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Capítulo 20.

Capítulo 20.

all-american bitch- Olivia Rodrigo

Alicia.






Me senté en el sillón del consultorio. Estaba exhausta porque habían sido las dos semanas más largas y complicadas de mi vida.

Que Paula me haya dado una sesión por semana no era suficiente.

— Alicia, puedes pasar — la voz gentil de Paula, me sacó de mis pensamientos.

— Hola — salude pasando por su lado. Me senté en el cómodo sillón, cruzando mis piernas, mientras la miraba — si estoy bien.

— Bueno, por lo que veo alguien está un poco acelerada.

— Es que creo que estoy muy jodida — abrí los ojos sorprendida, al darme cuenta de la palabra que use —. Perdón, no sé si jodida será la palabra. Pero si estoy comiéndome la cabeza con muchas cosas y creo que una vez a la semana no es suficiente.

Ella se sentó y tomó su libreta. Siento curiosidad de ver que está escribiendo, pero me abstengo.

— ¿Qué sucedió? Veníamos muy bien, aunque la semana pasada no hablaste mucho.

— Es que, viste ese momento. En el que te das cuenta que tenés mucho en la cabeza, muchas palabras que se te atoran en la garganta. Algunas pasan, pero se quedan en la punta de la lengua.

Creo que ni yo misma, me entiendo. Pero algo así siento que tengo en mi cabeza.

— Si es normal que suceda eso, cuando pensamos en varias cosas al mismo tiempo y no sabemos cómo procesarlas y al final no terminamos diciendo nada.

— Exactamente...

— ¿Entonces qué ocurrió?

— Bese a Genaro, yo lo bese porque sabe todo lo que siento por él. Me correspondió, de una buena manera.

— ¿Y qué sucedió?

— Nos seguimos besando por mucho tiempo... — me sonroje, no sabía cómo proseguir ahora. Ya que me da vergüenza.

¿Cómo le digo que quise tener sexo? Y no pude, porque me dio un mini ataque de pánico.

— Sabes que este es un lugar seguro, lo que digas quedará entre tú y yo.

Asiento, tomó aire y suspiro lentamente.

— Es que bueno, sabe lo que pasa cuando te besas mucho con alguien que te gusta. Las cosas van para otro nivel... Y yo me asusté, cuando sentí su mano en mi piel. Fue como si todas las inseguridades que tenía dijeran "la ataquemos, con fuerza". Y no sabía qué hacer, le dije que paráramos y él lo entendió todo bien. Nos pasamos la noche hablando y demás, pero siento que algo anda mal y no sé qué pasa.

Genaro había estado actuando tan raro, seguía siendo coqueto. Pero era como si pusieras límites, que el mismo paso antes. Pero ahora no quiere pasar.

— ¿Qué piensas que pasó?

— Pienso que se arrepintió, pienso que se dio cuenta que era yo...

— ¿Qué tienes que seas vos? No tienes nada de malo, no entiendo porque ese sería un problema.

Me mordí la mejilla interna, no sabiendo cómo decir lo que pensaba.

— Por un lado siento que se arrepiente, porque somos amigos y no quiere dejar de serlo. Pero, una gran parte de mi siente, que se arrepiente porque todos en el curso nos vieron. Fue horrible ese lunes, todo el mundo hablaba de nosotros. Como si hubiéramos sido las únicas personas que se besaron, y eso como que me hicieron también alejarme un poco...

Ella asiente.

— Es qué siento... —respire hondo —, como si él tuviera la etiqueta de "La besé por lastima", y aunque sé que no es así. Porque Genaro nunca me haría eso, ni tampoco se lo haría a alguien más. Su cambio me hizo dudar, me hizo pensar que sería capaz de seguir me el beso para no herirme, que quizás yo soy un asco y le dió lástima pensar que nadie me besara nunca...

— Mira Alicia, sonará algo duro, pero a veces es necesario que lo digan de esta forma — dejó la libreta sobre la mesita —, nunca. Escúchame bien, nunca creas que no te mereces ser deseada, amada y sobre todo jamás te menosprecies. Luchas cada día, por ser mejor, por levantarte de tu cama y seguir con tu vida. Las dudas van a ser parte de tu vida, pero no son verdad. Están construidas por miedos e inseguridades, que otras personas proyectan en vos.

— ¡Pero es difícil! No ser tan bonita como las demás, o ser el tipo de chicas que todos voltean a ver.

—Nadie nunca es lo suficientemente "bonita o bonito", nos pasamos nuestra vida queriendo alcanzar un estándar que al final va a ir cambiando. Sino mira lo que hacen muchas mujeres famosas, van cambiando su cuerpo según lo que la cultura y la sociedad acepten como válidos. Pero eso no está bien, todos los cuerpos son válidos. Mientras estés sana, te aceptes y te cuides.

— ¿Sabes qué es lo peor? Que lo entiendo, y sé que es verdad eso de que los cuerpos son válidos. Pero hay personas que no aceptan lo diferente...

— Y sabes qué, debería importante muy poco lo que los demás piensen de vos. Porque aunque esté en tu cabeza "todos me juzgan", hay personas que enserio lo hacen. Por el motivo que sea, pero con la intención de dañar. Y esas son las personas a las que debes ignorar, porque nadie tiene derecho a juzgar te.

Me secó las lágrimas con un pañuelo.

Es tan difícil todo esto, sobre qué tengo que lidiar con mis mierdas y mis inseguridades. Para colmo también lidiar con la mierda de los demás, me parece injusto tener que venir a terapia por personas que deberían hacerla.

Hago una respiración profunda, y suelto con lentitud el aire para calmarme. Procesando y analizando todo.

— ¿Entonces ignoró los malos comentarios? Así de simple.

— No es simple, es difícil, ya qué la gente siempre te va a criticar. Tenés que empezar ser vos misma, y no dañar a nadie y no dejarte dañar. De a poco vas a darte cuenta que vas a ir libre por la vida, sin tener miedo a las miradas juzgadoras o a lo que los demás dicen.

— Quisiera llegar ya a ese momento — comentó sarcástica.

— Va a llegar, ya sabes que todo lo malo pasa.

— Ojalá pase rápido, quiero llegar a la etapa en la que estoy bien.

— Vas a llegar — me asegura —, ahora hablemos de Genaro.

— ¿Qué pasó con él? — pregunté a la defensiva.

— ¿Quieres un consejo?

— Y bueno, ya que estamos — digo medio en broma.

— Pregúntale que pasa, sino nunca vas a sacarte esa duda. Ahora todo el mundo usa "finjo demencia", lo cual está muy mal utilizando. Pero no vamos a entrar en ese detalle — hace un gesto con su mano restándole importancia —, porque fingir que nada pasa y seguir como si nada. Es un problema para los dos, ya que en algún momento las cosas van a estar muy tensas y no van a saber cómo solucionarlas.

— Pero si lo que me comunica es que no quiere nada...

Ella aprieta sus labios.

— Es parte de la vida, pero eso no quiere decir que no estén juntos como amigos. Si llegara a pasar que él no quiere nada o quizás él quiere todo y tiene miedo de tú reacción. No lo sé yo, y tampoco lo sabes vos. A menos que ambos hablen.

Asentí, tenía razón.

Mucha razón, quizás Genaro quiera decirme que solo fue un beso y nada más. Y tiene miedo porque obviamente yo declaré que me gusta abiertamente. Si ese es el caso, aceptaré que no le guste de esa forma y seguiré. No es el fin del mundo.

Aunque eso lo dice mi cabeza, pero mi corazón se parte en mil pedazos y se me hunde en el pecho.

Pero sé que si llegara a pasar eso, yo sería fuerte o eso quiero imaginar.

Dios, me estoy haciendo mil escenarios en mi cabeza y todavía no le dije nada.

Ni siquiera hable con él.

Necesito despejar mi cabeza.

— Espero que hablar sirva — digo después de un tiempo, hago una mueca mirando a Paula —. Sino, tendré que venir más tiempo.

Ambas nos reímos.

— Espero que no, porque mi prioridad es ayudarte a que superes este tipo de crisis.

***

Aunque era sábado y hoy me juntaría con mis amigos. Decidí salir a caminar, con la música muy fuerte, tan fuerte que decidí bajarle un poco el volumen. Me iba a quedar sin tímpanos.

No sé qué hacer, siento mi cabeza en una nebulosa. Vico tampoco está muy bien, ella dudó de venir ya que Darío también nos quería acompañar, pero no se sentía cómoda con él y Muela juntos en el mismo sitio.

Aunque sé que no pasó nada entre ellos, Vico no me quiso decir exactamente que paso. Sé que se siente mal y culpable, pero no sé si sucedió algo o solo es culpa porque le parece lindo Muela.

Esto de los sentimientos es muy complejo.

Mientras divago en mis pensamientos, no me doy cuenta de que me llevó puesta a alguien. Haciendo que esa persona pierda el equilibrio y termine cayendo encima mío, como no estaba preparada para tal peso.

Ambos caemos al suelo, él encima mío. Por suerte tengo mucho culo, ya que amortiguo el golpe.

— ¡Auch! — me queje, intento incorporarme pero tenía alguien encima.

Levantó la vista, para ver quién era, pedirle disculpas y pedirle que se levante de arriba mío.

Conecto con unos ojos verdes, cabello castaño casi rubio. Conocía esa cara, esa sonrisa petulante. No era difícil saber de quien se trataba, es el idiota de Leo.

— Ag, quítate — dije, intentando con mis manos quitarlo de encima de mí.

Él tenía una cara de sorprendido, sus ojos me escanearon toda la cara. Esperaba tener mal aliento, para que le llegara.

Aunque con mis manos hacía fuerza para quitármelo de encima. El muy idiota no se movía, solo me miraba, con esa estúpida sonrisa.

— Keller, quien diría que te tendría algún día debajo mí.

¡¿Qué?!

Como puedo me lo quitó de encima, queda sentado a mi lado. Me incorporo con rapidez, me acomodo mi calza, y sacudo la tierra. Me doy cuenta de que tengo mi celular, pero nos mis auriculares.

— ¿Buscas estos? — me muestra mis auriculares, tenía una sonrisa socarrona en su estúpida cara.

Los tomó con brusquedad.

— Si — respondí, seguí caminando. Me quería alejar de él cuanto antes.

Leo y su grupo de imbéciles, no me habían molestado en estas primeras semanas de clases. Y estaba agradecida, pero no quería tener la desgracia de encontrarlos fuera de allí.

— No te enseñan modales, en tu casa.

Pegue un grito, cuando sentí la voz de Leo a mi lado. El idiota caminaba a mi lado, como si fuera mi amigo.

Que tipo caradura.

— No — respondí seca. Intentando desenredar los auriculares para ponermelos.

— Deberías usar los inalámbricos.

Me paro en seco, él se me queda viendo. Sigue con esa estúpida sonrisa en su rostro, los pelos se me ponen de punta.

— ¿Qué te pasa? — preguntó con brusquedad.

Creo que desde que lo conozco, nunca le había hablado así.

— ¿Qué? — pregunta confundido o mejor dicho sorprendido. Me miraba con cierta extrañeza.

— Eso ¿Qué te pasa? ¿Por qué me estás siguiendo y porque me estás hablando? Si mal no recuerdo ibas hacia el otro lado.

Se me quedó mirando, callado. Es mucho más alto que yo, creo que igual de alto que Genaro podría decirse. Se me quedo viendo con cara de tonto.

— ¿Qué no te puedo hablar?

— No — exclamé — ¿Por qué hablaría con vos? A menos que quiera ir más días a terapia, entonces paso. Que tengas buen día — me aleje.

Lo sentí acercarse de nuevo.

— Oye, a qué te refieres.... Solo te dije que usaras otros auriculares...

Me lo quede viendo con cara, ¿En serio?

— Ambos sabemos que no es eso — podía jurar que vi vergüenza en su cara, pero lo dudo. Personas como él, no tienen de eso —, ¿No te alcanza con molestarme y romperme los huevos en el colegio? Que tienes que venir a molestar acá.

— No te quiero molestar Keller, no te moleste en todo el año...

— Tres semanas fueron — recalcó.

— Bueno, pero nadie de mi círculo te está molestando y creo que estás exagerando.

Juro que en ese momento, vi rojo. Quería matarlo.

Con mi dedo presionó, su pecho. Haciendo que baje su cabeza y mire mi dedo y luego a mí. Pero su sonrisa tonta, desaparece al ver mi cara.

— Mira idiota, no exagero. Me hiciste todo el secundario imposible vos y los otros idiotas de tus amigos. ¿Ahora me dices que exagero? No ves que literalmente estoy temblando, estar cerca de ti me da asco y miedo. Porque eso es lo que me hiciste sentir todo este tiempo — su cara no demostró ningún tipo de sentimiento, estaba serio y callado —. Me alegro que nadie de tu círculo me moleste, pero quiero que sepas. Que por tu culpa y la de ellos, tengo que ir a terapia y tratar de sanar lo que ustedes, jodidos hijos de puta ocasionaron. Así que no me importa si crees que exagero, yo a vos te detesto y la verdad no te quiero cerca.

No lo deje decirme nada, igual no creo que me diga algo tampoco.

Me doy media vuelta y me voy de nuevo a mi casa, por suerte estaba algo lejos. Así que me permito llorar, e intentar calmarme.

No sé qué mierda siento, miedo, euforia, adrenalina de haberle dicho todo lo que tenía en mi cabeza y quería gritarle más cosas. Pero sé que no vale la pena.

Me frené en seco, y comencé a reírme de forma histérica.

Le había hecho frente a mi bully, le había dicho que lo detestaba y me había ido como si nada.

Eso señores y señoras es tener los ovarios bien puestos.

No lo podía creer, me sentía muy bien. Secó las lágrimas de mis ojos, me enderezo. No puedo creer lo que hice.

Si puedo con esto, quizás pueda con la charla pendiente que tengo con Genaro.

Holis, como están pequeñas y lindas lectoras?

Yo  muy feliz de traerles nuevos capítulos, espero que les este gustando la historia.

¿Que les parece hasta ahora?

¿La trama les atrapa?

¿Que opinan de Alicia y de su reacción? PD: arriba esta la foto, de como seria la cara de Alicia enojada con Leo.

Espero les haya gustado, no se olviden de votar y comentar si fue así. Y les recuerdo que hay  otros capítulos después de este, mini maratón.

Y les recuerdo que tengo mis redes allí arriba, por si quieren interactuar y saber sobre los libros,

besitos.Nos leemos pronto.


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