Los baños estaban bastante limpios, propio de un lugar recién inaugurado, con la diferencia de que estaba con pocos ocupantes; el de cabellos azules se lavó el rostro y se tranquilizó para no soltar ninguna lágrima amarga, su ex no se sintió mal cuando terminaron, ¿por qué debería sentirse mal por solo verlo?.

   Precisamente por eso vino aquí, para olvidar por un momento todo lo que ha pasado y divertirse. Y así será.

   Dio un último suspiro y se dio la vuelta para salir con la frente en alto, pero al hacerlo quedó a pocos centímetros de la persona con la que no deseaba cruzarse, un chico alto de cabello caramelo que le cubría la nuca, piel clara que resaltaba los intensos rubíes que reemplazaban sus ojos. Mismos que lo veían con leve sorpresa y un deje de picardía.

—Jakie Cake~ no me esperaba verte por aquí, ¿te perdiste acaso?.

   La sola pronunciación de ese apodo que antes era signo de amor y luego de solo utilización para placer egoísta le erizó los vellos de su cuerpo.

—No vuelvas a llamarme así,— frunció el ceño y se cruzó de brazos —Mejor aún, no me llames y punto.— exclamó con cierto ácido en su saliva

—Vamos~ no tienes que ponerte como solterona gruñona.— dio unos pasos adelante, quedando casi a centímetros de tocar la frente del contrario, y preguntó:
—¿Qué cuentas?.

   La incómoda posición en la que estaban y el exceso de colonia que emanaba el más alto de los dos presentes provocó una repulsión tan fuerte que sintió a su estómago rogar que se alejara o soltaría todo lo consumido ese día.

—¡Tu perfume atrae mis ganas de vomitar, eso cuento!.— respondió tomando distancia de él

—Antes amabas esta marca.

—Y ahora estás alterando mis nervios, ¿quieres que siga narrando la historia?.

—No jodas, sigues siendo el mismo... Me encanta eso de ti.

   El teñido parpadeó descolocado por aquella declaración, soltó una carcajada sin gracia y, tras tronar sus dedos, le recriminó:

—A ver~ primero dices que ya no me querías ni física ni sentimentalmente, ¿y ahora te gusto de nuevo sin haber cambiado?.

—Ya sabes lo impredecible que puedo ser.— le contestó con poca seriedad

—Que sepa lo decepcionante que puedes ser es creíble, que me lo digas es la parte que me sorprende.— rodó los ojos y dijo: —Adiós.

   Antes de que pudiera dar más de dos pasos sintió su brazo ser tomado y jalado hacia su posición anterior. La distancia entre ambos era más corta, al punto en que la colonia del de ojos rojos volviera invadir violentamente su nariz.

—Suéltame.— pronunció el más bajo

—La misma fiera con la que me encontraba en la cama todas las noches, ¿a poco no te acuerdas?.

—¡Dije que me sueltes!.

—Esos ardientes momentos siempre permanecen en mi mente sin errores... Y me gustaría repetirlos.— le susurró mientras posaba su mano en la barbilla marcada de Jake

—¿Qué?, ¿tan malas son tus cogidas con Grett que ahora quieres volver?.

   El castaño claro quedó descolocado por esas palabras, lo que le dio la vía a zafarse del agarre y empujarlo hacia el lavamanos.

   El golpe contra su espalda dolió bastante.

—No fue un gusto verte, espero que no se vuelva a repetir.— detuvo su caminar para decir lo siguiente: —Ah, y que ni se te ocurra molestarme porque no estoy de humor para tus tonterías.

—¿Esos fenómenos que tienes por amigos te tienen amarrado como yo?.

   La gota que derramó el vaso, no había mejor ejemplo para explicar lo que lograron esas insinuaciones... ¿O si?, otra forma para decirle es un golpe de mano cerrada que rompió la nariz del pobre desgraciado que abrió la boca.

—Con mis amigos no te metas o juro que no vivirás para contarla, imbécil.

   Salió de los sanitarios para regresar con ese misterioso muchacho de hermosos ojos cian, se sentó a su lado y le ofreció su mejor sonrisa.

—¡Ya volví~!, ¿pediste algo?.— le preguntó quitándose la chaqueta y dejándola en su regazo

—Cerveza, espero que te guste.— le respondió acomodándose su mascarilla

—Perfecto,— se arrimó un poco más al contrario —Hablé mucho de mí, ahora te toca a ti, ¿qué escondes en esa ropa negra y esa mascarilla?.— exclamó en tono humorístico

—No sé que decirte.— pensó por un momento y decidió responder: —Me gustan las películas de ciencia ficción.

—¿Ah, si?, ¿alguna que te guste más que otra?.— le preguntó interesado

—«Battle Angel», es una película con buen presupuesto y una buena historia, aunque no tuvo mucha promoción, estoy al tanto del mundo de Ciencia Ficción y no la tenía fichada, muy recomendable.— respondió con seriedad

—A veces es bueno no crear tantas expectativas en una película, ¡«Joker» es un ejemplo de eso!.

—La he visto, es entretenida y la producción que tiene es gracias a alguien que sabe del tema, o eso vi yo.

—Si, es muy bonita visual y musicalmente, pero todos admiran la historia y para mí es su mayor fallo... ¡No me odies por dar mi opinión~!— suplicó entre risas

—Para nada, me gusta debatir temas de interés.— el azabache le permitió seguir con su explicación

—Bien, creo que la historia de como un psicópata lleva a toda una ciudad decadente en la anarquía es algo esperado en una película de DC, así que no me disgusta pero tampoco me sorprende viniendo de un personaje tan carismático como lo es el Joker, y el final... Dios, es más ambiguo que la papa, hay como tres finales y quedará en cada uno que interpretación le da y así obtiene su final.

—Tienes un punto, aunque entiendo que ese es el objetivo del director y él no es de dar finales concretos.

—Sutilmente está diciendo que no sabe cómo terminar su obra.

   El más alto de los dos rió bajo.

—Lo peor es que me la vendieron como la octava maravilla del mundo que cuando la vi me pareció muy meh~ pero volviéndola a ver me terminó gustando mucho, pero si es buena.

—Entiendo, y concuerdo contigo en algunas cosas.— asintió de acuerdo

—Que bueno.— el de chaqueta oscura se mordió los labios y habló: —Y esa película que mencionaste, ¿está en alguna plataforma de stream o solo se puede ver en el cine?.

—Tengo entendido que se puede ver en Star Plus.. No sé, si tú quisieras...

—¿Quisiera...?.

—Quisieras... Mi cuenta de Star Plus para verla, haha~ si..— terminó de decir rascando su nuca nervioso

—Ah... No, no te preocupes, tengo una cuenta paga.— contestó el contrario igual o más nervioso

—Genial.

   Ambos quedaron en un incómodo silencio —no tan silencio por la música de fondo—, ninguno sabía qué decir para volver a charlar entre ellos. Compartían el deseo de tener conversaciones sobre cualquier tema random pero no veían un espacio viable para empezar.

   Una figura apareció en escena, desconocida por uno y odiada por el otro. Si pusiste atención a la historia, sabrás de quién estoy hablando.

—¿Qué haces aquí?.— le habló molesto y quejumbroso

—¿Quién es él?.— preguntó sin rodeos

—No te importa, Michael, vete.— le respondió irritado

—Michael... ¿¡Ya no soy tu “rollito de canela querida”!?.

—No.

—Y seguro que él si, ¿eh?.— señaló despectivamente al de rostro tapado

—Si fuera de esa manera, q-que no lo e-es... No tienes nada que ver en eso.

—¿¡Cómo que no!?.

   El de cabellera que compite con el mar suspiró y miró solamente al que lo acompañaba esta noche, en un intento querer disculparse pero sin poder usar palabras por la vergüenza.

   Este solo negó calmado dando a entender que las disculpas no deben venir de él, y recibió a cambio una sonrisa sincera del más bajo.

—¿Empezaste a abrirle las piernas a cualquiera desde que terminamos o antes, maldita perra sucia?.

   No fue gran idea insultarle.