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Este capítulo va dedicado a Momolarry ya que no quiero que se muera XD espero que les guste, los dejo con el capítulo.

P.D.V. NORMAL:

- ¿¡Derek!? - Ambos chicos hablaron al mismo tiempo. Pero a Stiles comenzaron a fallarle las fuerzas y cayó al suelo.

- ¡Stiles! - La chica se agachó junto a él.

El castaño estaba de rodillas abrazándose a sí mismo por el estómago e intentando hacer que el dolor disminuyera. El pelinegro se acercó al ver como las venas de el chico se volvían negras.

- No puedo absorber su dolor - Le dijo Cora con miedo - ¿Qué pasa?

- E-el Nogit... sune - Dijo el chico antes de soltar un grito de dolor y comenzar a retorcerse.

El sonido de garras contra un árbol invadió los sentidos de Derek. Este desconocido se acercaba a pasos agigantados y parecía tener solo una cosa en mente, acabar con ellos.

- Tenemos que irnos - Le dijo a su hermana mientras cargaba a Stiles al mejor estilo de novia.

El chico cerró los ojos y comenzó a intentar sentir a quienes los perseguían. Pudo darse cuenta de que no era un solo lobo, sino tres alfas, cinco humanos y algo que no podía reconocer, pero lo sentía grande y con una cantidad de odio e ira que superaba a cualquier Oni que hubiera sentido en su corto tiempo como criatura sobrenatural.

- Alfas... - Dijo en un susurro que agradeció los lobos pudieron escuchar - Izquierda, a dos metros; derecha... ¡Está sobre nosotros!

Ambos lobos frenaron en seco y miraron hacia arriba, unos ojos rojos fueron la confirmación de lo que había dicho el castaño. Antes de que el alfa saltara volvieron a correr, llegando a la carretera y subiéndose al Camaro del ahora ojirojo. Stiles se sentó con ayuda de Cora en el asiento de atrás y la chica se sentó junto con él, sujetando la mano de su amigo y hablando para mantenerlo con ellos.

- Stiles, mírame - Le sujetó ambos lados de la cabeza - No dejes de mirarme ¿Me escuchas? Concéntrate en mí.

- Debo cerrar los ojos... para ver.

- ¿Ver qué? - Stiles señaló el espejo retrovisor. Un alfa los seguía a toda velocidad, no había rastro de los otros - Está bien, hazlo. Pero no dejes de hablarme - El chico asintió.

Nuevamente con los ojos cerrados Stiles se concentró en el alfa que los seguía, podía verlo como si estuviera flotando sobre él y eso le provocaba cierta diversión, si no fuera por el dolor estaría disfrutando la experiencia extra corporal.

- Dime que es lo que ves - Volvió a hablarle Cora. Aunque su voz sonaba lejana y con un eco fantasmagórico.

- Nos siguen, un auto viene detrás del alfa, son los Dread Doctors.

- ¿Qué mas ves?

El castaño centró la vista en el auto, intentando ver por la ventanilla que acababan de abrir. Un hombre sacó medio cuerpo por esta y les apuntó con un arma.

- ¡Acónito, abajo!

Stiles volvió a abrir los ojos a tiempo para empujar a Cora hacia adelante, haciendo que esta chocara la cabeza contra el asiento de Derek segundos antes de que una bala perforara el vidrio trasero y por poco la matara.

- ¡Sujetense! - Les dijo Derek mientras pisaba a fondo el acelerador.

El castaño mantuvo a Cora en la misma posición y ella se apegó aun mas a él sin levantar ni un centímetro la cabeza. Stiles la abrazó de forma en que su cuerpo cubriera el de ella, si alguien iba a recibir un disparo prefería ser él antes que la chica que lo había apoyado y ayudado desde que regresó a Beacon Hills y él le explicó que el Nogitsune no se había ido, pero que se estaba adaptando a la vida sobrenatural.

Stiles volvió a cerrar los ojos y a intentar centrar su atención en el vehículo que los seguía. Pero el dolor en su brazo se hizo cada vez mas fuerte. Alcanzó a mirar de reojo la camiseta blanca que ahora estaba teñida de rojo y se levantó para ver por lo que quedaba del vidrio trasero.

- ¿Stiles? - Cora lo miro de medio lado - ¿Qué pasa?

El ojimiel tenía una mirada desorientada en el rostro, sintió algo mojando sus labios y se llevó la mano al rostro para darse cuenta de que le sangraba la nariz, la pelinegra le sujetó el rostro y su vista comenzó a nublarse. Lo último que vio antes de que todo se le volviera negro fue a Derek observándolo con una mueca extraña, no sabría definir si era de asco, enojo o preocupación. Ya que luego de eso se desmayó.

(...)

El pelinegro no había parado de conducir en toda la noche, no le importó saber que ya habían pasado horas de que ya no los estaban siguiendo. En el asiento trasero se encontraban Stiles y Cora durmiendo, cubiertos con una manta que él había olvidado debajo del asiento. El corazón del castaño se había relajado luego de desmayarse y su hermana se había dormido minutos después, habían sido demasiadas emociones para ambos chicos en muy poco tiempo. Ya estaban llegando a donde Derek quería ir, México.

- Hey, despierten - Les dijo sacudiéndolos ligeramente.

Ambos chicos abrieron los ojos y observaron confusos a Derek. Este rodó los ojos.

- Denme sus identificaciones - Les ordenó, ambos lo hicieron.

Cuando el pelinegro se detuvo frente al oficial de la frontera este lo observó extrañado por el agujero en el vidrio trasero. Stiles se apresuró a cubrirse con la manta para que no vieran la camiseta ensangrentada.

- Estos niños de hoy en día - Dijo el ojiverde con una media sonrisa cautivadora. Llevaba puestos sus anteojos de sol y su chaqueta de cuero.

- ¿Identificaciones? - Derek se las tendió al oficial y este las revisó para luego sonreír - Parece que no hay problema, puede pasar señor Hale.

- Que tenga un buen día oficial.

- Lo mismo digo.

La barrera frente a ellos se abrió y Derek volvió a poner el auto en marcha. Ambos chicos observaban sin creer que habían cruzado tan fácil a México.

- ¿A donde vamos? - Preguntó Stiles frotándose los ojos.

- Si esos tipos te buscaban es por algo, ya no estás seguro en Beacon Hills.

- Pero no era necesario sacarme del país.

-Si lo era, ahora cállate.

El ojimiel soltó un bufido y Cora rió, le provocaba gracia ver a su hermano y a Stiles pelear.

- Despiértenme cuando lleguemos a donde sea que estemos yendo.

La chica se escabulló debajo del brazo de Stiles y descansó la cabeza en su pecho, el chico se quedó helado viendo como Derek lo miraba por el espejo retrovisor. Cubrió a Cora con la manta y comenzó a acariciar donde estaba el brazo de esta, sonriendo para sus adentros al ver la expresión del Sourwolf. Amaba sacarlo de quicio y que mejor forma de hacerlo que insinuando algo con su hermana, su pequeña, hermosa e inocente hermana, eso de seguro lo pondría furioso. Lo cual significaba mas diversión para él.

P.D.V. DE STILES:

Solo pasamos veinte minutos mas en el auto. Derek conducía bastante rápido y le recordé varias veces durante el viaje que mientras mas rápido llegáramos mas rápido me alejaría de su hermana. El pelinegro pisó el acelerador de forma en la que por un segundo pensé que iba a destrozar el suelo del auto con su pie, lo cual de seguro teminaria en un choque. Por lo que preferí no continuar molestándolo con mi sarcástica conversación y continuar acariciando el brazo de Cora, esta se removió un poco debajo de mi mano, pero no se despertó. Se la notaba realmente exhausta, aunque ¿Cómo no estarlo? Habíamos estado Dios sabe cuanto tiempo corriendo por el bosque como almas que se lleva el Diablo, mientras eramos perseguidos por alfas y Dread Doctors, además de que nos vimos obligados a lanzarnos por una cascada y luego nadar hasta la orilla para continuar corriendo.

Sacudí la cabeza intentando desviar esos pensamientos a lo mas profundo de mi mente, no eran cosas de las que debiera preocuparme ahora, estaba con Derek y Cora, y nadie era lo suficientemente estúpido como para enfrentarse a un Hale, muchísimo menos a dos de ellos. Suspire aliviado, en cierta forma me alegraba ver de nuevo a Derek, si aun fuera parte de la manada los habría llamado para contarles que el Sourwolf acababa de salvarme el culo de nuevo. Pero como yo era un Omega ahora no tenia el privilegio de aparecer frente a Scott "El Alfa Verdadero", como se hacía llamar. En mi opinión se le había subido el poder a la cabeza y como fui el único que intentó abrirle los ojos y hacerle ver la realidad se había enfurecido conmigo, no es mi culpa no ser un lame suelo como ese Theo Raeken, yo por lo menos tengo personalidad y no soy un maldito traidor en potencia como él. Pero no, el simple echo de ser un Hombre-lobo complaciente lo vuelve el mejor beta y amigo en la historia de Beacon Hills, eso me pone furioso.

- Puedo olerte desde aquí, Stiles - La voz de Derek me regresó a la realidad - Si sigues desprendiendo tanta furia despertaras a Cora.

Rodé los ojos, fue estúpido pensar que por un momento el Sourwolf se estaba preocupando por mí. Él solo se preocupaba por él mismo y por su hermana, quizás un poco por Braeden, pero hasta ahí llegaba su lista de prioridades. Recosté la cabeza contra la ventanilla, el frío del vidrio relajaba un poco el dolor de cabeza que me había provocado despertar y recibir un rayo de Sol directo en la cara. En cierta forma era verdad, el solo echo de pensar en Raeken me llenaba de ira, hubiera deseado sacarlo de la ciudad a patadas cuando tuve la oportunidad.

. Deberíamos haberlo matado y tirado el cuerpo al lago, los Oni's podrían hacerlo. Nadie lo sabría nunca.

- Contrólate, animal - Susurré mientras sentía como el auto se detenía.

Derek se bajó del Camaro y yo mire por la ventana, había una casa de dos pisos bastante grande frente a nosotros. Desperté a Cora y ambos bajamos del auto, observando con asombro el lugar.

- De lujo - Dijimos ambos al mismo tiempo mientras entrabamos a la casa.

El lugar parecía pequeño por fuera, pero por dentro era realmente grande, el piso flotante de madera le daba un toque antiguo que hacía contraste con la moderna decoración que predominaba en el lugar. Un pequeño pasillo se encontraba frente a la puerta, de un lado podías encontrar una sala con un televisor pantalla plana y tres sofás de cuero negro; una mesa de café de vidrio se encontraba frente al sofá mas grande y sobre ella había una escultura de tamaño mediano de un lobo aullando. Al otro lado estaba la cocina al mejor estilo americano, y frente a ella había una mesa rectangular para seis personas, aunque si se juntaban un poco podías meter a otras seis y organizar una cena familiar perfectamente; la pared sobre el horno y las encimeras cercanas estaba cubierta de azulejos blancos que brillaban a causa de la lampara. Finalmente, en el medio del pasillo principal, podías encontrar una escalera de madera oscura y junto a ella una puerta.

- Es la puerta del sótano - Nos explicó Derek, por lo que yo asentí y continue inspeccionando la sala.

- No me lo creo... - Dijo Cora mirando hacia afuera por una puerta de vidrio que conectaba al patio - ¿Tienes piscina? - Su hermano asintió.

Junto a la piscina había un aro de basquet ball, sonreí al verlo. Cora me había dicho que Derek era uno de los mejores jugadores de ese deporte cuando estaba en la secundaria y yo no lo dudaba, un hombre-lobo tiene todas las facultades para ser el mejor en cualquier deporte si se lo propone y se controla de forma correcta. Ya que de lo contrario podría acabar matando a alguien.

Algo hizo click en mi cabeza cuando observe a Cora tomarle una foto a la escultura con su celular ¡Mi padre no sabe donde estoy! Saqué mi teléfono de mi bolsillo y estaba a punto de marcar su número cuando recordé que también tenia el suyo, demonios, eso si seria un problema. Decidí llamar a la única otra persona en Beacon Hills que podría ayudarme.

- ¿Hola? - Escuché la voz de Malia del otro lado de la linea.

- Hola Malia - Ambos se quedaron viéndome cuando dije el nombre de la chica.

Puse el alta voz para demostrarles que no tenia nada que ocultar, aunque fue mas para Derek, que me miraba con el seño fruncido.

- ¿Stiles? Sabes que no puedo hablar contigo.

- Lo se, solo necesito que me hagas un favor - La chica coyote dudo por unos segundos.

- Está bien ¿Qué necesitas? - Suspire aliviado en que aceptara.

- Necesito que busques a mi padre y le digas que estoy bien, que yo tengo su teléfono y que por "Él sabe que problema" no puedo volver a Beacon Hills.

- Sabes que si Scott se entera...

- No tiene por qué enterarse de que te llame, no es asunto de él - El pelinegro me miro con una ceja alzada.

- Cuídate Stiles, ahora mismo iré a buscar a tu padre.

- Muchísimas gracias... Adiós Malia - Luego de decirle eso colgué la llamada.

Volví a mirar a ambos lobos y el ojiverde parecía no entender lo que pasaba, mantenía una ceja levantada mientras me observaba esperando que le cuente lo que pasaba.

- Todo tiene una explicación - Se le cruzó Cora comenzando a hablarle - Pero es muy larga y ambos necesitamos darnos una buena ducha para quitarnos la sangre.

- Y el olor - Agregué yo - No me mal interpreten, pero no soy un fanático del olor a bosque, menos cuando lo relaciono con que intentaron matarme.

- ¿Pero que hay de...? - La chica señaló a la camiseta enroscada en mi brazo.

- Este es un truco que no llegue a mostrarte mi querida Hale - Sonreí comenzando a desatar la camiseta - ¡Ta da! - Dije haciéndole ver que de esa enorme herida solo quedaban cuatro marcas de garras.

Cora se acercó y pasó sus dedos por las marcas, haciéndome unas ligeras cosquillas. La menor me observó sorprendida, una pequeña sonrisa se dibujaba en su rostro.

- ¿Qué otras cosas le ocultas a tu querida entrenadora? Pequeño omega.

- Hey, eso es un golpe bajo. Recalcar mi pobre situación en un interrogatorio se puede considerar ilegal - Me pase la mano por debajo del ojo fingiendo que lloraba - Pero no, aun no puedo hacer levitar cosas ni asesinar a un Hombre-lobo, así que tranquilos.

Derek, quien hasta ahora no había dicho nada, me miro con el seño fruncido. Pero no parecía estar enojado conmigo, sino con el mundo en general. Quizás no debí decirle lo del Nogitsune, aunque si mal no recuerdo se lo dije a Cora en el bosque y él seguramente lo escuchó.

- ¿Un omega? - Preguntó alzando una ceja - ¿Desde cuando?

Cora y yo nos miramos por un segundo, pero le indique con un gesto de mi mano que yo seria quien hablara y ella asintió. Ambos habíamos aprendido lenguaje de señas para poder hablar en privado cuando iba a visitarla a los entrenamientos e intentaba que los demás no me vieran.

- Digamos que Scott... consiguió un remplazo.

- ¿Remplazo?

- Si, algo así como un amigo 2.0; es mas alto, mas fuerte y es un hombre lobo alfa, ademas de que lo unico que hace es adularlo - Me encogí de hombros - Es literalmente todo lo que yo nunca podre ser, por eso cuando me atacó Scott prefirió creerle a él antes que a mí y me echaron de la manada.

- ¿Te prohibió hablar con Malia?

- De echo dijo que si se acercaba o intentaba hablar con cualquiera de nosotros iba a expulsarlo del territorio - Le respondió Cora - Yo estaba cuando lo dijo, créeme que su corazón ni siquiera latió en ese momento.

- De todas formas, no importa, si estuviera con ellos los Dread Doctors podrían herir a alguien. Prefiero estar lo mas alejado posible y que Lydia, Malia, Isaac, Erika, Boyd, Liam y los gemelos estén a salvo.

- ¿Scott no te preocupa? - La pregunta me tomó por sorpresa, maldita sea tu boca, Cora.

Dudé por un minuto agachando la mirada ¿Scott me preocupaba? Recordé todos los buenos momentos que pasamos juntos desde niños, pero también recordé todos los problemas que habíamos tenido y estos ganaban por fecha. Toda la vida me habían dicho que no viviera en el pasado y nuestras amistad había quedado allí, en el pasado que mientras cada segundo pasaba mas lejano se hacía.

- Yo no le importo a él, así que él tampoco me importa - Dije con una expresion despreocupada.

Ambos Hale's me miraron extrañados, se que mi corazón ni siquiera latió un ápice mas rápido cuando dije eso. Y eso era porque no mentía, estaba mas que seguro de que Scott ya no me importaba. Ya no eramos amigos, él ya no me consideraba su amigo y nadie se preocupa por un desconocido.

Luego de que Derek se fuera a la cocina y nos dijera donde estaba el baño, fui a darme una ducha. Nunca en mi vida había disfrutado tanto ducharme como en ese momento, de verdad se sentía genial el agua fría en ese horrible calor que caracterizaba Mexico. Era la mismísima gloria.

Salí de la ducha y me puse la ropa que Derek me prestó. Me quedaba un poco grande pero era mejor que andar desnudo en frente de Cora, aunque eso sin duda hubiera hecho enojar a Derek y su cara hubiera sido inolvidable. Me aseguraría de encontrar alguna forma de hacerlo enojar.

Fin del capítulo

NOTA DE LA AUTORA:

Hola gente ¿Cómo están? Aquí les dejo otro capítulo de esta nueva, y recién sacada del horno, historia. Espero que lo disfruten y les pido que comenten para saber que les pareció.

En fin, les mando un abrazo de Hombre-lobo gigante y los veo en la próxima actualización. Adiós manada.

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