—Disculpa, Noah —se escucha la voz de una mujer.

Noah fija su vista en ella, era una reportera. Junto a ellas estaban muchos más, los sonidos de las cámaras tomando fotos y grabando cada momento de la entrevista, se escuchaban por todo el lugar.

—¿Si? —Noah sonrió, esperando la pregunta de la chica rubia y ojos marrones.

—Terminaste con Millie… ¿por qué? ¿Hay una razón en específico? —Preguntó la reportera.

Noah se fue a esa noche, a esa noche en la que todo cambió.

Noah suspiró con cansancio, entró silenciosamente a la casa. Al llegar a la cocina un olor a pizza inundó su nariz, sonrió…

“Las pizzas de Millie, son las mejores”. Pensó.

Miró hacia las escalas que dirigían al segundo piso, caminó hasta a ellas y en silencio comenzó a subir. Tenía la esperanza que su novia, aún estuviera despierta.

Se supone que llegaría más temprano, pero se atrasó con sus grabaciones. Creyó que ya no volvería a casa, así que le dijo a Millie que durmiera sin él.

Llegó a la habitación, su mano tocó la puerta para poder abrirla, pero un ruido lo detuvo.

—Ah, Finn —se escuchó en la habitación.

Noah dejó de sonreír, su corazón empezó a latir con fuerza y de manera acelerada.

“No… no, no, no. Ella… no, él… no habrían eso”.

Se llevó la mano a sus cabello y haló un poco de ellos. Tenía miedo.

—Millie, ah —se escuchó la voz de Finn—. Que… que bien te mueves.

Noah mordió su labio, intentado calmarse. Sus ojos ardían.

—Joder Finn… ah —se escuchó nuevamente la voz de Millie.

Noah negó varias veces, pasó sus manos por su cabello desesperado.

Dio un gran suspiro y decidió abrir la puerta… acabaría con esto, de una vez por todas.

La abrió, abrió la puesta con sus manos temblorosas.

Sus ojos miraron fijamente con un brillo de decepción, a esas personas que creía importantes.

Desvió la mirada, le costaba ver lo que estaban haciendo.

Millie vio hacia la puerta, al notar una luz entrar por ella.

—Noah —tartamudeó e intentó tapar su cuerpo desnudo.

Finn miró hacia la misma dirección y rápidamente se paró y buscó su pantalón.

—Noah… yo —Finn intentó explicarse, más bien… excusarse.

—Jamás lo esperé de ustedes, ¿saben? Jamás esperé que ustedes… me hicieran esto —Noah se llevó las manos al pecho.

—Noah… perdón, sé que no lo mereces, pero…

—¿Pero qué, Millie? ¿En serio tienes una excusa para engañarme? —Preguntó con incredulidad.

—No es eso, yo…

—Tú nada, Millie. Me quedó claro al verte con otro hombre… al verte con mi mejor amigo —dijo, con dolor.

—Noah… entiende, se nos salió de control. No lo volveremos hacer —intentó disculparse Finn.

—No, Finn. Pueden hacerlo, pueden volver a saciar sus necesidades. Millie y yo ya no somos nada, tranquilo Finn. Puedes volver a tener la conciencia tranquila, ella ya está soltera y tú… ya no tienes un amigo que traicionar —se dio la vuelva, dispuesto a irse.

—Noah… Noah —corrió Millie tras él.

—Suéltame, Millie. Vete con el hombre al que si amas, espero que él te ame tanto como yo. Aunque lo dudo, ¿sabes? Yo estaba dispuesto a todo contigo —Noah hizo que lo soltara, de una manera muy brusca.

Se alejó de ellos, se iría a kilómetros y no estaba dispuesto a volver a verlos.

Llegó a su casa, su mirada estaba en el techo. Estaba con el corazón roto, la traición, el desamor y la tristeza dominaban su cuerpo.

Lágrimas caían de sus hermoso ojos marrones, su corazón dolía… dos personas importantes lo habían lastimado.

Después de un largo silencio por parte de Noah, él respondió:

—Sí, terminé con Millie. Supongo que no terminamos en un final feliz, como siempre pensé que lo haríamos. Siempre creí que ella sería la madre de mis hijos —sonrió para alivianar un poco el ambiente tenso que su silencio había generado—, pero no fue así. Nuestra historia no tuvo un final feliz, eso es todo.

Hizo una pausa, volvió a sonreír y continuó:

—El amor… a veces no es suficiente, simplemente hay personas que no están destinadas a estar juntas y aunque duela aceptar la realidad, tuve que permitirme ser feliz… tal y como ella lo hizo, con su nuevo novio.

»Decidí dejarla atrás, olvidarme de ella. Ella hizo lo mismo conmigo, ya su nueva relación se confirmó. Espero que les vaya bien, sonará egoísta, pero… ellos no me importan, ya no lo hacen.

»No quiero que piensen mal, pero algunas veces… hay que alejarse de las personas para ser felices. Suena egoísta, yo lo sé, pero yo también quiero ser feliz. Ellos ya lo son juntos, yo lo soy alejado de ellos. Espero que les vaya bien en su relación, pero lo mejor para mí, es estar alejado.

En un sofá, habían dos personas viendo esa entrevista. Se miraron entre sí.

—¿Crees que… nos perdone? —Preguntó Millie.

—Creo que ya lo hizo, pero ¿sabes? Hay que darle su tiempo y espacio, tal vez la forma en que nuestra relación inició, no fue de la mejor manera. Pero hay que intentar arreglar nuestros errores, sin arrepentirnos de las consecuencias —sonrió Finn.

Los dos sonrieron. Luego, volvieron a prestarle atención al chico, que meses antes… habían lastimado.

Nota de la autora:

Espero que les haya gustado esta mini historia de desamor. Gracias a todo por leer.

Si les gusto, deja su estrella en la historia. Comenten que les pareció.

Me despido, gracias por leer.

Babai~