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twelve

Pov Alana Jones.

Habia pasado navidad en sola en casa. Louis insistió en que debía ir a pasarla con el, sin embargo decidí no hacerlo, era su tiempo familiar y no quería molestar.

El plan principal era pasar navidad con las Jenner, cosa que no fue posible debido a que Kendall no quería verme ni en pintura, y entendía esa parte.

Taylor me había llamado millones de veces, honestamente no sabía como podía conseguir tantos números desechables, sabía que todas las llamadas eran de su parte por lo que no contestaba ninguna.

Fue divertido, solo al principio cuando cené un delicioso platillo bastante mixto con música de fondo, una copa de vino y un lindo vestido, pero cuando pasó la medianoche todo se hizo algo aburrido, estaba en el balcón mirando a los edificios cerca.

Por las ventanas podía notar a las familias reunidas bajo el árbol de navidad abriendo muchos regalos, niños contentos y sobre todo parejas disfrutando las luces de sus chimeneas.

Mi animo bajo por completo cuando mire a una ventana en especifico, era una pareja de adultos mayores que vivía ahí desde hace muchos años, aparentemente felices tomados de la mano mientras bailaban lentamente a la luz de las velas, no pude evitar sentir pena por mi misma.

¿Como había pasado de tener todo a pasar sola navidad?

Una lágrima se deslizó por mi mejilla hasta caer sobre mi ropa, bebí de mi copa y decidí dejar de torturarme e ir directo a la cama luego de hacer una rutina de noche.

Podía escuchar ruidos, gritos y villancicos navideños desde mi habitación, pero simplemente decidí cerrar mis ojos e imaginarme el lugar donde debía estar.

Tal vez debía estar en casa de mi padre, con Taylor a mi lado mientras platicábamos del trabajo, del futuro, probablemente nos preguntarían sobre el matrimonio y cuando tendríamos hijos mientras que Taylor se sonrojaria y apretaría mi mano bajo la mesa, pero no era así.

Me sentía sola, después de mucho tiempo de estar muy bien acompañada.

[>>>]

Estábamos a dos días de año nuevo y había volado hasta Londres para ir al cumpleaños de Betty, la hija de Blake y Ryan.

Honestamente no entendía por qué hasta este momento habían festejado su cumpleaños si había sido hace algunos meses, pero los padres se excusaron con "ella así lo decidió" por lo que lo deje pasar.

La fiesta estaba en el mejor momento ya que los niños corrían de ahí para allá, por suerte no había tenido la mala suerte de encontrarme con Taylor, sabía que había pasado navidad en Kansas por lo que imagine que no llegaría.

Gracie me había acompañado esta vez, había sido invitada por Blake por lo que no dudamos ni un segundo en volar juntas y justo en este momento estábamos de pie junto a un enorme brincolin observando a James y a Betty que jugaban junto con otros niños.

Al rededor y al igual que nosotras las madres de aquellos lindos y pequeños niños los observaban jugar, habían gritos y risas eufóricas que me encantaba oír, amaba a los niños y no esperaba a convertirme en mamá.

—Ire por un bocadillo, ¿quieres algo? —le negué a la castaña mientras miraba a Betty saltar. —Bien, ahora vuelvo.

Me acerqué un poco más. —Cariño, ten cuidado hay niños pequeños ahí —le dije a James el cual asintió y me alzó el pulgar, me recordaba mucho a Ryan.

Sentí una presencia a mi lado, por lo que me permití ver, una chica alta, castaña y de grandes ojos cafes me sonreía mientras bebía de un vaso.

Era un alta por lo que tuve que alzar un poco mi vista, ella me sonrío y lo hice de vuelta. —¿Cuál es el tuyo? —preguntó señalando con la mirada al brincolin.

—Oh no, aun no tengo, solo observo a la festejada —expliqué, ella asintió y se acercó un poco más a mí.

—Eres de aquí, ¿verdad? —preguntó, lo cuál yo asentí.

—He pasado mucho tiempo en Estados Unidos por lo que el acento se a perdido un poco —expliqué. —Pero me alegra que todavía se note.

—No me preguntaste pero me llamo Alexa, Alexa Cameron —extendió su mano, un poco bronceada y con una manicura increíble.

—Soy Alana, Alana Jones —me presente, ella estrecho nuestras manos y me sonrío. —¿Cuál es el tuyo?

—¿Ves al niño de pantalon verde? —señaló a la multitud, me esforce en buscar al niño hasta que di con el. —Zyon! —lo llamó, el niño castaño se acercó con una sonrisa y se abrazó a su madre.

—Tan guapo como la mamá —solté sin siquiera pensar, el niño sonrío apenado y la mamá también. Me incliné a la altura del niño de 4 años y le sonreí. —Hola Zyon, soy Alana —lo saludé, el sonrío y pude notar sus ojos azules, casi como de mi color.

—Tus ojos —señaló mis ojos y yo sonreí.
—Son bonitos, tu eres bonita —dijo apenado.

Alexa río y acaricio la mejilla de su chico mientras reía, su sonrisa era suave y la forma en la que sus ojos se enchinaban era adorable.

—Zyon! —una voz infantil grito desde el brincolin, el se despidió y salió corriendo hacia el lugar.

—Es hermoso, felidades —dije otra vez sin pensar, ella solo río y vi como sus mejillas se tornaron rojas. —Sus ojos son increíbles

—Lo se, el azul es mi favorito —dijo, mientras me daba una mirada rápida. —Tu azul... es increíble —dijo lentamente mientras observaba mis ojos.

Gracie llego a abrazándome por detrás. Lo cual la pelinegra frunció el ceño y se alejó un poco. —Quería avisarte que Taylor llego hace un minuto y por lo que pude escuchar de la platica de ella y Blake viene a por ti
—dijo mientras mordía de su cupcake.

Maldije por dentro, la miré abriendo los ojos mientras trataba de explicarle la situación con la sexy chica a mi lado pero al parecer no entendía. —¿Que?

Suspiré y finalmente luego de unos segundos entendió. —Uhm, Alexa! —la llamé, la pelinegra con algo se incomodidad sonrío. —Ella es Gracie, Gracie ella es Alexa —las presente.

—Mucho gusto, Alexa. Perdón por interrumpirlas —dijo la castaña, con una sonrisa amigable Alexa negó.

—No hay problema —dijo la mujer.

Gracie pareció entender luego de unos segundos y se marchó excusándose de que la estaban llamando por lo cual pude reír un poco.

—¿No te espera nadie? —pregunto la de ojos cafés, sabía a lo que se refería.

—Escuchaste. —dije, ella asintió levemente con una sonrisa apenada. —No, está bien. Taylor es mi ex pareja y no a dejado de insistirme... —rodé los ojos con fastidio, la chica río, me gustaba su risa. —Y no se por que te estoy diciendo esto, se supone que estoy coqueteando contigo y-

—Esta bien, me gusta escucharte —la oí decir y senti como la sangre subía a mis mejillas. —Así que necesitas ser salvada de una ex obsesionada...—dio algunos pasos más hacia mi mientras miraba a nuestro alrededor.

Yo trague con dificultad y asentí. —Puedo ayudarte con eso, Alana. —sonrío, estaba hipnotizadas por su belleza.

—No eres de aquí, ¿cierto? —ladee mi cabeza al observarla mejor. Ella negó con una sonrisa apenada. —¿De donde eres?

—Bueno, nací en Texas pero viví toda mi niñez en México y pues después de conocer a Edward me mudé aquí a Londres y.... Zyon nació —explicaba.

—Latina... me gusta —mordí mi labio con emoción, ella frunció las cejas y ladeo su cabeza.

—Asi que te gusto —dijo, yo suspiré y ambas terminamos riendo. —Esta bien, los británicos son mi tipo

—Entonces es mi día de suerte —ella asintió mientras le daba una mirada rápida a Zyon que parecía muy tranquilo.

—No le pasará nada si le quito el ojo de encima por un rato. ¿Te gustaría acompañarme por algo de beber?

—Te sigo, señorita Cameron —dije, ella sonrió coqueta mientras nos dirigíamos a una pequeña barra, la seguía desde atrás dejándome analizar su cuerpo, muy bonito a mi parecer.

Ambas nos sentamos sobre las butacas y el chico se acercó sonriente. —Bellas damas, por el momento no estamos sirviendo bebidas con alcohol pero puedo ofrecerles bastantes preparados naturales si gustan —era sonriente y muy rápido al hablar.

—No te preocupes, un agua embotellada esta bien, no tomo alcohol —dijo.

-1 punto Alexa.

—Vaya, ¿y eso por que? —me recargue sobre mi brazo y le dí mi total atención.
—Yo si quiero un preparado, de lo que sea y si es posible no diré absolutamente nada si le agregas un poco de tequila o algo así —le dije al chico, el cual con una sonrisa traviesa asintió.

—No me gusta, tuve malas experiencias en México y pues mi ex pareja lo odiaba así que... —se encogió de hombros. —¿A que te dedicas? Tienes un lindo rostro, no dudó que seas modelo

—Ding, ding, ding. Soy modelo, acertaste
—le dije. Mire a mi alrededor, encontré a Gracie jugando con Betty y con Inez por lo que no me preocupe y también pude notar que James se acercaba con rapidez cargando algo entre sus manos. —¿Que hay de ti?

—Era modelo en México, pero cuando me mudé a aquí mi ex pareja dijo que ya no era necesario que siguiera con eso, así que lo deje y me concentre en mi hijo —explicaba.

La niña rubia llegó al mismo momento que las bebidas que habíamos ordenado, Alexa agradeció mientras yo me enfocaba un poco más en la chica.

—James, ¿de donde sacaste esto? —le pregunte, tenía un ramo de rosas entre sus manos, ella me lo extendió y bufo algo cansada.

—Mi tía Taylor las trajo para ti —explicaba tratando de recordar. —Tambien me pidió que te dijera que estas muy linda y le encanta la pulsera que tienes —a medida que hablaba su mirada iba desde mis ojos hasta la casa, donde después de observar por unos segundos me encontré con la mirada azulada de Taylor. —Oh! Oh! Oh! Y también dijo que quería hablar contigo

—¿De verdad? Oh! Dile a tu tía Taylor que muchas gracias. Pero justo ahora estoy ocupada —James asintió, yo revolvi su cabello, mientras acariciaba su mejilla y ella regreso corriendo hasta la rubia.

Mientras que yo regresaba mi mirada a Alexa que trataba de no reírse. —Esta bien, tienes mi permiso para reírte —dije, ella por fin pudo reír lo cual yo la acompañe.

—¿Cuantos años tiene? ¿Sigue en la secundaria como para mandar recados?
—dijo, tomó el ramo entre sus manos y lo miró atentamente.

—Es algo de su época, no la culpes —reí.
—¿Te gustan? —hice referencia a las flores, ella asintió mientras pasaba suavemente su mano por los pétalos. —Te los regalo. Taylor tendrá que esforzarse un poco más para la próxima

—¿Quieres hacerla enojar? —vi su mirada y sonrisa, sabía en lo que pensaba.

—¿Quieres terminar muerta? —dije divertida. Ella se encogió de hombros y se inclinó un poco a mi, no pude evitar mirar sus labios, quería reclamarlos.

—No mataría a alguien con un hijo —fue lo último que la escuche decir antes de que sintiera sus suaves manos tomar con cuidado mis mejillas y estampar sus labios con los míos en un suave beso.

Me acerco más a ella tomándome por las nuca mientras acariciaba con sus dedos mi cabello, por suerte nadie nos veía. Mis manos fueron directo a sus muslos para poder plantarme fuertemente sobre ella.

Cuando fue suficiente ella se alejó, veía sus mejillas rojas y una sonrisa tonta se pinto en mis labios. —De nada —murmuró.

Mi mirada fue hacia donde veía hace unos minutos, llevándome la sorpresa de que ya no estaba ahí mirando, por lo que agradecí un poco. Zyon llegó corriendo con la respiración agitada y la cara roja.

—Mami quiero ir al baño —dijo el pequeño.

Ella asintió mientras le daba un último sorbo a su agua y lo cargo entre sus brazos. —Vuelvo en un segundo, Jones
—me guiño el ojo antes de irse rumbo al baño.

Suspire y bebí de mi vaso que por suerte y como se lo había pedido al bar tender tenia un poco de tequila. Mire mi celular y vi algunos mensajes de Gracie.

"Sabía que harías eso, good job baby!"

Reí y la busque con la mirada, ella estaba sentada con una sonrisa maliciosa en sus labios mientras que a su lado estaba una chica, al parecer se conocían.

—Son las 6 en punto, me alegra saber que seré la primera en pedir una copa de vino blanco —su voz sonó a un costado mio haciendo que mi cuerpo se tensara.

El chico que nos atendió asintió mientras miraba su reloj digital en su muñeca para después comenzar a buscar la botella.

—Tengo-

—Cualquier botella, mientras sea blanco. Y que sean dos copas. —decía, su voz ya no era linda y agradable, ahora era rasposa y sin una pisca de gracia.

—En seguida —dijo el chico.

Trate de no decir nada mientras jugaba con el vaso entre mis dedos y rezaba por que mi acompañante se apresurara.

El chico se acercó con las dos copa en dirección de Taylor, pero ella solo tomó una. —La otra es para la chica linda —dijo, el chico asintió y deslizó la copa hasta dejarla frente de mí.

Le sonreí y me limite a sí quiera voltearla a ver, aunque sabia que su mirada azulada estaba clavada en mi.

—Es bueno verte, Alana. —su voz.

—Igualmente —respondí, ella río suavemente.

—No puedes decir eso si ni siquiera estás mirándome —la escuché decir, algo frustrada mire a verla.

Su nariz estaba roja probablemente debido al frío, tenía un pantalón beige, una blusa negra que dejaba ver su cuello descubierto y unas zapatillas negras, y como ya era costumbre, sus labios pintados de rojo vivo.

Ella sonrió al verme a los ojos, mientras movía su copa y bebía de ella. —¿Quieres que te confiese algo? —la escuché decir, tuvo la confianza de moverse de butaca y sentarse a lado mío, quedando ahora más cerca que antes.

—Supongo que debo escucharte

—Me gustas más cuando estas solo conmigo —nurmuro mientras se inclinaba para poder hablarme al oído.

—Bueno, me alegra no gustarte ahora.

Ella río, vi como su mano se dirigió a mis labios y paso su pulgar por el inferior mientras los miraba de forma hambrienta.

Ella estaba lista para saltar sobre mi, incluso vi como el calor subió a sus mejillas y sus ojos se nublaron pero cuando estuvo apunto de hacerlo, una voz sonó detrás de mí.

—hey —la voz de alexa hizo que volteara al instante dándole la espalda a la oji azul.

—¿Todo bien con zyon? —pregunté, escuché como Taylor suspiró detrás de mí.

—si, ya regreso con sus amigos —me alegraba ver como Alexa parecía no darle atención a Taylor. —¿Ya están sirviendo alcohol? —miró a mi copa, y yo asentí.

—¿Quieres algo más? —sentí el aliento de Taylor detrás de ni oreja haciendome jadear de un instante.

Sabía lo que quería, así que se lo di. Alexa alzó las cejas y bebió de su agua, miraba a Taylor como si fuera alguien más en el lugar, sin importancia.

—Lex, ella es Taylor Swift. Taylor, ella es Alexa Cameron —las presente.

Taylor apoyo su mandíbula en mi hombro y vi como extendió su mano a la chica frente de mí la cual la estrecho con amabilidad.

—Soy su novia. —dijo Taylor.

¿QUE?

Alexa alzó las cejas con sorpresa y terminó por asentir con una sonrisa.

—¿En serio? —Taylor asintió. —Bueno, perdón por besar a tu novia hace un rato.
—se encogió de hombros.

Yo seguía en trance, solo me limitaba a escuchar su conversación.

—No te preocupes, la castigaré luego.
—sentí mis mejillas arder, Alexa algo desorientada asintió. —¿Ya quieres irte, Lann? —sentí los labios de Taylor posarse en mi cuello.

—No, estaba hablando con Alexa y-

—En realidad la que se irá soy yo —la castaña se veía incomoda y algo intimidada, maldita seas Taylor.

—¿Tan pronto? —esa fue la rubia, conocía su tono.

Ella había ganado esta vez.

—Si. —dijo Alexa, tomó sus cosas y cuando estuvo apunto de acercarse para despedirse con un beso en la mejilla la rubia puso una mano frente a ella impidiéndole el paso.

—Ahórrate el tiempo, ella está bien así
—habló por mi. —Adiós, Cameron.

Alexa bajo la mirada y se fue no sin antes menear su mano y murmurar un "lo siento" antes de irse y perderse entre la gente.

—Es agradable —murmuró Taylor aun detrás de mí.

Me voltee haciendo que ella se separara, la tome de las mejillas haciendo presión y la acerqué a mi rostro, haciéndole notar que estaba enfadada.

—Eres un asco de persona, Alison.
—murmure mientras la veía a los ojos, esos que nunca dejarían de encantarme.

—Me amas —beso cortamente mis labios mientras que tenía la sonrisa más burlona y victoriosa a la vez.

Me puse de pie y me fui del lugar dejándola ahí, sentía su mirada seguirme, incluso cuando estuve a un lado de Gracie ella seguía mirándome a lo lejos, y su jodida sonrisa ahí seguía.

Taylor, me vas a volver totalmente loca.



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