I. (ₚₜ. ₂ )
De repente tiras la cuerda,
y la epifanía de paz
se esfuma, las gotas caen,
más no son mías, nacen de ti,
me sostienes, yaces temblando.
El enojo desparece,
en mi pecho siento latidos,
y la duda parece surgir,
pero mis ojos osan quitarla,
ya no tienen dudas, confían.
Así lo afirman, me amas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro