Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Epílogo (1)

Cinco meses después, en una mañana de abril....

—Polilla. —la trenza negra de Lorena se balancea en el aire cuando brinca el último escalón aterrizando en la alfombra. — ¡Hay alguien que quiere verte!

Anuncia emocionada y dejo el libro que iba a empacar otra vez en el suelo para ver de qué se trata esta vez.

Llevamos dos meses viviendo juntas en mi antigua casa y la convivencia... bueno no es que ha sido muy organizada, sobre todo en esta última etapa donde mi vida se resume básicamente en cajas, más cajas y mucho, mucho desastre. Odio las mudanzas por si todavía no lo había dicho.

—Dime que inventas ahora....

—Ya que nunca nos tendiste una invitación formal... —esa voz, conozco esa voz.

Bea. Aparece en un salto a mi lado y pego un grito de emoción yéndomele encima para abrazarla.

—¿Porque no me dijiste que venias? —la recrimino.

—Era una sorpresa. —los ojos verdes le brillan con travesura. —Y todavía hay más, porque no vengo sola.

—Claudia... —claro que sí.

Doy un respingo llevándome la mano al pecho con el sonido que me asusta desde atrás y a penas alcanzo a ver el trigo de su pelo antes de que también se me venga encima sin dejar de reír.

—Siento no habértelo contado, pero esa pelirroja del demonio me lo prohibió. —cierro los brazos con tanta fuerza que no estoy segura si le dejo espacio para coger aire.

Su cabello ahora más largo, cae como cascada sobre mi lazo y no es hasta que doy un paso atrás, separándome sin quitar las manos de sus hombros que me encuentro con sus ojos y el color que dibuja cada noche mis sueños, me golpea.

—Las eché mucho de menos.

—Lo sabemos. —responde Bi con satisfacción, antes de posar la vista en la loma de cajas apiladas. —Aunque parece que llegamos en mal momento.

—Venderé la casa. —me rasco la cabeza mirando alrededor. —Es demasiado grande para mi sola y creo que con un apartamento me apañaría mejor.

—Intenta echarme, por si no es evidente. —bromea Lorena apoyada en la barandilla.

—Necesito un descanso de ti, drenas mis energías, cariño. —me enseña el dedo del medio y le saco la lengua.

—¿Y ya sabes donde iras? —pregunta Clau.

—Tengo algunas ideas... Ahora mejor vallamos, arreglaré una habitación para ustedes. Deben estar cansadas.

—Ni que lo digas. —resopla la pelirroja incorporándose de un salto hacia las escaleras.

Estos meses que hemos estado separadas no perdimos comunicación en lo absoluto, pero enserio las extrañaba, sobre todo a Bea, que volvió a las Vegas una semana después de irme yo, y era la que más tiempo había pasado sin ver. Recuerdo notarla extraña esa vez cuando hablamos, y supe después que Claudia la había hecho jurar que no diría una palabra sobre su hermano para no hacerme sentir incomoda. El tema no surgió al menos por un mes desde ese entonces, y fue una sutil mención a la cena de cumpleaños que Viví había preparado para su hijo, y a la cual él no había asistido.

Sentí una punzada en el estomago en ese momento y di una mala escusa para acabar la conversación. Claudia se dio cuenta y puso una cruz roja sobre el asunto hasta los días de hoy.
Ese día cuando llegó al apartamento después de la discusión y yo le conté todo... sus lágrimas caían sin medida frente a mis ojos. Recuerdo abrazarla tan fuerte hasta que su llanto cesó y ni entonces... dejó de pedirme perdón, por lo que ese hombre me causó. Por la manera en que Randy me utilizó. Por no haberse dado cuenta como mi amiga de lo que pasaba. Sé que a ella le costó entender mis motivos para alejarme al principio, pero me prometió no alterar la versión que yo le había dado a Hayden, dejarlo pensar que lo engañé seria menos doloroso para él que saber que fue su padre el culpable de todo lo que me había pasado, y que eso me había convertido en un monstruo, capaz de hacer cosas impensables hasta que lo tuve delante intentando escapar y pensé que otra vez se iría sin castigo.

Todavía oigo ese disparo mientras duermo, y despierto agitada con la imagen de Hayden tirado en el suelo lleno de sangre. Cinco meses después todavía tengo esos malditos sueños y esa sensación de vacío dentro del pecho cuando me miro al espejo.

Empujo la puerta de la habitación de invitados y pronto sobre la cama hay formado todo un relajo.

— ¿Cuantos días se quedarán? —les pregunta Lorena acostada de lado sobre los almohadones viendo la pequeña maleta que trae cada una.

—En realidad... —Claudia se levanta del piso tranqueándose la espalda. —Solo esta noche, no vinimos a quedarnos, más bien a buscarlas.

Frunzo el entrecejo dejándome caer en el banco a los pies de la cama. Bi ahoga una risita traviesa y entonces dice:

—Matheus se casa en dos días, iremos a República dominicana mañana. Todas nosotras.

Abro los ojos de par en par y sacudo la cabeza, desubicada y lista para rebatir cuando Lorena se levanta de un brinco.

—Genial, después del frio de New York unas vacaciones en la playa me asentaran fenomenal.

Claudia le muestra una sonrisa cómplice y entonces voltea a verme a mí.

— ¿Que dices?

—Absolutamente no. —afirmo con seguridad y su cara se apaga un poco, por lo que suavizo el tono encogiéndome de hombros para volver a decir. —Tengo muchas cosas que hacer aquí, no puedo irme de viaje así tan repentino.

—Vamos. —resopla Bea dejando los ojos en blanco. —Él no estará, si es lo que estas pensando.

—No lo hago por eso. —miento.

—Claro que si lo haces. —complementa Lorena y le doy una mirada de advertencia que ella ignora. —No puedes seguir evitando enfrentar las cosas, Sophia.

—Lo. —interviene Claudia sentándose frente a mí. —Aunque si no te sientes lista para volver, lo entiendo. Todos tienen su proceso y «respetaremos» el tuyo.

Enmarca la palabra mirando a las otras dos mujeres a su alrededor.

—Por supuesto que no. —infiere Bea con ese espíritu que la caracteriza.

Veo su cara colorada y creo estar viéndola aquella noche en la discoteca cuando se encontró con Randy y aquello acabó en una batalla campal. Reía satisfecha mientras me contaba cuantas cachetadas dio en "Su desagradable cara"

—¿Y tú no la aguantaste?—recuerdo haberle preguntado horrorizada a Claudia.

—Se lo merecía. —respondió la rubia encogiéndose de hombros y la pelirroja siguió su relato muy a gusto.

Ahora ella está aquí, con su mirada verde olivo sobre mí, juzgándome como la fiscal implacable de un juicio.

—Eres la persona más fuerte que he conocido y no te amedrentarás ahora por la posibilidad de volver a verlo. Creo que más bien temes a darte cuenta que hiciste mal en sacar tus propias conclusiones. En pensar que Hayden no entendería, como nosotras, lo puto afortunado que es por tener a una mujer hecha de hierro a su lado, que ha superado miles de obstáculos y aun sigue de pie.

La nariz me pica y bajo la cabeza, fijando los ojos en la alfombra como una niña regañada. Mientras Bea sigue lanzándome sus verdades a la cara y algo dentro de mi va entrando en ebullición.

—...lo subestimas todavía... como nos subestimaste a nosotras al no contarnos. Y vuelvo a decirte, Sophia, ¡Te equivocaste! Carajo, hubiéramos ido a la guerra contigo, todos, si nos lo hubieses dicho.

—No me voy a disculpar, por no querer ponerlos en peligro. —rebato conteniendo el aire, el aire y algo mas...

—No quiero que lo hagas. —sacude la cabeza, el pelo rojo refleja los pobres rayos de sol que entran por la ventana. —No queremos que te disculpes. Queremos que no sigas huyendo de ti misma y levantes la cabeza orgullosa, porque una reina no deja que caiga su corona.

Esa noche, volví a abrir la caja de madera que guardaba bajo mi cama llena de fotografías y recuerdos. A la mañana siguiente estábamos volando a República Dominicana y cuatro horas y medias después, tomando el taxi que me llevaría a saber si en serio era tan valiente como mis amigas creían.

—Hayden se merece la verdad y tú mereces quitarte ese peso de encima. —me dijo Claudia antes de abordar el avión, palabras que mi mente vuelve a repetir cuando bajamos frente a la mansión donde había venido varios meses antes.

La mansión luce como un elegantísimo salón de fiestas. Todo decorado en marfil y oro, adornos extravagantes, que gritan Matheus en cada rincón. Trabajadores de un lado a otro no paran de colocar cosas y afinar los últimos detalles de lo que será sin duda una boda de ensueños.

—Felicidades, todo ha quedando precioso. —le doy un abrazo a Max que es la primera persona conocida que veo y él nos conduce alegre mostrándonos cada lugar, después de haber dejado el equipaje en la puerta.

—Mathi cariño. Las chicas ya están aquí. —anuncia una vez estamos en la terraza hacia el piso de arriba. Y dos pares de ojos conocidos se asoman sonriéndonos antes de venir a nuestro encuentro.

—Felicidades, será una boda preciosa. —le digo al novio que viene a abrazarme con los brazos abiertos, cubierto en una bata versache.

—Gracias, Soph, cariño. —cada una lo felicitamos y luego de tantos besos y abrazos, el rubio da un paso atrás mirándonos a las cuatro con la elegancia propia de un príncipe. — Tienen la prueba de vestuario ahora, no coman demasiado, que no quiero damas de honor hinchadas.

Reimos y una risa, rica se une a las nuestras. Una risa conocida y afable. Viví, que da un beso a su hija y luego viene hasta mi.

—Estás preciosa cariño. Me alegro que hayas decidido venir, todos esperábamos verte de nuevo.

Luego de agotadoras pruebas de vestuarios, Max dio el voto final al vestido durazno con ribetes en oro, a juego con los arreglos de proteas, lirios asiáticos y orquídeas. Esa noche cenamos todos juntos en la terraza exterior bajo las estrellas, la noche estaba fresca y perfumada gracias a los cientos de flores repartidas por todo el lugar. Esa noche volví a sentirme en familia, esa noche no me sentí extraña como pensaba, mientras reía con todo ellos, pero la oscuridad fue comiéndose el día y Hayden, nunca apareció.

————————————-

La segunda parte y final de Noche de Junio se publicará el domingo.
...... besitos mis niñas no olviden dejar sus votos y comentarios, gracias por todo el amor que le han dado a la historia y no olviden recomendarla a sus amigas, primas, hermanas, etc... a todossssss porfis 😘

Las amo

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro