Dos años antes...

HyungWon cruzó corriendo todo el parque teniendo como objetivo al muchacho alto que estaba de espaldas hablando por teléfono. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, saltó colgándose a la espalda ancha. El muchacho trastabilló pero no se cayó y giró la cara.

—¡Won! ¡Me asustaste! —protestó y esperó a que HyungWon se bajara. Luego sonrió y acercó su cara a la del alto—. ¿Qué estás haciendo por aquí? —preguntó y dejó un beso sobre los labios gruesos.

—Nos dejaron salir antes ya que el profesor Song no vino. ¿Qué hacías?

Ambos muchachos empezaron a caminar hacia la salida de la universidad.

—Estaba hablando con Kai. Esta noche iremos a festejar su cumpleaños.

HyungWon hizo un gesto y resopló. No le gustaba Kai y no podía disimularlo.

—Oh, vamos —dijo Sehun apretándole una mejilla de forma cariñosa—, ¿me acompañarás? HyungWon miró hacia otro lado—. Di que sí...

Odiaba tener tan poco voluntad cuando de Sehun se trataba. Hacía algún tiempo que habían empezado a ser algo más que amigos, aunque ninguno de los dos se había animado a ponerle una etiqueta a la relación que tenían. Habían sido amigos desde hacía algunos años y después de un tiempo, HyungWon empezó a sentirse atraído por él y una noche, en donde ambos habían tomado un tanto demás, se besaron.

No hacían mucho más que eso. HyungWon era una persona algo pudorosa y su naturaleza romántica lo incitaba a esperar a que el momento fuera ideal. No estaba ansioso, pero una parte de él también quería ir un poco más allá de los besos.

—¿Por qué ese afán de torturarme de esa manera? —dijo dejando caer los hombros con resignación—. Sabes que tu amigo me detesta.

Sehun se cruzó de brazos, algo divertido con las expresiones que hacía su amigovio.

—¿No crees que exageras un poco? —HyungWon lo miró con enfado.

—Sabes que no. Pero si es tan importante para ti, iré.

Sehun lo levantó por la cintura y comenzó a dar vueltas, riendo.

—¡Bájame! —gritó HyungWon sofocando una risita nerviosa—. Si nos caemos, tendrás que cargarme a casa.

Caminaron a la par, rozando sus dedos de vez en cuando, pero sin agarrarse de la mano. Todavía no estaban preparados para eso y además a Sehun le daba un poco de vergüenza las demostraciones de afecto muy efusivas en público, cosa que HyungWon resentía porque le gustaban los gestos románticos y quería ser el protagonista de su historia de amor. Se despidieron rápidamente en la esquina de la casa de HyungWon y cada uno se fue por su lado.

Su madre estaba sentada en la cocina y apenas si levantó la mirada hacia su hijo.

—Hola, ma...

Su madre apenas sonrió.

—He arreglado una cita para ti— dijo—. Así que arréglate y hazme quedar bien.

HyungWon se acercó a la cocina.

—¿Mi opinión no cuenta acaso? —soltó con la voz inestable. Su madre lo miró sobre los lentes.

—¿Vas a negarte? Tienes diecinueve años, ¿cuánto más piensas esperar? Tienes que pensar en tu futuro.

—No iré. Ya tenía planes.

—Cancélalos. Mira, hijo, sé que estás negándote porque tu padre te metió esas ideas liberales en la cabeza, pero es por tu bien. No tenemos demasiado dinero y dios te ha dado belleza. No puedes desaprovechar esta oportunidad. La muchacha quedó prendada de ti y su padre es un hombre muy importante.

—Mamá...

Su madre se levantó de la mesa y salió sin darle tiempo a protestar.

Fue a su cita. Incluso había sonreído e intentado mantener una charla amena con la muchacha. Pero a mitad de la cena, dijo que se sentía mal y salió del restaurante directamente a la fiesta. Sehun estaba esperándolo en la entrada del jardín de la casa de Kai.

—Pensé que ya no vendrías... —dijo antes de darle un beso que le quitó el aliento.

HyungWon se sorprendió, pero no dijo nada y disfrutó del beso.

—Entremos —dijo agarrándolo de la mano— ya todos llegaron...

La fiesta estaba bastante animada y HyungWon se sentía relajado, mirando a la gente bailando a su alrededor. Alguien le puso un vaso entre sus manos y lo vació como los anteriores. Todos sus sentidos estaban ralentizándose a medida que las horas pasaban. Sehun se sentó a su lado y HyungWon sonrió, ladeando la cabeza hacia él.

—¿Te estás divirtiendo? —le preguntó su amigovio acercando la boca a su oído. HyungWon cerró los ojos y asintió. Un beso, dos, tres... Una mano ansiosa se coló por debajo de su camisa, acariciando su piel. HyungWon se dejó hacer, era Sehun después de todo.

—Vamos arriba —se vio siendo jalado hacia arriba y se abrazó al cuello del alto. Parecía flotar. Todo su cuerpo se sentía suelto y liviano. Subió los escalones solo fijándose en las piernas largas enfundadas en un pantalón negro que estaban delante de su nariz.

Una puerta se abrió y HyungWon alcanzó a ver una cama.

—Sehun... —balbuceó con la cabeza embotada, pero no pudo seguir porque su boca fue atacada nuevamente. Gimió ruidosamente, creyó escuchar una risita, pero no le prestó demasiada atención ya que después de todo estaban en una fiesta. Sehun lo apretó contra su cuerpo mientras que con una mano desprendía los botones de su camisa. Un ligero escalofrío lo recorrió entero cuando el aire le tocó la piel desnuda.

—Shh, déjate llevar... Hace mucho tiempo que esperamos esto...

Sus ojos se entreabrieron y vio la cara sonriente de Sehun. Y le sonrió de vuelta. Sintió unas manos en su espalda y besos en la nuca. Su cuerpo respondió al estímulo y echó la cabeza hacia atrás.

—¿Cómo es que no hicimos esto antes? —dijo alguien a lo lejos. Quiso abrir los ojos, pero sus párpados pesaban. Se sentía cansado y con sueño.

—Ne... Necesito dormir...

—Claro que sí, precioso... Tú duerme...

Sintió unos labios sobre los suyos nuevamente y pronto todo su cuerpo se apagó.

Cuando abrió los ojos, parpadeó algunas veces para esclarecer su vista. Todo estaba desenfocado y no reconocía el lugar. Se incorporó como pudo y una vez que cayó en la cuenta de que no estaba en su habitación ni en su cama, se apresuró a levantarse. El espejo de la puerta le devolvió su reflejo. Desnudo y despeinado. Miró alrededor. Su ropa estaba tirada por el piso. ¿Qué había sucedido? No recordaba haber entrado a la habitación. De hecho recordaba pocas cosas de la fiesta. Se vistió con las manos temblorosas y una vez que estuvo listo, abrió la puerta. En la casa reinaba un silencio casi sepulcral. Bajó los escalones con las botitas en la mano para no hacer ruido.

How can it feel, this wrong
From this moment
How can it feel, this wrong

Una canción sonaba de fondo, la sala estaba en un estado lamentable. Vasos de plástico por todos lados, los sofás tenían manchas de todos los colores, incluso había algunas personas durmiendo sobre los muebles. Echó una mirada rápida alrededor esperando ver alguna cara conocida. Caminó a través de la sala intentando no despertar a nadie y buscando a Sehun a la vez. Pero no pudo encontrarlo por ningún lado. Salió de la casa pensando en lo extraño de su situación y en que Sehun no estaba a su lado cuando despertó.

Se abrazó la cintura y se alejó caminando hacia su casa.

Hoseok le apartó la silla y esperó a que se sentara. HyungWon le agradeció con una sonrisa coqueta.

—Es un lugar muy lindo —dijo admirando las flores de la mesa.

—Me alegro que te guste, ojitos —respondió Hoseok acodándose en la mesa y juntando las manos—. Te ves sensacional esta noche.

HyungWon se ruborizó ante el halago. El calor escalaba por sus mejillas rápidamente y agarró el menú para disimular el color de su cara.

¿Por qué no podía comportarse como una persona normal en vez de andar ruborizándose como una doncella? Sentía su pulso acelerarse bajo su piel cuando Hoseok lo miraba.

—Emm —murmuró— ¿alguna recomendación?

Hoseok se mordió el labio y quiso reír cuando vio que HyungWon lo miraba apenas asomado tras la carpeta negra. Los ojazos abiertos de par en par.

—Pide lo que quieras, bonito. Hoy quiero mimarte...

La carpeta negra volvió a cubrirle la cara por completo.

'Sí que es lindo' —pensó Hoseok sacudiendo la cabeza mientras reía por el gesto de HyungWon—. 'No entiendo cómo puede comportarse así y luego ser el fuckboy que dice Chang que es'.

HyungWon se obligó a concentrarse en el menú y no en el hermoso hombre que le sonreía al otro lado de la mesa. Se veía precioso con su cabello rubio peinado hacia atrás y ese brillo en los ojos.

'...sé que tú buscas algo más. Así que si él no busca lo mismo que vos, entonces ahí no es. Pero nunca lo sabrás si no le preguntas...'

Las palabras de Kihyun empezaron a darle vueltas en la cabeza. ¿Y si Hoseok no buscaba lo mismo que él? ¿Debería dejarlo ir?

—¿En qué piensas, ojitos? —la voz de Hoseok lo arrancó de sus cavilaciones. Hoseok le guiñó un ojo y el calor se extendió por todo su cuerpo. Ya no tenía dudas.

—Hoseok... Yo me preguntaba... —las palabras salían atropelladas de su boca. Hoseok se estiró apenas sobre la mesa y le acarició la mano, tranquilizándolo. Tomó aire y suspiró—. Yo me preguntaba si te gustaría ser mi novio...

Nobody Else