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Noche buena.


Un año había transcurrido desde los acontecimientos de su ultima batalla, aun guardaban sus Miraculous como recuerdo de todo lo que pasaron.

Eran fechas festivas y no cualquier festividad se trataba de navidad aquella época que antes era muy solitaria para Adrien, ese año seria diferente el esperaba que fuera una navidad perfecta junto a su padre y quizás junto a su novia.

-Bien; regalos, decoración, ambiente – enlistaba revisando los preparativos el rubio – creo todo esta listo, ¿Qué te parece Plagg? - dijo reparando en sus palabras suspiro, debía admitir que extrañaba a ese glotón come queso pese a los problemas que este le causaba.

-¿Esta todo listo Adrien? – hablo con tono cálido la oji azul que recién ingresaba al salón donde este se encontraba.

-Si – sonrió alejando aquel recuerdo.- ¿ya as hablado con tus padres sobre lo de esta noche?- inquirió atrapándola en un abrazo.

-S..si...- aun después de todo ese tiempo Marinette tartamudeaba por ciertos contactos, su ahora novio se divertía observando lo tierna que se veía, tanto que en muchas ocasiones el buscaba provocar aquellos contactos.

-Creí que ya habíamos superado eso...my lady..- dijo susurrando lo ultimo a su oído, la chica salto soltándose del agarre del rubio mirándole con cierta molestia.

-Eres un gato bobo – se quejo.

-Bobo por tu amor – aquel comentario hizo a la joven soltar algunas pequeñas risas, traía a su mente todas aquellas buenas cosas que habían compartido juntos como héroes. Las risas fueron interrumpidas ante un deje nostálgico. - Seguro a ellos les abría gustado celebrar con nosotros.

-Lo se – sonrió melancólico el mas alto – ¡pero ahora debemos divertirnos el doble por ellos! - exclamo el chico tratando de subir el animo de ambos.

-¡Si! - asintió ella, mientras el ojiverde caminaba a la salida. -Adrien - le llamo caminando tras de el.

-MM..?- se giro solo para encontrarse con la peli azul empujándole contra la pared cercana a la salida, esta le atrapo en un beso causando el sonrojo del mas alto.

-No eres el único que puede jugar así – rio alejándose, eran esos pequeños arranques de valentía los que mas amaba de ella.

-my lady...-susurro tocando su labio divertido.

La noche buena llego, la cena estaba servida y Adrien aguardaba ansioso a su padre en el comedor, al final Marinette tuvo que quedarse junto a sus padres esa noche.

El sonido de un auto llegando hizo salir corriendo a un muy ansioso rubio seria su primera cena de noche buena desde que su madre ya no estaba. La puerta se abrió lentamente pero para sorpresa del chico no era su padre quien legaba si no su asistente.

-¿Dónde esta papá? - inquirió buscándolo aun con esperanza.

-Adrien, lo siento – hablo la mayor- su vuelo fue canselado, sabes que el quería estar aquí pero su nueva línea en Londres le necesita.

Un suspiro se escucho de parte de el joven realmente se había creado mucha ilusión ese año, la relación con su padre había mejorado mucho en aquel año dándole esa esperanza que ahora se convertía en una pequeña punzada de dolor.

-Tu padre hablo con los Dupaing, arreglo todo para que fueras con ellos esta noche el auto ya te espera fuera. El de verdad lo lamenta mucho.

-Si, no es nada ya debería acostumbrarme – dijo este caminado al auto, pasar una noche buena con sus ¨suegros¨ y novia era mejor que nada fue su único pensamiento en el camino.

El auto se estaciono frente a la panadería donde fue recibido por un gran abrazo de parte de Tom.

-Que bueno es verte de nuevo – decía bajando al muchacho al suelo luego de aquel abrazo, la diferencia en tamaños era notable mas cuando el mayor le levantaba en esos grandes abrazos que eran su costumbre.

-Gracias señor Dupaing, lamento las molestias – hablo rascando su nuca.

-¡ja! Eres muy formal muchacho – sonrió dándole una palmada en el hombro.- relájate somos familia, pero no demasiado no quiero que tomes ¨atribuciones¨ muy grandes con mi pequeña Marinette.- advirtió como todo padre que cuida de su hija.

-Si..si gracias señor..- rio nervioso mientras caminaban al salón de la casa, no podía negar que Tom era muy afable, pero imaginarlo como enemigo con su altura y musculatura le daba algo de miedo.

En la casa Marinette junto a su madre trabajaban laboriosas en la cena de esa noche, la oji azul había puesto especial interés en la cocina al saber que Adrien estaría presente esa noche.

-Adrien bienvenido – sonrió cálidamente Sabin.

-Buenas noches señora Dupaing – contesto al saludo, su mirada fue atrapada al ver a la pelizul en un hermoso vestido chino rojo con bordados en dorado, su cabello se encontraba suelto jugando entre los movimientos que esta hacia concentrada en el platillo que terminaba.

-Estas mas hermosa esta noche – dijo por lo bajo ya a pocos centímetros de ella, la chica dio un pequeño salto estaba tan concentrada en terminar el platillo que no se percato de la llegada del rubio menos de cuando se acerco.

-Adrien, bienvenido – saludo sonrojada.- ¿te gusta? - se alejo dando un pequeño giro para mostrar su vestido.

-Te queda muy bien – alago perdiéndose en la silueta de la joven.

-Es una forma de mantener vivas ambas culturas – explico esta muy feliz.- también la cena espero no te moleste, aun que tenemos algunos postres franceses las comidas principales son de origen chino claro con el toque Dupaing- cheng – hablo muy orgullosa de lo ultimo.

-MM..el toque Dupaing-Cheng no puedo esperar a probarlo.

La cena fue servida con tranquilidad entre paticas y risas, algunas anécdotas vergonzosas de la infancia de la peli azul no se hicieron esperar por parte de Tom para el todo lo que su pequeña hacia era maravilloso, no tanto para la joven que se sonrojaba tratando de cambiar el tema a su padre.

Sabin y Adrien se dedicaba a soltar risitas viendo como la peli azul le daba pequeños golpecitos al brazo de su padre pidiendo que no siguiera con aquello. ¨Esto es hermoso¨ pensó el rubio ¨Espero tener esto con Marinette un día¨ ya se imaginaba sentado a la mesa con sus hijos y esposa, claro que también invitaría a Sabin y Tom para esas fechas así serian una gran familia, su alegría fue derribada ante el recuerdo de su padre, realmente se había ilusionado demasiado.

Al terminar a cena los chicos subieron a la habitación de la joven, dejando la puerta abierta por indicación de su padre. El rubio se sentó en la cilla del computador mientras la oji azul se acomodaba en el sofá que estaba debajo de su cama.

-Tus padres son muy divertidos – hablo el mas alto dando un pequeño giro en la silla.

-Son vergonzosos aun que los amo mucho. - se quejo riendo.

-Tendremos que invitarlos a nuestras cenas familiares – rio el ojji verde imaginando de nuevo.

-¡Adrien! - Exclamo sonrojada, le gustaba escuchar eso aun así no podía evitar teñir sus mejillas.

-¿Qué? No me digas que no lo as pensado – hablo poniéndose de pie para acomodarse junto a esta.

-Bueno...si...¿Pero no crees que es extraño?- le miro fijamente.

-No, después de todo nos amamos y pensar eso es natural. - decía con tranquilidad acortando distancias.

-Supongo que si lo ves asi...- sus palabras fueron selladas por un profundo beso, ella empujo al rubio con suavidad quedando sobre este sin separarse, el jugueteo entre sus bocas parecía no detenerse hasta que un destellos de los aretes de la chica llamo la atención del rubio, se separo tomando aire acaricio la mejilla de su novia.

-Tus aretes destellaron, fue por un segundo pero lo hicieron- hablo sin dejar de acariciar su mejilla.

-¿Estas seguro?

-Si – afirmo-¿tu no?

-No es como si abriese mis ojos para interrumpir el momento – bromeo esta.

-¡Solo los abrí por que deseaba verte!- Exclamo sonrojado.

-Lo siento – se disculpo entre risas.

-¡Adrien! Te buscan – se escucho la voz de Sabine.

-¿Quién podría buscarte? - interrogo la joven un poco decepcionada por la interrupción de aquel momento.

-No lo se mi padre dijo que podía quedarme esta noche. - rasco su nuca caminando al salón, pensando en quien podría ser. Sus ojos se abrieron de par en par al encontrase a Gabriell parado en medio de aquel lugar con algunas cajas de regalo tras de el.

-¡Papá! - corrió a abrazarle. - si as llegado.

-Lo prometí ¿no? - decía correspondiendo el abrazo.

-Tu asistente dijo que no llegarías.

-Así era pero alguna especie de milagro sucedió, el vuelo logro despegar y pues eme aquí. - explico.- Traje algunas cosas para agradecer su hospitalidad hacia mi hijo – dijo dirigiéndose a los Dupaing.

-Sera mejor que vallamos a casa- hablo el menor de los Agreste.

-No puedo dejar que hagan eso –intervino Tom- a empezado a nevar es muy peligroso viajar así además es muy tarde. Mi casa no será un palacio pero siempre acogerá a quien lo necesite – finalizo.

Los Agrester agradecieron el gesto dirigiéndose a la habitación de invitados, el menor tubo que dormir en un saco de dormir en el suelo pero la felicidad de esa noche le permitió conciliar el sueño. A la mañana siguiente todos celebraron la navidad en familia en aquel humilde pero acogedor hogar, dejando en el olvido aquel pequeño destello de los aretes, quizás un restante de magia o un nuevo inicio. 


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Solo un pequeño regalo para mis lectores, pasen feliz navidad y año nuevo, gracias por siempre apoyarme los quiero.

Lo siento por errores que puedan encontrar son las 2 de la mañana y estoy infiltrada en la pc de mi hermana, solo quería dejarles este regalito XD. Es un pequeño suceso después de ¨Soledad¨ 


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