Magnus

Pasaron exactamente veinte minutos desde que llegue a la casa de mi abuela en donde se desarrollaba el cumpleaños de mi hermana Violet, veinte minutos que estacione junto al auto de Mark y apague el motor, veinte minutos que me quede sentado mientras suspiraba pensando en que debo bajarme e ir con mi familia a la fiesta de cumpleaños. El paquete de regalo de un rosa chillón me indicaba que, como ya bien se, debo ir.

Apoye mi cabeza en el asiento volteando a la izquierda para ver el auto de Mark. El novio de mamá (actualmente esposo) era un agradable sujeto si soy honesto, nunca estuvo realmente interesado por mi ni yo por él, por lo tanto, siempre nos dábamos nuestros espacios, no nos interesaba comunicarnos demasiado cuando me iba a buscar al colegio, nuestros viajes eran mas que nada en un silencio incómodo y preguntas relacionadas con cosas monótonas de la vida.

Agradecía que no hubiera demasiada nieve y aunque hiciera algo de frio no era demasiado insoportable. Observo la hora en mi celular indicándome ciertamente que ya debería bajar si no quiero llegar sumamente tarde, se los prometí a mis hermanas. Masajeo mi rostro antes de agarrar la caja de regalo y bajar de mi auto, camino hasta la parte trasera del auto de Mark y me río levemente a ver una calcomanía de familia feliz.

Solo cuatro integrantes. Es bueno que me tengan en cuenta.

Camino alejándome del mismo mientras suspiraba y un bostezo involuntario sale de mi boca, esta mañana me había levantado teniendo un ensayo con los chicos. Esta bien, fue mitad ensayo y la otra mitad perdiendo el tiempo en nuestras tonterías, cuando tuve que salir para la fiesta de Violet. Los chicos se ofrecieron a venir conmigo si asi lo quería.

Bueno, lamento el momento en que dije que no.

Agarre el picaporte y lo giro para abrir la puerta, uno de los perros de Dorothea me salta como recibimiento. Pongo el paquete de regalo debajo de mi brazo mientras que con mi mano disponible acaricio la cabeza del animal. Hay demasiados chicos de la edad de mi hermana corriendo por la casa y haciendo bastante ruido, sin contar que la música estaba en lo alto.

Algunos de los amigos de mi hermana se voltean a verme, seguramente ya reconociéndome.

—¿Eres Magnus Wilminton?—preguntan unas niñas.—¿El baterista de Midas King?

—No, de echo trabajo en Walmart.—conteste con una sonrisa, ellas se mostraron confundidas.—¿Dónde esta Violet?

—Esta en el comedor, hablando con su mamá.

Les sonreí en agradecimiento mientras caminaba al comedor. Donde veo a mi hermana menor quien me daba la espalda hablando con mamá y Marcus, Dorothea estaba junto a mi otra hermana, Ellie.

—¡Él dijo que ya vendría, no se por qué no confían en él!—grita Violet enojada con mamá.

—Bueno cariño, pero sabes cómo es tu hermano, casi nunca cumple lo que dice y eso siempre fue asi.

Gracias por el voto de confianza.

Me acerco a mi hermana antes de que cualquiera de los mayores digan algo y tapo los ojos de Violet con una mano.

—¿Alguien pidió un deseo de cumpleaños?—pregunte.

—¡Magnus!—dice ella volteándose mientras me abraza, reí rodeándola con un brazo, Ellie se acerca corriendo igual de alegre y abrazo a ambas de mis hermanas, le doy el paquete de regalo a Violet quien lo abre emocionada, su sonrisa se agranda al ver que se trata de una Tablet donde puede dibujar de manera virtual entre otras cosas, me vuelve a dar un abrazo antes de echar a correr para mostrarle a sus amigas el regalo.

Ellie estira sus brazos a mi y la agarro, mi hermana ya tendría casi ocho años, pero seguía aprovechando esos momentos.

—¿Yo no tengo regalo?—pregunta Ellie.

—No, porque no es tu cumpleaños, falta todavía para eso—dije yo, Ellie hace un puchero y reí besando su mejilla abrazándola.—En mi abrigo tengo unos caramelos para ti, pero cómelos con cuidado.—susurre en su oído antes de bajarla haciendo que eche a correr.

—Con tu madre estamos implementando que Ellie no coma tanta azúcar.—dice Mark haciendo que lo mire.—No es saludable para una niña.

—Solo son unos cuantos caramelos, y si no te diste cuenta, esta en una fiesta de cumpleaños de su hermana donde hay una fiesta de azúcar. ¿Qué acaso quieren darle a los niños zanahoria con humus?

Marcus rueda los ojos y suspira pesadamente antes de irse, asi nos llevábamos, sabíamos que nunca nos pondríamos de acuerdo sobre algo y él prefería irse que comenzar una discusión conmigo.

Me volteo a ver a mamá quien sigue parada junto a Dorothea, mamá tenia el cabello de un rubio demasiado oscuro que parecía mas castaño. Sus ojos eran de un gris azulado, muchas personas dicen que no me parezco a ella, que soy mas bien la copia de mi padre. Yo a estas alturas no se a quien prefiero parecerme, mamá se me acerca y agarra mis hombros haciendo que me agache en donde deja un beso en mi mejilla.

—Nos hubieras gustado que llamaras.

—¿Tengo que pedir permiso para venir al cumpleaños de mi hermana?—pregunte viéndola.—Prometí venir.

—Si, pero sabemos cómo eres con tus promesas.—dice ella y suspire fregándome la frente.—No puedes culparme por creer que estas veces no serán iguales. Aparte con todo eso de las revistas no sabría que decir.

—Oh bien.—murmure.

—Toda la familia lee esos dramas en los que estas metido, Magnus, ¿Qué acaso crees que me siento orgullosa?

—¿También has leído que mi banda rompió el record de otras bandas inglesas, ganamos premios y discos de oro?

—No me importa tu banda, me importa cómo estas jodiendo la vida.

—Ey.—dice Thea interrumpiéndonos.—No es momento de pelear, es el cumpleaños doce de Violet, ¿si? Ella quiere a su familia unida en su fiesta.

Mamá solo me mira y de brazos cruzados se aleja de mi, bufe viéndola partir mientras me siento en una de las sillas. Siento la mano de Thea en mi hombro, pero no dice nada, Thea sabe cuándo necesitaba escuchar algo y cuando no, deja un beso en mi coronilla antes de alejarse e ir con otros de los familiares.

El resto de la fiesta de cumpleaños de mi hermana, la pase normal, tan normal como alguien puede pasarla. Estuve más ocupado con Ellie quien no dejaba de hablarme de varias cosas a la vez, cada tanto Violet se nos unía y en otros momentos iba con sus amigos.

Esperamos a que mi hermana soplara las velas mientras le cantábamos el feliz cumpleaños, y vario rato después la fiesta estaba llegando a su fin. Varios de los padres iban a recoger a sus hijos, otros tantos se me quedaron viendo, y cuando preguntaban quién era, Violet les decía "es mi hermano, trabaja en Walmart", luego me miraba y nos reíamos era una especie de broma privada que teníamos entre nosotros.

Cuando nos quedamos solo la familia, estaba jugando con mis dos hermanas persiguiéndolas y haciendo que se rian antes de agarrarlas y hacerles cosquillas.

—Bueno, ¿vamos a cenar?—pregunta mamá.—Vayan con su padre y díganle donde quieren ir.

Violet y Ellie se levantaron y echaron a correr a buscar a Mark. Observo a mamá quien estaba cruzada de brazos y solté un suspiro.

—Adivino que querrás decirme algo.—dije masajeando mis manos.

—Lo mejor es que no vengas a cenar, Magnus.—dice ella y la miro.—Agradezco que hayas venido al cumpleaños de tu hermana y para variar cumplieras la promesa, pero la última vez que viniste aquí llamaste demasiado la atención y no quiero que las niñas se agobien.

—Me estas echando.—dije viéndola.—¿Te das cuenta que me tratas como si fuera un pariente que viene de visita y no tu hijo?

—Claro que eres mi hijo.

—Pues no lo parece, no parece para nada que sea tu hijo si me estas tratando como un desconocido, un idiota y me estas echando.

—¿Crees que no esto informada de las noticias de mi hijo o de las cosas que estás involucrado?

—Lo dices como si estuviera metido en drogas.—murmure molesto mientras me levanto.—Bien, como quieras, fue bueno verte, mamá. Te llamare, supongo.

Salí del salón sin mirarla mientras caminaba por el pasillo a la salida en donde me coloco mi abrigo para irme, mamá se cruza de brazos viéndome de manera triste apoyada en el marco, sabía que cuando nací me tuvo de una forma de calmar su conciencia al embarazarse de alguien que no amaba, pero pensé que tenía algún cariño por mi.

—¿Dónde vas, cariño?—escucho a Thea preguntar, mis dos hermanas se aproximan al igual que Mark se queda detrás.

—Debo irme a Londres...ensayo temprano con la banda.—dije abrochando mi abrigo.—Lo recordé a ultimo momento.

—¿No vendrás a cenar con nosotros?—pregunta Violet.—Pero...es mi cumpleaños.

—Lo se, peque, pero...debo irme.

Violet me mira con sus ojos oscuros iguales a los de su padre, me mira molesta y triste. Solo asiente una vez y se va por otro lado, era un claro mensaje de que estaba enojada y me lo hacía saber.

Ellie, por otro lado, se tira a mi pidiéndome que me quede un rato. Bese su frente con cuidado y la separe de mí, Dorothea me observa y de sus ojos pasa a su hija en lo que yo salgo de la casa sin voltearme a ver a ninguno.

Desde mi ciudad natal, hasta Londres es un viaje de dos horas. Dos horas que tuve demasiado remordimiento en hacerle caso a mi madre e irme. Un viaje largo donde me permití pensar en mis hermanas que hacía meses que no veía, y solo me fui porque mamá me dijo que no quería que llamara mucho la atención. Apreté mis labios golpeando el volante mientras sentía las lagrimas a punto de caer.

Estuve demasiado tiempo sumergido en mis pensamientos, que no me di cuenta que llegue a Londres. Por eso estacione demasiado brusco antes de chocar accidentalmente a dos personas que cruzaban la calle, frunzo el ceño y bajo del auto dándome cuneta de quienes son.

Zoe me explico de manera rápida la cena fallida que tuvo con su padre y así es como termine con ella y Addy yendo a un local de comida rápida y con un salón de juegos que abrieron recientemente.

—Ten Addy—dije dándole dinero.—Compra lo que quieras.

—Magnus, no tienes por qué darle dinero.

—Tu no tienes. —la acusa su hermana, Addy sonríe antes de abrazarme, y echa a correr a la fila. Zoe rueda sus ojos divertida mientras buscamos una mesa para sentarnos lo suficientemente visible para Addy.

—Lamento que la cena con tu padre no haya funcionado.—dije, ella me mira y se encoge de hombros con una mueca. Se saca su abrigo revelando su atuendo mientras la observo en todos sus movimientos.

—No quiero sonar negativa, pero esperaba que algo saliera mal con ese hombre.—dice ella.—Su nueva novia cree en la medicina alternativa, le dijo a Addy que el cáncer es algo mental y que podría probar con cosas como la meditación o la hipnosis.

Me quede viéndola esperando que se riera y me dijera que es un chiste, pero Zoe solo suspira encogiéndose de hombros.

—¿Y tu de dónde vienes?—pregunta jugando con unos sobres de kétchup.

—Del cumpleaños de mi hermana...Violet, cumplió doce.—dije viendo a Addy quien estaba hablándole a la del puesto de comidas. —Creo que se llevarían bien.

—Seria bueno, fuera del hospital Addy no tiene muchas amigas.—dice ella.—¿Y por qué volviste temprano?

—Mi mamá dijo que llamaría mucho la atención y quería que Violet tuviera un cumpleaños tranquilo. —dije asintiendo, Zoe me mira y su entrecejo se frunce, se que estaba por hablar de nuevo cuando Addy se nos acerca con una charola con una hamburguesa y papas fritas para ella con un vaso de gaseosa, veo que hay una gran porción de Nuggets de pollo.

—A Zoe le gusta, y pensé que les gustaría compartir. —dice ella dándome las Nuggets, reí y compartí junto a Zoe la comida.

Hablamos entre los tres un gran tramo de la noche, era mas Addy la que hablaba por nosotros. Yo miraba a Zoe de reojo, la forma en las que sus labios se curvaban en una sonrisa, el destello de su tatuaje escondido detrás de su oreja, cuando ella me atrapa observándola solo le sonrío.

Después de comer, le propuse a Addy comprar unas fichas de juegos a lo que ella demasiado entusiasmada accedió. Así que Addy iba moviéndose por todas partes mientras que nosotros dos la seguíamos.

—¿Enserio tu madre te echo del cumpleaños de tu hermana?—pregunta mientras vemos a Addy subirse al juego donde debe simular correr una carrera.

—Mi madre solo piensa lo que es bueno para mis hermanas, y claro que por las decisiones que e tomado, yo no soy una de las cosas buenas.

—Lo dices como si tuvieras adicciones a la coca.

—No, solo a los autos.—dije y cuando ella me mira, río.—Tengo una gran colección de autos.

Zoe vuelca sus ojos divertida mientras vemos a su hermana jugar, le había ofrecido comprar unas fichas para ella pero solo se había negado diciendo que estaba cansada. Nos sentamos en unos bancos que había en el lugar de juegos mientras suspiro.

Saco mi celular cuando lo siento vibrar y ruedo los ojos viendo el nombre de Camille en el, hoy no tengo ganas de lidiar con ella. En realidad, estaría feliz si nunca mas tuviera que lidiar con ella. Apago el celular mientras que Zoe me mira.

—Camille.—dice ella.—¿No es la chica francesa que te metió en problemas?

—Define problemas.

—¿No es la que esta casada y su marido los atrapo en medio del acto y te golpeo y salieron miles de fotos tuyas con poca ropa corriendo?

Chasquee mi lengua, mientras que Zoe alza una ceja.

—Ya no hay nada entre Camille y yo, ella sigue llamándome, pero no significa que quiera recibir otro puñetazo de su esposo.

—No entiendo como siguen juntos.

—Porque él hace lo mismo, pero es más cuidadoso. —dije encogiéndome de hombros. —Dawson y Camille obtienen lo que tanto quieren del otro, dinero y poder. Y juntos saben que van a obtenerlo, separados nunca, su matrimonio es más un acuerdo, yo solo fui la diversión pasajera...pasajera y con un lindo mensaje de que si me vuelvo a meter entre las piernas de su esposa corro en peligro.

Zoe asiente y se levanta acercándose a su hermana. Addy siguió durante unos minutos mas en otros juegos, mas tarde las fui llevando a casa en donde Addy estaba mas dormida que despierta. Salgo del auto acompañándolas al edificio, Addy me abraza y me da una sonrisa adormilada diciendo que la paso muy bien mientras ingresa adentro.

Zoe y yo nos quedamos frente a frente.

—¿Puedo decirte algo como amiga?—pregunta ella.—No creo que seas como tu madre dice que eres, y no creo que seas como los medios dicen que eres...solo que tomas muy malas decisiones, Magnus.

—Intento no tomarlas.

—Lo se, pero lo haces y pierdes, tienes que ser mas inteligente, se que puedes.—dice acercándose a mi.—Aun así, gracias por esta noche.

Zoe se alza de puntas besando mi mejilla y se gira sobre su propio eje para volver al interior. Me quedo observándola.

—Zoe.—la llamo, ella se voltea a verme.—Me gustas.

Zoe ríe levemente acercándose a mi.

—No te gusto.

—¿Por qué es tan difícil de creer que me gustas?—pregunte viéndola, ella me mira de manera seria.—Cuando te conocí, hace ya cuatro años lo admito, no pensaba de ti en esa manera...pero luego te conocí mas...y me gustas, me gusta estar contigo, tu no solo ves las cosas malas de mi tu ves todo de mi...

—No, Magnus.

—¿Por qué te niegas tanto?—pregunte acercándome.—¿Por qué no me crees?

-No te gusto yo, te gustan modelos, actrices, cantantes...te gustan chicas que estén en tus estándares, que sean las que se derriten contigo, y solo te gusto porque te eh rechazado miles de veces... Yo no lo hago, no me gustas Magnus.

—Que concepto tienes de mí. Pues aquí te va la verdad, Zoe, me puede atraer muchas mujeres, pero tu me gustas realmente, te lo demostré tantas veces que empecé a alejarme porque ya no podía ser mas claro contigo. Me gustas que me rechaces por loco que suena, o la forma adorable que pones tus ojos en blanco cuando digo algo tonto, me gusta como tienes una opinión para todo y que contigo sea tan fácil hacer algo tan simple como reír. Y algo mas...—dije colocando mi frente con la suya.—Créeme, e tenido el impulso de besarte varias veces y siempre me detengo porque se que eso no es lo que quieres, pero quisiera besarte en este preciso momento.

Nuestras bocas se rozaban ante la cercanía, lleve mi mano a su nuca mientras que observo como sus ojos se cierran, las manos de ellas se apoyan en mis brazos y es cuando la beso. Nuestras bocas comenzaron a moverse, al principio de manera lenta, luego aumente el beso mientras que sus manos se cerraban con fuerza en mis brazos, mi lengua se abría paso a su boca mientras que mi corazón palpitaba con fuerza en mi pecho, acaricie su nuca mientras que un ruido extraño salía de ella.

—Zoe, no me diste la llave para abrir la puerta...

Las manos de Zoe me empujan del pecho separándome, ambos vemos a Addy quien aprieta sus labios reprimiendo una sonrisita.

—Ve adentro ya voy.—dice Zoe cuando puede hablar.

—Prefiero que no.

—Addy...

—Okey, buenas noches Magnus.—dice Addy sonriente yendo adentro del edificio otra vez, Zoe y yo nos miramos.

—Buenas noches...—murmura ella volteándose y corriendo al interior mientras la veo irse. Solte un pequeño suspiro caminando a mi auto.

Al llegar a mi edificio, me llegaron las voces internas de dos de mis amigos, Niklas y Ezra estaban recostados en el sillón viendo una película. Ambos me miran.

—Pensé que volvías mañana.—Dice Ezra.—¿Cómo estuvo la fiesta de Violet?

—Bien...yo...ire a dormir.

—Magnus.—me llama Niklas, lo veo y él sonríe con cierta diversión.—Si sabes que tienes labial violeta en toda tu boca, ¿no?

—No, no era consiente de eso.—dije.—Descansen chicos.

—Oh vamos, ¿no tendremos historia?

Decidí ignorarlos mientras iba a mi cuarto, tras sacarme la ropa me tire en la cama y me quede pensando en Zoe. Fue mi último pensamiento antes de dormir. 

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