Unico.
Recordaba con bastante nitidez el evento del festival escolar de aquel año en su tiempo de preparatoria. Ligeramente sonriente. Shion siempre fue un chico valorado y alabado por un coeficiente intelectual alto, destacando en muchas materias y cursos académicos, casi era su zona de confort. Pero, desde pequeño era algo que quería abandonar.
El castaño tenía muchos más gustos y hobbies, entre ellos todo material que sea usado a la hora de reflejar una historia estaba entre ellos. Casi era un simple gusto por las artes, lo que lo llevó ese que era su segundo año a querer asistir sin falta a lo que estuvieran planeando, quedando asombrado. Y Satisfecho con su asistencia pues quedó embelesado con la obra que hicieron sus compañeros, podría decir muchas cosas buenas de todo lo que hicieron.
Eso fue durante su primer año, todos los años siguientes procuro asistir a cada una. ¡Quería ser parte de tanto talento! Y sobre eso, cambiar ya su entorno. Cuando llegó su último año lo decidió, tomando primero una larga conversación con su madre de su deseo y segundo anotándote en el club de teatro en su ultimo año.
Claramente tuvo un par de palabras y despedidas incluidas las que sonaban a discursos condescendientes cuando no eligió alguna otra.
Fuera de eso. Estaba complacido.
Tocando la puerta su primer día, aunque dentro estaba lo suficientemente nervioso, fuera estaba mostrando su mayor sonrisa. Tocando la puerta y adentrándose.
— Buenos días. Agradezco que me permitan participar. — Se presentó, adentrándose a la sola dejando su bolso en un asiento. — Me llamo Shion.
— Curioso ver a un chico como tú en esta clase de actividades. — Aunque no lo pareciera, la chica frente a él le dijo con cordialidad. Mirándolo de arriba abajo. — Siéntete bienvenido.
— Gracias. Y lo sé, pero me gusta todo lo audiovisual, quería participar luego de ver la presentación del año pasado.
— Nos halagas mucho si así de buena fue como para animarte a querer unirte al club. Fue la primera que hicimos. — Una voz detrás de él expresó, un chico pelirrojo jugando con unas pelucas.
— Supongo que de nada. Ah... La verdad me alegra participar con muchos del año pasado, este segundo año. — Volvió a decir.
— Levanta más la cabeza entonces. Si vas a actuar tienes que estar seguro. — Nuevamente asintió. Todos se presentaron unos con otros, tomando Shion por primera vez el cargo del actor.
Obviamente recibió mil correcciones en todo el rato. Pero no sé podía quejar de mucho, al ya ser su nueva motivación todo ese año, el último antes de su estancia.
Pensar en eso lo hacía sentir un poco incómodo. Pero, se concentró en divertirse lo que pudiera.
Cómo era de esperarse los años habían pasado y, valga la redundancia, como era de esperarse por todos a su alrededor Shion se graduó con honores. Pero estaba eso en su mente otra vez, ¿Qué hacer ahora? Tenía posibilidades si pero, no sabía cuál era lo mejor para él. Ya lo había querido, apartarse de la ciencia pero aprovechar todo el conocimiento que estas le habían ofrecido por años.
Teatro, la pasión al interpretar y la de narrar. Tomo eso como iniciativa, el puesto e escritor era un dolor de cabeza para muchos, no podía culparlos. No obstante, no tenia miedo de fracasar. Llevando unos meses de practica el castaño caminada por las calles. Habiendo aceptando por invitación de una vieja amiga ir a un teatro.
— Estoy ansioso. — Se dijo a si mismo. El telón bajo, música empezó a sonar y una voz algo gruesa pero lo suficientemente dulce se llego a escuchar, catando una melodía que según el narrador era dedicado a la diosa Eruryas.
Más personajes se fueron sumando, y la historia empezó a tomar su forma para el deleite de todos los presentes.
— Su voz es hermosa. — A su compañera Shion le dijo en voz baja. El largo cabello de la cantante abordada los lados de su rostro. La función termino, y Shion agradeció a su compañera por traerlo.
— Escuche que estan buscando un nuevo empleado en este teatro. — Indiferentemente comento, Shion volteo a su amiga. Abriendo lentamente los ojos. Ella...
— ¿Para eso me invitaste? — Enarcando una sonrisa no necesitaba una respuesta.
— Pensé que, te podría ayudar un trabajo de medio tiempo en medio de algo que te interesa tanto. Tu esfuerzo se nota. — Y era una propuesta que Shion fácilmente podía aceptar.
— Vendré en la mañana a preguntar por eso. Muchas gracias. — Su amiga le devolvió la misma sonrisa.
Como bien había dicho, Shion tomo la iniciativa el día siguiente y pidió el trabajo, dónde a los pocos días se le llamo para avisarle que había sido aceptado. El primer día fue como tener un flashback de regreso a ese momento en la escuela, donde probó ese anhelado cambio de ambiente que tanto necesitaba.
— Un gusto, conocerte. — Está vez fue una voz grave, un chico de cabellos negro atado en lo alto de su cabeza se paro frente a él, teniendo una libreta en manos. Parece que, informado de su reciente contrato. A Shion parecía darle nostalgia. — Aunque, creo que ya te he visto antes. — Un sentimiento mutuo entonces. — Soy el "líder" de acá por culpa de la democracia. Llámame Nezumi.
— ¿Nezumi? — "Rata"
— Apodo que tengo desde la niñez. Lo prefiero la verdad. — Sentándose en la silla busco tener una pequeña lista, de la pronta función.
— Ah. Lo lamento... Ah, no sé si te recuerde o haya visto. — Rápidamente se arrepintió por lo dicho . Y eso de noto a leguas.
Primer día y Shion sintió que la cagó bien grande. Nezumi por su parte sonrió ligeramente divertido por su reacción. Levantando la mano para callarlo cuando estaba a punto de disculparse.
— Descuida. Parece que tengo cierta fama, pero desde niño me importa poco esto. Mejor dime, ¿Mi actuación de la función pasada te gustó?
— ¿Ah? No recuerdo haberte visto.
— Normal. — Ahora Shion estaba desconcertado, escuchando las risas de más de uno. Sintiéndose fuera de lugar. Nezumi estaba serio, lo que no le ayudaba, porque su voz era relajada. Sentía que había dicho lo que no debía. — Tu trabajo está en utilería.
Shion asintio. No estaría en primer plano en los escenarios pero sabía que podía ser de utilidad. La primera semana hicieron eso, y se concentraron en preparar la siguiente función. Fue su semana de preparación en el área, tomando notas que creía podría aprovechar.
¿Podría ofrecerles una historia suya? Bueno. Eso ya era muy visionario y apenas iba empezando, podría acomodar una historia para a futuro que Nezumi, al ser quien más experiencia parecía tener, sea el primero el barle el visto bueno.
Prontamente, Shion entendió porque Nezumi lo reconocía y porque le dió nostalgia. En los ensayos casi se le salen los ojos, al ver a Nezumi vestido como la actriz de voz hermosa, siendo el poseedor de dicha voz. El pelinegro volvió su vista a él al terminar, sabiendo la reacción que provocó en él. Shion quedó en shock, tanto en el buen como en el mal sentido.
— Eres bastante talentoso Nezumi. — Luego de eso Shock fue lo que le dijo. Acercándose a él, aunque en su rostro serio Nezumi le acepto el halagó. — Ahora entiendo porque decías que me conocías, aunque, me sorprende que me hayas notado. — Esa primera vez noto una sonrisa en el rostro del pelinegro, como si se abriera con confianza en él.
— En realidad te recuerdo por otra cosa. Y misma por la que me sorprende verte aquí.
— ¿Uh? — Shion parpadeó confundido.
— Solo soy unos meses mayor que tú. Un chico tan inteligente como tú, estacando en todo, en un teatro. Un interesante cambio que me hubiera gustado ver. Chico con una ligera mala fama. Pero no por algún mal comportamiento, si no por ser callado y antisocial, y dejo la escuela. — Torciendo la mirada comento con desgano, aunque la información era lo suficientemente contundente, Shion tardo unos minutos en hacer esos clip, la presencia del pelinegro se hacia ver. Pero eran choques que no llevaban a nada, tan diferentes, solo vistas que no llevan a palabras.
— No se que decirte.
— ¿Y que me vas a decir? — Encogiéndose de hombres acerco su rostro al del castaño. Sonriendo ligeramente pícaro. Shion no se inmuto, no se incomodo.
— Cierto. Y... Por si te preguntas. Aunque era el talentoso en el estudio me importan más las artes. Quisiera ser escritor. Tendré un muy largo camino para eso. ¿Tu escusa? — Nezumi le devolvió el gesto. —El "chico malo" travestido en un hermoso acto teatral, me encantaría haberme enterado de eso en su momento.
— Agarras confianza rápido. — Rio. — Si tienes suerte te iré diciendo. — Le lanzo su indirecta. Se le notaba lo ermitaño, Shion entendió eso así que por su parte aprovecho.
— Bueno. En ese caso. ¿Me dejas mostrarte mi historia? Creo que tienes talento viendo tu acto.
— Claro.
Aun no era el momento para ninguno. Su primer encuentro iba a ser importante futuro, solo un pequeño choque de química que en el teatro brillaría.
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