◍• XII •◍
La fiesta seguía con la música alta y con la gente gozando entre bailes y gestos afectivos, mientras que a lo lejos se encontraban dos personas gozando de lo suyo en una habitación cerrada.
Uno se preguntará: ¿qué tanto se puede hacer en 1 hora y 10 minutos?. Y yo les respondo: pues mucho.
—¡Ah!, Tom... Ugh~ Tom.— gimió el joven de cabellos azules
—Dios,— gimió sintiendo los saltos suaves pero constantes sobre su pene —Vamos Jake, úsame para complacerte y llegar a tocar el cielo.— dijo colocando sus manos en la cintura del menor
De esta manera le ayudaba a seguir el ritmo de las penetraciones, y cuando lo sintió apretar su miembro supo que había tocado su punto. Hizo que el menor se recostara en su pecho y apoyó sus pies sobre el colchón para comenzar a penetrar su entrada fuerte y rápidamente haciéndole gemir sin control.
—¡¡Ahhh!!, Dios mío...— Jake abrazó a Tom por los hombros y le dijo: —Dame más, ¡quiero más de ti!.
—Gime más, ¡gime!.— gruñó el mayor y le dio una nalgada
—¡Si amor~ si!.— soltó moviendo sus caderas contra las del pelinegro
Los dos chocaban entre sí sintiendo un inmenso placer querer desbordarse tan pronto como fuera posible, y antes de que eso sucediera, se besaron para sellar la segunda ronda junto a su culminación.
La diferencia era que Tom llevaba condón y depositó su semen dentro de este, en cambio, Jake estaba libre y expulsó su semen en ambos abdomenes.
—Ngh~ muack,— el teñido se separó y suspiró al ver lo que hizo —Lo siento, ahora estamos pegajosos.— se disculpó un poco avergonzado
—Está bien, esto me demuestra que lo estás disfrutando mucho.— contestó el de ojos cian acariciándole el cabello
—Si, me gusta mucho.— exclamó para besar las mejillas marcadas de Tom
Este se descolocó un poco pero al rato se sintió tan bien consigo mismo, para su ex pareja le parecía espantoso y casi inaudito el hecho de tocar o tan solo mirar su rostro recientemente lastimado, hasta llegó a decirle el peor sustantivo de cómo se sentía al verlo: asco.
Haber escuchado que le daba asco antes de irse de su casa y más nunca volver le destrozó el corazón y el espíritu. Pensó varias veces en tirarse al abandono, la mujer que creyó que lo amaba y lo veía como su futuro, lo había dejado en el momento en que falló.
—¿Estás bien?.— le preguntó el menor sacándolo de sus pensamientos
—Si... ¿Por qué lo preguntas?.— habló sintiendo un escalofríos recorrer por su columna vertebral
—Sollozabas,— apoyó sus manos en el pecho de Tom para levantarse un poco
—¿Toqué alguna herida que aún duele
o algo?.— preguntó asustado
—No Jake, tú no hiciste nada malo.— lo rodeó con sus brazos y lo pegó a él para decirle: —Al contrario, me haces sentir bien... Muy cálido.
Este entendió más o menos a lo que se refería, ya que el mayor estaba haciendo lo mismo con él ahora. Correspondió al abrazo y se dedicaron a mimarse hasta que recuperaran las fuerzas para así comenzar con la tercera ronda.
( P.o.v. James )
Tom ha desaparecido completamente de la fiesta, y Aiden también notó que su amigo no estaba tampoco. Ya me hago una idea de lo que podría estar pasando, y solo puedo decir una cosa: bien hecho.
Estos últimos tres años sufrió mucho a raíz de su percance en el trabajo que le causó esas cicatrices, y no tan solo eso, sino que la buena para nada de su novia lo dejó cuando él más la necesitaba. Y venía luego a decirme interesado a mí.
Así que me parece bien que Tom pueda divertirse y olvidarse de esa descarada sinvergüenza. Perra interesada.
—James, ¿crees que deberíamos ir a buscarlos?.— me pregunta Aiden tomado de mi mano para que no me pierda
O yo no perderlo a él.
—Nah~ ellos estarán bien solos,— le acaricio la mejilla roja —Si en serios nos necesitaran nos llamarían, ¿o no?.— él asiente y entonces le digo: —Por ahora disfrutemos de nosotros.
—¿D-De noso-otros?.— que lindo se ve todo nervioso y sonrojado
Le tomo de la mano y lo llevo al centro de la sala para que bailemos, si bailamos antes, lo que pasa es que le daba vergüenza al ver como sus amigas perreaban duro y parejo. Me caen bien.
—¿A dónde vamos?.
—Vamos, bailemos un poco, ¿para que quedarnos parados con música de fondo?.— lo invito y enseguida se niega
—James no.
—James si.— él se ríe y le digo: —Solo una canción y ya, ¿pleaseee~?.
Le enseño mis ojitos de Gato con botas, y nunca me ha fallado. Este caso no es la excepción, pues Aiden se deja caer ante mis encantos y acepta bailar conmigo.
Pero que les cuento que justo termina una canción tranquila para cambiar a una más movida, Aiden se iba a ir pero le tomo de su delgada cintura para pegarlo a mí y él, por reflejo, se apoya en mi pecho para no caerse. Sus ojos me miran tan brillantes, y su rostro está tan rojo como si pareciera un tomate, este es el chico más lindo que he conocido.
—Sígueme, bonito.— digo empezando a moverme con él
—Está bien, guapo.— me sonríe pasando sus manos sobre mis hombros
Bailamos juntos y Aiden empieza a perder un poco la vergüenza para solo divertirse conmigo, no sé si es el alcohol o de repente me tomo confianza, pero se da la vuelta y mueve su “encanto oculto” contra mis “faldas”, sin rodeos.
Restriega su culo en mi pene.
—¿Qué haces, bonito~?.— le pregunto sin detenerlo, al contrario, lo aliento a moverse más de esa manera
—Pff~ bailando, ¿no ves?.— me responde como todo un chulo
—No juegues con fuego.— le digo apoyando mi mentón en su hombro
—Hablando de fuego,— se detiene de pronto —Hace mucho calor.— se queja para abanicarse con su mano
—¿Quieres un refresco?.
—Si, acompáñame a la cocina.
Los dos vamos y busca una botella de agua del refrigerador, saca un vaso de un cajón y se sirve una gran cantidad para bajarla de un saque.
—¿Me das un poco?,— le pregunto y él asiente para servir de nuevo —Ahh~ pero yo quería de tu boca.— no puedo desaprovechar la oportunidad
—Hahaha~ eres tan ocurrente.— se ríe y me alcanza el vaso
Pero se tropieza con sus pies y yo lo atrapo, me vale si me mojo con el agua, solo me preocupo de que no se haya torcido un tobillo ni nada. Nos quedamos mirando por un rato y siento la necesidad de besarlo, y no me retengo ni él tampoco, nos enderezamos y lo dejo sentado en la mesada para estar entre sus piernas y seguir besándonos.
—Ngh~ James... Mmm.— no lo dejo hablar ni un momento
No es que no me guste su voz, pero quiero dejar sus labios bien rojos e hinchados, él no se queja porque me abraza con mucha fuerza y sus lindas piernas me aprietan contra sí.
Acaricio cada parte que tengo alcance, su cabello, su rostro, su torso, sus piernas... Me gustaría sentir su culo pero no sé que tan consciente esté ahora, y esto puede ser considerado acoso.
Y no quiero que se sienta así.
—Volvamos a la sala.— le digo y él acepta bajándose de la mesada
Me pregunto cómo le irá al suertudo de Tom ahora, ¡seguro que ya le dejó a ese chico bien embarazado!.
( P.o.v. Tom )
Si que estaba necesitado de sexo y afecto, no lo noté al principio por estar enfocado en mi trabajo, pero tener a Jake en posición de cuatro gimiendo por recibir estocadas mías... Mierda.
Realmente necesitaba de esto.
—¡Ah!, mmm~ Tom... Más, ¡ahhh~ dame más!.— dice abrazando la almohada debajo de él
—¿Te gusta así?.— le pregunto y solo gime aferrándose a la almohada
Es una respuesta positiva, así que sigo dándole de manera rápida y certera mientras le doy besos en su espalda, él gira la cabeza y me besa la mejilla. Yo sin duda le sigo, lo abrazo y lo apego más a mí, si eso es incluso posible.
Lamo, beso y chupo todo su cuello, dejo algunas marcas pero como Jake me dijo que podía hacerle chupones no me preocupo mucho. Vuelvo a la postura recta y embisto más fuerte que antes, él gime alto aferrándose a la almohada de nuevo.
—Ngh~ mmm, ¡ah, ahhh!.— aprieto sus caderas para aumentar las embestidas y grita: —¡Panqueques, panqueques!.
¡La palabra clave!. Me detengo y salgo lentamente de él para parar, él toma bocanadas de aire y suelta algunas lágrimas, no, ¡no!.
—¿¡Estás bien, te duele?.— le pregunto sin tocarle nada
—Me arde un poco,— se queja tocando sus caderas —No te preocupes, yo... He perdido la costumbre.— me dice tratando de moverse pero se queja
Veo que en serio le duele.
—Lo siento mucho.— me disculpo sentándome a su lado
Espero a que me diga si está bien o si quiere que haga algo para ayudarle, entonces me toma de la mano y me dice:
—Abrázame, por favor, bésame.
Sus ojos brillando por las lágrimas y está temblando como si tuviera frío, ¿cómo yo voy a decirle que no?, me acuesto a su lado y lo abrazo de espaldas para acariciarle su cintura. Él suspira y después de un rato parece calmarle el dolor porque su cuerpo se relaja ante mis toques tratando de ser lo más suave.
—¿Te sigue doliendo?.— pregunto acariciándole toda su piel
—No Tom, estoy bien.— me sonríe y me dice: —Podemos seguir pero necesito un tiempo, lo siento en serio.
¿Cómo me va a pedir perdón por querer dejar de sufrir?, ¿qué mierda le habrá hecho ese imbécil de hombre?.
—Descuida, tomemos un tiempo para los dos, ¿quieres quedarte así?.
—Espera un segundo,— se da la vuelta y me abraza de frente —Así está mejor, y un besito también.— dice tocando mi nariz con la suya
—¿Solo un beso?.— pregunto y Jake ríe bajo, casi con vergüenza
—Bueno~ pueden ser unos cuantos.
Los dos reímos y nos besamos. Es el
chico más lindo que he conocido en este mundo y no entiendo cómo es que ese imbécil poco hombre le fue infiel, siendo el tan tierno y tan dulce.
La gente es idiota cuando puede.
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