Los días pasaron convirtiéndose en meses y posteriormente esos meses en años, las palabras no quedaron en el aire sino que se volvieron en promesas cumplidas; Tom y Jake se mantuvieron en contacto, tuvieron citas, pasaron fechas importantes juntos hasta que al tercer año el azabache decidió pedirle ser su novio, pero lo haría de una manera especial con la ayuda de su mejor amigo.

—Ya era hora amigo~ empezaba a creer que nunca se lo pedirías.— expresó el de tez oscura bromista

—Si, es que quería estar seguro de que Jake es el indicado,— se sentó en el sofá junto al brasilero —Y que no sucediera lo mismo que con Emily.— dijo con un largo suspiro al final

—No pienses en esa tipeja.— se sentó a su lado y le dijo: —Jake vio tu cara en su primera vez y hasta ahora no te suelta por nada, Tigre.

—Cállate... Puchonguito,— bromeó hasta que escucha su celular sonar lejos —Ya vuelvo.— avisó antes de irse

   El mayor de los dos caminó hacia su cuarto, donde dejó su celular normal cargando, vio que se trataba de una llamada de Jake. Sonrió y contestó:

—Hola bonito.

—Hola~ ¿cómo estás?.

—Yo estoy bien, ¿y tú?.

—Muy bien, me alegra escucharte, no estás ocupado, ¿o si?.

—No, de hecho estoy tomando unas pequeñas vacaciones, ¿sucede algo?.

—¡Oh!, justo quería preguntarte
si estarías libre en estos días... Yo amm.. Uhmm.

—¿Estás jugando con tu cabello?.

—Tal vez.. Hehehe.

—¿Y te muerdes el labio?.

—¿Me estás espiando?.

   Sonrió divertido, recordó que pronto sería un día especial para ambos y pensó: “¡es mi oportunidad!”.

—Jake, ¿quieres salir este sábado?.

—¡Si!, digo... Claro, me gustaría, Tom.

—Genial, ¿paso por ti a las 3?.

—Sábado a las 3, ¡perfecto!,
te quiero Cuchurrumí.

—También yo, nos vemos.— sonrió con un fuerte sonrojo y colgó la llamada

—¿Quién era?.— apareció el moreno con la vista en su teléfono

—Jake llamó para preguntar cómo estaba.— volteó a verlo y le dijo: —Lo invité a salir este sábado.

—El día en que los conocimos, bien pensado.— dijo sonriendo ladino

—Quiero hacer algo especial para él, pero no sé que hacer.— suspiró ansioso

—Para eso estoy yo,— el castaño sonrió y lo abrazó por los hombros —Te ayudaré para que sea la mejor cita y tu peliazul acepte ser tu novio.— afirmó alzando su puño al aire

—Gracias amigo.— sonrió para chocarle los puños

—De nada Cuchurrumí.

—Idiota...

                              ( ... )
—¿Qué tal está?.— le preguntó el cabellos azules a su amigo

—Es una buena chaqueta.— opinó el de ojos cian

—¿Buena como?, “buena para una declaración” o como “buena para verte fuerte ante el rechazo”?,— frunció el ceño al escucharlo reír —No te rías, esto es serio... Tengo que verme increíble para el sábado.— se quejó inseguro

—Todo saldrá bien, ¡Tom aceptará ser tu novio!.— dijo abrazándole por detrás

—¿Tú crees...?, digo, Tom es guapo, dulce, considerado y obviamente el chico más genial con el que salido en toda mi vida.— suspiró enamorado y expresó: —Sería muy decepcionante que él solo quisiera algo casual.

—Eso no pasará, no es un idiota como el innombrable.— rodó los ojos y dijo: —Ya haz pasado por cosas feas, te mereces felicidad y amor.

—Si... Entonces, ¿esta chaqueta o esta?.

   El de cabellera bicolor negó y tomó la chaqueta roja con mangas oscuras.

—Este te quedará bien, como todo lo que usas, amigo.— le dijo sonriente

—Gracias... Lo siento, pero la cita no tiene que ser perfecta, si no lo que le sigue para que Tom no dude en aceptar ser mi pareja.— explicó nervioso

—Descuida, le llamaré a Lake y te ayudaremos en esto.— dijo sacando su teléfono y buscó aquel contacto

—¿¡En serio~!?.

—¡Claro!, los dos leímos historias románticas como para saber hacer una gran cita,— esperó el tercer rington para ser atendido —Hola~ ¿estoy hablando con la mejor escritora?.— habló con un tono meloso

—¡Aiden, me da gusto escucharte!,
¿cómo estás?.

—Muy bien, ¿y tú?.

—Igual, ¿a qué se debe
tu llamada?.

—Quería saber si nos ayudarías con algo, Jake tendrá una cita el sábado con Tom y quiere pedirle ser su novio.

—...

—¿¿Hola??,— al rato miró su celular y vio que la llamada terminó —Ok, eso fue raro.— exclamó desorientado

—¿Colgó?.

—No, ella no haría eso, seguro se cayó la señal.— en eso se escuchó la puerta ser tocada y él dijo: —Yo voy.

   En lo que se dirigía a la entrada, la persona detrás de ella tocaba con más fuerza e insistencia que antes.

—¡Ya voy!.— abrió la puerta y exclamó:
—¡¡LAKE!!.

   Frente al de ojos cian, se encontraba una bella muchacha alta de corta cabellera roja, piel blanca como la leche y ojos de un tono gris brillante.

—¡Llegué tan rápido como pude!.— habló revelando su acento alemán

—¡Te extrañé mucho, linda!.— abrazó a la chica y la invitó a pasar

—También yo, Estrellita bebé.

—¿Quién es, Aiden?.— preguntó el peliazul desde el pasillo

—¡Soy yo~!.— cantó bromista

   Jake apareció y le siguió el juego.

—¿Qué vienes a buscar?.

—A ti.

—Ya es tarde...

—¿Por qué?.

—¡Porque ahora soy yo quien entró en crisis!.— terminó con media sonrisa

—Tú tranquilo, Jake, te prometo que haremos de esta cita la mejor del mundo y con Tom serán la pareja más bonita de todas, como la de Aiden y James.— exclamó abrazándole fuerte

—Muchas gracias, a los dos.— dijo correspondiendo al gesto

—El primer paso: la ropa que usarás, debes estar bien hermoso para dejarlo loco y eso es fácil contigo.

   Los tres volvieron a la habitación para poner manos a la obra.

                              ( ... )
—Ya hice una reservación a tu nombre a “El sabor de China”, un amigo trabajará esa noche y nos ayudará con eso.— explicó el moreno

—Gracias James, tengo los tickets suficientes para que conozcamos todas las atracciones del nuevo parque... Jake siempre quiso ir pero su trabajo no lo dejaba.— dijo el de ojos claros viendo feliz los boletos

—Con suerte podían coger aquí.— bromeó riendo al verlo sonrojarse

—¡No seas así!,— se cruzó de brazos dándole la espalda —Ambos tenemos horarios complicados pero nos hacemos un tiempo para nosotros, merecemos un poco de cariño después de trabajar tantas horas.— expresó indignado

—Pues el sábado será su día, desde el principio hasta el final feliz.— acomodó su cabellera rulosa y dijo: —Le diré a Aiden de ver una película en su casa hasta que ustedes... Bueno~ a buen entendedor, pocas palabras.

   El de cicatrices rodó los ojos y negó con una sonrisa, se dio la vuelta y pensó unos minutos antes de decir:

—¿Crees que deba vestir diferente?.

—No te ofendas pero cuando salen Jake se pone todo coqueto para ti, y tú pues... Muy meh~ aunque tu sencillez quizás fue lo que le gusta de ti.— opinó levantando los hombros

—Quizás use mi nueva chaqueta marrón, pero mi cabello está feo.— dijo tocando sus puntas abiertas

—Necesitas un corte y una hidratación, vamos a la peluquería.— dijo tomando las llaves de su auto

—¿¡Ahora!?.

—No, mañana.— giró a verlo y le dijo: —Si, hoy, mueve el culo, así de paso compras el regalo para tu Jake.

—Bien, vámonos.— suspiró y salieron del departamento

                              ( ... )
—¡Oww~ son tan lindos!.— expresó la pelirroja al ver el obsequio

—Son perfectos, a Tom le encantará.— confirmó el más bajo de los tres

—Gracias, ahora tenemos que ir a buscar el pastel.— dijo guardando el regalo en la mesa de luz

   Los tres salieron y caminaban calmados, les quedaba dos días para tener todo perfecto. Habían vistos que ese día estaría soleado con un poco de vientos fríos pero eso no sería un inconveniente ya que el teñido de azul —que ahora tenía atado con una pequeña coleta—, le encantaba abrazar al mayor. De esa manera sentía su calor, su cuerpo bien trabajado, y su protección al estar entre sus firmes brazos.

—Así que en dos meses cumplirán dos años.— dijo la de ojos grises al de ojos cian

—Si~ de hecho James pensó en ir de viaje, pero no sé... Es mucho.— dijo con las mejillas sonrojadas

—Claro que no, deberías armar tus maletas ahora y subirte al avión con James.— el de coleta pasó su brazo por los hombros y le aconsejó: —Vayan a Miami a broncearse un poco.

—¿¡Estás loco!?, un poco de sol y mi piel queda roja como tomate.— dijo cruzándose de brazos

—Pues vayan a Londres a tomar té y a visitar a la Reyna Isabel II.

—Ya murió...

—Si cierto~ es la costumbre.— bromeó y entonces le susurró: —Vayan a Japón y haz cosplay de Amethio sexy.

—¡JA-JAKE!.— se quejó con la cara completamente roja

—¿¡Qué!?, ¡ustedes dos son el shipp Friede x Amethio en la vida real!.

—No digas esas cosas en público...— le reclamó cubriendo su rostro

—Pero si se verían lindos.— comentó la muchacha con los ojos brillantes

—Hablando en serio, piénsalo: solo ustedes dos conociendo algún país o alguna ciudad, pasando los días juntos y disfrutando cada segundo.

   Aiden suspiró avergonzado, miró al frente y señaló:

—¡Ya llegamos!.

   El trío entró a la pastelería “Doña Miriam” y caminaron hacia el mostrador donde una mujer mayor de cabellos grisáceos y ojos grises atendía alegre.

—Hola~ pero si es mi mejor cliente.— exclamó la señora sonriente

—¡Miriam, que gusto verte!.— le saludó el peliazul igual de feliz

—Veo que vienes acompañado,— miró a sus dos amigos —¿Cómo han estado, hijos?.— les preguntó amable

—Muy bien, señora.— le respondió la más alta educada

—Me alegro, ¿quieres ver el pastel?.— le preguntó al de ojos negros

   Este asintió y la anciana se retiró por unos segundos, cuando volvió dejó a los chicos con la boca abierta.

—¿Te gusta?.

—¡ME ENCANTA~!.— abrazó a la mujer con cuidado de no tocar el pastel y dijo:
—¡Sabía que lo harías, gracias!.

   Los dos tórtolos darían lo mejor.