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Único Capítulo.

Qué loca fue la rumba aquella
Qué cosa buena, tú ahí tan bella
Destapando la botella
Vimos salir el sol, no fue imaginación.

El sol se colaba por las delgadas cortinas blancas de aquella pequeña habitación... Shu Kurenai, un joven de 20 años de cabellos blancos comenzaba lentamente a abrir los ojos aparentemente despertando aunque todavía cansado.

La luz daño su vista y cerró sus ojos rubies por un momento para tallarse estos con las manos con el fin  de terminar por despertarse aunque sin mucho éxito debido a que la cabeza le daba vueltas debido a la cantidad de alcohol que había ingerido.

"¿Dónde estoy?"

Seguía un poco mareado debido a la desastrosa resaca que tenía además de una excesiva sed. Pero en ese momento se dio cuenta que no era el único en esa habitación.

Pues al sentarse sobre la cama pudo ver el cuerpo de alguien mas; la piel canela de la espalda de un joven de cabellos azul marino le llamo la atención... ¡Al parecer se encontraba desnudo! ¡Desnudo y profundamente dormido!

Y no solo eso...

¡El también se encontraba en las mismas condiciones!

¡¿Cómo fue que pasó eso?!

Lo que pasó fueron las consecuencias de una rumba loca
Y fue tan loca que nos merecemos otra
Otra aventura en tu cuerpo, ma', otra vez
Que me desvelo, pensando en que lo que sucedió

— ¡Que hice maldición!

El oji rubí se había alterado bastante, ni siquiera recordaba que fue lo que ocurrió.

Recapitulando y quitándose las telarañas de sus lagunas mentales intento en vano recordar algun momento clave. Sin mucho éxito.

La noche anterior había ido a una fiesta de sus compañeros en la universidad, pero no recordaba con exactitud cómo fue que termino en ese estado.

"El alcohol es malo." Pensó.

En esos momentos su desconocido compañero comenzó a moverse y giro su delicado cuerpo, Shu mantuvo la mirada sobre este. El rostro tranquilo del peli-azúl reflejaba paz y sus cabellos caían delicadamente sobre su rostro para después poco a poco abrir sus orbes cafés.

Había tenido la misma reacción que Shu al despertar.

— ¡¿Quién eres tú?! ¡¿Dónde estoy?!

Intento ponerse de pie pero debido a su dolor de cabeza también causado por la resaca cuando intento enderezarse un tirón en su espalda baja le hizo caerse al suelo dejando aún más evidente que algo más había pasado.

— ¿Que hice?.

El joven había murmurado haciendo la pregunta más para el que para el albino, la estupefacción en su rostro había preocupado a Shu.

— Es lo que yo quisiera saber también.

Fue culpa de una rumba loca
Y fue tan loca que nos merecemos otra
Otra aventura en tu cuerpo, ma', otra vez
Que me desvelo, te soy sincero, volverte a ver yo quiero
Dejemo' que se repita
Cita, me lo piensa, me solicita

Con bastante vergüenza los dos universitarios comenzaron a vestirse. De esa manera Shu se había dado cuenta que estaban en una habitación de hotel en quién sabe dónde y también lo más importante:

Habían tenido relaciones sexuales. ¡Sin conocerse!

Discretamente mientras Shu se abotonaba la camisa podía observar pequeñas marcas rojas de mordidas en su pecho y cuello, no solamente eso, pues el peli-azúl estaba en las mismas condiciones.

— ¿Cómo te llamas?

— ¿Perdón?.— Shu salió de sus pensamientos viendo al joven, se avergonzó y hablo segundos después.— Soy Shu Kurenai... ¿tú?

— Me llamo Valt Aoi...— Respondió con timidez.

No volvieron a hablar hasta que terminaron de vestirse pero de ese modo Shu se dio cuenta de que a Valt se quejaba un poco debido a un dolor en su cadera, sonrojando al albino al saber porque o quién lo causó.

Era un motel de carretera, Shu no se explicaba pero agradecía que no haya pasado nada malo al conducir en ese estado. Valt desvió la mirada preocupado.

— ¿Quieres que te lleve?.— Kurenai vio a Valt.

— Te lo agradecería.

Llegaron al auto y con timidez Aoi se sentó en el asiento del copiloto seguido de Shu quién encendió el auto, aunque en ese momento de debajo del asiento rodo una botella vacía de whisky a los pies de Valt.

— Por todos los cielos...— Valt se lamento.

— ¿Bebimos demasiado?

Al ir conduciendo algunas imágenes comenzaban a llegar poco a poco con nitidez.

"Soy Valt Aoi."

"Shu Kurenai, es un placer."

¿Y después de eso que?

Yo sé que tú, tú necesita'
Humo, playa y una cervecita
Si me va' a negar un beso, entonce' no me tiente', eh
A esa fruta quiero meterle el diente
Ere' consciente de lo rico que se siente

Poco a poco las lagunas mentales fueron aclarandose.

Enmedio de la fiesta habían comenzado a tratarse, pertenecían al mismo edificio de la rectoría universitaria pero en distintos salones y aunque de vez en vez se llegaron a ver no habían tenido mucho contacto hasta que se vieron en la fiesta.

— Espero se diviertan.— Wakiya el anfitrión de la reunión los había presentado formalmente y esperaba que todo fuera del agrado de ambos jóvenes.

— Gracias.— Hablaron al unisolo.

Mientras avanzaba la velada Aoi y Kurenai veían que no tenían muchas diferencias y tenían gustos en común, además  pese a la mirada seria de Shu era bastante amable y la tierna y dulce personalidad de Valt le había agradado a su contrario.

— ¿Una cerveza?.— Karlisle, un peliverde de ojos azules se había acercado a ambos con un par de botellas de cerveza fría, iba de la mano de Wakiya, su pareja.

— Gracias.— Valt tomo una.

— Si, gracias.— Aunque Shu dudo en tomarla pues el ya había estado bebiendo vodka.

La regla del beber es: no mezclar tragos porque el alcohol se sube aún más rápido.

Pero eso es algo que Shu no pensó y creía poder manejar y Valt no sabía pues este último no sabe beber.

La música estridente había comenzado animar al baile, el frenesí del momento aumentado por las bebidas embriagantes hacian que la fiesta comenzará a subir de nivel.

De ese modo conviviendo ambos, y gracias al alcohol... Valt se había vuelto más hablador y menos cohibido, aún más cuando la rumba los había invitado a bailar uno más cerca del otro de manera que algunas cosas comenzaron a verse obvias.

— Oye Shu.— Hablo casi a gritos por la música.

— ¿Que sucede Valt?

— Creo que eres muy guapo.— Sus mejillas enseguida tomaron un rojo carmín que Shu encontró de lo más adorable.

— Yo creo que también eres muy lindo.

Tú está' pa' romper la' regla' y yo bien desobediente
Llámame y vente

— ¿Lo dices en serio?.— Valt lo vio con asombro pero con inocencia al mismos tiempo.

— Eres muy lindo.

El alcohol hace que a veces se pierdan los estribos de una manera tan inusual que, estando en los cinco sentidos seguramente ninguno de los dos haría por demostrar sentimientos que no sabían que ahí había o que nacieron en ese instante.

Kurenai lo jalo por la cintura y como una polilla atraída por la luz Aoi se acercó más al rostro del albino... Shu era la luz y Valt la polilla que deseaba quemarse en esa luz... Lo cual así sucedió pues de un ardiente y deseoso beso ambos unieron sus bocas.

La lengua de Shu entro a la húmeda cavidad del peli-azúl quien se dejó besar de aquella manera tan profunda y también había llevado sus manos al cuello de este para pegar aún más su cuerpo de manera que Kurenai comenzo a recorrer delicadamente el cuerpo de Valt.

Separándose por la falta de aire a Shu se le ocurrió otra idea, pues el beso había despertado algo más que el deseo por el joven.

— ¿Vamos a otro lado?

— Si.— Jadeó deseoso el azúl.

Se habían despedido de Wakiya y salieron en el auto de Shu, aunque conducir no fue complicado, lo complicado era no poder despegar a Valt de su cuerpo ya que esté se lo quería comer a besos.

Habían llegado al primer motel que hallaron en la carretera y una vez alquilado un lugar no tardaron en deshace de la ropa y terminar lo que habían empezado acompañados de más bebida que habían comprado.

Lo que pasó fueron las consecuencias de una rumba loca
Y fue tan loca que nos merecemos otra

Habiendo recordado poco a poco las cosas, Shu había aparcado el vehículo frente a la casa de Valt.

— Gracias por traerme.

— Oye espera.— Shu lo detuvo justo antes de que Valt saliera del auto.

— ¿Que ocurre?.— Aoi lo veía con curiosidad.

— ¿Crees que podamos salir un día?.— Shu sonrió un tanto tímido.— Quisiera conocerte mejor.

Vaya ironía si en estado de ebriedad bien que lo conoció.

— Me encantaría.

Valt sonrió tímidamente y eso hizo sonreír a Shu quién le tomo su mano.

La noche había traído una nueva oportunidad de repetir la historia. Esta vez, correctamente.

~•~

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