El primer golpe dio de lleno en la cara y Chang no pudo ni reaccionar que ya tenía el cuerpo macizo sobre el suyo. Cayó sobre la mesa del taller y golpeó la cabeza contra una de las herramientas.

—Eres el peor hijo de puta que hay —le gritó Hoseok agarrándolo por el cuello de su chaqueta—. ¿¡Qué le dijiste!?

Chang levantó la mirada y sus ojos furiosos se fijaron en los de Hoseok.

—Le dije la verdad. Que lo estabas usando. ¿Acaso mentí?

Otro golpe y la nariz comenzó a sangrarle profusamente.

—Hey —Nunu entró alarmado por otros trabajadores y se encontró con sus amigos golpeándose como si no hubiera mañana—. Demonios...

—Voy a matarte —Hoseok no lo dejaba  defenderse y para cuando Nunu y otros dos hombres más pudieron separarlo de Chang, este tenía la cara hinchada y la nariz rota.

—¡Él era mío! —le gritó Chang fuera de sí, queriendo abalanzarse contra Hoseok que también intentaba zafarse del agarre de los otros dos—. Tú no tenías ningún derecho a estar con él... —caminó hasta el perchero y agarró su bolso para sacar el sobre con las fotos y lanzárselas al pecho—. Igual ya no me importa, esa putita se merecía todo lo que le dije...

Hoseok se soltó y el último golpe que le dio a Chang lo desmayó. Luego salió del taller, se subió a su moto y partió.

Estuvo un rato golpeando la puerta del apartamente de HyungWon, pero nada sucedió, solo un vecino malhumorado que le dijo que Wonnie había salido temprano. Nuevamente se subió a la moto dispuesto a aclarar las cosas de una vez.

Estacionó en la puerta de la universidad y corrió hacia adentro del edificio. Buscó la sala de informes y casi aporrea la puerta.

—¡Señor! —una mujer salió indignada— ¡casi tira la puerta abajo!

—Chae HyungWon. Busco a Chae HyungWon.

La mujer se cruzó de brazos y lo miró de arriba abajo.

—¿Y usted quién es?

—Soy su... primo. Tengo algo urgente que informarle. Es algo familiar.

La mujer dudó unos segundos antes de proveerle alguna información. Si ese sujeto estaba diciéndole la verdad no quería tener ningún problema después con ninguna familia o tener que lidiar con los directivos del lugar.

—Bien, espere un segundo... —entró y luego volvió con una planilla—. Estas son sus clases del día...

Hoseok la tomó y salió corriendo escaleras arriba. Buscó la clase que le correspondía y vio que había algunos muchachos conversando en la puerta.

—Busco a Chae HyungWon —dijo agitado. Los muchachos se miraron entre sí—. ¿Podrían llamarlo?

—¿Y tú qué haces aquí?

Hoseok se giró y se encontró con un chico rubio alto que lo miraba con el ceño fruncido.

—¿Me conoces? —Hoseok se acercó a él.

—Eres el idiota amigo de Chang.

Hoseok se pasó una mano por el cabello y suspiró, cansado.

—Dime dónde está Wonnie. Necesito hablar con él.

El chico casi se echa a reír.

—¿No te parece que ya hiciste suficiente? Ahora déjalo en paz.

Hoseok estaba al límite de su paciencia.

—Escucha... como sea que te llames, las cosas no son lo que parecen —el rubio por supuesto que no le creyó porque le echó una mirada divertida que estuvo a punto de borrar también a golpes, pero se contuvo porque eso no sólo no iba a arreglar nada sino que además iba a hacer que HyungWon lo odiara más—. Necesito hablar con él, ¿puedes decirme dónde está?

El chico chasqueó la lengua y movió la cabeza, negando.

—No vino hoy. Intenté llamarlo, pero no contesta nuestras llamadas. Mira, dale un tiempo, es todo muy reciente. Deja que piense y que luego decida qué hacer...

Hoseok no sabía dónde podría buscarlo, así que se despidió del chico y salió del lugar. Recorrió los lugares dónde habían ido juntos, el café literario, los lugares de comida donde solían ir, pero Wonnie no estaba en ningún lado. Se sentía como la mierda. Debía haberle dicho las cosas desde un principio. Ahora Wonnie lo odiaba y tenía razón en hacerlo.

—¿Has hablado con él?

Nunu se apoyó contra el marco de la puerta y lo miró.

—No... supongo que necesita tiempo... —se restregó los ojos colorados de cansancio y se dejó caer hacia atrás en la cama— ¿qué voy a hacer si no me perdona? ¿Cómo fue que acepté meterme en esto? ¿Por qué le hice caso a ese enano idiota?

—Le rompiste la nariz.

—Debería haberlo matado. Me arruinó la vida.

Se limpió los ojos húmedos con el dorso de la mano y siguió mirando al techo.

—Deja pasar unos días y vuelve a buscarlo.

Hoseok asintió y su amigo se fue dejándolo solo con su miseria. Necesitaba verlo. Besarlo. Estar en sus brazos. Y ahora por su culpa todo se había ido a la mierda.

'¿Qué más quieres de mí? No tengo nada más que entregarte. Te llevaste todo lo que tenía. Todo...'

Fue hacia la sala y agarró la botella de whisky y esa noche se embriagó hasta quedar dormido.

Al otro día se duchó rapidamente y salió con la moto. Necesitaba encontrar a Wonnie.

Pero Wonnie ya no estaba.

—Se fue ayer temprano, llevaba un bolso... —dijo una ancianita que sostenía un gato gordo.

Hoseok se puso más pálido de lo que era.

—¿Le dijo a dónde fue?

La anciana negó con la cabeza.

—No, dijo que se iba por un tiempo. Es una pena, un chico tan lindo y bueno...

Wonnie se había ido.

Esa tarde insistió en buscar respuestas en los amigos de Wonnie, pero no encontró más que desdén.

—Deja de molestar —le dijo el mismo chico del día anterior— si él se fue ha sido por tu culpa.

—Él confió en ti —le dijo un chico de cabello rojo— y tú te burlaste de eso. Ten un poco de decencia y deja de molestarlo.

No sabía qué más hacer. ¿Dónde debía empezar a buscar?

Los días pasaban y Hoseok seguía haciendo guardia frente al edificio donde vivía HyungWon, pero nada pasaba. Los días se hicieron meses y la espera estaba agotando su cuerpo y su mente. Había perdido peso y ya ni siquiera se presentaba en el taller. Su mejor amigo ya no sabía cómo ayudarlo. Chang se había ido a casa de sus tíos y no volvió a aparecer por ningún lado. Todo había cambiado. Su vida ya no era la misma. Ni siquiera volvió a pasarse por el bar. Su único contacto con el mundo exterior era HyunWoo. Sus días sin HyungWon ya no tenían sentido.

HyungWon se miró en el espejo y sonrió.

—Vaya, le queda muy bien, joven —dijo la mujer limpiando los restos de cabello de la capa de plástico.

Le agradeció las palabras y salió de la pequeña barbería.

Tomó aire y miró el papel. Había llegado a su destino. Agarró su bolso y entró.

—Los hombres enrolados, por favor acérquense.

HyungWon miró alrededor. Gente abrazándose, madres llorando, familiares compungidos. Veía los rostros de los jóvenes que estaban allí. Todos jóvenes como él. Solo que él estaba solo. No había nadie para despedirlo. Se encogió de hombros y caminó reuniéndose con los demás. Se encontraba algo nervioso, pero todos allí estaban en la misma situación.

Un hombre con una ficha se paró adelante de la multitud y pronto todos hicieron silencio.

—Silencio por favor, la ceremonia de reclutamiento está a punto de comenzar.

Los hicieron ponerse en fila con una mano al frente para luego saludar a la bandera. Acto seguido les pidieron que dieran media vuelta de cara al público y saludaran a sus seres queridos. HyungWon sólo miró al piso.

—Rogamos a los padres que no se preocupen por sus hijos. Ellos ahora son orgullosos miembros del ejército coreano. Los formaremos como hombres fuertes para que puedan defender al país y hacerlos sentir orgullosos...

A HyungWon se le hizo un nudo en la garganta y pensó en su padre.

Nobody Else