ACLARACIONES:

Esta letra: Están hablando en español.

. Esta forma de escribir: Está hablando la parte sobrenatural de algún personaje.

- "Con las comillas antes": Está hablando mentalmente.

- De esta forma: Stiles habla con la voz del Nogitsune.

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P.D.V. NORMAL:

Stiles estaba esperando a que Cora acabara de bañarse, cuando unos golpes en la puerta le hicieron dar un pequeño salto. Derek caminó tranquilamente hasta esta y la abrió despreocupadamente, el ojimiel reconoció instantáneamente a la mujer que cruzó el umbral. Era Braeden.

. Grr...

- Tranquilo... - Susurró mientras Derek y la mercenaria charlaban animadamente.

En ese momento Stiles vio algo que nunca creyó vivir para presenciar. Derek soltó una carcajada por una cosa sarcástica que dijo la chica, eso si que nunca se lo espero el ojimiel.

- Oh... Hola Stiles - Lo saludó la mujer con una sonrisa falsa - Que bueno verte.

. Te odiamos.

- Igualmente Braeden - El castaño le sonrió intentando concentrarse para que la vena que estaba a punto de estayarle en la frente no lo hiciera.

Unos pasos rápidos bajando las escaleras los hicieron voltear. Cora apareció con una blusa de escote y unos shorts de color gris oscuro, en los pies llevaba unas sandalias que parecían tener un toque antiguo.

- Hermano, yo y Stiles vamos a... - La chica se frenó en seco al ver a la mercenaria abrazada al brazo de su hermano.

- ¿Así que ella es la pequeña Cora? Dios, Derek me ha hablado mucho de ti, eres mas bonita en persona - La aduló la mayor.

- Gracias, como decía... Voy a salir con Stiles.

- ¿Una cita? - Rió la mercenaria.

- Por supuesto - Cora se acercó rapidamente a Stiles y se abrazó a su brazo - Después de todo, es mi novio.

El castaño no llegó a reaccionar, ya tenia los labios de la menor de los Hale en contra de los suyos y esta lo estaba besando. Sin saber que mas podía hacer él le correspondió el beso. No duraron mas de diez segundos en esa posición cuando volvieron a separarse.

- ¡Los felicito! - Dijo la mercenaria - Hacen una hermosa pareja, diviértanse.

- Lo haremos - Dijo Stiles con una sonrisa de orgullo.

El pelinegro lo observaba con el seño mas fruncido que nunca. Pero Cora se encargó de arrastrarlo fuera de la casa, una vez estaban caminando por la calle frente a la casa Cora comenzó a susurrarle.

- No digas nada - Le dijo en un tono de voz realmente bajo - Espera a que nos alejemos - El ojimiel asintió.

La pelinegra agarró la mano del castaño y la estrechó como si fueran pareja, luciendo una sonrisa de felicidad nunca antes vista en ella. Stiles no pudo evitar sonreír al igual que ella, de verdad se veía bonita sonriendo de esa forma. Aunque el castaño solo la veía como a una gran amiga. Finalmente se alejaron lo suficiente de la casa y comenzaron a hablar.

- Estás loca - Comenzó a hablar Stiles - Pudiste haber hecho que tu hermano me asesinara.

- Hubiera sido peor si te dejaba ahí parado viendo como esa zorra le lanzaba los tejos - La chica sonrió burlona - Ahora él va a estar tan furioso que no podrán hacer nada.

- Me gusta el plan ¿Pero como sabes que funcionara?

- Conozco a mi hermano y te apuesto cualquier cosa a que en unos minutos comenzara a seguirnos.

- ¿Cual es el plan para que continúe siguiéndonos?

- No lo se... yo fui el cerebro, tú encárgate de los detalles.

- Qué te parece... - Stiles lo meditó bastante - Fingir ser novios para sacar de quicio a tu hermano.

- Amo ese plan, eres un genio... cariño.

- Me halagas, mi vida.

Ambos soltaron una carcajada y comenzaron a caminar sin un rumbo fijo. Pararon en un puesto de turistas y con el fluido español que hablaba Cora pudieron conseguir un par de folletos con mapas que indicaban todos los lugares para visitar.

- Mira... - Stiles señaló un punto cercano en el mapa - ¿Qué te parece que nuestra primera cita sea en un centro comercial? Yo invito.

Stiles había salido de Beacon Hills con mucho dinero en el bolsillo, ya que esperaba tener que pagar cualquier cosa que su padre hubiera roto en el bar, algo que era muy normal en Jhon Stilinski cuando este estaba ebrio. Pero luego de escapar se había quedado con mas de 3000 dolares en el bolsillo. Tenían dinero para tirar hacia arriba y pasar una buena primera cita de "Novios".

- Está bien, vamos al centro comercial - Ambos sonrieron.

La caminata fue amena para ambos, en el camino hablaban de cientos de cosas y se contaban otras que no sabían de su acompañante. Por lo que se sorprendieron al darse cuenta de lo poco que habían tardado en llegar a la puerta del enorme centro comercial, sin dudarlo ni un segundo se adentraron en este y comenzaron a caminar.

El plan de cita era el típico de una pareja en las películas. Llegarían a la entrada del cine y elegirían una película para ver, si faltaba mucho para la película irían a alguno de los restaurantes de comida rápida que había allí y luego de la película gastarían bastante dinero en la zona del arcade. La película que escogieron fue "Maze Runer: A Prueba De Fuego" en 3D, recibieron un descuento para parejas y un cupón que les aseguraba que con la compra del "Combo Enamorados" en las palomitas les darían una gaseosa extra.

- ¿A dónde vamos a comer? - Cora observaba los restaurantes.

- ¿Qué te parece... allí? - Stiles señaló un lugar en el que no había mucha fila.

- Eso luce como un restaurante elegante en miniatura, debe ser muy costoso.

- Todo para la chica mas guapa del centro comercial - El castaño le guiñó un ojo y Cora rió.

Ordenaron lo que iban a comer y cuando se los dieron se sentaron en una de las mesas para dos. Stiles y Cora se sorprendieron cuando ambos pidieron lo mismo, un filete con papas fritas extra. Con la única diferencia de que la chica pidió beber agua y el castaño Coca-Cola. Una vez en sus sillas comenzaron a comer mientras se dedicaban miraditas dulces, cumplidos y se daban de comer el uno al otro en la boca. Debían admitir que les estaba gustando esto del noviazgo, el cariño extra que le habían sumado a su amistad era algo que ambos disfrutaban. Ya se habían olvidado el por qué de que estaban fingiendo, ahora solo estaban ellos dos en una cita riendo y pasándola bien.

Cuando finalmente dejaron sus platos vacíos, se fijaron en la hora. Aun faltaban 20 minutos para que empezaran a entrar las personas en la sala de cine para ver la película. Por lo que Cora quiso ir a la librería para ver si encontraba un libro que llevaba buscando varios días.

- ¿Lo encontraste? - Stiles se le apareció a la chica entre una pila de libros, sorprendiéndola.

- Aun no, deja de tontear y ayúdame a buscarlo.

- ¿Cómo dijiste que se llamaba?

- Se llama "Oscuros" es de la saga Media Noche - El ojimiel asintió y comenzó a buscar.

Pasaron varios minutos en la librería, ya se estaban desesperando porque les quedaba poco tiempo para ir a ver la película.

- ¡Lo encontré! - La mano de Stiles se asomó por encima de una montaña de libros - ¡Me perdí, sálvame Cora!

La joven Hale rió cuando Stiles comenzó a lamentarse diciendo que iba a morir asfixiado debajo de una montaña de libros. Pero ella se colocó junto a él y lo miro con los brazos cruzados. El castaño le sonrió.

- Me has salvado, mi heroína.

- Acompáñame a pagar el libro o llegaremos tarde a la película - Stiles negó con su mano libre y llevó el libro a la caja.

-¿Qué clase de hombre seria si dejo que mi dama pague algo en nuestra cita? - Dijo haciendo una reverencia.

Una mujer de unos veinte años trabajaba en la caja del local, esta le sonrió al ojimiel al escucharlo.

- Es todo un caballero - Dijo mientras empaquetaba el libro en un papel de regalo de color rojo - No lo deje escapar, señorita.

- No lo haré.

Stiles no entendía muy bien lo que decían, ya que ambas estaban hablando en español. Pero comprendió que fue un cumplido de la empleada para él, por lo que le sonrió.

. Te llamó caballero.

- "¿Tú hablas español?" - Le preguntó el ojimiel mentalmente al zorro.

. Hablo gran variedad de idiomas modernos, niño.

- "¿Qué dijeron?"

. La mujer dijo 'Es un caballero... No lo deje ir, señorita' y Cora dijo 'No lo haré'.

- "Wow..."

- Stiles ¿Estás bien?

- ¿Eh? S-si, lo siento.

- Te quedaste en la luna por unos segundos - Ambos rieron - Vamos a ver la película.

(...)

Ambos chicos salieron de la mano y riendo del local. Pero estaban tan sumidos en su cita de ensueño que no notaron los ojos verdes a sus espaldas que los observaban con un enojo inhumano, aunque mejor dicho, observaban a Stiles con ese enojo. Derek estaba vigilandolos desde una distancia prudente, pero no quitaba la vista de cada movimiento que hacía el ojimiel. Quería asegurarse de que no se propasara con su hermana menor.

Los dos chicos se apresuraron en llegar a la zona del cine para poder comprar palomitas de maíz con mantequilla y azúcar, ademas de la gaseosa gratis que les dieron por el cupón.

- Se le pide a las parejas que no hagan nada indebido durante la película - Stiles leyó la etiqueta que había venido pegada a la gaseosa gratis - ¿Quién coño pone estas cosas?

- Un empleado fracasado, quizás.

- Pues yo no prometo nada - El castaño sonrió pícaro - La oscuridad me motiva.

- Pues ya somos dos - La pelinegra le guiñó un ojo.

Ambos adolescentes entraron en su sala de cine, con los lentes 3D en la mano y se apresuraron en encontrar buenos lugares. La sala se llenó rapidamente, lo bueno es que no había niños muy pequeños, por lo que no tendrían muchos problemas en escuchar la película. Los avances y comerciales comenzaron como siempre y ambos se acomodaron en sus respectivos asientos para disfrutar de la película.

El ojiverde se quedó afuera del centro comercial esperando a que los chicos salieran. Pero mientras esperaba comenzó a cuestionarse si lo que hacía estaba bien y por qué lo hacía. Por un lado quería proteger a su hermana pequeña, pero por el otro sentía un enojo irracional hacia el castaño, no eran celos porque había besado a Cora. Mas bien se sentía como si creyera que en lugar de estar besándola a ella debería estar besándolo a él. Sacudió la cabeza intentando remover esos pensamientos de su cabeza, una motocicleta de color bordo se detuvo frente a él. De ella bajó un muchacho que parecía de la edad de los dos adolescentes que estaba esperando y una chica de cabello rubio artificial, sus raíces se notaban de color marrón oscuro. El chico lo miro fijamente y le sonrió de forma socarrona mientras que la "Rubia" pasó agarrada del brazo del otro sacudiendo su largo cabello. Al pelinegro le extrañó no sentir el olor del chico, aunque el perfume de la chica llenaba sus fosas nasales y estaba causándole dolor de cabeza.

Dentro del centro comercial, la película ya había terminado y ambos chicos salían de la zona del cine sonriendo y hablando de cual escena les había gustado mas. A causa del horario de películas infantiles en la zona arcade no había ningún niño, lo cual les daba libertad para poder jugar a lo que quisieran. Stiles cargó una tarjeta con 200 dolares y comenzaron a gastarse los créditos de la tarjeta en cada maquina que les llamaba la atención, se concentraron mas en las que les podían hacer ganar tiquets. Los que ganaron se los gastaron en dos pulseras de hilo enserado, ambas eran iguales, por lo que cada uno se puso una.

- Debes quemarle la punta para que no se quite - Le recordó Stiles a Cora.

- ¿Quemarla?

- Así... - Stiles sacó su encendedor del bolsillo y procurando que ningún empleado lo viera quemó el hilo de su pulsera, dejándola un poco suelta para poder quitársela cuando fuera a dormir y para ducharse.

- El hilo se quema muy rápido... - Dijo la pelinegra.

No se necesitaba ser un ser sobrenatural para darse cuenta de que ella le tenia miedo al fuego. Nadie podía culparla, las cosas por las que había pasado a una temprana edad eran realmente horribles, el ojimiel admiraba a Cora y a su hermano por poder continuar con sus vidas después de aquello.

- Tranquila - Stiles le sonrió a la loba - Pondré mi mano sobre el hilo ¿Está bien? El fuego no te va a tocar.

Stiles comenzó a atar la pulsera en la muñeca de la pelinegra, cuando preparó el encendedor sintió como ella se ponía tensa. Volvió a sonreirle para calmarla y colocó su mano de forma en que el fuego iba a llegar hasta su palma y apagarse. Le iba a dejar una quemadura, pero nada que una bandita (O curita, como le digan) no pudiera solucionar. Luego de quemar el hilo se frotó la mano y guardó su encendedor.

- Gracias - Cora le sonrió - Te quemaste por mí.

- No es nada, ni siquiera duele.

- Estira la mano - Stiles obedeció y la chica sacó algo de su bolsillo.

Cora sacó una bandita roja y se la pegó a Stiles en el lugar donde se le había levantado un poco la piel a causa de que el hilo encerado deja marcas bastante feas. Cuando se quitara esa cosa iba a sufrir los mil infiernos, pero le agradó el gesto protector, casi familiar, que había tenido Cora.

- Stilisnki - Una voz detrás de la pelinegra lo hizo levantar la vista - Que raro verte por aquí.

- Lo mismo digo, Raeken - Stiles frunció el seño y sus ojos se volvieron mas oscuros.

La mujer de cabello teñido que iba junto a Theo le sonreía de forma burlona a Cora. Como si se creyera superior a ella de alguna forma, la Hale solo observaba la escena con el seño fruncido.

- No nos pongamos así stiles, sin rencores - Una sonrisa amable mas falsa que el color del cabello de esa mujer se dibujó en los labios de Theo.

- Pasadlo bien, si nos disculpan... - Stiles sujetó a Cora por la cintura y la acercó aun mas a él - Estamos en una cita, hace mucho que no puedo pasar tiempo con mi hermosa novia.

Los ojos de Raeken se abrieron como platos, estaba notablemente sorprendido. Stiles y Cora volvieron a besarse y luego se fueron caminando con sonrisas dibujadas en sus rostros. El castaño había disfrutado la expresión de Theo mas que nada en el mundo, si le decía o no a Scott le valía la misma mierda, en ese momento solo existían él y Cora.

Salieron del centro comercial y comenzaron a caminar hacia la casa de Derek. Tomaron un camino diferente a por el cual habían llegado, ya que era mas corto. En el camino se encontraron con unas niñas de piel morena que llevaban una caja de cartón con un cachorro dentro.

- Disculpe señor ¿Quiere un perrito?

. Te pregunta si quieres un perro.

- ¿Por qué lo regalan? - Preguntó Cora.

- No podemos quedárnoslo - Le respondió la niña mas pequeña.

- ¿Qué dices Stiles? - Cora miro al chico esperando una respuesta.

Observó nuevamente al cachorro, era muy pequeño y adorable. Algo le impidió simplemente rechazarlo, por lo que aceptó.

- Está bien - Dijo con el poco español que sabía mientras acariciaba la cabeza del animal.

Las niñas le sonrieron y le entregaron la caja, dándole las gracias y pidiéndole que lo cuide bien. Lo cual él prometió hacer, luego les dio 20 dolares para que se compraran un helado en el puesto que había en la calle de en frente y las niñas le dieron un beso en cada mejilla como agradecimiento.

- Eres todo un caballero - Le dijo Cora mientras llegaban a la casa de Derek.

- ¿Eso crees?

- La cita, el libro y ahora esta pequeña bolita de pelos - La chica acarició la cabeza del animal - Eres un buena persona, Sty.

- No siempre soy así.

- ¿Así que es un trato especial?

- Si, exclusivo para mi novia - Ambos rieron.

Una vez dentro de la casa de Derek se sorprendieron al darse cuenta de que el lobo no estaba allí. No le dieron mucha importancia y se concentraron en el pequeño perro que habían traído. Estaban ambos sentados en sofá frente a la mesita de té y en ella estaba el cachorro acostado en una manta que había venido dentro de la caja. Ambos chicos estaban muy concentrados en los ruiditos que emitía el pequeño animal como para darse cuenta de unos ojos rojos que los observaban desde que el dueño de estos había entrado en la casa.

- Cora... - Ambos chicos voltearon a ver al pelinegro.

Derek los observaba con el seño fruncido y los ojos brillando en su característico rojo sangre. El mayor apretaba los puños con ira y los miraba sin decir palabra. Ambos chicos tragaron grueso y le sonrieron nerviosos. El pelinegro desvió su atención al cachorro y sus ojos se volvieron verdes, el pequeño animal comenzó a lloriquear y Cora se levantó del sillón.

- Hay que darle de comer - Dijo Stiles levantándose junto con ella y sosteniendo al cachorro.

El ojimiel sostuvo al cachorro con cariño y le levantó un poco el moflete del labio, pasando la mano por los dientes del pequeño perro. Sintió la pequeña punzada que provocaron los dientes del cachorro.

- ¿Tienes leche? - Le preguntó el castaño a Derek mientras acariciaba el pequeño cuerpo del cachorro - Parece que aun no come sólidos, sus dientes están muy afilados.

- Es un perro Stiles, sus dientes deben ser afilados - Le dijo el hombre con un tono serio.

- Pues se nota que no has criado perros, si sus dientes son muy afilados significa que aun no come sólidos, Sourwolf.

El pelinegro frunció el seño y el castaño sonrió triunfante. Stiles había pasado mucho tiempo en su infancia con su vecina Sandra, una mujer de unos cuarenta y tantos que criaba perros y le había enseñado mucho sobre eso. El ojimiel dejo al cachorro en la manta, caminó hacia la cocina y buscó a Cora con la mirada. La chica estaba de espaldas a él y volteó cuando lo escuchó entrar, pero una expresión de sorpresa se dibujó en su rostro.

- Adivina quien soy - Unas manos cubrieron sus ojos por detrás.

Stiles reconoció al instante voz del hombre y se separó. Se colocó junto a Cora y volteó para ver a Petter Hale mirándolo con su característica sonrisa burlona. Sus ojos se abrieron como platos, había pasado una gran cantidad de tiempo desde la ultima vez que lo vio en Beacon Hills. El mas viejo de los Hale le sonrió aun mas que antes al verlo asustado, pero Stiles se recompuso rapidamente.

- Es bueno verte, Stiles - Le dijo con una voz tranquila - Por lo que veo te haz unido a las filas de lo sobrenatural.

Los ojos de Stiles se habían vuelto mas oscuros cuando escuchó la voz del lobo. Era algo así como un mecanismo de defensa sin necesidad de ataque del Nogitsune.

- ¿Qué se supone que eres ahora? - Preguntó Petter sin el mas mínimo tacto.

- Eso no te incumbe - Derek entró a la cocina y todos lo miraron - ¿Qué haces aquí?

- Solo venia a visitar a mis queridos sobrinos, ademas de que escuché los rumores...

- ¿Qué rumores? - Preguntó Cora.

- De que su querido invitado le disparó al alfa de una manada de alfas.

Stiles y Cora se miraron aterrados, la tensión se sentía en el ambiente.

- El alfa al que le dispare... - Stiles bufó y se sujetó de los cabellos - Oh Dios mio, voy a morir.

- Le disparaste por mi culpa, VAMOS a morir - Le recordó Cora.

Fin del capítulo

NOTA DE LA AUTORA:

Aquí tienen otro hermoso capítulo, queridas personas que me leen. Espero que les guste y que me den estrellitas y amorsh, déjenme en sus comentarios qué les pareció el capítulo.

En fin, les deseo un buen día y les mando abrazos y besos a tod@s. Adiós manada.