Punto de vista de Gia.

El temblor estaba durando más de lo que nos esperábamos, el miedo se hacía notorio en muchas de las personas que habían y ya no solo el temor al temblor sino también el temor al COVID-19, la gran pandemia que estábamos atravesando y por la que CNCO y muchos artistas más tuvieron que cancelar sus giras mundiales y estábamos en cuarentena sin apenas poder salir de casa.

Seguía abrazada a Jean, era la única forma que tenía de relajarme mientras la mayoría de cosas que pasaban a nuestro alrededor eran destrozadas y el suelo se movía, ya nos habían alertado por sismo pero no imaginábamos que fuera tan fuerte. La chica que tuvo el ataque de pánico aún tomaba mi mano y trataba de tranquilizarse, por otro lado yo tenía la mano en mi vientre, aquí había una vida y a pesar de que su noticia me costara asimilarla, quería que si pasaba algo con mi embarazo fuera por decisión mía no por un temblor.

— esto está durando más de lo que ha durado ningún temblor nunca. — me dice Jean después de besar mi cabeza. — Pero tranquila todo va a estar bien.

— Por favor que pase pronto. — digo suspirando y miro a Ralf que está frente a mi sentado agarrando sus piernas cubriéndose lo máximo posible por si algo se suspendía estar levemente protegido, él me muestra una sonrisa reconfortante y yo se la devuelvo. Darían y Naim (sé que ni Ralf, ni Naim y tampoco Orson estaban en el temblor con los demás pero quise ponerles juntos y más tarde verán por qué).

— ¿Te he dicho alguna vez lo linda que eres? — me dice y yo le miro. — Porque si no es así quiero que sepas que eres Preciosa.

— ¿tenemos que estar en mitad de un temblor para que saques tu lado romántico? — le sonrío.

— Es que simplemente me he dado de que si moriría ahora mismo, no podría elegir otra forma mejor que contigo. — me mira a los labios.

— deja de decir que vamos a morir Jean. — le regaño.

— Todo va a estar bien nena, pero son posibilidades. — me da un beso en la mejilla.

— Jean. — me aparto. — Hay demasiadas fans de Privé aquí a nuestro lado.

— No me importa. — me acaricia el rostro. — me acabo de dar cuenta lo idiota que he sido todo este tiempo temiéndole a algo que nunca me debió de importar. — yo sonrío y suspiro, si él estaba dejando sus miedo yo también quería dejarlos.

— Jean... — le miro y él no quita atención de mi. — yo quiero decirte algo... es...

— ¡Miren! — grita Mireia, la chica que tenía sujeta a mi mano. — ¡Allá está mi mamá! — señala y solo dejé de sentir el contacto de su mano con la mía, todo pasó como a cámara lenta pero demasiado rápido; se levantó de su lugar para correr hacia su mamá, un hierro de un foco de luz de descolgó del aire e iba directo a ella; Jean se levantó a la velocidad de La Luz soltándome y corrió hacia ella empujándola hacia el suelo, de esa manera El Hierro cayó sobre él. El miedo me invadió cuando le vi golpearlo y llevarse la mano a la parte inferior de su cabeza y verla ensangrentada, yo estaba horrorizada, me miró unos segundos y después cayó desplomado al suelo.

— ¡¡JEAN!! — grito y me levantó corriendo a por él.

— ¡Gia No! — grita Orson y me agarra para hacernos sentar en el suelo otra vez, yo estaba hiperventilando al ver a Jean ahí tirado, Darían gritaba que por favor alguien lo ayudase, Ralf y Libardo inmediatamente fueron a por a él a por ayudarlo a tratar de mantenerlo consciente, yo solo lloraba aferrándome a la camiseta de Orson.

— Orson por favor déjame ir, por favor te lo suplico. — le digo mientras él me envuelve con sus brazos y me mira con sus ojos cristalizados negando con la cabeza.

— Jean va a estar bien, Ralf y Libardo lo van a ayudar. — me dice. — pero tú tienes que mantenerte a salvo mientras esto dure, Y más en tu estado.

— ¿cómo sabes? — le pregunté asombrada.

— Me lo imaginé desde el primer mareo que te dio conmigo. — me dice.

— Orson... — le digo ladeando la cabeza.

— Tranquila, No le diré una palabra a Jean, eso no me incumbe a mi. — me acaricia el cabello. — pero ahora por favor quedémonos aquí. — me tranquilicé un poco cuando vi a Jean reaccionar y a Ralf controlado el sangrado de su herida, temblor en unos minutos más se había parado y por fin me pude levantar y corre hacia él, me paré a su lado y tomé su mano. Él me miró con sus ojos decaídos y apretó fuerte mi mano, tenía una lucha increíble por mantenerse despierto y se lo veía simplemente en el brillo de sus ojos; las asistencias médicas llegaron y se lo llevaron en ambulancia.

— Yo quiero ir. — les digo a los demás. — necesito ir con él.

— Gia, te comen los nervios así que es mejor que aún no vayas. — me dice Libardo.

— Libardo, yo no sé ustedes pero tengo que asegurarme que Jean está bien. — Darían pone una mano en mi hombro.

— Girl, mejor acompáñame a por algo de ropa, que los chicos vayan con Jean y al rato vamos nosotros cuando estes más tranquila, ¿si? — me dice y yo la miro conforme va hablando.

— Sí Gia, va a ser lo mejor. — me sonríe de lado Naim para tratar de tranquilizarme. Finalmente acepté y acompañé a Darían a nuestro departamento para que tomara algo de ropa y pudiéramos ir al hospital.

— ¿Estás mejor? — me dice poniéndose una sudadera amarilla junto a unos pantalones negros.

— sí, un poco. — le digo. — Darían. — gira sobre sus talones para mirarme ya que estoy sentada en su cama. — ¿tú le contaste a Jean acerca de mi embarazo?

— No, claro que no. — me dice y por sus ojos sé que dice la verdad, ella nunca haría eso pero tenía que asegurarme. — ¿por qué?

— Jean, cuando se acercó a mí me dijo algo muy raro, como si supiera que estoy embarazada.

— ¿crees que sabe? — me encojo de hombros.

— No lo sé, pero espero que no sepa. — suspiro y la miro desde abajo mientras ella me ofrece una sonrisa de lado y me tiende su mano la cual tomo y me levanto para abrazarla.

— todo va a estar bien. — me dice en el abrazo y luego nos separamos. — ¿Estas lista?

— si. — salimos de nuestro departamento para ir al garaje a por el carro donde nos trasladaríamos al hospital, necesitaba que Jean estuviera bien porque debía de estarlo, porque la vida no se puede llevar a más personas que quiero. Al llegar vimos a los chicos en la sala de familiares, Orson estaba de pie apoyado en la pared, Naim estaba sentado en una de las sillas mirando el teléfono, Ralf estaba missing, y Libardo estaba dando vueltas. — ¿sabéis algo de Jean? — todos me miran cuando hablo y niegan con la cabeza.

— Aún no nos han dicho nada, solo se lo llevaron para allá dentro y hasta ahí leemos. — me dice Naim poniéndose de pie para poner un brazo encima del hombro de Darían. Mi angustia se hace notar y Libardo me toma de los dos brazos.

— Todo va a estar bien nena tranquila. — me dice frotando mis brazos y después me abraza, luego de eso veo llegar a Ralf con dos botellas de agua en la mano y una de ellas se la da Orson. Al separarme de Libardo me comienzo a marear y Ralf lo nota al Segundo porque me guía hasta el asiento y comienzo a cerrar los ojos y respirar hondo para tratar de tranquilizarme, seguro ahora los demás se preocuparon por mi y era lo que menos quería.

— ¿otra bajada de tensión? — pregunta Naim mirándome y Ralf y Orson se miran.

— Sí, porque estoy embarazada. — suelto sin más y los ojos de Naim y Libardo se abren como platos.

—¿Que? — grita Libardo. — ¿pero como pasó? — Ralf lo mira como diciéndole que eso es algo obvio. — Bueno ya sé cómo pasó.

— ¿Es de Jean? — pregunta Naim aún asombrado.

— Si. — le digo. Nuestra conversación se vio interrumpida por la llegada de una doctora para informarnos a cerca de Jean.

— Lamentablemente no les tengo tan buenas noticias como querría darles. — nos dice sería, mi corazón dejó de latir por segundos y me olvidé de como se respiraba. — JeanCarlo ha sufrido un golpe muy fuerte en la cabeza durante el temblor lo que acompañado de la sangre que ha perdido le ha llevado a un traumatismo craneoencefálico, el joven debe ser operado de urgencia porque no es uno que podamos tratar sin necesidad de operar, lo malo de ello no es lo que suceda durante la operación, sino las consecuencias de después.

— ¿cuáles son? — pregunto aferrándome a la mano de Ralf mientras trataba de respirar.

— La primera consecuencia de la lesión post-traumática suele ser una alteración de la conciencia, el coma, cuya intensidad y duración será variable y que, en algunos casos, puede prolongarse durante meses, provocando importantes consecuencias a largo plazo. — cuando dijo eso perdí el equilibrio y me mareé otra vez pero por suerte Ralf me sujetaba de la cadera. — y la más dura, la posible pérdida de memoria.

— No... — digo llevándome la mano a la cara y miles de lágrimas llenaban mis ojos, Marco trató de calmarme pero ningún éxito obtuvo, solo sé que me paré a llorar en su hombro y él me acariciaba el cabello.

— Como les dije, son solo posibilidades, puede que también salga ileso y se recupere en unas semanas pero mi deber es contemplar todas las probabilidades. — nos dice y yo solo sollozaba en el hombro de Ralf.

— Muchas gracias doctora. — le dice Naim y toca con su mano mi hombro; la doctora se va por un pasillo para atender a más enfermas y afectados por el terremoto. — Gia tranquilízate por favor.

—¿cómo quieres que me tranquilice Naim? — le digo mirándole. — Jean, se debate entre la vida y la muerte y en el caso de vivir puede que pierda la maldita memoria, me dices tú cómo me tranquilizo.

— teniendo esperanza mi niña. — me dice tomando mis manos. — todo va a estar bien, Jean es fuerte.

Jean debía de estar bien, porque me había prometido que cuando cumpliera dieciocho iba a estar conmigo sin importarle nada y lo más importante, mi hijo tenía que conocer a su padre.

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HOLAAAAAAAA AQUÍ LES DEJO EL CAPÍTULO DE HOY.

Me alegro que la mayoría de personas que hable ayer de México todas me dijeran que están bien. ❤️🇲🇽

¿Jean saldrá ileso o tal vez no? 😕
¿Finalmente que decisión tomará Gia con su bebé? Y sobretodo, en caso de Jean salir bien, ¿le contará a Jean? ¿Como tomará la noticia?

LECTORAS FANTASMA NO💛
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