Capitulo 2
Diciembre –Magnus
—¿Entonces no vendrás para tu cumpleaños ni para navidad?
—Tengo trabajo.
—Tu abuela es mas importante que el trabajo.—replica Dorothea haciéndome reír levemente mientras suspiro mirando hacia el calendario pegado en la heladera donde cada mes era representado por una película de los sesenta.
Ezra la compro en una tienda Vintage y debo decir que era bastante genial. Veo el círculo rojo alrededor del uno, indicando el principio de Diciembre. Bostezo levemente mientras paso una mano en mi cabello.
—Tenemos que cantar para el festival de navidad, te mandare el link de YouTube...aunque no sabes como se usa, le dire a uno de tus otros nietos que te explique.
—Tu eres mi nieto mayor, obviamente entenderás mas que los otros.—dice provocando mi risa mientras me la imagino rodando los ojos. Escucho unos ruidos de fondo de la abuela y hablarles a sus perros sobre que ya les daría de comer, vierto el agua caliente en la taza con dibujos de ovnis con el saco del té.
—Magnus.—habla mi abuela.—¿Y que excusa me pondrás para tu cumpleaños?
—No se, pregúntale a mamá, algo sobre jugar a ser una estrella de Rock o esas cosas, son sus excusas favoritas.
—¿Hace cuánto no ves a tus hermanas?, y no me refiero al aparato tecnológico, hablo de verdad.
Suspire mientras acaricio mi frente, hace bastante que no veo a Violet ni a Ellie, la última vez fue antes de que terminaran las vacaciones donde pase los últimos días viajando, y en una de esas salidas aparecieron varias fans que las niñas, sobre todo Ellie quien era la menor, se asustaron demasiado.
Me negué a las fotografías siendo amables y tratando de explicar que quería pasar esa tarde tranquilo con mis hermanas. Pero claro que para los paparazis y esas fans, fui bastante más grosero de lo que recuerdo. Mamá y su esposo se enojaron por esa mierda de rumores.
La cosa de los padres separados, es que mi papá también formo su familia aparte, y tengo otro grupo de hermanas de su lado a las cuales no veo desde que me hicieron una visita sorpresa en Halloween.
—Tranquila, Dorothea, hablo con ellas, les prometí regalos geniales en navidad...
—Eso no quieren los niños, cariño. Bueno en parte si.—dice haciendo que rueda los ojos con diversión.—Pero sabes que ellas te aman y te extrañan mucho. No le hagas tanto caso a tu madre o a Steven a nadie le importa.
Me reí un poco mientras suspire bebiendo de mi té.
—Hablamos mas tarde, Dorothea.
—Te llamare en tu cumpleaños, y deja de decirme Dorothea, es abuela.
La gracia de decirle "Dorothea" es que fui un niño que llego como un regalo sorpresa para todos. Mi madre era joven, al igual que papá, por ende mi abuela tambien. Claro que ella estaba en negación de que estuviera envejeciendo entonces por muchos años quiso que la llame por su nombre.
Hasta que estuve por cumplir ocho años y ahí quiso que la llame abuela. Pero teniendo en cuenta como soy, no le hice caso y seguí llamándola Dorothea.
Suspire dejando mi celular de lado mientras daba un sorbo al té de manzanilla que me había echo sentándome encima de la isla. Se que a Ezra le molestaba eso, siempre decía que estaban las sillas y no tenía por qué usar los muebles. Pero bueno, él ahora esta durmiendo como morza, entonces puedo hacerlo...
Pienso en retirar lo que dije cuando escucho unos pies arrastrando en el piso y veo a mi amigo aparecer en la cocina con bóxer negros y una remera blanca que usa para dormir. Me mira sentado y tal vez querría lanzarme una mirada molesta, si no fuera porque sus ojos estaban hinchados y entrecerrados indicando que acaba de despertarse. Así que solo le sonreí y salude con la mano.
Él niega seguramente pensando en que era temprano para discutir por algo estúpido mientras busca su taza para hacer té.
—¿Con quién hablabas?—pregunta.
—Con Dorothea.—conteste.—Como siempre, manda saludo a su Midas King favorito.
—Claro que soy su favorito.—dice con un tono presumido en su voz.
—Solo porque comiste cinco platos de pasta y ella estuvo feliz de que alguien disgustara su comida, eres un barril sin fondo amigo.—dije yo haciéndolo reír mientras que Ezra se estira a buscar su paquete favorito de galletas.
De las cuales son asquerosas, pero cada uno con su gusto.
Por mucho tiempo estuvieron diciendo que Ezra y yo somos tan diferentes, que incluso pudieron pensar que somos los dos miembros que menos nos llevamos bien. Cuando es absolutamente mentira, si, somos diferentes a tal grado que nos sorprende llevarnos de la mejor forma.
Ezra, como todos los miembros del grupo, son mis hermanos. Y a decir verdad, convivir con él es una de las mejores cosas. Se que él opina lo mismo, pero prefiere cortarse la mano que admitir que me ama.
—¿Tienes planes para hoy?—pregunta Ezra abriendo el paquete de galletas y se mete una entera a la boca dándole una expresión graciosa de mejillas llenas.
—Deberíamos comprar cosas para decorar, se acerca navidad.
—Ugsh.
—Vamos Grinch, la navidad es divertida.—conteste bajando de la isla y lave la taza de té que habia usado mientras Ezra come.—Al lo mejor este año conseguimos una navidad con nieve, en lugar de una simple fría navidad.
—Ya veré...¿iras con tus padres para las fiestas este año?—pregunta Ezra. Suspire, la verdad es que el festival de Navidad seria pasado en esas fechas, pero era algo que grabaríamos un día antes porque Dylan quiere que nos tomemos los días libres.
Claro que nadie de mi familia tenía porque enterarse de eso.
—Ah, entiendo.—dice Ezra.—Les mentiste.
—Es una mentira piadosa.
—¿Y entonces, que? ¿estarás solo? Porque puedes venir a mi casa si quieres, o con Caleb, o los Craig seguro te aceptaran.
—Ezra, quiero una navidad solo y tranquilo, no te preocupes por mi estaré bien.-dije sacudiendo su cabello y él golpea mi mano mientras rio.
—¿Quieres que me quede?, tampoco es que tenga tanta emoción por volver.
Negué con la cabeza pero le agradecí de todas formas ofreciéndole una sonrisa.
*
No tengo ninguna prueba, pero creo que a Ezra le fastidia ir de compras conmigo porque me comporto como un niño mientras empujo el carrito y me deslizo con él, mi amigo suspira siguiéndome con las manos en sus bolsillos. Creo que esta es una de las varias razones por la que piensan que Ezra es mayor que yo.
Pero créanlo o no, nos llevamos un año. Y yo soy mas grande.
—¿Qué opinas de que decoremos de rojo el departamento?—pregunta Ezra llegando.—¿O quieres algo mas colorido?
—Me gusta el rojo.—dije agarrando unas luces y se las muestro, mi amigo asiente mientras la pongo en el carrito, si creen que los famosos no hacen sus compras pues se equivocan. Aunque admito que las compras del supermercado no las hago yo, eso si que se ocupa exclusivamente mi amigo.
Sonreí viendo unos gorros de papá Noel y le puse uno a Ezra, alcanzo ver una leve sonrisa colarse en sus labios mientras que yo tambien me pongo un gorro en la cabeza, decido agarrar otros pares.
—¿Por qué tantos?
—Por cada miembro de Midas King, sus novias, Klaus y Zoe...
—Zoe, hace mucho que no la mencionabas.—dice Ezra mientras caminábamos.
En Agosto, cuando Skyler cancelo su boda y se fue como novia fugitiva. Zoe y yo pasamos varios días juntos, no hacíamos muchos mas que ir a bailar, reírnos como siempre, beber entre otras cosas. Eventualmente Skyler se puso de novia con mi amigo Percy, entonces de alguna forma veía a Zoe mas seguido.
Y me gustaba esa idea de verla seguido, hasta que cerca del cumpleaños de Rosie se rumoreaba que salía con una chica misteriosa. La cual, era Zoe, supongo que esos rumores la asustaron y eventualmente fue alejándose. No la culpaba del todo, y creo que acostarme con algunas chicas tampoco ayudo demasiado, pero si sacaba el foco de atención en ella.
Mis siguientes meses fueron ocupados con entrevistas, ver a mis hermanas, algún que otro concierto y trabajo.
—Estuvimos ocupados, no veo porque tendría que mencionarla, hace bastante no hablamos.
—Hum, ya.—dice Ezra agarrando unas guirnaldas y las pone en el carrito.
Como si el destino me jugara una broma, alcanzo a ver a Zoe al final del pasillo intentando levantarse en puntitas para alcanzar una de las estrellas de la góndola de arriba. Su cabeza estaba cubierta por un gorro de lana violeta y un abrigo del mismo color, mientras que tenía calzas negras y sus borcegos con poco tacón no la ayudaba demasiado a alcanzar arriba.
Miro a mi amigo, pero Ezra esta mas interesado en examinar un reno vestido de rojo que debe hacer música.
Lo dejo solo colocando el carrito a su lado y me acerco a la chica estirándome para agarrar la estrella. Zoe me mira con sorpresa antes de sonreírme. Cuando la conocí, teníamos diecinueve años, sentí una atracción que no fue correspondida, en mas, fui rechazado cruelmente, pensé que con el tiempo, esa atracción se iria.
Pero no, solo fue amplificándose.
—Gracias, Magnus.
—¿Quién dice que te la daría? Es para mi.—dije aferrándome a la estrella haciendo abrir la boca mientras me rio extendiéndosela.—Ten, no combina con nuestra temática de rojos.
—Me cuesta ver a Ezra como un chico de temáticas de colores.—dice ella colocando la estrella dorada bajo su brazo. Ambos volteamos a ver a mi amigo quien aprieta la pata del reno y este comienza a hacer ruido, él se asusta dejando el reno en la góndola y lo veo buscarme con la mirada hasta encontrarme.
—Es un chico con sorpresa.—dije yo y la veo.—¿Qué hay de ti?
—Oh la mayoría de nuestras cosas están rotas y viejas, entonces decidimos que es hora de remodelar.
—¿No decoras tu departamento?—pregunte.
—Me agobia decorarlo sola y luego sacarle toda la decoración...creeme, ayudar a la casa de mamá es mejor.
—Oh, Magnus puede ayudarte a decorar.—dice Ezra empujando el carrito y sonríe.—Es algo asi como un duende ayudante, ama Diciembre mas que un niño los dulces en Halloween.
—Oh, claro.—dice ella viéndome.—Si eso quieres, hace mucho que no los veía chicos, demasiado trabajo.
—Claro, puedo ayudarte.
—También puedes venir, Ezra.
—Nah, yo soy el Grinch, solo llamame cuando sea veintiséis de Diciembre.—dice mi amigo empujando el carrito tras despedirse de Zoe, ella y yo nos miramos ante de que ella me sonria y dice que hablemos por mensajes para coordinar un día.
Me despido de ella yendo con Ezra quien solo sonríe diciendo "no me agradezcas" mientras que suspiro con las manos en mis bolsillos.
Cuando estuvimos en nuestra gira por un año con Wild, ellos fueron nuestros tipos de mentores. La banda Australiana llevaba bastante tiempo en el mundo del espectáculo por lo que se tomaron el tiempo de hablarnos, confesarnos cosas y aclararnos otras tantas. Debo admitir, que ese fue el mejor año de mi vida, estar con Wild fue una experiencia única, pero tambien complicada cuando a la par tenias que grabar un álbum y cuidar del corazón roto de tu mejor amigo.
Y algo que dijo el cantante principal de Wild fue "siempre estarán en el ojo publico, tendrán una cámara que los controlara hasta donde hacen su mierda". Al principio, creíamos que estaba bromeando, incluso se rio al final. Pero actualmente, admito que tiene razón.
Nos echamos en el escenario de jóvenes, yo tenia diecinueve años y movía con nerviosismo las baquetas entre mis manos. Desde ese momento estaba en el ojo publico, pero una parte de mi cerebro quería olvidarlo.
En ese momento pensaba en sus palabras mientras mis ojos estan fijas en la pantalla con el nuevo rumor de mi "mas reciente conquista" según los medios. Con la actriz Diana Turman, de la cual somos mejores amigos y no tenemos nada mas que eso. Seguramente luego tendré que negarme a los rumores, pero ahí estaba las palabras que mas me molestaban "¿el mujeriego de Midas King al final en una relación seria?"
Cerré la laptop tal vez con tanta fuerza al momento que la puerta de mi cuarto se abre.
—Hice hamburguesas con queso.—dice Ezra viéndome.—¿Quieres?
—Por favor.—murmure levantándome, mi amigo me sonríe levemente dándose la vuelta y me estiro agarrando mi celular cuando llega un mensaje, pensando que es Dylan hablándome de que soy mención en twitter por mi no relación con Diana. Pero no era él.
Era un nombre que no veía hace bastante.
"Hola Magnus, ¿era cierto lo de ayudar con mi departamento? Porque estaba pensando que si no es mucha molestia puedes venir el ocho a ayudarme, tengo día libre...ah, soy Zoe, por las dudas".
Sonreí contestando antes de ir a la cocina.
*
Zoe era un completo desastre enredada con luces navideñas para cuando me abrió la puerta que yo solo pude observarla con las manos en los bolsillos , sonreí levemente mientras que ella batallaba.
—Que bueno que llegue para ayudarte.—dije riendo mientras desenredaba las luces de su cuerpo con ella girando.
—Nunca me gustó decorar, solo lo hago por obligación de mantener el espíritu...o eso dice mi madre.
Cuando termine de sacarle las luces prosegui con la ayuda de su árbol navideño. Claro que yo hacía todo el trabajo y ella solo me daba las cosas que quería que colocará con una pequeña sonrisa mientras estaba sentada en el suelo.
—¿Sabes? Es muy buena la idea de tenerte como esclavo.
—Siempre tu fiel súbdito—dije rodando los ojos mientras la miro— Y...¿Cómo has estado?
Los ojos cafés de Zoe me miran y luego prosigue a pasarme más cosas.
—Oh bueno, ya sabes ...lamento no haber hablado mucho contigo solo...mucho trabajo.
Soy un experto en las excusas y se que Zoe usaba una excusa demasiado grande. Solo era demasiado amable como para admitir que estaba agobiada y no quería relacionarse conmigo hasta que las cosas se calmaran.
—No te preocupes.—dije—No pensé en ti en ningún momento.
La mentira quemo en mi boca apenas la formule, claro que pensé en ella , aún cuando no quería pensaba en ella. Porque Zoe había sabido conquistarme desde que nuestra amistad comenzó a desarrollarse. Siempre quise convencerme de que mi gusto hacia ella era un capricho porque nunca me había dado atención, pensé que con el tiempo se pasaría.
¿Quién diria que solo me miento a mi mismo constantemente?
—Que bueno, yo tampoco pensé en ti —dice ella y me sonríe. Y mientras hacíamos algo tan simple como decorar un árbol , dónde los pequeños latidos de mi corazón golpeaban en mi pecho, sabía que me había vuelto a gustar de Zoe , y tal vez retomamos aquello que se fue por largo tiempo.
Pero no sabría hasta cuánto dudaría.
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Ig: Julxswatt99
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