♧The war is won, before it's begun
HyungWon abrió la boca y luego miró a Hoseok.
—No lo puedo creer —la voz casi aguda de la emoción. Hoseok sonrió, felicitándose por la idea de haberlo llevado a la exposición.
Se acercó a la figura alta que seguía parada en la entrada.
—¿Te gusta?
HyungWon movió la cabeza repetidamente, con los ojos brillantes.
—Me encanta. Nunca había venido a una antes...
Hoseok apoyó una mano sobre el hombro contrario y ambos entraron. La noche estaba ideal para caminar al aire libre y Hoseok, animado por el entusiasmo de HyungWon, le iba contando un poco de cada modelo de moto que había en el lugar.
HyungWon pidió a Hoseok que le tomara fotos montando algunas y Hoseok pronto se encontró riendo a carcajadas y sumándose a la sesión improvisada de modelaje.
Había algunos puestos de comida y HyungWon compró algunos bocadillos que disfrutaron mientras reían e intercambiaban anécdotas. HyungWon era un hombre muy agradable y simpático. Con un sentido del humor acertado sin llegar a ser agresivo ni vulgar. Se notaba que era una persona inteligente y por momentos, Hoseok no podía dejar de pensar que Chang estaba exagerando con respecto a lo que le había contado sobre él. Incluso se sorprendió que fuera tan amable y considerado con todos a su alrededor. Eso hacía que por un lado se soltara demasiado en su compañía y se sintiera cómodo, pero por otro lado también el aguijonazo de la culpa lo asaltaba recordándole que sólo estaba 'preparando' al chico para lo que Chang quisiera hacerle.
No tenía idea qué era exactamente lo que Chang quería hacerle a HyungWon, pero no cesaba de decirse que estaba mal.
Un tiempo después, exhaustos de caminar por el lugar, decidieron sentarse para tomar algo y poder conversar más tranquilamente.
—¿Te han llamado de ese trabajo que estabas esperando? —preguntó HyungWon tomando un sorbo de su refresco para luego apoyar una brazo sobre la mesa y recostar la cara en su mano.
Hoseok movió la cabeza y se puso a jugar con el borde de plástico del vaso.
—No. Pero no me quejo. Aún tengo un trabajo. Es sólo que estaba buscando cambiar a algo más tranquilo. Ya sabes, un poco de trabajo de oficina. Sentarse tras un escritorio y escribir cosas en una computadora no suena mal.
HyungWon sonrió.
—Bueno, sí. ¿Puedo preguntar en qué trabajas? Aunque me doy una idea.
Hoseok alzó las cejas.
—A ver, adivina.
—Bueno, quiero creer que con motos. No conozco a nadie que hable con tanta pasión de ellas, aparte de mi padre, así que quiero pensar que trabajas en algo que te apasiona.
Hoseok asintió con una sonrisa que le achinaron los ojos.
—Si. Trabajo con motos. Pero hago el trabajo sucio —dijo guiñándole un ojo— estoy echado en el piso la mitad del día y cubierto de aceite de motor. No es una imagen muy bonita.
HyungWon, por supuesto, opinaba lo contrario. Podía imaginarse sin problemas a un Hoseok, con el cuerpazo ese de luchador cubierto de aceite y rodeado de herramientas. Y la imagen era todo menos desagradable.
—¿Así que tu padre también es un entusiasta de las motos?
HyungWon bajó la mano y las juntó al frente.
—Era. Él falleció el año pasado.
Hoseok notó cómo HyungWon bajaba la mirada a la mesa y se arrepintió en al acto de haber hecho esa pregunta.
—Lo... Lo siento...
—No te preocupes. Ya pasó algo de tiempo.
—¿Tu madre vive?
—Si. Creo... No nos hablamos.
Hoseok se sintió peor. Él tampoco tenía la mejor de las relaciones con sus padres, pero al menos hablaba con ellos de vez en cuando y vivían cerca suyo.
Hubo un silencio sepulcral por algunos segundos. Hasta que HyungWon pareció despertar.
—Gracias por la noche de hoy —dijo mirando alrededor— nunca había estado en una exposición antes.
—Me alegra que te haya gustado. Intento ir a todas las que puedo, además por el trabajo que hago me sirve mucho...
—¿Hoseok? —un muchacho alto de cabello negro y tatuajes acercó a la mesa—. Bro, no sabía que ibas a estar hoy aquí —Hoseok se levantó y abrazó al sujeto.
—Hace años que no te veo, creí que seguías de viaje —dijo Hoseok.
—Bueno, llegué hace algunos días. Vi a Hye Jin, me dijo que estuvo contigo el otro día...
Hoseok echó una mirada de reojo a HyungWon que estaba mirando su celular.
—Si, ella pasó a visitarnos. Em, te presento a un amigo, él es HyungWon —este levantó la cara y sonrió. El otro hombre le estrechó la mano—. Wonnie, él es Cristian Yu. Un viejo amigo.
Los amigos intercambiaron algunas palabras más y se despidieron poco tiempo después. HyungWon guardó su celular y volvió su atención a Hoseok.
—¿Quieres ir a caminar un rato más?
HyungWon lo pensó un momento.
—Pero vayamos a otro lugar, uno más tranquilo.
Hoseok estuvo de acuerdo y se levantaron para caminar hasta la entrada donde ambos se pusieron los cascos. Unos minutos después bajaron en un parque y decidieron caminar por ahí.
—Oye, Hoseok —HyungWon detuvo la marcha y Hoseok volteó a mirarlo.
—¿Qué sucede? —preguntó acortando la distancia para pararse frente al alto.
HyungWon lucía nervioso, tenía las mejillas coloreadas, quizás por el viento, los ojos le brillaban y tenía los labios fruncidos hacia un lado. Un gesto que HyungWon hacía mucho cuando quería decir algo.
—Em... es que... bueno. Me gustas.
Hoseok se quedó en silencio. Había imaginado cómo debería decirle algo a HyungWon en el caso de estar en una situación 'romántica', pero su cabeza deshechaba esas ideas tan pronto como aparecían. No cesaba de pensar en que estaba con un hombre. Un hombre que estaba confesándole que le atraía. ¿Qué debía hacer? Los ojos grandes de HyungWon lo miraban, expectantes. En ese momento se reprendió internamente por no haber bebido antes. Estaba seguro de que alcohol haría las cosas más fáciles y menos incómodas. Pero ya estaba en el baile. Ahora debía bailar. Entonces hizo lo que hubiera hecho con cualquiera de las mujeres que besaba a diario. Se acercó y lo tomó por la cintura. HyungWon se sorprendió con el movimiento. Hoseok se mentalizó que estaba con una chica.
HyungWon era bonito y tenía unos labios muy sensuales. No debería ser un problema besarlo. Así que sin pensarlo demasiado y pasando una mano por el cuello del alto, lo atrajo a un beso dominante que hizo a HyungWon gemir contra sus labios.
¡Oh, mierda! Hoseok abrió los ojos un segundo. Estaba haciéndolo. Estaba besando a un hombre. Pensándolo racionalmente no le estaba disgustando tanto. HyungWon era un buen besador. Se notaba porque seguía el ritmo de su boca a la perfección. Y tampoco tenía barba ni bigote lo que hacía la situación menos grotesca. Volvió a cerrar los ojos y se enfocó en el beso. Estaba siendo un buen beso. Tranquilo, pero sensual. Los labios carnosos de HyungWon estaban haciendo un buen trabajo sobre los suyos. Sí. Podía reconocer eso. Así que dejó que su instinto lo guiara. Alzó la mano, enterrando los dedos en el cabello del alto, apretando con suavidad y a la vez acercándolo más para profundizar aún más el beso. Sus dedos bajaron e hicieron presión en la nuca de HyungWon, demandante.
HyungWon apoyó las manos en la cintura de Hoseok, perdido en el beso, con la cabeza dando vueltas. Ni en sus mejores fantasías hubiera esperado una respuesta tan... entusiasta. Wow. Inhaló el perfume masculino de Hoseok y suspiró. Sintió las manos grandes tirar de él hacia adelante, los labios devorando los suyos, ajustándose perfectamente a la forma de su boca. Hoseok inclinó su cabeza aún más hacia atrás, su mano aún en la parte posterior de su cuello, los dedos deslizándose en su cabello. Podía sentir sus labios seguir un ritmo constante incluso cuando su cuerpo se presionaba con más fuerza contra el suyo. Una lengua exigente recorriendo cada rincón de su boca, lamiendo sus labios temblorosos que se moldeaban a su voluntad.
Entonces el ritmo disminuyó mientras el beso languidecía y sus dientes se unieron a su lengua, dándose un festín con los labios sensibles de HyungWon.
Sus labios se detuvieron por un momento, húmedos y magullados por los besos recientes, y Hyungwon pensó que Hoseok se alejaría para decir algo, pero este sólo se limitó a mirarlo a los ojos, mientras con una mano acariciaba su mejilla. Ninguno de los dos dijo nada. Pero entonces Hoseok soltó un suspiro y un 'a la mierda' para luego volver a juntar sus labios en un nuevo beso cargado de hambre.
HyungWon sonrió adormecido de satisfacción. Había sido una cita excelente.
Nobody Else
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