Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 9.

Capítulo 9.

The Climb- Miley Cyrus.




Alicia.

— ¿Entonces se enojó? — pregunto Darío con cara de sorprendido. Mientras tomaba su licuado.

— Si y no hemos hablado en toda la semana — muevo la cuchara en mi taza de café.

Siento la mano de Vico sobre la mía.

— La forma en la que reacciono es mala, no entiendo la razón. Pero tampoco es para que estén enojados tanto tiempo — dice.

—Le dije que no fuéramos más mejor amigos.

— ¿Y? Sabes cuantas veces le dije Darío que no quería ser su novia.

— Muchas, pero yo no la deje ir — dice este pasando su brazo por arriba del hombro de mi amiga. — Sabía que estaba enojada, y arreglamos las cosas hablando.

Ellos hacen una hermosa pareja, son tan lindos y se nota que se aman. Y lo mejor de todo, son como mis papas adoptivos. Ya que me vieron triste y me trajeron a merendar.

— Es que yo quería hablar, pero se enojó y grito.

— Capaz estaba celoso — comenta riendo Vico.

— ¿Por qué lo estaría? Si le explique que vos sos mi amiga y el mi amigo. Que los dos son importantes pero que ninguno de los dos es remplazo del otro.

La pareja se mira, luego me miran y se ríen en mi cara. Malditos idiotas.

— ¿Qué? No entiendo de qué se ríen.

—Dulce e inocente Alicia — canturrea Darío.

— No esta celosos de mí, capaz un poco. Pero no soy una amenaza para él.

— ¿Entonces? No lo entiendo.

Vamos, pone a carburar ese cerebruto.

— Sos boba a veces — se burla. — Estaba celoso de que tenías la boca como el culo de un mandril, porque estuviste con otro.

— No, imposible...

— No es imposible, muchos mejores amigos se gustan...

—Pero no es nuestro caso. No le gusto.

Ambos ruedan los ojos. Y para alivio mío deciden dejar el tema, hablamos de clases. Darío esta por empezar su primer año de ingeniería. Y con Vico estamos en nuestro último año. Hablamos de las cosas que se vienen, por primera vez estoy emocionada de participar de los eventos del colegio.

Antes sentía vergüenza, miedo porque el mundo me vea y se dé cuenta de que estoy gorda. Pero si algo había aprendido es que, estoy gorda y está bien. No estoy enferma, no tengo nada que me impida disfrutar mi vida. ¿Entonces porque esconderme cuando no lo quiero hacer?

Disfrutaba del ser quien soy. Me encantaba sentirme feliz, antes no me hubiera atrevido a comer en un lugar público. Ahora mírenme, estoy en una cafetería al aire libre riendo y charlando con amigos.

Mi felicidad estaría completa si mi mejor amigo estuviera aquí. No quiero darle vueltas al asunto, no quiero pensar en esos de los celos. Ya que una loca parte de mi quisiera ir y provocarlo, ver si enserio le gusto. Pero otra parte de mi cree que no le gusto, me conoce a fondo. Sabe mis miedos e inseguridades, me vio en mi peor momento. Seguramente piensa que no vale la pena estar con alguien así.

Aunque cambie, no soy igual que antes. Pero mi cambio parece no gustarle. Así que no sé qué hacer.

Decido ignorar esos pensamientos por ahora, concentrarme en pasar un momento agradable.

Cuando terminamos la merienda, fuimos a caminar por el parque. Con Vico jugamos a las atrapaditas, al principio Darío no quiso hacerlo "le daba vergüenza" pero nos vio riendo y disfrutando. Así que no le costó nada seguirnos y jugar con nosotros.

Casi media hora después, estábamos los tres tirados en el pasto riéndonos. Mientras mirábamos el cielo.

Cuando siento un pelotazo golpearme la cabeza.

— Auch —me quejo. La pareja comienza a reírse sin ningún tipo de vergüenza.

—Lo siento, perdón — la voz familiar de un chico me hace darme vuelta. — ¿Alicia?

Es Kai, le doy una sonrisa. Me levanto para saludarlo y darle la pelota.

— Hola, creo que mi cabeza no es el arco — digo sonriendo.

Él suelta una risa, luego ve a mis amigos y los saluda.

— Hola, que lindo verlos — dice —. Lo siento de verdad, yo no fui. Fue mi hermano — señala a un chico rubio a los lejos, parece que tuviera doce años.

— No hay problema, a menos que me salga un chichón o sufra de alguna contusión — bromeo.

Kai suelta una carcajada.

Bue tampoco fue tan gracioso, ¿Qué le pasa?

Basta, es lindo.

Lindas mis pelotas.

— Creo que debería pasarte mi número — dice, lo miro sorprendida. — Digo, por si te das cuenta que tenés un contusión puedes hablarme y quejarte. No tendría drama en ayudarte.

A mi lado la pareja chismosa, estaba riéndose y mirándonos como si fuéramos una novela turca.

— Y debería pasártelo, seguramente me dé una contusión.

El sonrió, haciendo que sus hoyuelos se marquen.

— Si, es por tu seguridad claramente — saca el teléfono de su bolsillo y me lo tiende. — ¿Me darías tu numero?

Darío chillo feliz y aplaudió, los tres nos dimos vuelta a mirarlo. Rápidamente enrojeció. Vico golpeo con su mano la cabeza de su novio.

— ¿Qué? — murmura apenado.

Aun riéndome y con las mejillas más roja que culo de mandril. Le doy mi número a Kai , quien se despide y vuelve con su hermano.

— Oh por Dios, le gustas a ese chico —comenta con obviedad Vico.

—Sí, es lindo — digo, procesando lo que acaba de pasar.

Ella frunce el ceño.

— Pero te gusta Genaro.

Le regalo una sonrisa, ella niega con la cabeza.

— Pero podrías intentar ver qué sucede con este chico.

Miro hacia donde se fue Kai , podría intentarlo. Pero sé que mi corazón le pertenece a un estúpido que está enojado conmigo.

***

Los últimos días de vacaciones se habían pasado volando. No podía creer que estaba a un día de comenzar mi último año de secundario.

Me había pasado mis últimos días de libertad, con Vico, Darío y con Kai. Aparentemente nos volvimos un grupo de amigos algo raro, salíamos a merendar, caminar, al cine, a bailar. Siempre nos veíamos aunque sea una hora para charlar los cuatro juntos.

Kai de una forma rara congeniaba con nosotros, podía hablar de series y de cosas cotidianas. Me sentía media tonta al haber pedido tiempo y no haberlo hablado antes. Sin dudas era un gran amigo. Si amigo, ya que mientras más tiempo paso con él, me doy cuenta que el beso en la fiesta fue solo de ese momento. Y ahora solo hay una química rara, pero nada como para darle importancia.

Las sesiones con Paula, iban cada vez mejor. Pero ahora en vez de tratar sobre mi autoestima, hablaba de Genaro. Quien durante estas dos semanas dejo de hablarme, no responde mis mensajes, ni mis llamadas. Hice de todo para volver a hablarlo, ya que no quería seguir peleada con él.

Hice de todo menos ir a verlo a su casa. Ya que me sentía lo suficientemente mal de que me ignorara por celular, si lo hacía en persona seguramente terminaría golpeándolo con lo primero que se me cruzara.

Me sentía tan enojada por toda la situación, fue una pelea tonta en donde ambos dijimos cosas que no debíamos. Y la verdad, lo extraño. Aunque mi lado romántico lo extraña mucho, el lado de la amistad lo hace aún más. Tengo mis nuevos amigos, pero nadie nunca va superar lo que nosotros somos... O fuimos.

Me paro en seco al darme cuenta de que estoy al frente de la casa de Gena, había salido a caminar como todas las tardes y de alguna forma mi cerebro me trajo al lugar que no quería.

No seas babosa, ambas sabemos que querías verlo

Mi conciencia tenías razón. Quiero verlo y aclarar las cosas. No somos niños de quince años, ambos íbamos a cumplir dieciocho y debíamos actuar como tal.

Me saco los auriculares, los enrolle mientras me voy acercando a la entrada de su casa. Respiro hondo y toco el timbre.

Mi corazón latía a mil por hora.

Fueron solo segundos, pero a mí me parecieron largos y tediosos minutos. Hasta que la puerta se abrió.

Genaro abrió la puerta. Casi se me cae la baba de la cara, sinceramente me puse una mano en la barbilla para evitar que algo se escape y para disimular un bostezo.

Gena es la personificación de la belleza en un hombre, tenía puesto un short de boxeo, su torso estaba desnudo y sudado. Su cabello despeinado y mojado por la traspiración.

Mmmm que asco.

No podía despegar la mirada de sus abdominales marcados, como están perfectamente cincelados y como la V desaparecía en sus shorts...

— Si ya dejaste de mirarme, me decís ¿Por qué estas acá? — aunque al principio su tono fue sarcástico y hasta chistoso, lo último lo dijo con un tono enojado.

Trague saliva e hice caso omiso a sus palabras iniciales.

— Hola, ¿Estas ocupado? — pregunte.

—Sí.

—Lastima, tenemos que hablar.

— ¿Ahora quieres hablar?

Lo miro entrecerrando los ojos, su mirada era indescifrable. Me molestaba mucho este lado de chico enojado con el mundo.

— Y si, lo hubiera hecho antes. Pero estabas ignorándome — recrimine.

Ni siquiera se inmuto. Bien, si así quiere jugar. Sin pedir permiso me metí en su casa.

— Voy a subir a tu cuarto y vamos a hablar — dije fuerte y claro.

— ¿Quién te dio permiso de entrar desubicada? — aunque no lo veía sabía que se estaba riendo. Agarro las escaleras y comienzo a subir. — ¡Oye! Alto ahí — grito, lo seguí ignorando —. ALICIA — grito.

— GENARO — imite su grito.

Lo escuche subir atrás mío. Llego hasta su cuarto, su cama estaba desecha la ropa tirada. Qué raro siendo desordenado.

— Pequeña molestia en el culo sos — se quejó.

Tendí su cama y me senté.

— Sos un cochino, todo sucio — me quejo.

—Nadie te invito a subir — dijo encogiéndose de hombros.

Iba a sentarse pero lo detuve.

Agarre una toalla.

— Báñate y después siéntate, estas sudado y das asquito — digo.

— ¿Perdón? Es mi casa, mi pieza, mi cama y puedo poner mi culo transpirado en él.

Ruedo los ojos, la verdad solo quería molestarlo ya que yo estaba transpirada por la caminata.

— Como quieras — me encojo de hombros—. Siéntate así hablamos.

— No veo de que, si ya me dijiste que no querías ser mi mejor amiga— dice mientras se sienta lejos de mí.

Pude ver el dolor escondido en sus ojos y palabras, aunque su tono y forma de actuar era frio sabía que solo era la capa para no mostrar que estaba herido. Lo conozco bien.

Decidí que yo debía ser la madura y no compórtame como una tonta al igual que él. Porque si no nunca nos vamos a arreglar.

—Deja de comportarte como Jess de las chicas Gilmore, no te sale — dije intentando hacerlo reír. Solo logre que rodara los ojos —. No quiero dejar de ser tu mejor amiga, quiero que volvamos a ser como antes. Estoy enojada, porque no pude pasar ni un solo día de las vacaciones con vos. Porque te enojaste por un motivo, que todavía no entiendo.

Él iba a replicar, pero me adelante.

— Antes de que digas algo, déjame terminar de hablar que sino. Nos vamos a pelear y no vamos a solucionar nada — digo seria. Llego el momento, le voy a contar la verdad, tomo una gran respiración—. Sé que debió ser raro, que cuando volviste me viste cambiada, conociste de forma nada normal a Vico y lo de mi boca se prestó para confusión — su cara no me trasmitía nada. Maldito tempano de hielo, seguramente se pasó las vacaciones leyendo libros de fuck boy en wattpad —. Bien, esto que te voy a decir es largo y espero que me escuches.

"Cuando hicimos lo de año nuevo, decidí que enserio quería cambiar. Pero me di cuenta que aunque hiciera dietas loquísimas en donde me moría de hambre e intentara hacer ejercicio. Sino cambiaba la forma en la que me sentía internamente de nada iba servir. Entonces comencé terapia. — al fin hizo un gesto, una mueca de confusión y sorpresa se instaló en su rostro —. No estaba bien, te lo había dicho. No me sentía bien conmigo misma me odiaba, tenía baja autoestima y dismorfia corporal. Y no sabía cómo decírtelo por mensaje, ya que si no funciona nunca lo sabrías y no pasaría por la vergüenza de decirlo. No sabes lo difícil que es asimilar que vas a terapia, porque algo no va bien en tu cabeza. Al principio solo iba y lloraba, luego comenzó a ser diferente. Fueron cambios que no note yo sola, sino que Paula, mi psicóloga, me los hizo ver. Allí conocí a Vico, creo que ella ayudo muchísimo a que ahora me encuentre mejor. Nos hicimos muy buenas amigas, me presento a su novio Darío, ambos son como esas parejas cursis de la televisión. Con ella me hice este tatuaje, porque ambas habíamos pasado por muchas cosas y de alguna forma decidimos salir adelante. Y el proceso fue complicado, sabía que tenía que decirte pero no podía hacerlo por celular."

Me quede callada, había dicho todo lo que tenía guardado, aunque había más cosas. Estas eran algunas de las más importantes.

Esperaba que Genaro me dijera algo, pero el salto encima de mí y me abrazo. Me atrajo a su pecho transpirado y me rodeo como siempre lo hacía. No tarde ni un segundo, en rodearlo con mis brazos. Sabía que si seguía hablando iba a llorar.

— Mi cara de bolis pasaste por todo eso sola — dice apretándome más. Luego me suelta, me agarra las mejillas y levanta mi cara para mirarlo a los ojos—. Siempre te dije que sos hermosa y que sos maravillosa. Sabía que tenías baja autoestima, pero no sabía que tan grave era. No entiendo porque decidiste no contarme, pero estoy orgulloso de que hayas buscado ayuda.

Pongo mis manos sobre las suyas, nuestras caras estaba cercas. Podría haberme perdido contando sus pecas, pero estábamos en medio de una charla importante.

Focus.

— No quería decirlo por miedo a fracasar. Imagina que te decía y a la segunda sesión dejaba. Aparte al principio sentía vergüenza.

—No deberías tener vergüenza, por intentar solucionar tus problemas. Sinceramente creo que sos la persona más valiente que conozco. No muchos, por no decir nadie, se da cuenta de que tiene problemas. Mejor dicho, nos damos cuenta de que tenemos problemas, pero no somos capaces de buscar o pedir ayuda. Y lo que hiciste está muy bien.

—Gracias por entenderme.

— Siempre mi cara de bolis, pero eso no quita no me haya sentido dejado de lado. Llegue y tenías una mejor amiga nueva, un tatuaje del cual nunca me entere y por no hablar de tu boca.

— No tenemos que hablar de mi boca — dije riendo. Sus ojos bajaron hasta mis labios, aproveche para mirar los suyos.

Focus, focussssssss

— Oh claro que sí — dice mirando mi boca.

Dios, que no siga mirándome así porque mi auto control tiene límite. Y el simple hecho de tenerlo cerca después de mucho tiempo, sus manos en mi cara, sus pulgares acariciándome, mis manos en las suyas. Por instinto me muevo hacia adelante haciendo que nuestras narices se toquen.

Me muero por besarlo, mi corazón late como loco del solo hecho de pensar lo que podría pasar si cruza esa línea.

Una fina línea entre una larga amistad y un corazón roto.

Mi boca estaba a escasos centímetros de la suya, mi respiración prácticamente podría confundirse con la suya. Cuando mis ojos se encontraron con los suyos, por primera vez vi reflejado algo que reconocí, ya que es lo mismo que yo siento. Deseo.

Baje mi vista a sus labios de vuelta, volví a mirarlo solo para darme cuenta de que Gena hizo lo mismo. Mi auto control se perdió en menos de un milisegundo.

Y eso basto para que cruzara esa línea, para que mis labios se presionaran ansiosos sobre la boca de Genaro, la boca de mi mejor amigo.


Holas, buenas tardes ¿Cómo va todo hermosas/os lectores? Espero que todo bien, por mi parte todo va muy bien. Estoy de vacaciones y con muchas ganas de escribir.

¿Qué les pareció el capítulo? Yo la verdad estoy orgullosa de Ali, ella está saliendo adelante.

Por otro lado, tenemos lo del besoooooo. OMG, Ali no teníamos que perder el focus. "Focus" es una forma de decir enfoque. En Argentina, mas que nada en Cordoba (de donde soy). La usamos siempre por ejemplo, estamos estudiando en grupo y nos ponemos a charlar de la vida "Jazmin, no pierdas el focus" O algo así. Jajajaja

Pd: si alguna vez uso algún termino que no se entienda, por fa digan me. Porque muchos términos son de mi provincia y son usados por los adolescentes. Así que avecés se dan para confusión.

En fin, besitos. Nos leemos en unos días.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro