Capitulo 29
Zoe
—¡Pero es obvio que si sigue corriendo al bosque va a ser más fácil encontrarla!—grite indignada señalando la televisión, mientras tanto, Ezra tenía una postura demasiado cómoda acostado en el sillón individual, el celular no dejaba de vibrar encima de su vientre pero él lo ignoraba. Con un gesto aburrido habla.
—Sí, y además grita, grita más fuerte creo que el asesino no te escucha.
—¿Pero por que hace eso? ¿no debería ser un tipo de regla cuando un asesino en serie te esta persiguiendo?—murmure mirando a la protagonista de aquella pelicula.
—Porque está en el guion.
—El que lo escribió es un inútil, oh genial, ahí se calló, inteligente. —comente rodando los ojos mientras que Ezra reía mirando la película. Era una noche bastante calurosa de agosto, y a decir verdad solo estaba sentada en el sillón pero ya sudaba.
En cambio, Ezra se veía como si acabara de salir de la mas refrescante ducha cuando ambos solo estuvimos tirados en el sillón viendo la tele. Solo Magnus se a movido en todo el departamento porque tiene la necesidad de hacerlo.
—Voy a participar en una película de terror.—habla Ezra .—Será la mejor, ire haciendo casting.
—¿Y que harías con la banda?—pregunta Magnus apareciendo con dos vasos de jugo dejándolo en la mesa ratona mientras se sienta.
—Muchos músicos estuvieron en su banda y en una película.-habla Ezra.
—Menciona uno.
—David Bowie.
—¿Qué película hizo David Bowie?
Ezra y yo lo miramos de golpe con una gran cara de sorpresa, Magnus se remueve incomodo en el sillón tras las miradas acusadoras que le dimos.
—¿Qué nunca viste laberinto?—pregunte y mire a Ezra.—¿Cómo es que eres su amigo y no le muestras una grandiosa película?
—No me mires asi, tu eres la novia ahora.
—¡Y tu su amigo!
—Wow, ustedes dos deberían andar juntos.—-habla Magnus bebiendo su jugo, Ezra y yo nos miramos antes de reírnos a carcajadas, le tiro una almohada al chico de cabello oscuro y él solo me responde sacándome el dedo del medio.
—Ezra y yo no duraríamos ni un día como novios.—dije negando.—Aparte ya sabes que mi relación con cosas sexuales no es la mejor, y a él lo veo como un pervertido que le gustan las cosas raras, los calladitos son los peores.
—No gracias, prefiero mi fiel soltería.—dice y termina por apagar su celular para que dejara de sonar.
Nos quedamos callados luego de esa conversación observando la película, soltando comentario indignado viendo las estúpidas decisiones de la protagonista, rodamos los ojos al unísono cuando el asesino vuelve a encontrarla y ella solo grita intentando alejarse para que no la atrapen. Pasamos asi la siguiente hora, hasta que mi estómago rugió por comida.
—¿Quieren que ordenemos pizza?—pregunta Ezra acostado en el sillón individual con sus piernas saliendo del otro extremo, alzo mi vista del pecho de Magnus al rubio que se rasca una ceja.
—Casi siempre pedimos pizza, temo odiarla.
—Bueno, entonces tu da una sugerencia.—dice el morocho mirando la otra película que se había puesto en la televisión, algo mejor que esa de terror segura, esta tenía pinta de esas románticas.
—¿Qué tal sushi? Te gusta el sushi.—le dice a su amigo, estaba mas que obvio que ellos no tenían planes de cocinar asi que solamente me rei un poco, el morocho le da la razón.—¿A ti te gusta, Zoe?
—Hum nunca comí sushi de echo.
—¿Nunca?—pregunto Ezra esta vez girando su cabeza para verme.-Que inculca de la comida.
Le saque la lengua como si tuviera cinco años y él solo se ríe.
—Bien, ordenare esas piezas de sushi para que comamos, de paso podemos ir a buscar algo por si no te llegan a gustar.—dice Magnus mandando un mensaje.
—Claro, ¿Qué otras cosas tienes para ofrecerme?—pregunte y cuando él me ofrece una sonrisa traviesa rodee mis ojos.—De comida, Magnus.
El rubio saca su brazo de mis hombros y se levanta del sillón buscando las llaves de su departamento mientras yo lo sigo. Ezra no da indicios de querer acompañarnos, solo se estira mas en el sillón y nos mira como si dijera "esperare aquí hasta que vuelvan con la comida".
Magnus comienza a hablar de muchas opciones de comida que podía elegir si la idea del sushi no me agradaba, al caminar de espaldas y no ver por donde iba se tropieza con algo en el suelo y se cae. Mis ojos reparan en un bolso grande de color negro en el suelo.
—¿Qué mier...?—habla el rubio sentándose.—¿Caleb?
Me volteo para encontrarme a uno de los integrantes de la banda sentado en el suelo con la espalda apoyada en la pared. Caleb mira a su amigo cuando su nombre se es pronunciado y se levanta del suelo al igual que Magnus, en la cercanía, el rostro de Caleb estaba totalmente pálido y sus ojos hinchados.
—¿Aun esta disponible el antiguo cuarto de Percy o ya lo convirtieron en un estudio de música?—pregunta el chico, Magnus mira del bolso a su amigo.
—Aun esta libre, al final decidimos dejarlo como un cuarto.
—¿Crees que...pueda usarlo?
—El tiempo que quieras amigo.—habla Magnus.—¿Qué paso?
Caleb no responde, solo comienza a sollozar antes de abrazar al cuerpo de su amigo, Magnus lo rodea con sus brazos mientras los sollozos de Caleb se hacían mas fuerte aferrándose al rubio. El rubio me mira de reojo mientras le da palmadas a su amigo intentando calmarlo.
Decidí dejar a los chicos hablar entre ellos mientras yo esperaba en el cuarto de Magnus, también contemplé la idea de irme, pero Magnus se veía tan confundido en cómo lidiar con las emociones de su mejor amigo, Ezra estaba igual de preocupado y Caleb solo lloraba que decidí quedarme a esperar. Le mande unos mensajes a Skyler, si Caleb estaba así de mal, solo podía pensar en como estaría Rosie.
Dejé el celular de lado al no tener respuestas mientras que me apoyaba en el respaldo de la cama, deseaba tener mejor audición para poder escuchar a traves de las paredes de lo que fuera que estaban hablando, pero solo me quedaba ser paciente. Cuando Magnus ingresa a la habitación me siento mejor en la cama, el rubio me mira masajeándose el cuello con un plato donde había un sándwich de jamón.
—Hum creo que te debo el sushi, pero me sobro lo suficiente para hacer un sándwich si tienes hambre...lo lamento.
—No te preocupes, comeré sushi otro día.—dije recibiendo el plato, toquetee el pan, la verdad es que tampoco podía comer mucho ahora.—Seria mucho preguntar...¿Qué paso?
Magnus suspira y se echa el cabello rubio hacia atrás sentándose a mi lado.
—¿Mañana podrías ir a ver a Rosie?
—Claro que puedo ir a ver a Rosie...—murmure.—¿Paso algo malo?
No me mira, pero la forma en la que noto sus músculos tensos puedo adivinar que algo sucedió, tenía los codos apoyados en sus rodillas, y su mano izquierda jugaba de manera distraída con la pulsera alrededor de la muñeca derecha.
—Magnus, se que estas protegiendo a tu mejor amigo y no quieres divagar sus secretos, no te lo preguntaría si no conociera a su novia y tuviera una amistad muy cercana, quiero saber a lo que posiblemente puedo enfrentarme, además me digas o no, creo que voy a enterarme, ¿no crees?
—Si...—Dice largando el aire.—Si tienes razón...bien.
Y entonces me cuenta.
Al día siguiente Skyler, Klaus y yo nos aparecemos temprano en el departamento de Rosie, ninguno de los tres hablamos mas que solo unos saludos. Creo que los tres estábamos totalmente sumergidos ante la noticia y la información que se nos dio.
Sin contar que twitter entre otras redes sociales estaba que explotaba con la mención de Midas King, pero esta vez, ninguna era sobre Magnus. Todo era sobre Caleb.
Al parecer, Caleb le fue infiel a Rosie con su directora de producción Lyra, una mujer unos cuantos años mayor que todos nosotros. Incluido él. Había visto a Lyra pocas veces, no sabía bien que opinion tener de ella mas que alguien súper comprometida en su trabajo.
Caleb no se atrevió a verme esta mañana cuando estaba yéndome del departamento de los chicos, ni siquiera alzo los ojos, simplemente desapareció a la habitación donde se encerró. Pero había algo de toda esta situación que no alcanzaba a entender, y me volvía loca.
El ascensor hace el ruido cuando llegamos al departamento de Rosie y sigo a mis amigos quienes se me adelantan, entre los tres nos miramos y es Skyler la que decide tocar la puerta con sumo cuidado. Nos quedamos esperando un buen rato hasta que escuchamos unos pies arrastrándose en el suelo y minutos después Rosie nos abre la puerta. Y aunque nos abre con una sonrisa, se que esta fingiendo, porque prefiere mostrarnos su lado mas feliz que su lado más vulnerable aunque este tan destruida por dentro, y puedo darme cuenta de eso fácilmente.
Aun cuando su cabello lucía peinado, y la sonrisa entumecida en su rostro, podía notar las ojeras producidas por el llanto y el agotamiento que cargaba encima. Lo que mas me demostraba que no estaba tan bien como quería fingir, era su remera la cual era gris con el logo de una cabaña y en letras desgastadas se leía "Campamento de música Bournemouth".
—Hola chicos, no los esperaba aquí, entren.—dice ella abriendo la puerta y dejándonos el paso, todo estaba tan impecable y limpio, el olor de productos químicos de limpieza recién estaba marchándose. Soy consiente de que una foto de ellos dos que solia estar colgada en la pared ya ni se encuentra, ni siquiera el marco, también noto una colcha felpuda en el sillón.
—Queríamos ver si estabas bien.—dice Klaus.
—¿Bien?, ¿Por qué no lo estaría?—habla ella caminando a su cocina, los tres la seguimos casi en automático. La vemos poner el agua a calentarse mientras busca las cosas para un té.
—Tu sabes a que nos referimos Rosie.—dice Skyler con una voz tranquila.—No tienes que aparentar nada.
—No estoy aparentando. Cada persona lo atraviesa distinto.
—Ro...
—Estoy bien.—dice en un susurro mientras deja las tazas con demasiada fuerza en su mesada provocando que una se le rompa, todos nos quedamos en silencio mientras la miramos, Rosie tenia la tazas en sus manos viéndola fijamente, era una taza de color blanco, mediana con flores rosas en todos lados.
Recordaba que una vez, me dijo que fue el primer regalo que le dijo, una taza de rosas para una chica llamada Rosie.
Las manos de Rosie se cierran en la taza rota y comienza a sollozar, nunca escuche a una persona llorar de una forma tan horrible que provocara que me estremeciera y me produjeran ganas de llorar. Me acerque rápido a ella alejándole los pedazos rotos de sus manos lastimadas y la acerque a mi cuerpo abrazándola con fuerza mientras ella seguía sollozando demasiado fuerte. Las lágrimas brotaban de sus ojos mientras la estrechaba en mis brazos lo mejor que podía.
Skyler y Klaus también se acercan ofreciendo consuelo mientras que la rubia sigue aferrada a mi.
—Lo...lo rompí.—dice en sollozos.—Ya no hay nada...
—Tranquila.—dije susurrando acariciando su cabello.—Podemos repararlo.
—No...—Dice en un ahogado llanto mientras se abraza mas a mi.—No se puede reparar.
Hice una mueca entendiendo justamente a lo que se estaba refiriendo, y le deje soltar todo el llanto que le fuera necesario.
(*)
En estos días ayude demasiado a Rosie con la remodelación de su departamento, aunque ni ella estaba segura de si se quedaría en el departamento, su cabeza era un completo desastre en esos momentos pero no quería presionarla a nada, ella quería intentar algo, y por el momento cambiar sus muebles eran algo que le servía.
Con los chicos prácticamente estábamos dándole a Rosie su espacio, pero a la vez queríamos estar cerca de ella. Tenia un sentimiento de intranquilidad respecto a Rosie, sentía que ella misma quería estar bien, pero a la vez el mas mínimo ataque podía hacer locuras y no quería que nada le sucediera.
Todo en casa iba en normalidad, o como podía definirse normal, Addy seguía en sus tratamientos pero se sentía mejor. Y papá bueno, su mejora no duro muchísimo que digamos, aunque debo reconocer que ahora mínimamente llama un día a la semana, hasta Addy esta sorprendida con ese pequeño logro, pero ambas sabemos que no será eterno.
Saco la pava del fuego mientras me sirvo el té cuando siento la puerta abrirse, suelto un suspiro reconociendo el perfume cargado del que acaba de ingresar.
—Asi que...¿ahora sales con el rubiecito de la banda?—pregunta Denis con una voz de molestia.
—Yo no diría salir...bueno, oficialmente.—dije, Magnus y yo decidimos tomarlo con calma, una relación a nuestro ritmo donde nos tratábamos como novios sin poner etiqueta de por medio. Denis me mira de arriba abajo acercándose.
—Eso me enoja Zoe, mucho, ¿Qué tienen ellos que yo no?, ¿Qué acaso amas ser rogada?
Intente encontrar mi voz, pero un grito ahogado escapo de mi garganta cuando los labios de Denis se apoyaron en los mios, mi cuerpo entero comenzó a temblar mientras sentía como me inmovilizaba, no podía moverme, mi mente estaba en blanco y temblaba de pies a cabeza intentando reaccionar. Denis mete una de sus manos bajo mi blusa y siento una arcada a punto de salir, tenia que gritar, moverme, tenia que hacer algo.
Pero no podía.
—¿Hola? ¿Zoe, estas aquí?—suspire aliviada escuchando esa voz, porque es lo único que hizo que Denis se separa de mi. Sali rápido de la cocina yendo a recepción donde veo a Rosie parada, vestida de calzas y una remera blanca, tenia una bolsa de farmacia en su mano junto a las de la compra.
—Rosie.—dije tan aliviada abrazándola, mi amiga me devuelve el abrazo. Queria darle las gracias y besar todo su rostro si me dejaba.
—¿Estas bien?
—Si, perdona, un día largo.—sonreí un poco viéndola.—¿Qué haces aquí?
—Oh, pensé en que cuando hablamos me dijiste que sabias hacer buenas recetas de papas asadas y tuve antojo de eso últimamente...compre unos ingredientes por si quieres que comamos. Skyler vendrá después del trabajo.
—¿Tu no fuiste?
—Le mentí a Cassandra diciendo que estaba enferma.—se encoge de hombros, por su gesto podía darme cuenta que en realidad no se sentía con ganas. Y a mi me venía bien cualquier excusa para irme, así que agarre mis cosas, y con solo una mirada hacia Denis me retire con Rosie.
En su casa comienzo a hacer el almuerzo para nosotras, no tenía ganas de pensar en lo que había sucedido con Denis, ni pensar en que hubiera pasado mas adelante. ¿Debía avisarle a Magnus?, ¿A Clem y Brooke?, no sentía ganas de hablar sobre eso, no quería ni pensar en él porque eso producía un retorcijo en mi estomago.
Decido pensar en otras cosas cuando y es cuando comienzo a notar que Rosie estuvo encerrada mucho tiempo en el baño, empiezo a tener varios pensamientos paranoicos en mi cabeza. Recordaba la vez que a Addy le sangro muchísimo la nariz y el baño parecía una masacre, o cuando mi mamá de tanto estrés perdió la conciencia en un minuto en la ducha, aminore el fuego del horno mientras corría al baño.
—¿Rosie?—pregunte intentando abrir maldiciendo que tuviera traba.—¿Rosie estas dentro?, ¿puedes abrirme?
Pensar en que estaba inconsciente o haciendo algo sumamente destructivo para ella comenzaba a ponerme demasiado nerviosa, contemple la idea de patear la puerta para romper la traba y entrar a la fuerza si era necesario, comencé a golpear la madera con el puño, pero por suerte de mi paranoia, la traba fue sacada y ella aparece. Sus ojos estaban hinchados y rojos en lágrimas.
—¿Qué voy a hacer?—susurra, la mire.
—¿A que te refieres, Ro?—pregunte mientras su labio comenzaba a temblar dándome indicios de que tendría un nuevo arranque de llanto, suspire acercándola a mi cuerpo mientras la abrazaba.—Puedes decirme, voy a ayudarte en lo que haga falta...
—No puedes ayudarme en esto...
—Puedo intentar.—susurre acariciando su espalda mientras ella lloraba.
—Lo odio tanto, pero lo extraño.—solloza mientras que sus manos se cierran en puño en mi remera.—Y a la vez lo amo y me odio por amarlo, me duele mucho, me duele demasiado, ¿hice algo mal en estos años que no supe? No debería amarlo como lo hago, pero es imposible, lo odio tanto también.—dice entre sollozos ahogados mientras la abrazaba.
La sostuve lo mejor que pude, acaricie su cabello y le limpie las lagrimas mientras que ella seguía llorando, quería hacer mas, pero parecía tan difícil. Era increíble pensar que en estos días todo parecía venirse debajo de golpe.
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Ig: Julxswatt99
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