Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

♡You're just the boy all the boys want


—¿Otra vez con ese libro? —Joo tiró la mochila a un lado y se sentó. HyungWon lo cerró y asintió.

—Deberías leerlo. Es hermoso.

—¿No hay una película sobre eso?

HyungWon lo miró horrorizado.

—Los libros no muerden, psicópata.

Joo se echó a reír y agarró el libro.

—Flores en la tormenta —leyó—. Suena a drama.

HyungWon suspiró soñadoramente.

—Es sobre un duque libertino y una solterona cuáquera.

La cara de Joo mientras escuchaba a su amigo era de un desconcierto total.

—Wow, ya búscate un novio.

HyungWon no le dio importancia al comentario. Ya le gustaría tener un novio con el que compartir gustos y hacer cosas cursis. Pero eso no se lo iba a decir a su amigo. Eso quedaría en su lista de deseos que nunca cumpliría.

—¿Estudiaste? —preguntó cambiando de tema.

Eso surtió el efecto deseado. Joo hizo un puchero y se arrojó a la mesa, golpeándose la frente.

—No entiendo nada —dijo—. Cada vez que abro un libro la mente se me pone en blanco.

—Creí que Kiki iba a ayudarte.

Joo frunció la boca en un pico.

—Si... bueno decidí no estudiar con él. Tú sabes que es un poco inestable de carácter, la última vez me pegó con el libro en la cabeza.

HyungWon se puso a reír hasta que dos chicas se acercaron a su mesa. Ambas de deshicieron en sonrisas coquetas.

—Hola, Wonnie —saludó una de ellas batiendo las pestañas de manera coqueta.

HyungWon sonrió amablemente.

—Hola...

—Nos preguntabamos si querrías ir a tomar un helado después de clase.

—Lo siento, chicas —se disculpó— los exámenes son la semana que viene. Y necesito estudiar.

—¿Qué lees? —preguntó la otra chica mirando con curiosidad el libro.

Joo se lo pasó y la chica le agradeció para luego devolvérselo y despedirse.

—Creo que mañana iré al café literario para estar más tranquilo.

La chica se acercó a Chang que estaba comiendo un sandwich en el parque del campus.

—Flores en la tormenta. ¿Para qué quieres saber eso? 

Chang sonrió y me palmeó la cabeza.

—Me porté mal con Wonnie la otra noche. Y quiero hacerle un regalo. Sé que le gustan los libros, pero quería saber qué libro leía para no comprarle el mismo.

—Ah... ¡Qué lindo detalle, Kyunnie!

—¿Te gustaría ayudarme a averiguar sus gustos? Aún no sé qué comprarle. Quiero saber qué le gusta. ¿Crees que podrías hacerme ese favor, Bora?

—Claro, escuché que irá al café literario a estudiar mañana. Podrías empezar por invitarle un café.

Chang le agradeció con un chocolate la ayuda y luego llamó a Hoseok.

—Mañana tienes que ir al café literario que está sobre la avenida...

—Hey —gritó un hombre asomándose por la puerta del taller— necesito ayuda con una 883.

Hoseok se frotó las manos y corrió hacia afuera. Pasó la mano por la parte delantera de la moto, admirándola.

—El acabado es hermoso —comentó al hombre.

—Escuché que van a discontinuarlas. Es una pena, hombre.

—¿Qué hay que hacerle a esta belleza?

—El sensor de arranque. Tiene algunos problemas con los frenos también.

Hoseok llamó a otro muchacho ya que la moto pesaba 250 kilos y solo no iba a poder moverla.

Nunu silbó cuando los vio entrar con la moto.

—¡Qué hermosura! —exclamó acercándose con una ficha en la mano y una lapicera en la otra—. Yo me encargo de esta. Hay que cambiar las pastillas del freno delantero a la Sportster. Enséñale al chico nuevo el proceso. El jefe quiere que lo mandemos a otra sucursal.

Hoseok llamó al chico.

—Bien, vamos a empezar con esto que tengo que salir temprano hoy. Necesitamos sangrador de freno, las pastillas, el líquido de freno, para este modelo usamos este —señaló la botellita gris de plástico—para modelos más antiguos vamos a usar otro que tenga base de silicona, el que vamos a usar para esta moto es base mineral...

El chico era diligente y aprendía rápido.

—...quitamos la cubierta del depósito, si tienes duda de qué líquido usar, fíjate que aquí tiene una inscripción...

Una hora más tarde ya estaba juntando sus cosas para irse.

—¿Irás a casa? —preguntó Nunu que estaba tirado en el piso bajo la moto.

—Supongo que tengo una cita.

—¿Irás por el chico bonito?

—Eso parece. Usaré tu camisa negra.

—Bien, pasa por la casa de comidas. No sé a qué hora llegaré y no tengo ganas de cocinar.

Hoseok lo miró divertido.

—¿Cuándo las tuviste? Creo que jamás vi que agarraras una olla para algo.

–Anda, vete antes de que cambie de opinión y te busque otra cosa que hacer.

—Me harías un favor. No tengo ganas de ir.

—Es por Chang que lo haces.

Hoseok salió arrastrando los pies. Se subió a su moto y llamó a su amigo.

—Pásame la dirección del dichoso café ese. ¿Venden cerveza?

Eligió ponerse un pantalón de cuero y la camisa negra de Nunu. Se acomodó el cabello, se dejó un solo pendiente, aplicó apenas una sombra cobriza y un poco de bálsamo labial. Parecía un muñeco de torta. Pero no le quedaba más remedio que vestirse así si quería atraer la atención del chico. Agarró su chaqueta de cuero, la billetera, las llaves de la moto, el libro que Chang le había dado y salió rumbo al centro.

Hoseok se quedó mirando el cartel del lugar. The Bookeeper. Vaya nombre ridículo —pensó. Marcó el número de Chang.

—Bien, dime si el fulano ya está adentro. No quiero perder el tiempo.

—Bueno, me avisaron de que lo vieron entrar. Ya sabes lo que tienes que hacer.

—Esto te va a salir muy caro...

Se acomodó la camisa y chequeó en el espejito de su moto que todo estuviera en orden y se viera presentable. Algunas cabezas se giraron a mirarlo. Incluso alguien le silvó y le gritó un piropo algo subido de tono a causa de sus pantalones ajustados. Riendo sacudió la cabeza y entró al lugar. Había bastante gente, lo cual lo sorprendió ya que él no era muy dado a la lectura y menos al café. Él prefería el ruido, el humo y el alcohol. Miró alrededor y por fin divisó a su objetivo. El chico estaba sentado tomando apuntes con un aire intelectual que lo hacía parecer más grande. Notó que las personas pasaban por su mesa, algunos dejaban caer papelitos, otros le hacían cumplidos y hasta creyó ver flores.

Ordenó un café que le pareció un poco caro para su gusto y caminó entre la gente.

—Vaya —dijo parándose al lado de la mesa de HyungWon— estoy empezando a creer que estás siguiéndome.

HyungWon levantó la cabeza y se quedó de piedra al ver al hermoso hombre que le sonreía.

—Oh, hola...

—Hoseok —dijo.

—Si, claro. Hoseok —HyungWon miró alrededor y finalmente habló—. ¿Viniste solo?

Hoseok asintió.

—¿Puedo sentarme?

HyungWon le hizo una seña.

—Por favor...

Hoseok paseó la mirada por la mesa.

—Sí que traes muchas cosas —observó riendo al ver un osito de pechuche, dos ramitos de flores y algunas tarjetas.

HyungWon se ruborizó y se apresuró a sacar todo y guardar las cosas en su bolsa.

—Lo siento... —dijo con una sonrisa mortificada.

—No te preocupes. Está bien tener admiradores.

HyungWon movió los ojos y se encogió en sí mismo. Detalle que Hoseok no pasó por alto y hasta le causó cierta ternura.

—Em, ¿qué te trae por aquí? —susurró entonces HyungWon.

Hoseok levantó el libro.

—Vine a pasar el rato. Y me recomendaron este lugar...

HyungWon abrió mucho los ojos cuando vio el título del libro.

—¡Oh, Flores en la tormenta!

Hoseok abrió los ojos, fingiendo sorpresa.
—¿Lo conoces?

—Es... es uno de mis libros favoritos... —dijo encantado mientras sacaba su libro de la mochila. Se lo mostró a Hoseok y este sacudió la cabeza.

—No lo puedo creer. Es uno de mis favoritos también. ¡Qué agradable coincidencia!

Un muchacho se acercó a la mesa.

—Wonnie, ¿puedo traerte algo para comer?

HyunWon miró a Hoseok.

—¿Quieres comer algo? Yo invito.

Hoseok estuvo a punto de declinar la oferta, pero luego se acordó que no había comido nada en todo el día.

—Recomiéndame un pastel de aquí, ví que tienen muchos y de varios sabores... —Hoseok se lamentó de que no hubiera pollo frito o pizza.

HyungWon ordenó dos porciones de pastel de almendras al chico y volvió su atención a Hoseok.

—Entonces, te gusta leer... —dijo con timidez. Hoseok quiso reír. Chang había pintado a ese sujeto como un monstruo calienta braguetas y la persona que tenía en frente era todo sonrisas y ojos de cachorro.

—Si, aunque no tengo mucho tiempo para hacerlo —contestó Hoseok moviendo la pierna con impaciencia—. ¿Y tú?, vienes seguido por lo que veo.

—Queda cerca de mi apartamento y me gusta el ambiente que tiene este lugar. Y el café es excelente.

Hoseok tomó un sorbo de su café y sus ojos se desviaron por un momento hacia un trasero voluminoso que pasaba.

—Es cierto, el café es muy bueno. ¿Qué estudias?

HyungWon miró sus apuntes.

—Historia... ¿Tú estudias?

Hoseok sacudió la cabeza y se echó hacia atrás de manera inconsciente. Uno de los botones de su camisa se abrió y HyungWon bajó la mirada hacia esa piel lunar que quedó al descubierto.

—En este momento no —contestó Hoseok viendo como el chico no lo miraba a la cara. Se mordió el labio en un intento por no reírse—. Tengo un trabajo que me absorbe mucho tiempo...

Al ver que no había respuesta se inclinó hacia adelante y le sacudió la mano. HyungWon pareció despertar de golpe.

—¿Estás bien? —Hoseok acarició ligeramente su piel.

HyungWon carraspeó, ruborizándose hasta la raíz del cabello. Asintió con pena. Era un idiota.

—Sí, lo siento. Estoy un poco cansado. He estado estudiando demasiado y no pude descansar bien.

—Si, por supuesto —dijo poniéndose de pie repentinamente. HyungWon tuvo un momento de pánico—. Te he estado distrayendo.

HyungWon estiró una mano y le tocó el antebrazo.

—No, no. No quise decir eso. Por favor, toma asiento. No me hagas caso.

Hoseok le sonrió y volvió a tomar asiento.
El plan estaba saliendo mejor de lo que pensaba.

Nobody Else

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro