Capitulo 6
Magnus
Aquel veinticuatro, amanecí con una blanca nevada que cubría todo Londres, me quede apoyado en el marco de la ventana bebiendo el café mientras observaba la blanca ciudad bajo mis pies, todas las personas caminaban con sus abrigos, los mas pequeños se perseguían, y una pareja de enamorados se besaban efusivamente en la entrada de una casa.
Los autos era otra cosa, los conductores iban con cuidado y molestos mientras tocaban las bocinas y el ruido llegaba por todos lados. Nada mejor que una blanca navidad para comenzar.
Ezra y los demás se habían hizo hace dos días, lo cual significaba que tenia todo el departamento para mi cómoda soledad. La recibí gustoso con los brazos abiertos, pero debo admitir que hay algo de vivir con Ezra que me gusta, y es molestarlo con mi cantidad excesiva de energía en las mañanas cuando el no tiene nada.
Me alejo de la ventana y dejo la taza con café en el mueble mas cercano caminando a mi armario donde suspiro observando la ropa acomodada. ¿Qué podría usar esta noche? Al final accedí pasar la navidad con Zoe, mas bien ella fue un poco de rogar, al enterarme que su hermana estaba triste porque sus hermanos no cumplieron con sus palabras, me sentí algo mal por ellas.
Agarre un sweter verde con un reno y hago una mueca, ¿Por qué habré comprado esta cosa horrible?
El celular suena indicando una llamada entrante, al ver el identificador no tardo en contestar la videollamada mostrándome a la chica rubia con mechones cafés y ojos azules mientras que su nariz es salpicada de pecas. No hay mucho parecido entre mi hermana y yo, pero a ella le gusta pensar que si.
—Feliz víspera de noche buena.—habla Georgina.—Verte levantado antes de las doce, que milagro.
—Lo mismo opino, ¿no hay un molesto novio con el que tendrías que estar?—pregunte a lo que ella rueda los ojos.
—No es mi novio, es mi amigo.
—Yo también tuve amigas.—comente ganándome que me mostrara el dedo del medio.—¿Cómo esta todo?
—Bueno, tu madre llamo a papá y tuvieron una acalorada discusión sobre ti, ya sabes...
—Ya no tengo quince como para que discutan con quien paso las fiestas, en mis recuerdos, se peleaban por quien no la pasaría conmigo, era gracioso.
—Nosotras te extrañamos, para tu información.—dice Georgina acomodando su cabello.—Anne esta molesta porque no vienes, y Ally esta en la etapa de imitar a Anne, asi que ya te imaginas.
—Mis regalos que le envie a Santa ya deben estar ahí.—dije ganándome otro ruedo de ojos mientras que Georgina se sentaba mejor en su cama.
—Magnus, no quiero ser otra mas que te da un discurso, te amo ¿si? Pero queremos verte mas seguido, puedes mentirle a tu madre y a papá de que estas ocupado con la banda, pero yo no me como el cuento.
Escuchar que a Georgina se le rompia la voz mientras me hablaba hacía sentirme como el peor hermano de todo el universo, y tal vez así era, seguramente no ganaría la medalla del mejor hermano de todos si apenas las visito. Asentí levemente.
—Bien, luego de las fiestas, ire y pasaremos unas semanas juntos, ¿te parece bien eso?
—Si, me gustaría...
—¿Estas hablando con Magnus?—escucho una voz pequeña hablar y solo dos minutos después aparecen mis otras dos hermanas que se amontonan en el celular para hablarme, era gracioso escucharlas hablar todas juntas y pelearse por quien queria hablarme primero contándome de sus cosas. Georgina se une a la discusión de que estábamos en una llamada seria y no debían molestar.
—Bueno ya que estamos hablando, necesito ayuda de moda.—dije levantándome haciendo que las tres me presten atención.—¿Qué uso esta noche?
—Depende, ¿Cómo se llama la chica?—pregunta la mayor con una sonrisa divertida.
Zoe
Una de las canciones de Midas King era reproducida en la televisión en el programa de especial navideño que estábamos viendo, Addy bailaba la canción moviendo su cabeza de lado a lado mientras que mis ojos estaban fijos en todos los chicos, era sorprendente la forma en la que se adueñaban un escenario y se hacían notar. Como sus voces encajaban, la forma de tocar esos instrumentos y como Niklas llevaba demasiado bien eso de ser el cantante principal.
Me volteo a mamá quien esta terminando una de las comidas, el olor a pollo y ensalada de papa llega a mi nariz, sin contar toda la cantidad de comida que había en la mesa. Parecía una gran cena para las pocas personas que seriamos.
Acomode mejor mi top violeta mientras suspiraba, agarraba mi celular viendo la hora haciendo una mueca, ya era tarde y esperaba que Magnus no se haya arrepentido de venir.
—¿Crees que falte mucho?—pregunta mamá acomodándose su chal.—Temo que la comida se enfrie.
—Debe estar cerca.—comente, Addy hizo una mueca acomodando la falda de su vestido, cuando el timbre suena, ambas nos volteamos a la puerta. Me levanto caminando a la misma hasta abrirla encontrándome con Magnus quien me sonríe.
Sus manos estaban metidas en la chaqueta de cuero mientras tenía una camisa de azul oscuro, pantalones negros y en sus manos veo una gran bolsa blanca.
—Lamento la tardanza, santa se paso por mi casa a dejar esto.—dice mientras lo dejo ingresar.
—No tenias que traer regalos.—dije yo mientras lo sigo.
—¿Bromeas? Es lo mejor de la navidad.—dice y suspire, Addy se levanta del sillón y corre a abrazarlo, el rubio la rodea con sus brazos—-Hola Addy, estas muy alta, ya casi me llegas.
—Que bueno que llegaste.—dice mi hermana con una sonrisa que no le entraba en el rostro.
—Si, lo mismo digo, ¿te sigue gustando My little Pony?
—Ya soy grande para eso.
—Ah.—dice el rubio.—Bueno entonces mejor me llevo la versión extendida de la película que consegui...
—¡Ey no!
Reímos y Magnus se puso a dar los regalos que trajo, yo no abrí el mio, decidí hacerlo mas tarde. Addy, por otro lado, estaba demasiado emocionada rasgando los envoltorios de papel encontrándose con varios regalos que le dije a Magnus que podía gustarle cuando me pregunto, claro que yo pensé que compraría una cosa, pero Magnus no es de hacer cosas pequeñas.
Nos sentamos a cenar los cuatro, donde la mesa se lleno de carcajadas, mientras que en la televisión seguía reproduciéndose el especial navideño de Midas King.
Magnus devoro toda la comida de la mesa que me sorprende ver que le entro en su cuerpo, mamá me mira divertida recordando que esta tarde le dije que había cocinado de más.
Un rato mas tarde, Addy y Magnus estaban jugando a las cartas, sus risas y peleas nos llegaban desde la cocina donde llevaba los platos sucios con mamá.
—Si que fue buena idea haberlo invitado, hizo esta cena mas entretenida de lo que podía imaginarme.—dijo mamá, veo a Magnus quien estaba concentrado en el juego mientras mi hermana se reía detrás de sus cartas.—Y es bueno con los regalos.
—Le dije que no se molestara.
—Si bueno, me sorprendió con ese collar, pero no quiere que se lo devuelva.—dice mamá mientras acomodamos los platos.—¿Por qué no salen?
—Porque no me gusta.
Mamá se ríe.
—Me refería a otro lado, es temprano para los jóvenes, debe haber una fiesta por ahí, Addy y yo no los culparemos porque ustedes dos quieran salir a divertirse.
Mire hacía el rubio y suspire acercándome a él, Addy celebra que gano la partida haciendo un ridículo baile mientras que Magnus se cruza de brazos, me mira antes de darme una leve sonrisa.
—¿Conoces alguna fiesta?
—Oh cariño, conozco miles de fiestas.
A veces me olvido que Magnus es una celebridad, pero en el momento que llegamos al club que nos recibe con música electrónica y diversas luces, todo el mundo comienza a saludarlo, Magnus ríe y choca puños o cruzan cinco palabras, mientras que yo lo sigo por detrás acomodando mejor la boina para que no se caiga de mi cabeza.
Ruedo mis ojos cuando un par de gemelas lo saludan de manera coqueta mientras camino a la barra, los bartender que atendían la misma tenían gorros de navidad encima de su cabeza, pero sus rostros no parecían muy alegres por tener que trabajar esta noche.
—¿Muy concurrido para ti?—pregunta Magnus mientras yo observo todo el club, el rubio mientras tanto ordena dos bebidas.
—Un poco.—comente aceptando la bebida cuando nos llegan y la bebo, Magnus me sonríe bebiendo de la suya.
Nos quedamos sentados sin hacer nada mas que beber y escuchar la música, en algún momento, a Magnus lo vienen a saludar unas personas de la cual puedo distinguir como unos actores y músicos, seguí bebiendo en lo que el rubio se distraía con esas personas.
Pedí otra bebida a la bartender.
—No te sientas mal, no es la primera vez que Magnus se olvida de las personas con las que vino.—comenta una chica a mi lado bebiendo un trago de su Martini, tenia el cabello largo y rubio, un vestido rojo ajustado a su silueta, sus piernas eran largas y bronceadas, mientras que su rostro tenía un exótico maquillaje.
—No estoy mal por eso.
—Oh cariño, lo estas viendo con ojos de corderito, si quieres que te preste atención, solo debes llamarsela.—dice ella.—Créeme, a mi me funciona.
La chica me guiña un ojo antes de retirarse dejándome ahí sola de nuevo, me volteo a Magnus quien baila y ríe con una chica. Tome mi trago y me levanto haciendo equilibrio con mis botas, camino entre todas esas personas, hasta que llego delante suyo donde me mira con una sonrisa y sus ojos celestes brillando.
Comencé a moverme al ritmo de la música junto con él, nuestros cuerpos se iban acercando mientras que sus manos aterrizaban en mi cadera, la música sonaba a todo volumen y a nuestro alrededor mas personas bailaban y bebían, coloco mis manos detrás de su cuello mientras que nuestras caderas terminan con la separación que tenemos, bailamos demasiado cerca que debo admitir que me sorprende. Coloca su frente contra la mia y me veo tentada a no alejarlo, mis manos van a su cabello rubio acariciando el mismo lugar haciendo que se estremezca ante mi contacto, siento su aliento chocar contra mis labios y nuestras narices se acarician en lo que seguimos moviéndonos.
Y es cuando siento que todas las bebidas que consumí me pasan factura empezando por un revuelto en mi estomago que fue subiendo por mi garganta, me aleje rápido de Magnus y fui corriendo hacia afuera del club. Caigo de rodillas en la fría nieve en donde vomito el alcohol que consumi.
Siento como alguien pone un abrigo en mis hombros.
—¿Sabes? Es la primera vez que provoco que una chica vomite cuando bailamos.—dice el rubio haciéndome suspirar.
—Lo siento, fueron muchos tragos mezclados.
El rubio asiente y me ayuda a levantarme, saca un pañuelo de su bolsillo y me lo da mientras me sube el cierre de la campera. Magnus sonríe levemente mientras nos vamos.
—Lamento que nos vayamos.
—¿Bromeas? La pase bien contigo, creo que fue una de mis mejores navidades.-dice Magnus.
—¿Cuál es la mejor?—pregunte mientras que caminábamos.
—Bueno, cuando yo tenia diez años, pase navidad con mi madre, mis hermanas aun eran pequeñas pero era muy divertido perseguirlas en la nieve, mi abuela nos regalo un trineo de donde nos deslizábamos en pequeñas montañas toda la tarde.
—Suena lindo.—dije caminando con él aferrándome a su abrigo.—Yo no tengo muchos, mi padre...dejo a mamá en la víspera de noche buena y supongo que todas mis buenas navidades se bloquearon.
—Lo lamento...
—No te preocupes, esta fue una buena.—dije sonriendo.—¿Quieres una sorpresa?, cierra los ojos.
Magnus alza una ceja pero luego me hace caso cerrando los ojos, agarro una bola de nieve y la impacto en su cara, él abre su boca indignado y arma otra bola de nieve tirándomela, comenzamos a tirarnos nieve y a correr. Los huesos de mis piernas se estaban congelando, y no queria imaginarme como estaría Magnus al darme su abrigo, pero en ese momento no nos podía importar menos mientras nos tirábamos nieve y reíamos como pequeños niños.
Magnus me agarra por la cintura tirándome en la nieve y ambos nos reimos mientras miramos el cielo.
—Me estoy congelando.-dije y él se rie dándome la razón antes de levantarse y me ayuda.
Un rato mas tarde, estaba en el asiento de su Porche con la calefacción al máximo, podía quedarme dormida en su asiento, era bastante cómodo, y acogedor a decir verdad. Me aferre a su abrigo mientras suspiraba con los ojos cerrados y en la radio pasaban a una cantante femenina, el chico a mi lado iba tarareando la canción mientras conducía.
—Magnus.—murmure.—¿Tu no tenias un maserati?—pregunte y veo la sonrisa del rubio.—Me buscaste en un maserati esa noche que fuimos a cenar en lo de Skyler.
—Tengo varios autos, algún día te mostrare mi colección, el Porche es al que le instale las ruedas para la nieve, los otros no están tan preparados.
—Oh.—murmure.—No te agradeci por los regalos, no deberías molestarte.
—Zoe, no es por presumir pero tengo mucho dinero en mi banco.-dice a lo que ruedo los ojos.-A veces no se ni en que gastarlo, asi que no te preocupes, Addy fue feliz con su regalo, tu madre igual, espero que a ti te guste.
Magnus estaciono frente a la casa de mi madre, donde las luces estaban apagadas, solte un bostezo que no pasa desapercibida de la sonrisa del rubio. Hoy me quedaría a dormir en mi viejo cuarto.
—Feliz navidad.—dice él.
—Gracias por traerme.—susurre y bese su mejilla, el rubio me sonríe en lo que bajo del auto y camino a mi casa. Me muevo en silencio por los oscuros pasillos, voy al cuarto de mamá donde una pequeña sonrisa se me escapa al ver a Addy y ellas acurrucadas en la cama con la televisión encendida.
Camino a mi habitación que sigue de la misma forma, como si no me hubiera ido, con las paredes de color verde agua, y los dibujos de diseño que e colgado en la pared, el paquete de regalo de Magnus esta encima de mi cama de colchas rosas, tras dejar su chaqueta de cuero apoyada en la silla de mi escritorio me acerco al regalo, lo sostengo en mis manos rasgando el papel hasta abrirlo. Mis ojos se quedan en el regalo un buen rato.
Por mis cumpleaños, Magnus me había regalado todo un set de lápices y hojas de diseño donde podía dibujar, y esta vez me dio un libro de cien ideas de arte, y de lugares donde debía visitar junto a mas pintura. Sonreí levemente por su toque y deje los regalos en el escritorio antes de irme a dormir.
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Ig: Julxswatt99
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