríen satisfechos. Al menos, eso parece.
Dicho eso, empiezan a parlotear. Taehyung les cuenta que su chico, o el aspirante a serlo, se ha caído aprendiendo a manejar moto. Explica que no sabe cómo, pero que le agrada que esté intentándolo, teniendo en cuenta su fascinación por los motociclistas.
Cuando Taehyung habla de Hoseok, la mayoría tiende a no opinar demasiado, pero no por eso el pelinegro deja de sentirse orgulloso de contarles sobre él. Hay razones, distintas entre los tres, que les impiden comentar demasiado, pero la principal y común es el temor.
Después, cada uno se anima a contar sus propias miserias. Namjoon habla de su primo Jungkook, quien ha conseguido irse a Estados Unidos con ayuda de su madre para actuar en una película de Tarantino. Está orgulloso de él, pero lo hace sentir insignificante; él apenas y ha terminado el quinto semestre de la universidad.
Como buenos amigos que son, tratan de hacerlo sentir mejor. Sucede en el turno de Seokjin. Les cuenta que el negocio no va bien, que su esposa es cada vez más difícil de lidiar y que no ayuda la presión que ponen sus padres para que finalmente tengan hijos.
"Eso es jodido" Le dice Namjoon, disimulando. "Pero, hombre, seríamos buenos tíos" Recibe un codazo por su comentario, pero sonríe a cambio porque puede ver que Seokjin se ha relajado.
"Nunca dejaría a mis hijos con ustedes. Menos contigo, cabrón" Dice entre risas y bebidas. Namjoon sonríe de nuevo, más si es posible, porque siempre es agradable y extrañamente reconfortante escuchar a Seokjin maldecir o usar algunas de sus palabras.
Finalmente, llega el turno de Jimin. Los tres le miran curioso, porque aunque parece ser el que tiene mejor vida de todos, alguna razón tiene para reunirse con ellos. La cuestión está en que Jimin es bueno escondiendo cosas. Él no habla de lo mal que está su matrimonio, ni lo complicado que ha sido la convivencia con su esposa y mucho menos las peleas que tienen semanal o interdiariamente, dependiendo de cuánta suerte tenga de su lado. No les dice que lleva separado (no divorciado, como él quisiera) de su mujer casi tres meses, pero que no lo han anunciado públicamente porque ella es una famosa modelo y volverse centro de una polémica no está en sus planes. En su lugar, saca algo del bolsillo de su pantalón.
"¿Es lo que creo que es?" Taehyung es el primero en cuestionar y Jimin asiente orgulloso, haciendo las llaves sonar.
"Me lo ha regalado mi abuela y le he puesto Kitt" Menciona y todos estallan en carcajadas. "Ya, búrlense lo que quieran. Ustedes no tienen auto siquiera".
"Si tuviera uno, no le llamaría Kitt" Responde Namjoon y los otros le dan la razón, asintiendo. Jimin no les hace caso. Él está feliz con Kitt. Es cómodo, le ayuda en todo y puede hablar con él sin ser juzgado.
Claro, eso no impide que las burlas continúen. Seokjin dice que en caso llegara a tener hijas y estas tuvieran bicicletas, también tendrían nombres y, bueno, quizá no es lo más gracioso que ha dicho, pero se ríen como si lo fuera.
Cuando el reloj marca las 8, Seokjin ya ha recibido más de tres llamadas por parte de su esposa y Jimin, aunque no tiene ninguna, sabe que tiene un sermón esperándole en casa.
"No se supone que eso sea lo primero que piense al volver" razona para sí mismo, pero decide dejarlo ahí.
Se despiden como siempre, prometiendo verse pronto. Todos saben que su pronto es en un día o dos, pero nadie lo dice en voz alta; no es necesario. El rubio sale del lugar, sin mirar atrás y con una sonrisa en el rostro. La noche, para él, está por comenzar.
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Jimin abre la puerta de la oscura habitación, como lo ha venido haciendo desde hace unos dos meses ya, anticipando lo que encontrará adentro en esa oscuridad tan familiar.
Entonces, lo ve.
La vida puede haberlo jodido un poco, pero frente a él está el único motivo por el cual sigue en esta ciudad tan ociosa. Su motivo tiene nombre y apellido, así como unos labios que saben a pecado pero que sin duda le han llevado al cielo, o al infierno, más de una vez.
"Llegas temprano" Habla su motivo. Jimin cierra la puerta, mordiéndose el labio inferior para evitar sonreír ante el tono expectante del otro.
"Ha sido maniobra de Kitt" Le responde, aún sin dar un paso hacia adelante. Decide recostarse sobre la puerta, pasando una mano para despeinar su cabello. El otro suelta una carcajada desde donde está, sentado al borde de la cama y con una copa en mano.
"Tu auto, claro" Jimin asiente feliz. Él lo sabe. Ellos no se ocultan nada, no creen que sea posible ocultar algo más que ellos mismos. "¿Vas a saludarme o quieres que lo haga yo?".
Jimin decide tentar su suerte, tratando de ver si puede llegar a colmar la paciencia y el autocontrol de su amante, y no responde, sino que suelta una risita. El pelirrojo gruñe y deja la copa sobre la mesa que hay al lado de la cama y prácticamente salta hacia donde está el de cabellos dorados.
No dice nada y lo besa, acorralándolo contra la puerta. Jimin le corresponde, como lo hace siempre que se encuentran, y deja que el más alto sostenga sus manos sobre su cabeza.
"Yoongi" Jadea entre el beso, porque su cuerpo reacciona no solo ante el calor que lo cubre, sino ante el nombre de quien lo desprende. El pelirrojo se separa apenas, con el labio del otro entre los suyos, mordiendo ligeramente.
"Dime, precioso" Murmura sobre su boca y mirándolo directamente. Jimin siente sus rodillas flaquear al ver su mirada cargada de intensidad y deseo.
"Quiero tenerte en mi boca".
"Oh, cariño, no hace falta que lo pidas" Le responde y lo lleva hacia la cama. Jimin cae en ella y Yoongi aprovecha en observarlo, apreciarlo, desde donde está.
El rubio le sonríe ladino, empezando a desvestirse frente al otro, porque así le gusta. Lo ve mover sus labios y sabe que está maldiciendo, y gime por eso; es algo que le gusta de él: sus reacciones. Él no siente vergüenza porque Yoongi nunca le ha mentido y sabe que no hay forma de que sus ojos lo hagan ahora, él realmente lo desea. Por eso quizá ha tomado el gusto de desnudarse frente a él, le gusta sentirse observado y deseado.
Una vez sin nada que le cubra, Jimin se desliza de la cama para arrodillarse frente a su amante. Yoongi le mira confundido, pero el menor solo le guiña antes de acercarse y rozar su mejilla contra el notorio bulto del mayor, disfrutando la calidez contra su piel.
"Bebé, por favor, no me hagas esto" Farfulla apenas, luchando consigo mismo en una batalla inútil. Jimin le ignora y aprovecha en, lentamente, deshacerse del pantalón y la ropa interior del otro. Cuando queda expuesto, Yoongi gruñe al sentir el aliento de su hombre cerca a su miembro. "Usa tu boca, precioso" Instruye, como si fuese un novato. Jimin no tiene problema en acatar lo dicho mientras siente cómo Yoongi comienza a masajear su cabello.
Delinea la punta con su lengua, jugando, y luego llena su boca lo más que puede del otro. Es algo complicado porque su amante no es pequeño ni mucho menos delgado, sin contar el hecho de que está casi totalmente erecto.
Tiene cuidado de no rozar sus dientes y sigue con su trabajo, sintiendo tirones en su cabello por parte del mayor, quien maldice por lo bajo. Va profundo y hace ruido porque él disfruta tanto de esto. Su propio pene está palpitando, suplicando por atención.
Jimin continúa y varía el uso de su lengua, rodeando el glande y cubriendo lo que su boca no puede con sus manos. Yoongi gime con satisfacción, alentándolo desde arriba, y Jimin quiere sonreír al ver la expresión que trae su amante. Está orgulloso de ser quien pueda desarmar su máscara de serenidad constante y es egoísta porque quiere guardar para él la forma en la que el sudor se forma en el cuello pálido del pelirrojo y las maldiciones que suelta acompañadas de su nombre.
"No creo poder soportar más, Jimin-ah" Le avisa, pero eso no detiene al rubio, sino que parece motivarlo más. Es cuando Yoongi baja la mirada y ve los gruesos labios de su hombre envolviéndolo, sus mejillas rojas, las clavículas del chico expuestas y la curva de su trasero al aire, es cuando él jala de su cabello en un acto involuntario que hace que Jimin eleve su mirada, aún succionando, que se deja ir.
El rubio toma todo lo que puede y hace un esfuerzo por retener algo en su boca. Se separa apenas, solo para mirar hacia arriba y ver a Yoongi jadear. Jimin vuelve a rozar su mejilla contra el miembro del otro, exigiendo atención. El pelirrojo se la da y Jimin puede ver que sus ojos oscurecer al ver el líquido blanquecino que aún tiene en su boca.
"Vas a ser la causa de mi muerte, bonito" Dice antes de asentir, porque sabe que es lo que Jimin quiere, y gime no tan bajo al verlo tragar su esencia.
Yoongi sabe que debe hacer algo por su amante, así que con cuidado se agacha y le besa lento, probándose a sí mismo en el camino. Murmura un suave "cama", mientras se deshace de sus prendas con un poco de ayuda del rubio.
No es sorpresa para ninguno de los dos que muy pronto Jimin se encuentre bajo el cuerpo del mayor gimiendo por la fricción entre sus miembros que el otro dirige a su ritmo mientras aprovecha en besar su cuello y clavículas, sin marcarlo.
"Yoongi" Llama apenas y este detiene el vaivén por un momento, aunque sin dejar de guiar su mano derecha envolviendo el grosor del más joven, masturbándolo al ritmo que, conoce bien, su chico disfruta. "Ah... Por favor, hazme llegar" pide. Entonces, Yoongi maldice, porque al parecer hoy no podrá joder a su precioso hombre, pero luego trata de disipar la decepción al recordar que, cuando Jimin pide eso, lo recompensará de otra manera aún más placentera.
"Por supuesto, cariño" Le responde antes de pensarlo demasiado y se queda viendo al rubio, sus labios rojos entreabiertos y jadeando por él. Eso le anima: está así por él. Sigue con sus movimientos, pasando su pulgar por el glande del otro y es bien recibido con un gemido que el menor ni siquiera se esfuerza por ocultar. Eso le hace sonreír y le besa, atrapando sus jadeos y gemidos. No tarda en sentirlo llegar y le anima, soltando un "Córrete para mí" que termina con el otro.
Yoongi sonríe, satisfecho, al ver las manos de su chico arrugando las sábanas con los ojos cerrados, eso acompañado de la vista maravillosa que tiene de su pecho al subir y bajar, cubierto de sudor. Luego limpia con su lengua el semen que ha llegado a su mano, bajo la atenta mirada de Jimin.
"Ven aquí" Le dice este, al parecer ya reuniendo fuerzas para decir algo coherente, y Yoongi hace caso, sintiendo los brazos del más bajo rodear sus cuello y jalarlo hacia él. Trata de no dejar caer todo su peso sobre él y le besa, ganándose un par de mordidas traviesas.
"Me encantas tanto" Le dice entre el beso, incapaz de no decirlo en voz alta. Jimin le sonríe.
Ambos saben que deben limpiar el desorden que han causado sobre las sábanas, pero aún tienen tiempo después, por lo que solo se dedican a besarse y consentirse mutuamente.
Aún desnudos, alumbrados apenas por la luz que la Luna les ofrece, hablan un poco. Jimin pasa sus dedos por los brazos del otro y deja un camino de besos desde el cuello hasta su pecho mientras le escucha hablar sobre lo que ha hecho en su día. Le dice que no ha sido tan malo, que sus mejores amigos, Jaebum y Jinyoung, siguen intentando adivinar qué lo tiene de tan buen humor y que aquello le causa un poco de gracia.
"No conozco lo que es vivir oculto, precioso. Sabes que me tienes realmente mal y no puedo evitar que se note cuán bien me hace tenerte conmigo" Empieza y Jimin sabe lo que viene. "Deberíamos largarnos de aquí. Sef no es la gran cosa. Ion está a solo 3 horas en carro. Quién sabe, tal vez podamos ir con Kitt".
"Pero..."
"Y no uses a tu esposa de excusa. Puedes firmar los jodidos papeles de divorcio e irte, ella no tendría opción. Lo de ustedes ni siquiera puede llamarse matrimonio, prácticamente son extraños el uno del otro" Jimin deja caer su cabeza sobre el pecho del otro, cansado. Él sabe que es cierto lo que dice. Se casó porque la empresa de su familia estaba por quebrar y un matrimonio con la familia Kang era la única salida de su bancarrota. Además, apenas llevan juntos cuatro meses de casados y su vida es un infierno. "¿Jimin?" Pregunta el pelirrojo, acariciando su hombro.
El rubio se toma un tiempo para pensar. Es algo que ha estado en su mente mucho tiempo. Su familia ha recuperado su posición económica; ya no hay motivos para seguir con esa farsa. Aún así, él tiene miedo.
"Mírame, bonito" Le pide de nuevo el mayor y Jimin lo hace. Le mira y suspira. Yoongi le roba el aliento.
"¿Realmente crees que debemos irnos?" Dice bajito. "Aquí tengo una vida hecha, Yoon. Mis amigos están aquí".
"Esto no es vida, Jimin-ah" Le dice, negando levemente. "No puedo besarte por las mañanas o joderte mientras tomamos una ducha juntos antes de ir a trabajar" Jimin traga saliva ante las imágenes que llegan a su mente. "Y tus amigos son un caso... Todos deberíamos largarnos de aquí, Sef está maldita: nos hace miserables".
Cada cosa que dice tiene completo sentido para el rubio, por lo que no se esfuerza en rebatirlo. Él sabe que todos estarían mejor en cualquier lugar que no sea Sef. Quizá en otra ciudad Namjoon pueda por fin decirle a Seokjin cuánto lo desea, así Jimin no tendría que soportar la tensión sexual que ambos tienen, una que incluso puede percibir después de varios tragos. Además, Taehyung podría traer a Hoseok a sus reuniones. Incluso Jimin podría llevar a Yoongi a conocer al trío Kim. La idea le anima y Yoongi ve en sus ojos brillantes la oportunidad de un inicio definitivo.
"¿No te gustaría, Jimin-ah? Podríamos hacer tanto juntos" sigue intentando, aprovechando en besar su cabeza. Jimin hace un sonidito de correspondencia al cariño que recibe.
"Supongo que podemos intentarlo" Cede por fin, olvidando todo por un momento y centrándose solo en el tacto caliente del mayor en su piel.
Es así que comienzan a planearlo y la emoción por compartir un futuro juntos como pareja hace que aceleren aún más el proceso. Todo el tiempo que les toma lo pasan en la habitación del ya conocido hotel o en el asiento trasero de Kitt. Yoongi ha aprendido de Jimin que Kitt es realmente bueno guardando secretos. Es su auto y el único que por el momento sabe de ellos como más que unos conocidos cercanos.
Cuatro noches después, si alguien decidiera visitar el bar de Kim Taehyung, encontraría un cartel que tenía en él, con letra cursiva y desordenada un claro "¡Jódanse!". Lo mismo con los papeles de divorcio firmados en la panadería de Kim Seokjin y el cuaderno del ya no estudiante de Economía Kim Namjoon, siendo la idea de este último el dejar ese agradable mensaje para quienes quieran saber algo de ellos.
Solo un mensaje es diferente, el que deja el ahora novio de Min Yoongi, el director de un teatro en Ion, en la casa que solía compartir con la hija de los Kang. El trío Kim se había reído de su insistencia por dejarle un mensaje diferente a la chica al lado de los papeles de divorcio ya firmados, pero luego de ver lo que planeaba escribir, dejaron de hacerlo.
La chica no gritó, ni lloró y mucho menos sufrió cuando leyó la nota. Lo esperaba y, aunque no iba a ser fácil lidiar con la prensa por su separación, estaba agradecida no tener que fingir más.
La nota decía lo siguiente:
Hay algo de la noche que muchos no saben. La noche es nuestra, así como él es mío y yo soy suyo, y eso solo lo sabe solo Kitt.
PJ.
El día que los tres Kim, Yoongi y Jimin partieron a Ion, nadie se burló del nombre del auto. No había porqué, era un auto fantástico.
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Mis one shots son raros, ya me doy cuenta xD. En fin, si me avergüenzo demasiado, seguro lo mando a borradores, pero si alguien ve esto... gracias por leerme ♡.
Posdata: La canción en multimedia es la que me inspiró a escribir esto. Cambié algunas cosas, pero básicamente esa fue la razón.
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