Gaston había ido a comprar helado junto con Hannah, yo no quería salir, mis ánimos estaban por el suelo gracias a todo lo que sucedió esta mañana, quería buscar a mi hermano pero me sentía muy mal para hacerlo, nunca nos habíamos hablado de esa manera, siempre todo era color de rosa en la vida de los mellizos Pirce. Un nuevo peso se acumula en mis hombros, al menos ya resolví lo de Gaston, doy gracias a Dios que yo no soy la chica que le gusta.

Unos golpes en la puerta de mi habitación hacen que me siente en la cama, Connor está ahí, me mira con temor y arrepentimiento, le doy una pequeña sonrisa, con eso es que se acerca a mi posición.

—Lo siento—decimos al mismo tiempo, ambos nos reímos. Connor me envuelve en un abrazo, luego empieza a hablar.

—Siento haber dicho esas cosas.

—Siento no haber pasado tiempo contigo y haberme quedado con Gaston.

—Siento insultar a Gaston.

—Siento... siento haberme ido a París, Connor. Lo siento tanto—Las lágrimas ruedan por mis mejillas libremente, los sollozos escapan sin poder contenerlos, los brazos de Connor me rodean con fuerza, yo solo me dejo abrazar, lo extrañé demasiado, extrañé demasiado a mi hermano, a mi otra mitad.

—Yo solo quiero saber, ¿por qué? ¿Por qué te fuiste?

—Hay muchas razones, la muerte de mamá también me estaba matando a mí, tu metiéndote en problemas, Hannah muy pequeña, Eli comportándose como una zorra, papá destruyéndose por toda la situación y...

Tristan. Su nombre lo digo en mi mente, él fue la gota que derramó el vaso.

»Todos afrontamos el dolor de maneras diferente, yo lo hice huyendo de aquí.

—Extraño a mamá, si ella no se hubiese ido todo esto no hubiese pasado—dice Connor en un susurro.

—Connor yo... algo pasa con papá—Necesito hablarlo con él.

—¿De qué hablas?

—Un día no podía dormir así que fui por un vaso de leche, lo conseguí a él en la cocina, me preguntó si extrañaba a mamá y luego me dijo que me suplicó que viniera aquí porque tenía algo que contarnos. Algo que cambiaría a nuestra familia—concluyo.

—¿No te lo dijo?

—Me dijo que hablaría con nosotros el día de la cena... tengo miedo.

—Todo va a salir bien, Soph.

—¿Cómo lo sabes?

—Porque confío en que los Pirce van a alcanzar la felicidad muy pronto.

¡Este es el último capítulo de el maratón! Pero ¡Esperen! Aun falta el capítulo especial :)

Curiosidad #4: En YSCANH hice uso de aproximadamente 60 nombres solo para la familia de Amy, sí, incluyendo los perros.