Capitulo 31
Zoe
Nadie supo la verdadera razón de mi renuncia y no quería decírselo a nadie aun cuando Magnus me decía que debía hacerlo. Al final del día, era mi decisión contarlo y sabía que no quería, mientras me mantuviera alejada de Denis y él de todos nosotros por mi no seria un problema. En cambio a mamá solo le dije que tuvo un montón de desacuerdos, por lo que ella a estado ayudándome en lo que esperaba que mi dinero ahorrado no se terminara yendo a la basura o debería volver a vivir con ella.
No vi mucho a Magnus esos días, y no me molestaba demasiado de echo, hablábamos todas las noches y me ocupaba todas las tardes de visitar a Addy quien estaba respondiendo de manera positiva a un tratamiento, era algo que a todos nos tenía felices. Después de su casi muerte, no diría que todo cambio, pero papá por lo menos suele llamar cuando se acuerda, Lester la visita mas seguido.
Y aunque Addy, mamá y yo sabemos que todo esto es efímero. Aprovechamos los pequeños momentos que nos mantenían como familia.
Una tarde, en la que no fui al hospital, estaba mas que nada sentada en el sillón con la laptop en mis piernas mirando atentamente el anuncio de trabajos cuando tocaron el timbre. Desde que fui despedida, aunque no di explicaciones, muchos de mis amigos intentaban ayudarme, y varios de ellos se hacen visitas esporádicas a ver como estoy. Dejo la laptop de lado, y al abrir la puerta me encuentro con el chico rubio quien me mira con sus ojos celestes mientras se ponía las manos en los bolsillos.
—¿Tienes algo que hacer?—pregunta Magnus, teniendo en cuenta que era una desempleada y que hoy no visitaba a Addy, pues mi tarde estaba bastante disponible.
Me encogí de hombros, el rubio me sonríe.
—Entonces...¿me acompañas?
—No tengo muchas ganas de salir.—Dije siendo honesta.—Pero si quieres podemos ver una película, o puedes ayudarme a ver anuncios de trabajos...
—No...yo...tengo una sorpresa.—dice él y su sonrisa se vuelve mas grande.
—Odio las sorpresas.—dije, él no borraba aquella sonrisa de su rostro.
—Esta va a gustarte, confía en mi.
Decidí hacerle caso o se la pasaría insistiendo todo el día, me cambie el calzado mientras que Magnus me espera apoyándose con pereza en el marco de la puerta antes de sonreírme. Me extiende su mano la cual tomo entrelazando los dedos, me sorprendo cuando no nos dirigimos a su auto y solo comenzamos a caminar, lo observo, él me devuelve la mirada tras darse cuenta que lo miro mucho.
—Tu sorpresa no esta lejos.—dice como si eso explicara todo, asentí de nuevo.
—Entonces...¿Qué es?—pregunte balanceando nuestras manos acariciando su dorso con mi pulgar.
—Paciencia.—dice él mientras seguimos caminando, era gracioso que lo dijera porque yo no era una persona por la que se conoce como que tiene mucha paciencia.
—¿Ya llegamos?
—No.
—¿Ya?
—Por mas que preguntes no lo hará mas rápido.—responde rodando los ojos con diversión, bufe mientras miraba el cielo, unas nubes amenazaban con poner el cielo gris dándonos una de sus ya muy conocidas lluvias de verano.
Como Magnus se dedico a tararear yo me dedique a fantasear en mi regalo, ¿acaso me dará un vuelo privado a una isla?, ¿algo que tenga que ver con un concierto?, ¿secuestro a Denis y me llevaba a un lugar donde podía torturarlo?, una sonrisa maliciosa se puso en mis labios.
—Das un poco de miedo cuando sonríes asi—dice Magnus deteniéndose mientras lo miro.
—¿Y mi regalo?—pregunte confundida mientras nos deteníamos.
—Aquí estamos.—dice él señalando, frunzo el ceño y me giro al ver el lugar, se encontraba en medio de un lugar de comida rápida y una tienda de ropa vintage, era un local grande con grandes vitrinas que antes funcionaba como gimnasio y fue cerrado hace años, había unos tablones cubriendo la ventana y se notaba que le faltaba una buena capa de pintura.
Me volteo a Magnus y él me mira antes de que en el bolsillo de sus pantalones extraiga unas llaves, intento no voltear mis ojos al ver que el llavero era el logo de su propia banda.
—¿Qué es esto?—pregunte cuando pone las llaves en la palma de mi mano.
—Anda, abre.
Lo mire antes de acercarme al lugar y girar la llave, estaba sucio y oscuro. Fuera de eso, parecía un lugar bien mantenido en cuanto a los pasos de los años, mis ojos se detienen en un cartel que era lo mas nuevo del lugar y reconocí fácilmente la letra del rubio en ella. "Estudio de tatuaje Zoe's"
Me volteo a verlo, él tenia sus brazos a los costados de su cuerpo.
—Siento que hayas renunciado...pero...a la vez es mejor ¿no?—pregunto él y suspiro.—Y se que estuviste algo mal y desorientada en el resto de los días, entonces pensé...¿Por qué Zoe no se abre su propio estudio de tatuajes?
Me quede observándolo, él siguió hablando.
—Este lugar tiene el tamaño perfecto, esta ubicado en una genial zona y no queda lejos de donde vives...se que necesita algunos arreglos y mejoras sin duda, pero yo le veo un gran potencial.
—Es mucho dinero...—murmure atónita.
—Creo que ya te dije muchas veces que mi banco tiene unos buenos ceros en ellos—habla el rubio mientras sonreía.
—Pero no quiero usar tu dinero.
—Me lo devolverás con intereses.—dice con una sonrisa divertida.
—Tengo que...pintar esto.
—Sera divertido.
—Limpiar...—comente viendo alrededor.
—Eso no es tan divertido.
—Contratar gente tal vez, y...
—Clementine, Brooke y Henry aceptaron trabajar contigo...también Rhett, tal vez no nos agrademos mucho pero intentamos llevarnos bien.—dice viéndome y lo mire sorprendida, él se encogió de hombros.—Ellos me dijeron que te extrañan en el trabajo, y no soportan mas a Denis...tranquila no les conté nada, ya establecimos que no me corresponde.—Magnus me mira y como ve que no reacciono sigue hablando.—Encontré unos buenos materiales de tatuajes que venden en Estados Unidos, lo entregaran en una semana...
Trague saliva mirando el lugar, desde el techo y las paredes que exigían una nueva capa de pintura, estaba segura que en cualquier momento una rata u otra cosa podría aparecer.
—Es mucho, ¿no?...¿sentimientos?—pregunta dudosa
Me voltee a verlo, me había comprado un estudio de tatuajes, tenia mi propio estudio, era dueña de uno que tal vez podía fracasar o podía ser uno demasiado bueno. Pero podía verlo, podía ver el lugar con una nueva capa de pintura, decorándolo como yo quería, podía verme trabajando en este lugar con mis amigos. El rubio se sorprende cuando pego un salto encima suyo, enredando mis piernas en su cadera, las manos de él agarrando mi muslos y mis labios atacando los suyos en lo que me sostengo de su cuello.
Sentí sus labios cálidos sobre los míos mientras nuestros cuerpos se acercaban, al terminar el beso, él deja una pequeña mordida sonriendo.
—Tu estas realmente loco Magnus.
—¿Por ti? Siempre.—dice besándome.—Entonces, ¿Qué opinas de tu regalo?
—Me encanta...me encanta mucho...—susurre viéndolo y él deja unos besos en mi mejilla.—Tengo tantas ideas para este lugar.
—Y amaría escucharlas.—dice caminando conmigo aun en brazos hasta que me apoya en una pared besándome—-Pero podríamos bautizar tu nuevo estudio entonces, como pago adelantado.
Rodee mis ojos bajando mis piernas de su cadera.
—No ahora cariño.—dije sonriendo mientras sonreía ilusionada y en mi cabezo ya comenzando a planear todo mientras que Magnus me miraba. Aun no podía creer que esto era para mi.
*
Supongo que es regla general que los hombres se vean atractivos en traje, Addy opinaba lo mismo que yo mientras corre a abrazar a Magnus quien la recibe con los brazos abiertos dispuesto a devolverle la muestra de afecto, el rubio halaga el vestido de mi hermana y ella toca su falda rosa como si estuviera nerviosa, se había puesto la peluca castaña para esta ocasión.
Ethan se coloca a mi lado, él también tenia un traje que le quedaba algo grande, y una gorra cubría su calvicie.
—¿Estamos listos?—pregunta el rubio viéndonos y asentí, Magnus toma mi mano.—Te ves hermosa por cierto.
—Que amable.
—Yo soy muy amable. —dice él mientras beso su mejilla, me mire mi atuendo, había optado por el enterizo violeta con unos tacones, tenía un pequeño escote triangular y la espalda descubierta, esperaba que a Lester le pareciera correcto para una boda.
Porque hacia allá nos dirigíamos después de todo.
La ceremonia fue como todas las típicas bodas, le mande un mensaje bromista a Skyler sobre que se parecía a la suya, pero sin el drama de la novia fugitiva. Me merecía que me hubiera ignorado el mensaje pero aun así sonreí.
Luego de la ceremonia, fuimos al lugar de la fiesta, papá y su novia decidieron hacer su boda al mediodía, y debíamos decir que el clima de Londres esta vez estuvo a su favor con un lindo sol en lo alto y una suave brisa corriendo. Había unas grandes carpas de color blanco donde debajo de las mismas se encontraban las mesas donde en el centro de mesa había números para cada uno de los visitantes.
Mi hermana y yo nos acercamos a Tara y papá con los chicos siguiéndonos por detrás.
—Felicidades por la boda.—dije, aunque no tenía ganas de decirle eso, mas bien quería escupir en su champagne caro, pero Addy tenia razón en algo. Si gasto tanto en una boda, deberíamos comer y tomar hasta reventar.
—Niñas, me alegra que hayan venido.—dice Tara.—Addy, ¿leíste el libro que te mande?
—Claro que si.—dice mi hermana con una sonrisa forzada, básicamente el libro que le regalo se trataba de la medicina alternativa y de como luchar contra el cáncer, hablaba de meditaciones, entre otras cosas. Recuerdo que horas después de que se lo dieron, el libro termino en la basura.
—Tiene muy buenas recomendaciones...oh, si me disculpan voy con Rachel a decirle que deje un poco su celular.—dice Tara alejándose para ir con su hija.
—¿Y quienes son ellos?—pregunta papá viendo detrás nuestro, Magnus me mira y Ethan solo sonríe nervioso.
—Él es Magnus, es mi novio.—dije, la sonrisa de Magnus fue enorme y se le inflo el pecho al decir eso, estaba a nada de dejarlo por ese acto.
—¿Te conozco de algún lado?—pregunta papá.
—Trabajo en Walmart.—es la simple respuesta de Magnus y Addy se ríe.
—Yo soy Ethan...soy...
—Mi novio.—responde Addy agarrando la mano de Ethan, papá se queda sin habla y Magnus también se sorprende demasiado.
—¿Tu no eres una niña aun para tener novio?
—No se, ¿Qué edad tengo?—pregunta ella, luego sonríe jalando la mano del chico.—Ven Ethan, busquemos nuestra mesa.
—Yo..este...si...un gusto señor.—dice el chico retirándose, papá me mira.
—¿Tu sabías esto?
—Bueno...tu te desapareciste años de su vida y ahora quieres formar parte, no es como si le tuvieras que prohibir algo...¿vamos a bailar un poco?
—Claro.—dice Magnus y se despide de mi papá mientras caminábamos al salón de baile donde algunas parejas ya se encontraban ahí. Busque a mis hermanos con la mirada, atrape a Jared con nuestros primos, en cuanto Lester estaba junto a una linda castaña, mi hermano mayor y yo cruzamos miradas. Lester me levanta la copa como si brindara en la distancia.
No sabía decir si llegaríamos a ser amigos, o si algún día llegaría a perdonarle del todo, pero...¿Qué mas podía perder?, después de todo, no quería que la familia se separara mas de lo que estaba. Así que podía disfrutar esto, empezar a disfrutar realmente.
Magnus me rodea con sus brazos mientras nos movíamos al ritmo de la música clásica, los recuerdos de Dorothea diciéndome que Magnus era un buen bailarín me llegaron a la cabeza.
—¿En que piensas?—pregunta él, sonreí levemente.
—¿Te acuerdas que en la fracasada boda de Skyler abrimos regalos escondidos de todos?...si alguien me hubiera dicho que muchos meses después estaría en la boda de mi padre bailando contigo me le hubiera reido en la cara.
—También me acuerdo de otra cosa.—dice el rubio.—Recuerdo que esa vez dijiste, que tu a mi me gustas, y yo a ti no.—dice él con una sonrisa divertida.
—¿Quién dijo que me gustas?—murmure con el ceño fruncido.
—Creo que ya fuiste muy obvia. Estas enamorada mi.
—No estoy enamorada de ti, dije que jamás lo haría.
—Ug olvide lo mucho que amas quedarte con la última palabra. Por eso te odio.
—Bueno.—dije rodeando su cuello con los brazos—Te odio más.
—¿Vas a dejar de intentar quedarte con la ultima palabra?
—¿Harás algo a cambio?
—Oh créeme, hare mucho a cambio.
Y antes de que yo pueda volver a hablar porque fastidiarlo se me hizo mucho mas que una costumbre, Magnus sostiene mis mejillas y con suma delicadeza junta sus labios con los míos, como es inevitable, el corazón en mi pecho comienza a saltar de alegría mientras mis manos acariciaban su cabello y sus labios acariciaban los míos. Sus manos se ponen en mi cintura mientras que seguíamos moviendo al ritmo de la música.
Pero ahí, en ese momento, solo éramos nosotros dos. Y nada mas importaba.
Si hace un año, alguien venia y me decía que me enamoraría del rubio con una terrible reputación y viviría una historia de amor. Me le hubiera reído a carcajadas. Al separarnos del beso, Magnus me sonríe y acaricie su cabello.
Tal vez muchas cosas cambiaron en mi vida si las comparaba con hace un año. Pero a veces, el cambio es sumamente necesario. Y lamentablemente (o afortunadamente) termine siendo una de esas chicas que se enamoran de Magnus Willminton. Y lo lamento, pero no pueden culparme por caer esta vez.
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