El reencuentro.

Tristán.

Estoy aquí, después de un año y tres meses. Realmente estoy aquí, en el avión a punto de ver a mi chica nuevamente, a mi pequeña Pirce.

La ansiedad y la emoción me envuelven totalmente cuando el avión aterriza satisfactoriamente en la pista. Mis manos sudan, estaba a minutos de ver mi novia, tocarla y besarla, cosa que no hago desde hace un infierno de tiempo. Es cierto, hablamos todos los días, casi a todas horas, pero nada compara la sensación piel contra piel.

Ella no lo sabe pero mis magníficas notas en el instituto—que afortunamente no se vieron afectadas por mi comportamiento con los intocables—, me dieron la oportunidad de presentar exámenes de admisión en muy buenas universidades, tanto así que no sólo estoy aquí para verla, sino también para presentar una prueba de admisión en una universidad que queda a 30 minutos de la suya.

He reunido como un loco con trabajos de verano y Cristine consiguió que trabajara de mesero en la cafetería. No era un gran sueldo, pero ayudaba y todos mis amigos aportaron un granito de arena para que estuviera aquí. Daisy fue mi tutora, no estaría a punto de presentar en esta universidad sino hubiese sido por ella y, Connor, trató de alejarme de la mayor cantidad de problemas, cada vez que hacíamos una travesura él—junto a los chicos—, se echaban toda la culpa. Me molestó al principio pero luego Connor me explicó y me dijo que quería que nada me impidiera poder viajar junto Sophie, él era orgulloso y nunca lo diría en voz alta, pero su mirada lo decía todo, él sabía que yo cuidaría a su hermana. Tanto fue el impacto de mi supuesto buen comportamiento que Montgomery me felicitó. Si, ¡a mí!

A penas obtuve todo el dinero para mi boleto y la autorización para presentar mi examen,  empaqué mis cosas y subí a un avión.

Y ahora, realmente estoy aquí.

Bajo junto a los demás pasajeros del avión y nos dirigimos a migración. No hay ningún problema con mis documentos y es muy rápido el proceso por lo que poco después estoy recogiendo mis cosas.

Mis manos empiezan a temblar cuando paso la seguridad para dirigirme al área de espera. Recorro con mi mirada cada rincón del lugar hasta que sus ojos castaños chocan con los míos. Sophie empieza a dar saltitos de la emoción y empuja a algunas personas que tenía frente a ella para empezar a correr hacia mi.

Sus brazos me envuelven completamente como puede, yo por mi parte no tengo problemas en hacerlo. Besos su cuello, sus mejillas cubiertas de lágrimas y por último deposito un suave beso en sus rosados labios.

—Te extrañé, no sabes cuanto.

—En realidad si lo sé y te juro que mi alma se estaestabaiendo poco a poco porque no podía tocarte o besarte—vuelvo a inclinarme para besarla—. Lo único que me mantenía cuerdo era hablar contigo por teléfono.

—Mi teléfono fue un buen novio—bromea ella—, pero estoy segura de que tú harás un mejor trabajo.

Nos reímos y nuevamente volvemos a besarnos, esta vez con más fuerza, la pasión y el amor envolviéndonos. Porque es así...

—Te amo, pequeña Pirce.

—Yo también te amo, Tris Tris.

—Ahora, espero que sigas siendo buena en matemáticas, tengo una prueba que cumplir en una semana y los números me están dando una mala jugada.

Sophie me mira confundidad—: ¿De qué estas hablando?

—Hablo de que necesito pasar esa prueba para asegurar un futuro entre nosotros. Porque te prometo algo, Sophie Pirce, algún día me casaré contigo, tu vas a tener a mis hijos, pero quiero ser el mejor hombre para ti y para ellos, de esa prueba depende un buen inicio para nosotros.

—¿De dónde ha salido ese lado tan cursi? —masculla ella entre lágrimas.

—Tu me haces ser cursi... Y tal vez he estado tomando el ejemplo de Louis para engatusar a las chicas, tu hermanita Hanna es una buena modelo, además es una romántica empedernida.

¡¡¡¡¡Y oficialmente los 5 intocables originales obtienes 100k de leídas!!!!!

Mil gracias por esto, no saben lo que me emociona como a tantas personas les ha gustado a mis pequeños bebés.

Nos estamos leyendo <3